PUNTO DE VISTA DE JAMES
James estaba hasta el cuello de trabajo y para colmo también tenía que lidiar con su sobrino Nathan, tenía que recogerlo del colegio porque supuestamente su hermana no podía ir por el. Necesitaba con urgencia una asistente personal, la chica que era su secretaria se había enfermado de pronto y no tenía más ayuda que la de la señora Dennis. Mientras colgaba una llamada tocaron la puerta del otro lado de la puerta –Pase!- autorizó el sin detenerse a ver quien era. –Señor, ya casi serán las 12, necesita que vaya alguien por su sobrino?- le preguntó la señora Dennis. James suspiró y maldijo para sus adentro, había olvidado que tenía que buscarlo a medio día, el tiempo pasó y ni siquiera se dio cuenta. –Gracias señora Dennis, pero sabes como es ese niño. Iré yo por él. Cancela mis reuniones del resto de la tarde, es posible que me tarde.- –Cómo ordene señor- lo ayudó con sus cosas y salió disparado en busca de Nathan. De camino trataba de resolver algunos problemas, recibia llamadas y colgaba. En verdad se sentía cansado, tendría que buscar la manera de encontrar una asistente que le hiciera la vida un poco más cómoda, ya que agendar las citas para él era muy tedioso y no podía compartir sus asistentes con otros directivos. Iba tan concentrado en su teléfono que casi termina atropellando a una joven, una muy hermosa por cierto y que ademas le era muy familiar, es como si ya la hubiera visto antes en algún lado, ademas ese olor tan peculiar a gardenias, jazmín y lirios lo enbriagaron y le dieron una sensación de paz, su corazón se aceleró, las manos le sudaban, era ella pero ya se había montado en un autobús del que no tenía ni idea a donde iba, aun asi la seguiría, preguntando supo a donde iba, pero parecía ser que no sólo el estaba distraído, ella se veía de igual forma. –Es hermosa, no?- James se sorprendió al ver a su sobrino fuera de la escuela y en medio de la calle, eso solo significaba que se había escapado antes de la salida –Que estas haciendo fuera del colegio, no deberías estar esperando a que lleguen por ti?- –Tío no te enojes y no empieces a regañarme, pero ya pasan del medio día, así que el que llega tarde eres tú, yo solo me iba a casa solo.- James verificó la hora en su reloj y efectivamente eran la 1 de la tarde, se distrajo demasiado con el teléfono y el trabajo. –Cómo se llama la chica?- era cierto, debía encontrar esa chica, con irgencia. Era un heredero que deberia ser alfa ya y tener una mana bajo su control, pero sin una luna era difícil, siempre se ha dicho que las manadas mas fuertes son las que tienen una luna fuerte y esas son las lunas que son alfas o una beta, pero en este caso es una humana y no se como seria mi manada todo va a depender de su fortaleza, o eso espero, pero ya iba siendo hora de tomar control de la manada y de todas las empresas de sus padres, lo estaba posponiendo hasta que lograde encontrarla y hoy lo había hecho. –No tengo idea, pero algo me dice que muy pronto lo sabremos. El chico se metió al auto y James encontró juicioso llevarlo a su departamento, de camino su teléfono nuevamente sonó. Ya estaba cabreado con el sonido del puto celular así que lo apagó, ya luego lo vería. Así lo hizo sin ver el nombre del contacto que lo llamaba con urgencias. Trato de seguir el autobús pero al quedarse tanto tiempo discutiendo con un niño sabelotodo había perdido tiempo y había posibilidades de que se hubiese parado varias veces antes de llegar donde lo encontró. Volvería a su casa y ahí buscaría más información con respecto a ella. O seguiría yendo a ese lugar todos los días hasta encontrarla, pues no tenia nada exacto con que buscarla y dar con su paradero. –Tío.- Lo llamó el niño –Hummmm,- respondió distraído pensando en esa hermosa chica. –Por qué estamos dando vueltas, que buscas exactamente?- James negó con la cabeza, –No busco nada, solo quería verificar algo, pero ya nos iremos a casa. –Excelente, porque muero de hambre!- exclamó Nathan muy feliz. –Ya estamos en camino, llegaremos pronto –Yuuuuupiiii! - grito emocionado. Ya en el departamento el niño llegó tirando todo y se fue directamente a la espaciosa cocina, todos concordaban en que ese niño tenía un barril sin fondo por estómago porque comía demasiado. Es cierto que por su raza era normal comer más, pero ese niño lo extremaba en demacia. –Eh eh eh eh, primero te vas a recoger tus útiles y los acomoda en tu habitación, te bañas y luego si vas a comer.