・。★゚・ : Lili : ・。★゚
Podría decirse que después de una fiesta y pasar la noche con el chico que amas y al que le entregas tu virginidad es lo mejor.
Pero en mi caso resulta un error…
Esta es mi corta historia de amor, puede que crean que es como cualquier otra y si puede ser igual a otras, pero les aseguro que esta es la más corta que existe, con el hombre que amé durante años.
Bien dicen que en el corazón no se manda y yo soy testigo de eso, después de sufrir durante años un amor secreto por miedo a perder a mi mejor amigo, un día decidí ser valiente… demasiado valiente y a la vez muy tonta porque mi felicidad duró unos cuantos días…
Mi nombre es Liliana Montalvo soy estudiante en la Universidad del Norte, aquí hay diferentes carreras que puedes cursar y los jóvenes más prestigiosos de la ciudad cursan aquí.
Soy una chica de estatura media, tez clara y ojos cafés, mi cabello es largo, lacio y negro, me gusta llevarlo suelto para cubrir parte de mi cara, curso la licenciatura de música, he aprendido a tocar diferentes instrumentos musicales, pero me encanta tocar el piano y el violín, soy buena en ello, son mis favoritos.
Regresando a mi historia les contaré lo que viví esos días que fueron trágicos para mi…
Después de una noche loca, en donde yo parecía James Bond en una misión imposible, despertar en los brazos de Roger, era lo mejor que me pasaría en esta vida.
Un día en particular, él tomó demasiado, esa novia suya le puso algo en la bebida, la escuché decírselo a sus amigas, no entiendo porque ella tenía que usar ese método para estar con él si a leguas se notaba que Roger moría por ella, se la vivían de besos y abrazos todo el tiempo, yo presenciaba todo eso.
Mi amigo Roger estaba demasiado perdido cuando lo saqué de la fiesta, afortunadamente nadie me vio y lo traje a su casa.
Lee escuchando esta canción…
Arcade - Ducan Laurence
Observé por la ventana, los rayos del sol entraban, sonreí al recordar lo que pasó anoche.
Estaba desnuda a un lado de Roger que dormía pacíficamente boca abajo, su mano pasaba por mi cintura, observe sus facciones mientras dormía, hacia algunos gestos curiosos entre sueños, era realmente muy guapo, ante la gente era fuerte, narcisista y arrogante, solo yo conocía a su verdadero yo, un chico amable y atento que siempre me trató como una princesa.
Él frunció el ceño y empezó a moverse en la cama, abrió los ojos tratando de acostumbrarse a la luz, yo lo observaba en silencio cubriendo mi cuerpo con la manta, esperando con ansias que después de esto podamos estar juntos, le diré cuanto lo amo y cuanto me ha gustado durante años.
Se acomodó en la cama y se sentó, miró alrededor para al final verme a mí, abrió asombrado mucho sus ojos y se vio a sí mismo que estaba desnudo.
“¿Tuvimos sexo?”. El preguntó confundido y asustado.
Yo solo asentí nerviosa, creo que él no lo estaba tomando muy bien…
Se levantó apurado buscando su ropa, yo lo miraba y me puse inquieta por su comportamiento, busqué mi ropa rápido.
Él se vistió completamente, caminaba de un lado a otro estirándose el cabello frustrado, y apretando su cara con sus manos, estaba completamente conmocionado, enojado, desesperado. Repetía constantemente. “Esto no está bien, esto no está bien, no debimos...”
Al terminar de ponerme mi ropa me acerque a él caminando despacio, me dolía mi parte inferior un poco, la noche fue larga, los besos y caricias de Roger de anoche me dejaron exhausta, nunca antes había estado con un chico, pero puedo decirles que fue increíble, cada sensación, cada roce, cada movimiento me hizo llegar hasta las nubes.
“Roger…” Toqué su hombro y él solo me apartó empujándome hacia atrás rechazándome, choque contra la pared, no me dolió tanto como sus palabras… “Esto estuvo mal Lili ¿No lo entiendes? Tengo novia y tú… eres mi mejor amiga”.
Creo que sus palabras me devolvieron a la realidad, desperté del sueño que yo misma creé toda la noche. Realmente no era como yo esperaba que él reaccionara, algo en mi pensaba o deseaba que Roger me aceptara y me amara tanto como yo lo amaba a él.
Ni siquiera sentí cuando mis lágrimas caían, él levantó su mano y estaba por limpiarlas, su mano se quedó en el aire sin llegar a tocarme, fue cuando se alejó saliendo de la habitación. ¿Furioso? ¿Desconcertado? ¿Arrepentido?...
