#111

Ese día en especial, la iglesia se encuentra repleta, y los bancos de madera crujen bajo el peso de las personas que han acudido al servicio dominical, pero estos le recuerdan rápidamente Inna, porque siempre evitó la iglesia en las fechas que sabía estaría más concurridas. Y esa razón es simple, es porque la mitad el tiempo que se supone que los asistentes deben mantenerse en silencio para poder respetar el momento de oración, en realidad es utilizado por todos para hablar entre ellos, aun a estas alturas le parece increíble que ni siquiera eso puedan respetar.

El murmullo se disipa rápidamente cuando Artem se coloca en el pulpito y comienza con su sermón. El sacerdote, vestido con su sotana blanca y dorada, se alza desde el púlpito, proyectando su voz con calma mientras habla sobre el amor al prójimo y la importancia de desprenderse de los bienes materiales.

Inna se encuentra sentada hacia el centro del templo, y en ese momento se reprocha por hacerlo, al estar en esa posición se en
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