- lo paro de golpe James y la señora Ana lo veía con diversión cada vez que lo regañaba pues siempre asedia a lo que él quería así como lo hacía su hermana Sophía, la madre del niño –Primero lo primero Tío, y lo primero es mi estómago, muero del hambre –No, de ninguna manera. Te bañas, ahora- - le ordenó James endureciendo su expresión –Tío, escucha… –Nathan- interrumpió advirtiéndole que su paciencia ya estaba colmada. –Yo me encargo de sus útiles niño Nathan, vaya y bañese cuando baje habrá un delicioso almuerzo esperando por usted en la mesa del comedor- le pareció juicioso intervenir a la señora Ana, o de lo contrario esa discusión se habría alargado un buen rato ya que “el joven niño” no daba su brazo a torcer a sí de fácil. –Lo malcrias demasiado señora Ana, ya se deberia comportar como un hombre. –Tío soy un niño todavía, si sabes cuantos años tengo verdad?- James volteo los ojos y lo dejo discutiendo en la cocina solo y se fue para su despacho. Tenía que buscar esa chica, y para eso necesitaba un buen detective. Aunque la descripción que daría sería muy superficial ,pero eso demostraría que era bueno, hacer lo imposible e inesperado . Aunque no estaba feliz porque ella era una humana común y la verdad eso no era bueno para ninguna manada, pero su padre lo obligaría a tomarla como luna aunque el no quisiera, así que tendría que buscarla él o fingir que no la había encontrado y su estúpido corazón no lo dejaría hacerlo. Se preguntaba si era posible rechazarla, o aceptar los lazos que los unía por la voluntad de la diosa luna.El timbre de la puerta sonó unas horas después de haber terminado algunos pendientes liberándose de una carga de trabajo ya casi a las 5 de la tarde. Y además había enviado pa descripción de su compañera para que el detective Adams se pusiera a trabajar en su búsqueda –Debe ser sophy, ya vino por su incordio de hijo. Ambos van a acabar conmigo.- pensó en voz altaEn ese momento la puerta de su despacho se abrió de repente. Dejando ver a tres hombres que parecía adolescente y la señora Ana detrás tratando hacerse espacio entre ellos–Joven James, no me dejaron avisarle, solo se me vinieron encima, par de brutos.La señora Ana estaba molesta, y empujaba a los tres para poderlos quitar del medio.Eran sus amigos lo que estaban ahí delante de la señora Ana, siempre le hacían eso. James estaba sonriendo al recordar aquellos tiempos, pero ahora los 4 tenían demasiado problemas de trabajo y de mujeres a la vez.–Dile que no nos regañe James, ya nos conoces vie
En el autobús pensaba que porque se sintió tan extraña cuando iba a ser atropellada, sintió su corazón latir con fuerza y se sintio muy mal cuando el bus areanco para irse, ademas pensaba que posiblemente Isabella la tuviera en la mira pero aún no podía distinguir entre presencia y sentirse vigilada, siempre sintió esa sensación pero nunca dio con los que la seguían Su estómago de repente le gruñó, estaba pidiendo alimentos y ya eran más de la 1 y ella no había comido nada, decidió detenerse en una tienda de alimentos asiáticos y ella amaba su comida. Salió del bus y entró a dicha tienda para comer algo. Pidió unos ramen y un platillo llamado Mandu, era especie de lo que conocemos como domplins pero rellenos de carne y preparada con verduras, la famosa sopa de mandu guk. La verdad es que tenía mucha hambre y se lo acabo todo, pago la cuenta y salió del lugar para volver a casa. Llegando a casa corrió a tomar e
Electra sintió cómo el corazón le latía con fuerza mientras James se acercaba, sus labios casi rozando los de ella. El mundo a su alrededor se desvanecía, y todo lo que importaba era ese momento. Pero justo cuando estaban a punto de sellar la conexión, un estruendo resonó detrás de ellos.–Hanna— pregunto con urgencias Electra y saltándose del agarre de James corrió hacia la sala quitándolo de la puerta –Eres un desgraciado infeliz, debería de matarte ahora mismo— Hanna había golpeado a Derek y seguía haciendo mientras el lloraba al ver su rechazo.–Nena escucha, yo.. –Tú qué, me has estado usando para venirme con esa ... estupidez?–Hanna?— llamó su atención con precaución Electra –Tú...eres una ...mala amiga, desagradecida. Te aliaste con este tonto para esa estupidez— Hanna se paro y agarró el cabello fuerte, sentía que la cabeza le quería estallar— un hombre lobo, que idiotez es esa, creen que vivo en un maldito mundo de fantasía, haaa no me digan tamb
