Te invito a conocer la nueva historia que esta recién salidita del horno... Rosalía.... Soy Ara Yi Escritora... ¡Buena lectura!
Roger verificó la hora y miró al policía quien asintió listo, bajo cargando la bolsa con el dinero, cada paso que daba hasta el basurero era eterno, se paró frente al lugar mirando a todos lados, cuando no había nadie mirando, hecho la bolsa rápidamente, pero se quedó ahí de pie por unos minutos. Su teléfono sonó. “¿Tienes el dinero?”. Le preguntaron desde el otro lado con ansiedad. Roger afirmó. “Si, lo he dejado donde quedamos, ahora entrégame a mi hija”. El hombre le advirtió. “La verá cuando tenga el dinero en mis manos, ahora, aléjate del lugar no quiero verte cerca, te llamaré para darte la ubicación de donde está tu hija”. Colgó inmediatamente. Roger volvió al auto, se subió al asiento trasero y el policía iba como su chofer, se miraron entre sí y Roger pronunció. “Dice que me llamará cuando tenga el dinero en sus manos, después me dirá dónde está mi hija”. El policía asintió encendió el auto para salir del lugar, los minutos pasaron, los policías encubiertos vigilaban la z
Bianca le dijo a la pequeña. “Te pareces tanto a tu madre…” Ella acarició su rostro delicado. Los ojos de Clara brillaron. “¿Conoces a mi madre?”. Se sentó a un lado de ella. Bianca asintió. “Fuimos a la misma escuela”. “¿Eran amigas?”. A pesar de la situación Clara quería saber más. Bianca se quedó callada por un momento. “No… yo me porte mal con ella muchas veces”. Clara estaba intrigada. “¿Por qué?”. Bianca seguía riéndose de todo. “Creo que es porque le tenía envidia… Ella siempre fue bonita e inteligente… y le gustaba al chico que a mí me gustaba… por eso no me portaba bien con ella”. Clara entendió y miró fijamente a Bianca. “Pero… eso era antes ¿Pueden ser amigas ahora?”. Bianca tosió sangre, Clara buscó algo con lo que ella pudiera limpiarse, la ayudó amablemente. Bianca le regaló una sonrisa. “No sé si tu mamá quiere ser mi amiga ahora”. Clara le contó cosas de su madre. “Mamá es muy buena, ella te perdonará, yo misma le hablaré bien de ti”. Bianca pensó en las palabr
José regresó a su casa, había una patrulla afuera, él quiso entrar, pero los policías lo detuvieron. “¿Es usted el señor José Adams?”. José se quedó quieto pensando. “Lo soy ¿Qué quieren?”. Los policías se acercaron esposando al hombre. “Está usted detenido como sospechoso del secuestro de la niña Clara Adams”. ¿Qué dice? ¿Quién es esa? No la conozco”. Le leyeron sus derechos mientras lo llevaban a la comisaría, Roger llegó junto a Lili al lugar, ya estaba interrogando a José, pero él no decía nada. Su abogado estaba presente, ambos se mostraban reacios a cualquier declaración. Lo importante es que dijeran dónde estaba, pero no decía nada. El policía preguntó. “¿Sabe dónde está su esposa?”. José miró al oficial negando. “No la he visto, debe estar trabajando o en un viaje”. EL policía acercó la computadora y reprodujo las grabaciones, era José y su madre hablando de dinero y de un secuestro. José se acomodo en la silla nervioso. Al terminar el policía le comentó. “Su madre est
José seguía en los separos junto a su madre, el abogado llegó, José se acercó molesto. “¿Por qué no me dejan ir?”. El abogado le informó. “No hay más pruebas que las grabaciones, estoy pidiendo un exhorto para tu liberación y la de tu madre, espero la resolución en unos minutos”. José entendió y se alejó, revisando la hora ya habían pasado casi 24 horas desde que Bianca y Clara estaban en la cueva, ya podrían estar muertas, el sonrió y regresó a la pequeña banca acostándose sin remordimientos, más tarde Roger entró a las celdas, se quedó de pie mirando a su hermano que estaba recostado en la banca de lo más calmado. “¿Qué es lo que quieres para decirme dónde está mi hija?”. Roger estaba desesperado, no había señales de Clara ni de Bianca. José se levantó caminando hasta su hermano solo las rejas los separaban. “Entrégame todo, trataré de recordar su he visto a tu hija”. Ambos se miraron retándose, Roger suspiro, este chico era su hermano menor, no había estado con él cuando creci