Amarte es un juego perdido…
Me quedé un momento de pie recargada en la pared donde él me había lanzado y lloré… Lloré como una magdalena, lloré tan fuerte que casi quedé ronca, todo se derrumbó, sé muy bien que nuestra amistad nunca va a volver a hacer igual y él nunca me verá de nuevo como antes, salí de la habitación, este era su departamento, él vivía solo, tenía problemas con su madrastra y cuando tuvo suficiente edad para trabajar decidió mudarse para vivir tranquilo, aquí convivimos, hacíamos las tareas, preparábamos la comida juntos, veíamos películas y escuchábamos música, yo traía de vez en cuando mi piano eléctrico y tocaba para él, me gustaba cómo me miraba en silencio mientras yo tocaba las piezas que él me pedía y cantábamos juntos.
Observé alrededor de la habitación, la cama destendida, las cortinas medio cerradas, todo estaba en un silencio que dolía, sentí por un momento que las risas, la música y las pláticas con Roger que teníamos antes quedarían en el pasado a partir de hoy.
Me fui de la habitación, él ya no estaba en el departamento, se fue a toda prisa para no verme más…
Salí y bajé por las escaleras, era el tercer piso. Me encontré con una vecina muy amable.
“Hola Lili ¿Cómo estás?”.
“Hola señora Gómez, bien”.
“Vi a Roger salir a toda prisa ¿Pasó algo?”.
-¿Qué si paso algo? No se imagina- Pensé.
Sonreí lo mejor que pude. “Creo que fue a buscar el desayuno, no se preocupe”.Ella se tranquilizó y asintió despidiéndose, entrando de nuevo a su departamento.Me despedí saliendo del edificio, cuando estaba a punto de caminar por la acera me encontré con Omar. “Hey Lili”.Le sonreí tratando de calmar mis lágrimas que amenazaban con salir. “Omar, Gracias por lo de ayer, te debo una”.Él me sonrió, claro que noto mis ojos hinchados y mi mal semblante, pero agradecí que no dijera nada. “Me debes más que una… y un enjuague bucal, tuve que besar a Bianca para que no te vieran sacar a tu amigo”.Recuerdo de Lili…Tomaba un sorbo de mi bebida, era realmente mala y amarga, tenía mucho más alcohol de lo que imaginaba, caminé alrededor todos bailaban y gritaban como locos, toda la escuela estaba presente. -¿Qué hacía aquí?, la verdad ni yo sé-.Bianca camino junto con sus amigas a las escaleras, yo estaba cerca y escuché...“Roger ya está en la habitación Bianca”.Todas se sonrieron cómplices
Nunca voy a olvidar lo que hizo Omar por mí esa noche… Omar observó mi cuello y me cubrí como pude, tenía algunos moretones que Roger me hizo anoche. “Tengo que irme, muchas gracias Omar”. El asintió y entró al edificio, curiosamente era vecino de Roger. Después de despedirme mi sonrisa se esfumó, suspire mirando el edificio donde vivían ambos chicos, después de un tiempo me gire y me fui directo a mi casa, mi padre estaría preocupado por mí. Di algunos pasos y no podía creer a quien me encontraba, al parecer el día iba a ser largo y tedioso. “¡Liliana!”. Fruncí el ceño mirando a Bianca. “¿Qué quieres?”. “¿Tú te llevaste a Roger anoche?”. Sonreí altanera. “Si”. Ella se abalanzó a mi dándome una gran cachetada, les juro que me dolió tanto que una lágrima salió de uno de mis ojos. Me acerque y se la regrese, no iba permitir que se aprovechara de mí, no más de la Lili tranquila y callada que todo le aguantaba a esta tipa, además estábamos en la calle, todos nos veían. “¿¡Como
Por la tarde…Estaba frente al edificio mirándolo, no quería entrar, pero le había prometido a Omar ayudarle con matemáticas, no pude negarme él me había salvado dos veces en la escuela, suspiré y subí al ascensor, por suerte no vivían en el mismo piso. La puerta del ascensor se abrió encontrándome de frente con Roger, yo di un paso atrás. “Ro… ger”. El entró al elevador y solo vislumbre a Omar asomándose y mirando como la puerta se cerraba.Roger quedó frente a mí, me miraba molesto. “¿A dónde vas?”.Camine hacia atrás hasta topar con la pared. “Voy… a casa de Omar”.Roger quedó más y más cerca. “¿Por qué? ¿No crees que has estado mucho tiempo con él últimamente?”.Por unos momentos me quedé callada mirando sus bellos ojos, después recordé todo lo que había pasado estos días y lo enfrenté. “Y a ti que te importa?”.Roger puso sus manos a los lados de mi cabeza mirándome, el elevador timbro y se detuvo, no sé en qué momento, pero él ya me arrastraba a su departamento. “Oye, espera”. L
