El eco de los presurosos pasos de Lena se dejan escuchar a lo largo del pasillo, mientras camina sin dilación hacia la habitación del fondo. Sus manos temblaban ligeramente, y aunque intentaba calmarse, los nervios siguen reptando bajo su piel. Se supone que esa debía ser su noche triunfal y perfecta, pero la llegada de Inna al parecer había sido solo para convertir ese momento en el inicio de una maldita pesadilla. La elección de su vestido por parte de la mujer puede deberse a una simple coincidencia, pero al parecer ella no era la única que había notado aquella similitud y los ligeros murmullos y las miradas de los asistentes se lo comprobaron. No puede evitar dejar salir una ligera maldición al pensar que la sola llegada de esa mujer había servido como un inesperado recordatorio de ese momento que Lena había intentado enterrar en el pasado. Cuando finalmente llega frente a la puerta de la habitación, busca con manos ligeramente temblorosas la llave que siempre lleva con ella. In
༺༻ IGLESIA SAN JORGE ༺༺Cualquiera hubiera esperado que el padre Artem se encontrara en el baile de caridad, después de todo, él era, junto a Lena el mayor promotor del evento. Pero contrario a ello, Artem se había negado a asistir, y prefirió quedarse en la iglesia para atender sus responsabilidades. Es por ello que se encuentra sentado en el confesionario, con las manos entrelazadas sobre su regazo, aguardando por la siguiente persona que desee confesarse.El aire dentro del pequeño recinto es denso, cargado con el aroma a incienso que impregna cada rincón de la iglesia. La respiración del hombre es pausada, medida, en un intento por mantener la calma. Ha logrado distraer sus pensamientos enfocándose en su deber, en la rutina de su servicio a Dios, y en leer sus sagradas escrituras, pero; aun así, el peso que lleva sobre su conciencia no lo abandona por completo.Después de un par de minutos de profundo y casi que absoluto silencio y sin movimientos en el otro lado del confesionar
El silencio se apodera de la subasta tras la oferta de Inna. Todos los presentes intercambiaron miradas de sorpresa, incapaces de ocultar su asombro ante la exorbitante cantidad ofrecida por el brazalete. Si bien es cierto que todos los asistentes a la subasta pertenecen a familias de fortunas considerables, nunca antes en ese evento se había escuchado una cifra semejante por alguno de los artículos que se estuviesen subastando. Las cantidades siempre se mantenían en algunos miles pero hasta ese momento no se había llegado más allá, no saben explicar si era porque las piezas realmente no lo valían y ese baile sólo era una excusa para demostrar el dinero que poseen, o porque es Claro que entre esas dos mujeres está existiendo una batalla de egos y poder, y para la gran mayoría de ellos, es más que claro que ninguna dará su brazo a torcer. Lena, por su parte, se queda paralizada por unos segundos. Su mente procesa con rapidez y furia el hecho de que aquella mujer haya ofrecido tanto d
Dmitry se mantiene con su mirada fija en el camino, mientras las luces de la Romanovskaya aparecen a la distancia. Un suspiro pesado escapa de sus labios cuando la calma comienza a buscar instalarse en su pecho. Es cierto que no sabe cómo puede reaccionar Anastasia ante su presencia, lo que sí sabe es que la idea de poder estar junto a ella velando por su seguridad le hace sentirse más tranquilo, aunque eso signifique que ella se enfade con él por no haber confiado en su plan. No le importa. No puede simplemente quedarse de brazos cruzados mientras Nikolay la rodea como un depredador al acecho, cuando Lena es el tipo de personas que no dudará en llevársela de por medio si se interpone en su camino. Solo al pensar en un escenario así hace que sus nervios vuelvan a ponerse de punta por lo que acelera un poco más, deseando que la distancia entre ellos desaparezca cuanto antes.༺༻ HACIENDA ROMANOSVKAYA ༺༺Una vez que Clara la deja sola después de haber sido llamada por su esposo, Anas
Al ver la forma tan íntima en la cual Dmitry interactúa con Inna, Nikolay hace el ademán de ir tras de él, su puño se encuentra cerrado y sus ojos encendidos de rabia, pero antes de que pueda dar siquiera un paso, la mano de Lena se aferra con fuerza a su brazo, obligándolo a detenerse en seco. Las uñas de la pelirroja se clavan en la tela de su chaqueta, y la mirada que le dedica es puro veneno mientras se acerca más a él para poder murmurar entre dientes, dejando que sus palabras estén en el veneno y la rabia que siente en ese momento.—¿Qué crees que estás haciendo?— cuestiona sin despegar su mirada de él—¡Me has dejado en ridículo!Nikolay procura mantener la compostura pero aún así, sacude el brazo, intentando zafarse de su agarre.—No sé de qué hablas— responde quitándole total importancia al reclamo de Lena.Lena ignora su gesto y simplemente refuerza su agarre sobre su brazo mientras lo observa con recelo, los labios tensos por la furia contenida.—No finjas no entender de qu
El silencio que le sigue a la declaración de Inna es abrumador y lapidario. Lena se queda en silencio procesando sus palabras y solo la observa fijamente con el rostro desencajado. En su mirada se puede ver que en ese momento es como si acabara de encontrarse de frente con un fantasma. Su boca se abre y se cierra varias veces sin que salga sonido alguno. Su mente, nublada por la confusión, la ira y un poco de miedo, se niega a aceptar que exista aunque sea un poco de verdad en las palabras que acaba de escuchar.—Mentira…eso es mentira —susurra, pero su voz apenas es audible. Luego, con un grito desgarrador, repite en un tono más alto y llena de rencor— ¡Eso es mentira! ¡Estás mintiendo! ¡Anastasia está muerta! ¡Tú no puedes ser ella! ¡Ella no puede estar viva!Su mirada febril recorre el rostro de Inna, pero no sabe decir si lo hace para poder encontrar algo, cualquier señal que desmienta sus palabras, o sí por el contrario está buscando cualquier rastro del rostro de su hermana. Pe
Cuando las patrullas comienzan a alejarse cada vez más del terreno principal, el eco de las sirenas poco a poco comienza a hacerse más distante mientras se pierde en la lejanía del camino que lleva hasta la hacienda. Al contemplar aquello, Vera se aferra con más fuerza al amargo abrazo que comparte con Arman, su cuerpo dejando ver los espasmos que se producen por la rabia y el miedo que la embarga. Negado a romper el contacto, Arman acaricia su espalda con suavidad, tratando de calmarla.—Todo estará bien, Vera —murmura con tono tranquilizador, aunque muy en el fondo sabe que esas palabras no pueden mitigar el dolor de una madre que ve a su hija ser llevada por la justicia… por segunda vez.Dmitry, hasta ese momento se había mantenido enmudecido por el impacto, y tan sereno como los nervios a color de piel se lo estaban permitiendo, pero al escuchar aquellas palabras provenir de Arman, no puede evitar explotar de indignación.—¿Cómo demonios puedes decir eso, Arman?— exclama mientras
Para cuando el reloj marca las dos de la tarde, Anastasia se encuentra acostada en la cama de su celda, mirando el techo con una calma que le sorprende incluso a ella misma. En los últimos tres días ha llegado a la conclusión de que su paciencia es mayor de lo que pudo llegar a pensar en algún momento. En la celda de junto, Lena se encuentra sola, escupiendo insultos en voz , dirigidos a ella en cada oportunidad que tiene. Anastasia puede asegurar que si estuvieran juntas, a estas alturas ya la habría golpeado para lograe hacer que se quede en silencio. Pero ya en este punto, lo único que le interesa es salir de allí y terminar con todo.Después de veinte minutos más, Lena finalmente se queda callada, pero aquella paz no dura mucho.El leve silencio de la zona se rompe cuando la reja de resguardo es abierta y pasos firmes se escuchan llenando cada rinco dentro del espacio, captando su atención y el de las demás mujeres en esa zona. Poco después, Arman aparece frente a la reja de su c