Los meses pasaron, Roger viajaba de la isla a la ciudad seguido, su madre había decidido quedarse en la isla, era un lugar más tranquilo para ella, Clarissa estaba feliz, vivir en un lugar como ese era muy natural y una experiencia inolvidable, Fabricio hijo de la señora María, esposo del padre de Lili regreso de un viaje largo por unas semanas sin querer volver a irse cuando conoció a Clarissa, ellos dos empezaron a salir y formalizaron tiempo después. Omar y Roger seguían comunicándose de vez en cuando, la gira se había extendido a otros países y Omar no volvería en un buen tiempo, Lili y él tenían conversaciones de vez en cuando, ahora eran amigos y Omar deseaba que fuera feliz. Mientras miraba el escenario, una linda chica se acercó. “¿Está listo?”. Los ojos de la mujer brillaban al verlo, lo amaba con locura y le dolía la tristeza en su corazón, quería acercarse poco a poco sería paciente. Omar le sonrió despeinando su cabello, era muy pequeña de estatura. “Si”. El avanzó al
・。★゚・ : Lili : ・。★゚ Podría decirse que después de una fiesta y pasar la noche con el chico que amas y al que le entregas tu virginidad es lo mejor. Pero en mi caso resulta un error… Esta es mi corta historia de amor, puede que crean que es como cualquier otra y si puede ser igual a otras, pero les aseguro que esta es la más corta que existe, con el hombre que amé durante años. Bien dicen que en el corazón no se manda y yo soy testigo de eso, después de sufrir durante años un amor secreto por miedo a perder a mi mejor amigo, un día decidí ser valiente… demasiado valiente y a la vez muy tonta porque mi felicidad duró unos cuantos días… Mi nombre es Liliana Montalvo soy estudiante en la Universidad del Norte, aquí hay diferentes carreras que puedes cursar y los jóvenes más prestigiosos de la ciudad cursan aquí. Soy una chica de estatura media, tez clara y ojos cafés, mi cabello es largo, lacio y negro, me gusta llevarlo suelto para cubrir parte de mi cara, curso la licenciatura de
Sonreí lo mejor que pude. “Creo que fue a buscar el desayuno, no se preocupe”.Ella se tranquilizó y asintió despidiéndose, entrando de nuevo a su departamento.Me despedí saliendo del edificio, cuando estaba a punto de caminar por la acera me encontré con Omar. “Hey Lili”.Le sonreí tratando de calmar mis lágrimas que amenazaban con salir. “Omar, Gracias por lo de ayer, te debo una”.Él me sonrió, claro que noto mis ojos hinchados y mi mal semblante, pero agradecí que no dijera nada. “Me debes más que una… y un enjuague bucal, tuve que besar a Bianca para que no te vieran sacar a tu amigo”.Recuerdo de Lili…Tomaba un sorbo de mi bebida, era realmente mala y amarga, tenía mucho más alcohol de lo que imaginaba, caminé alrededor todos bailaban y gritaban como locos, toda la escuela estaba presente. -¿Qué hacía aquí?, la verdad ni yo sé-.Bianca camino junto con sus amigas a las escaleras, yo estaba cerca y escuché...“Roger ya está en la habitación Bianca”.Todas se sonrieron cómplices
Nunca voy a olvidar lo que hizo Omar por mí esa noche… Omar observó mi cuello y me cubrí como pude, tenía algunos moretones que Roger me hizo anoche. “Tengo que irme, muchas gracias Omar”. El asintió y entró al edificio, curiosamente era vecino de Roger. Después de despedirme mi sonrisa se esfumó, suspire mirando el edificio donde vivían ambos chicos, después de un tiempo me gire y me fui directo a mi casa, mi padre estaría preocupado por mí. Di algunos pasos y no podía creer a quien me encontraba, al parecer el día iba a ser largo y tedioso. “¡Liliana!”. Fruncí el ceño mirando a Bianca. “¿Qué quieres?”. “¿Tú te llevaste a Roger anoche?”. Sonreí altanera. “Si”. Ella se abalanzó a mi dándome una gran cachetada, les juro que me dolió tanto que una lágrima salió de uno de mis ojos. Me acerque y se la regrese, no iba permitir que se aprovechara de mí, no más de la Lili tranquila y callada que todo le aguantaba a esta tipa, además estábamos en la calle, todos nos veían. “¿¡Como