Nunca voy a olvidar lo que hizo Omar por mí esa noche…
Omar observó mi cuello y me cubrí como pude, tenía algunos moretones que Roger me hizo anoche. “Tengo que irme, muchas gracias Omar”.
El asintió y entró al edificio, curiosamente era vecino de Roger.
Después de despedirme mi sonrisa se esfumó, suspire mirando el edificio donde vivían ambos chicos, después de un tiempo me gire y me fui directo a mi casa, mi padre estaría preocupado por mí.
Di algunos pasos y no podía creer a quien me encontraba, al parecer el día iba a ser largo y tedioso.
“¡Liliana!”.
Fruncí el ceño mirando a Bianca. “¿Qué quieres?”.
“¿Tú te llevaste a Roger anoche?”.
Sonreí altanera. “Si”.
Ella se abalanzó a mi dándome una gran cachetada, les juro que me dolió tanto que una lágrima salió de uno de mis ojos.
Me acerque y se la regrese, no iba permitir que se aprovechara de mí, no más de la Lili tranquila y callada que todo le aguantaba a esta tipa, además estábamos en la calle, todos nos veían.
“¿¡Como te atreves?!”. Ella ahora se hacia la indignada.
Yo furiosa le advertí. “Solo te regrese el golpe que me diste y será mejor que no intentes hacerlo de nuevo”.
¡Imagínense! su piel era clara se notaba cada uno de mis dedos en rojo en su mejilla. Quería reírme en ese momento de la imagen, pero me controlé y fue difícil.
“Aunque te acuestes con Roger, él nunca te verá más que como su amiga o su hermana. “El solo me quiere a mí”.
Eso de veras dolió, porque hace unos minutos me había dado cuenta que era cierto, él nunca me vería de otra manera, suspiré y le dije. “No hablaré más contigo”.
Caminé lejos de ella mientras seguía gritándome infinidad de cosas amenazándome. “¡Le diré a Roger que me golpeaste ya lo veras!”.
Subí a mi coche, un Beatle blanco era mi adoración, conduje hasta la mansión donde vivo con mi padre, no estaba muy lejos del departamento de Roger y agradecía por eso, a veces se quedaba hasta tarde en mi casa o yo en la suya, vivir cerca nos beneficiaba a ambos.
Llegué a casa y papá salió casi corriendo. “Hija ¿Dónde estabas?”.
Lo siento papá, hubo una fiesta y me quedé en casa de Roger.
Mi padre sonrió, sabía que yo y Roger éramos muy unidos desde niños. “La próxima vez avísame dónde estarás”.
Me acerqué y lo abracé. “Gracias papá”. Suerte que llevaba un suéter en mi carro para cubrir los moretones en mi cuello.
“Vamos le diré a Malina que sirva el desayuno”.
“Si, solo me daré un baño rápido”. Subí las escaleras para darme una ducha y usar ropa adecuada para desayunar con mi padre.
Pasó el fin de semana rápido, no tuve ninguna noticia de Roger, sus palabras carcomían mi corazón. -Esto estuvo mal Lili ¿No lo entiendes? tú eres mi mejor amiga…
Suspiré con tristeza y recogí mis cosas, era hora de ir a la escuela, buscarlo y hablar con él.
Llegué temprano, caminé por las aulas sin encontrarlo por ninguna parte, pensé por un momento, él siempre estaba en el patio con sus amigos. Salí del edificio y desde la puerta lo vi…
Estaba abrazado a Bianca ella sonreía feliz en sus brazos, otros chicos estaban a su lado jugueteando y conversando, mi sangre llegó hasta mi cabeza cuando vi como Bianca se acercó a besarlo y él siguió el beso. Yo me quedé pasmada, mis lagrimas empezaron a salir sin control, me quedé estática, sentí como alguien me jalo y me hizo caminar lejos de ahí.
Solo sentía que mis pies se movían y mi muñeca era apretada, estaba recordando las palabras de Roger en su departamento, la noche que pasamos y como se besaba con Bianca hoy.
Cuando reaccioné ya estaba atrás de la escuela de pie frente a Omar, parpadeé varias veces para volver a la realidad y vi su mirada preocupada frente a mí. “¿Estás Bien?”.
Yo asentí bajando mi mirada con vergüenza.
El se recargo en la pared quedando a un lado mío sin hablar, yo hice lo mismo, me recargue y cerré mis ojos llorando incontrolablemente, Omar se quedó en silencio junto a mí, no sé cuánto tiempo pasó, pero me cansé y empecé a limpiar mi cara cuando él me entregó un pañuelo. “Gracias”.
El puso sus manos en los bolsillos y me dijo. “No te merece…”
Yo solo asentí, sin querer contestarle, de alguna forma pensaba que él tenía razón.
Las clases terminaron curiosamente en ningún momento me encontré con él, si siempre me venía a buscar antes de verse con la teñida de su novia, caminé hacia la salida y me encontré con Omar. “Hola”.
