C7: «El único repugnante aquí soy yo».

Lenya se paralizó ante dicho cuestionamiento, para después girar lentamente hacia ella.

¿Lástima? ¿En verdad aquel sentimiento que se había originado en su alma era algo tan simple como eso? ¿Lo estaba haciendo porque sentía compasión?

No. Definitivamente, esa no era la razón. No lo sabía con exactitud, se suponía que no le agradaba así que no comprendía muy bien por qué quería ser amable con Arantza, pero no lo hacía por lástima.

—¿Piensas que esto se trata de una obra de caridad? —articuló Lenya, con el semblante inalterable—. El celular no es un obsequio de mi parte, te estoy proporcionando un instrumento de trabajo, al igual que la laptop. Esa la aceptaste sin problemas, ¿cierto?

—Pero, la laptop es de la empresa, no me la llevo a mi casa…

Lenya lanzó un suspiro y se aproximó a ella.

—¿A qué le temes? ¿Tienes miedo de que crea que te estás aprovechando de mí?

—N-No es eso…

—Y ya te he dicho que no te lo descontaré de tu salario, así que… ¿qué otra excusa pondrás para no acatar mis
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo