Megan se había casado con un hombre completamente inmaduro que jamás cambiaría: Derek Casiragi.
Se habían conocido en un evento de modas, ya que ella era una diseñadora principiante que buscaba adquirir experiencia en su primer trabajo en DUMBLE, la casa de modas con más renombre de todo Londres y, casualmente, Ender resultó ser hijo de Dina Casiragi; la diseñadora más famosa del país, anfitriona del evento y su jefa.
Aunque Derek no terminaba de madurar y la engañaba constantemente con mujeres del ámbito de la moda: modelos, actrices y con todo lo que tuviera faldas.
Dina, su suegra, encontró en ella lo que en su hijo jamás podría: talento, transparencia, sencillez, lealtad, perseverancia y todas las virtudes posibles para ser un digno reemplazo en la presidencia de DINAMO ENTERPRISE.
En un viaje que le encargó su suegra como representante de la empresa, Megan conoce casualmente a un hombre en un club, llegando a pasar la noche con él, no sin antes ponerlo al tanto de su estado civil.
Sin embargo, no contaba con que ese mismo hombre era la persona con la que Dina la había enviado a reunirse en su primera intervención como futura presidenta de la compañía.
Una vez descubierta la verdad, ambos deberán enfrentarse en más de una ocasión, tratando de inclinar la balanza a favor de la razón y no del corazón.
No obstante, para Megan era todo más complicado, ya que para que pudiera ser la futura presidenta de la empresa de su suegra, debía respetar una cláusula del contrato matrimonial que había firmado: tenía que seguir casada con el bueno para nada de Derek.
—Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia —recitó el cura en el momento en que miraba a ambos y Derek tomaba a Megan de la cintura para sellar su unión ante Dios y casi todos los presentes.—¡No puedo creer que esté casado! —exclamó Derek totalmente exaltado, levantando la copa que le había acercado su madre para brindar por tal acontecimiento.—Yo tampoco, querido. Jamás imaginé que un inútil como tú lograra conquistar a una mujer tan inteligente como Megan. Supongo que tendrás tus encantos.Dina, la madre de Derek, se acercó a saludarlos y susurró tales palabras con sarcasmo al oído de su hijo.—Supongo que debo felicitarte, querida. Espero que el inmaduro de mi hijo sepa valorarte y hacerte feliz —se dirigió a Megan, dándole un abrazo sincero y fraternal. Jamás imaginó que su pu
4 años después…—¡Quiero el divorcio Derek! Ya no soporto parecer el reno Rodolfo por tus pequeños «errores» como llamas a cada aventura que has tenido con cuanta mujer barata se te atraviesa en frente. ¡Cuatro años de infidelidades son más que suficientes! Mañana mismo mi abogado se pondrá en contacto con el tuyo y podrás seguir cometiendo todos los errores que se te vengan en gana. Adiós. —Megan colgó el teléfono furiosa. Su flamante esposo ya no cambiaría más.Durante todo su matrimonio tuvo que hacerse de la vista gorda en cuanto a los engaños de Derek por varios motivos. El principal y más tonto de ellos era que aún lo amaba como el primer día —o eso pensaba— y en el fondo de su corazón siempre creía que él cambiaría
—¿Crees que la señora Casiragi se quedará con los brazos cruzados, viendo como desintegras parte de su empresa? —Luck sonrió ante la pregunta de su mejor amigo y abogado. Estaba seguro que Dina Casiragi no permitiría fácilmente que él vendiese sus acciones a quien mejor oferté por ellas. Deberá jugar bien sus cartas si no deseaba que la dama más influyente del ámbito de la moda, lo destroce en un abrir y cerrar de ojos.—Lo que creo, querido amigo, es que esa mujer pondrá toda su munición pesada para evitar que lo haga —se levantó y rodeó su escritorio, dirigiéndose al mobiliario de bebidas y procedió a servir dos escoceses.Eran casi las 8:00 p.m. en ese paraíso de playa donde tenía una filial de su empresa. Había viajado, como hacía todos los meses, a visitar las oficinas que quedaban en ese l