Yo le sonreía. “Hola”.
“Oye necesito algunos repuestos ¿Podrías acompañarme a comprarlos? solo si voy contigo me dan precio especial”. Me preguntó regalándome una sonrisa.
Yo sonreí asintiendo y caminamos por la acera hasta el centro comercial.
Días después…
Como cualquier otro día llegué a la escuela, caminé por la entrada encontrándome a Bianca de frente junto a Roger, él al verme giró la mirada y me sentí peor que el día anterior, Bianca sin perder tiempo de molestarme. “Liliana, el sábado habrá una fiesta en mi casa, Roger y yo formalizaremos, estás invitada”.
Yo mire directamente a Roger, él hizo una mueca y me miró, su mirada ya no era como antes, cariñosa y siempre regalándome una sonrisa, ahora era fría y creo que hasta con asco, yo quería aguantar las ganas de llorar, estaba a punto de hablar, pero sabía que mis palabras saldrían cortantes y con dolor.
“Lili”. Todos giraron al escuchar a Omar. Él se acercó notando mi semblante, observó a Roger de manera despreciativa. “Oye necesito tus apuntes de español”. El tomó mi brazo y me sacó de ahí, yo solo asentía a lo que él decía, pero en realidad ni siquiera lo escuchaba, solo agradecía que haya llegado en el momento preciso.
Por la tarde…Estaba frente al edificio mirándolo, no quería entrar, pero le había prometido a Omar ayudarle con matemáticas, no pude negarme él me había salvado dos veces en la escuela, suspiré y subí al ascensor, por suerte no vivían en el mismo piso. La puerta del ascensor se abrió encontrándome de frente con Roger, yo di un paso atrás. “Ro… ger”. El entró al elevador y solo vislumbre a Omar asomándose y mirando como la puerta se cerraba.Roger quedó frente a mí, me miraba molesto. “¿A dónde vas?”.Camine hacia atrás hasta topar con la pared. “Voy… a casa de Omar”.Roger quedó más y más cerca. “¿Por qué? ¿No crees que has estado mucho tiempo con él últimamente?”.Por unos momentos me quedé callada mirando sus bellos ojos, después recordé todo lo que había pasado estos días y lo enfrenté. “Y a ti que te importa?”.Roger puso sus manos a los lados de mi cabeza mirándome, el elevador timbro y se detuvo, no sé en qué momento, pero él ya me arrastraba a su departamento. “Oye, espera”. L
Subí rápido a mi habitación como me dijeron, la mayoría de mi ropa favorita ya no estaba, saqué una caja del armario y la abrí, eran todos mis recuerdos con Roger y mi mamá.Tomé la caja y abrí el cajón de mi escritorio llevando mi libreta de canciones, mi piano eléctrico y bajé.El mayordomo negó. “No puede llevarse el piano será un problema. Mire a hacia la sala y observe el gran piano de cola que era de mi madre, mis lagrimas empezaron a salir.El mayordomo tomó mi mano, sabiendo por qué lloraba. “Lo siento señorita, pero no hay forma de llevarse ninguno de los dos, afectaría el viaje y el piano de su madre es muy grande, no hay tiempo para moverlo.Asentí a Moisés triste, él me conocía desde bebé y sabía lo que me importaba las cosas de mi mamá, me acerque al gran piano y lo acaricie delicadamente recordando algunos momentos que pasé con mamá.Mis lágrimas corriendo por mis mejillas, abracé fuerte a Moisés. "Cuida el piano de mi mamá, búscale un buen lugar donde lo cuiden y lo ame
Roger era muy inteligente desde niño, siempre fue carismático, atento y muy divertido, pero después de que su mamá los abandonó a él y su padre, cambió mucho y eso me duele, he tratado de ayudarlo, pero no se abre conmigo y se guarda muchas cosas. Decidió perderse en fiestas y mujeres, siempre sale con una chica diferente cada mes, yo enamoradísima como estoy de él, me dolía verlo vivir de esa manera, pero me alegraba que no durará con ellas, eso cambió hace tres meses cuando conoció a Bianca una chica que estudia la misma carrera que él, de administración. Giré mi cabeza al lado derecho y la vi ahí caminando hacia nosotros, era una chica muy guapa y alta, cabello castaño y ojos del mismo color. Vestía una minifalda rosa y blusa blanca con hombros descubiertos, usaba joyería y maquillaje cargado, su cabello bien arreglado en un moño grande y usaba tacones altos en color rosa. “Hola Liliana”. Ella de pie frente a mí me saludó. Yo levanté un poco mi rostro y sin mirarla la saludé.