Subí rápido a mi habitación como me dijeron, la mayoría de mi ropa favorita ya no estaba, saqué una caja del armario y la abrí, eran todos mis recuerdos con Roger y mi mamá.Tomé la caja y abrí el cajón de mi escritorio llevando mi libreta de canciones, mi piano eléctrico y bajé.El mayordomo negó. “No puede llevarse el piano será un problema. Mire a hacia la sala y observe el gran piano de cola que era de mi madre, mis lagrimas empezaron a salir.El mayordomo tomó mi mano, sabiendo por qué lloraba. “Lo siento señorita, pero no hay forma de llevarse ninguno de los dos, afectaría el viaje y el piano de su madre es muy grande, no hay tiempo para moverlo.Asentí a Moisés triste, él me conocía desde bebé y sabía lo que me importaba las cosas de mi mamá, me acerque al gran piano y lo acaricie delicadamente recordando algunos momentos que pasé con mamá.Mis lágrimas corriendo por mis mejillas, abracé fuerte a Moisés. "Cuida el piano de mi mamá, búscale un buen lugar donde lo cuiden y lo ame
Roger era muy inteligente desde niño, siempre fue carismático, atento y muy divertido, pero después de que su mamá los abandonó a él y su padre, cambió mucho y eso me duele, he tratado de ayudarlo, pero no se abre conmigo y se guarda muchas cosas. Decidió perderse en fiestas y mujeres, siempre sale con una chica diferente cada mes, yo enamoradísima como estoy de él, me dolía verlo vivir de esa manera, pero me alegraba que no durará con ellas, eso cambió hace tres meses cuando conoció a Bianca una chica que estudia la misma carrera que él, de administración. Giré mi cabeza al lado derecho y la vi ahí caminando hacia nosotros, era una chica muy guapa y alta, cabello castaño y ojos del mismo color. Vestía una minifalda rosa y blusa blanca con hombros descubiertos, usaba joyería y maquillaje cargado, su cabello bien arreglado en un moño grande y usaba tacones altos en color rosa. “Hola Liliana”. Ella de pie frente a mí me saludó. Yo levanté un poco mi rostro y sin mirarla la saludé.
Desde que Roger empezó su relación con Bianca nosotros nos distanciamos, ahora con la noticia tenía mucho miedo de que él me dejara de hablar, ellos habían tenido algunas discusiones por mí. Roger tenía la costumbre de acariciarme al verme, podría ser mi cabello, mis orejas, mis mejillas, mis manos o mis brazos, pero siempre era así conmigo desde niños, besaba mi cabello o frente con cariño, a Bianca no le gustaba que me tratara de esa manera por ello discutían continuamente. Su relación ya era más estable y yo sentía que la que estorbaba ahí era yo, sabía que él pronto se alejaría más de mí. Habían pasado días y Roger no me busco en ese tiempo, tenía la costumbre de visitarme en mi árbol favorito o mandarme mensajes por las noches deseándome que durmiera bien, pero no lo hizo más. Estaba muy ocupado con los partidos de fútbol, estaban por llegar a la final tenían que trabajar duro. Recostada en mi cama observaba mi celular tenía escrito un mensaje avisando sobre la presentación,
Salía de mi casa, papá ya estaba camino a la empresa, cuando llegué en mi coche a la universidad estaba distraída al estacionarme, le pegue a un auto, baje del coche para checar el golpe. “¡Maldición!”. El chico del otro auto salió y se acercó a mí, era alto de tez clara y ojos cafés oscuro, su cabello era castaño y claro. Lo observé por un momento, era realmente muy guapo. “Lo siento, te pagaré la reparación”. Le dije muy apenada. Él me sonrió. “Es solo un pequeño rasguño, no te preocupes”. Yo me sentí un poco nerviosa con su mirada. “Insisto, te pagaré el arreglo”. El regreso al auto y saco su mochila cerrando las puertas para después caminar hacia mí. “Qué tal si me pagas mostrándome el edificio, soy nuevo y no conozco nada”. Yo acepté alegremente. “Está bien, ¿En qué carrera estás?”. “Música”. El me mostró su horario. Al leer su horario me asombre. “Tiene las mismas clases que yo”. “Eso es genial, estaré detrás de ti todo el tiempo”. Lo dijo regalándome una sonrisa carismá
Omar hizo una mueca. “¿Él sabe que te gusta?”. Yo me detuve y me quedé mirándolo asustada. Omar se rio. “Es difícil no darse cuenta, pero al parecer él no lo sabe”. “No. Y te pido que no digas nada por favor, no quiero perder su amistad, como vez él no me ve más que como su amiga”. Dije eso haciendo una mueca con mi boca amarga. El entendió dejando el tema y seguimos caminando hasta que llegamos a un local, se detuvo y me preguntó. “¿Quieres un helado?”. Yo lo observe algo incómoda por nuestra conversación de hace un momento y nunca salía con nadie más que con Roger. Omar notó mi estado y me dijo. “Será como agradecimiento por ayudarme a encontrar una tienda de música”. Me alegré al escuchar sus palabras. “Ok”. Él me acompañó hasta la escuela y disfrutamos nuestro helado mientras conversábamos de nuestros artistas favoritos, habíamos dejado los autos en la universidad para poder caminar al centro comercial que estaba cerca. Omar abrió la puerta de su auto y se recargó mirándo