Megan y Natasha llegaron al lugar, y las dejaron pasar inmediatamente en cuanto la abogada se anunció.El club era extremadamente lujoso, toda la estancia estaba compuesta por muebles blancos y accesorios de cristales. Varios rincones estaban decorados con cascadas que imitaban los rincones naturales más asombrosos de la playa. La iluminación era tenue y la música estaba a la moda.Fueron guiadas hasta una mesa que estaba un poco retirada de la pista y que les daba algo más de privacidad. Una especie de VIP para gente conocida que buscaba algo de privacidad.—¡Ey! —Natasha hizo señas con la mano a un camarero y este se acercó—. Chico sexy, haznos el favor de deleitarnos con unos tragos que sean la especialidad de la casa —Natasha no perdía tiempo y comenzó a pedir tragos e inspeccionar a cada hombre que pasaba cerca de su mesa—. ¿Ves a esta mujer sensu
—Luck —respondió luego de un largo silencio. Sostuvo la mano de Megan y en ese preciso instante una sensación que jamás experimentó se apoderó de todo su cuerpo. El vello se le erizó y se perdió en esos ojos que lo miraban sin malicia, en esa sonrisa que trasmitía paz. Esa mano suave que sostenía, hizo que su mundo girara en un segundo. Se hizo día, se hizo noche, se hizo fugaz y se hizo eterno.¿Qué le estaba sucediendo?¿Por qué la mano de una completa extraña le hacía experimentar sensaciones desconocidas y que nunca antes había sentido?¿Sería cierto eso del amor a primera vista? O en este caso… ¿al primer contacto?Porque no podía negar que al principio le pareció una mujer más de entre todas las que pululaban por el lugar, pero el simple contacto con su mano, lo camb
Megan se removió lentamente en la cama, pensando que era su habitación hasta que sintió que una fuerza superior a ella, le impedía que pudiera moverme libremente. Y no solo eso, había algo intensamente caliente apoyado a su espalda.Trató de abrir los ojos, pero la fuerte luz que entraba por el enorme ventanal de la habitación, la hizo parpadear varias veces antes de poder observar mejor la estancia.Al lograrlo, enfocó su vista al techo y no recordó que esa enorme lámpara hubiera estado colgando sobre su cama. Tenía muchas ganas de darse una ducha y tomar un café bien cargado. Algo taladraba su cabeza y recordó que había bebido unos tequilas demás, por no decir que se bebió todos los tequilas del mundo.Eso era literal. No solía beber y haberlo hecho en demasía le provocó esa sensación de haber bebido hasta el agua del flor
Luck despertó lentamente, buscando el cuerpo que hacía unos instantes aun sentía bajo su abrazo.Había pasado una de las noches más excitantes que recordaba. Sin embargo, por primera vez, se encontraba con que no era el quien abandonaba apresuradamente la cama de una amante antes de que esta despierte y pregunte si cuando volverían a verse, cuando la llamaría, si podrían volver a salir hasta el punto de prácticamente planear una boda.Sintió una leve punzada en su orgullo. Era la primera mujer a la que realmente estaba dispuesto dejar traspasar más allá de lo que usualmente hacía, y eso que solamente sabía su nombre: Megan, y que para rematar estaba casada. No obstante, sentía una leve esperanza al recordar sus propias palabras: «No por mucho tiempo».Desde su desventura amorosa con Vanesa, se juró a sí mismo no volver a entreg
—Muy bien, detective, siga haciendo su trabajo y manténgame informada hasta del último detalle. No quiero que se guarde nada y tampoco que deje nada al azar. Le pago para eso —Dina respiró profundo y escuchó atentamente lo que el detective decía—. Siga así y tendrá otra pequeña recompensa. Adiós —colgó el teléfono con mucha satisfacción.A Dina Casiragi le hizo la mañana escuchar las excelentes noticias sobre el logro de Megan. Nada más y nada menos se llevó a la cama al nuevo y más fuerte socio en esos momentos.Sonrió con satisfacción porque no había errado. Sabía que no le fallaría esa niña y se sintió orgullosa porque Megan con su actitud, demostraba que, aunque no llevara su sangre, se parecía mucho más a ella que su propio hijo.Sin embargo, no espe