Desde que Roger empezó su relación con Bianca nosotros nos distanciamos, ahora con la noticia tenía mucho miedo de que él me dejara de hablar, ellos habían tenido algunas discusiones por mí. Roger tenía la costumbre de acariciarme al verme, podría ser mi cabello, mis orejas, mis mejillas, mis manos o mis brazos, pero siempre era así conmigo desde niños, besaba mi cabello o frente con cariño, a Bianca no le gustaba que me tratara de esa manera por ello discutían continuamente. Su relación ya era más estable y yo sentía que la que estorbaba ahí era yo, sabía que él pronto se alejaría más de mí. Habían pasado días y Roger no me busco en ese tiempo, tenía la costumbre de visitarme en mi árbol favorito o mandarme mensajes por las noches deseándome que durmiera bien, pero no lo hizo más. Estaba muy ocupado con los partidos de fútbol, estaban por llegar a la final tenían que trabajar duro. Recostada en mi cama observaba mi celular tenía escrito un mensaje avisando sobre la presentación,
Salía de mi casa, papá ya estaba camino a la empresa, cuando llegué en mi coche a la universidad estaba distraída al estacionarme, le pegue a un auto, baje del coche para checar el golpe. “¡Maldición!”. El chico del otro auto salió y se acercó a mí, era alto de tez clara y ojos cafés oscuro, su cabello era castaño y claro. Lo observé por un momento, era realmente muy guapo. “Lo siento, te pagaré la reparación”. Le dije muy apenada. Él me sonrió. “Es solo un pequeño rasguño, no te preocupes”. Yo me sentí un poco nerviosa con su mirada. “Insisto, te pagaré el arreglo”. El regreso al auto y saco su mochila cerrando las puertas para después caminar hacia mí. “Qué tal si me pagas mostrándome el edificio, soy nuevo y no conozco nada”. Yo acepté alegremente. “Está bien, ¿En qué carrera estás?”. “Música”. El me mostró su horario. Al leer su horario me asombre. “Tiene las mismas clases que yo”. “Eso es genial, estaré detrás de ti todo el tiempo”. Lo dijo regalándome una sonrisa carismá
Omar hizo una mueca. “¿Él sabe que te gusta?”. Yo me detuve y me quedé mirándolo asustada. Omar se rio. “Es difícil no darse cuenta, pero al parecer él no lo sabe”. “No. Y te pido que no digas nada por favor, no quiero perder su amistad, como vez él no me ve más que como su amiga”. Dije eso haciendo una mueca con mi boca amarga. El entendió dejando el tema y seguimos caminando hasta que llegamos a un local, se detuvo y me preguntó. “¿Quieres un helado?”. Yo lo observe algo incómoda por nuestra conversación de hace un momento y nunca salía con nadie más que con Roger. Omar notó mi estado y me dijo. “Será como agradecimiento por ayudarme a encontrar una tienda de música”. Me alegré al escuchar sus palabras. “Ok”. Él me acompañó hasta la escuela y disfrutamos nuestro helado mientras conversábamos de nuestros artistas favoritos, habíamos dejado los autos en la universidad para poder caminar al centro comercial que estaba cerca. Omar abrió la puerta de su auto y se recargó mirándo
“Ok, te veo en un rato”. Colgué el teléfono apurándome al centro comercial.Llegue a las tiendas, compre el regalo de Lili y el del padre de Bianca, no quería llegar con las manos vacías. Al llegar a la casa, Bianca abrió la puerta feliz. “Hola cariño”. Se acercó a mí melosamente y beso mis labios. “Te estamos esperando”.Entre y camine detrás de ella hasta el patio notando más gente en el lugar, cuando me di cuenta de quién era gire a ver a Bianca enojado. “¿Qué hacen ellos aquí?”.Bianca se puso nerviosa y me explicó. “Tu padre y el mío se conocen por negocios, dio la casualidad que mi papá conversó con él y lo invitó”.Observe de nuevo al hombre de pie junto al padre de Bianca, era mi padre si se podría llamar así, le hizo la vida imposible a mi madre durante años junto a su amante, hasta que la obligó a divorciarse y le quitó mi custodia. Nunca le voy a perdonar lo que hizo.Camine junto a Bianca hasta ellos. El padre de Bianca me sonrió saludando. “Bienvenido chico, estaba contán
Un semestre nuevo comenzó, odio el ir de vacaciones con mi padre, tener que soportar a mi madrastra y su hijo era desgastante, ellos siempre me hicieron a un lado y me menospreciaban cuando mi padre no estaba cerca, fingían llevarse bien conmigo ante las personas, al parecer era deseo de mi padre tener a todos juntos para poder demostrarle a la gente que éramos una familia muy unida. -Mentiras y más mentiras… El día de la presentación de Lili solo pude mandarle un mensaje disculpándome, estaba realmente apenado y arrepentido, lo peor no tuve oportunidad de hablar con ella en todas mis vacaciones, la extrañaba mucho. Salí de mi salón antes de que Bianca viniera a acecharme. Busque a Lili por todos lados, después recordé su lugar favorito, camine hacia las bancas y ahí estaba comiendo y escribiendo en su libreta de canciones, era una costumbre de ella, a veces tenía que recordarle comer porque estaba tan entretenida que se terminaba el tiempo del almuerzo y teníamos que regresar a los