Electra observó las caras de incredulidad ante su revelación. Hanna, aún tambaleándose de la sorpresa, se sostuvo del sofá, mientras Derek y James intercambiaban miradas de confusión y alarma.–Electra, has perdido la cordura. Vienes del futuro, donde está mi amiga entonces—preguntó Hanna en forma de reproche, era totalmente estupido creer algo cono eso–Hanna, se que es difícil, soy yo Electra tu amiga. Decidí volver a reiniciar nuestras vidas, no podía quedarme viendo como los… no podia solo quedarme de brazos cruzados—James y Derek estaban que no lo creian, el poder de esa ave Fénix siempre fue un peligro y cualquiera que naciera con ese poder sería observado por el consejo de magos desde su nacimiento hasta morir y no sólo eso, sino que una vez cumpliera la mayoría de edad, que es cuando el ave despierta, sería sellado nuevamente y así sucedería cada vez que sintieran peligro. James se acercó a Electra y tomó sus manos, si el ave estaba por despertar lo rechazaría y
El ambiente en la sala era denso, cargado de tensión. Electra, aún con el rastro de lágrimas en su rostro, se levantó lentamente. La determinación que la caracterizaba volvió a encenderse en sus ojos mientras se acercaba al ventanal, contemplando el vasto paisaje más allá del pequeño departamento. Cerró los ojos, tratando de sentir la presencia de aquellos magos que, alguna vez, fueron sus aliados.–Tenemos una semana –murmuró Electra, como si intentara convencerse a sí misma–. En ese tiempo, debemos hacer todo lo posible para adelantarnos a Gwyddyon.Derek, observándola con cautela, se cruzó de brazos.–Si solo tenemos una semana, ¿por dónde empezamos? Buscar ese artefacto suena a una misión suicida si ni siquiera sabemos dónde está o cómo activarlo y cómo se ve.–Primero debemos reunir a los demás –respondió Electra con firmeza–. Y luego, llegar a Ebrerton. El artefacto se activará con mi poder James y Derek intercambiaron miradas incr
Electra abrió los ojos, parpadeando ante la súbita oscuridad que los envolvía. Sentía el frío aire nocturno sobre su piel, un contraste marcado con el calor y la luz que los había envuelto momentos antes. Todo estaba en silencio, salvo por el susurro lejano del viento entre los árboles. La sensación de haber sido arrancada de la seguridad de su refugio y lanzada a lo desconocido era innegable.Miró a su alrededor, notando que estaban en un bosque denso, iluminado apenas por la pálida luz de la luna. Las sombras de los árboles se alargaban, formando figuras fantasmales que se movían con cada ráfaga de viento. James, Derek, y Hanna también habían llegado con ella, aunque estaban tan desorientados como ella.–¿Estamos en Ebrerton? –preguntó Hanna, su voz apenas un susurro, como si temiera que cualquier ruido atrajera algo no deseado.Electra negó, la inseguridad se colaba en su pecho. El lugar era extraño y conocido al mismo tiempo, como un eco lejano de algo
El silencio en la sala era sepulcral, las palabras de Isabella fueron dagas directas al corazón de Electra. Sabía las consecuencias de lo que había hecho, pero sólo buscaba salvarlos a todos, no buscaba dañar el curso del tiempo . Las sensaciones de que eran paralizados o aplastados por una fuerza invisible se había roto y ahora todos podían moverse pero al escuchar esas palabras nadie movió un solo músculo, en especial Hanna que moría del miedo y ahora quería saber toda la verdad detrás de las palabras de su amiga Electra. James sintió todas aquellas agustias, preocupaciones y culpas y no pudo evitar sentir pena por ella y ganas de golpear por primera vez a una mujer, esas palabras habían calado hondo en Electra y en verdad el hubiera querido ahorrarle todo aquel sufrimiento, pero no estaba en sus manos y en realidad no sabía casi nada de lo que Electra hizo para salvarlos a ellos.Aun así se acercó a ella y la ayudó a llegar al sofá para sentarse en lo que entendía o
Electra se quedó en brazos de kames dejando que las lágrimas fluyeran, pero sintiendo un calor reconfortante en su pecho. Él no entendía del todo la magnitud de lo que había hecho, pero estaba allí para ella, dispuesto a luchar junto a ella, a protegerla, incluso si eso significaba enfrentarse a lo imposible.Mientras tanto, Isabella observaba la escena con una mezcla de preocupación y frustración. Su intuición le decía que aún había piezas faltantes en el rompecabezas, secretos que Electra no había revelado, tal vez porque ni ella misma comprendía del todo su poder. Barrick estaba junto a ella, silencioso y atento, su desconfianza hacia Electra no había disminuido, pero ahora también sentía una creciente curiosidad.Dinorah tan práctica como siempre e irritante par los demás rompió el silencio que se había formado en la sala.–Electra, no podemos simplemente esperar a que Fyre despierte y esperar lo mejor. Debemos prepararnos para cualquier eventualidad. ¿Qué