Por la tarde…
Estaba frente al edificio mirándolo, no quería entrar, pero le había prometido a Omar ayudarle con matemáticas, no pude negarme él me había salvado dos veces en la escuela, suspiré y subí al ascensor, por suerte no vivían en el mismo piso. La puerta del ascensor se abrió encontrándome de frente con Roger, yo di un paso atrás. “Ro… ger”. El entró al elevador y solo vislumbre a Omar asomándose y mirando como la puerta se cerraba.
Roger quedó frente a mí, me miraba molesto. “¿A dónde vas?”.
Camine hacia atrás hasta topar con la pared. “Voy… a casa de Omar”.
Roger quedó más y más cerca. “¿Por qué? ¿No crees que has estado mucho tiempo con él últimamente?”.
Por unos momentos me quedé callada mirando sus bellos ojos, después recordé todo lo que había pasado estos días y lo enfrenté. “Y a ti que te importa?”.
Roger puso sus manos a los lados de mi cabeza mirándome, el elevador timbro y se detuvo, no sé en qué momento, pero él ya me arrastraba a su departamento. “Oye, espera”. Le dije, pero él no me escuchó, entramos y al cerrar la puerta, me recargo besándome, yo me quedé en shock sintiendo sus labios por un momento me sentí en la gloria, pero caí rápidamente al recordar como Bianca lo besaba hace un par de días, lo empuje fuerte, el se quedo estático frente a mí mirándome. “Yo… lo siento Lili…”
Camino por la habitación como aquella vez, era como si hubiera cometido un gran error del que se arrepentía, yo sonreía amargamente y me gire, tome la perilla de la puerta para salir, pero él me detuvo abrazándome por detrás y susurrándome al oído. “Yo no dije que te podías ir… ¿A dónde vas? ¿Con Omar?”.
Cerré mis ojos sintiendo su aliento en mi cuello y tragué grueso.
Él me giró despacio y me volvió a besar, en ese momento ya no hubo reclamos, ni negaciones, me abracé a su cuello siguiendo el beso y después de un momento ya estábamos en la cama medio desnudos, yo todavía estaba perdida en lo caliente que me sentía, respiré intensamente mientras él quitaba mi blusa… ¡Por Dios! no voy a olvidar nunca esa forma en que él veía mi cuerpo y pasaba las yemas de sus dedos por mi piel lentamente hasta llegar a mi parte intima, haciéndome sentir sensaciones únicas y nuevas.
“Llega para mi…” Lo escuché decir y cerré mis ojos fuertemente agitando mi pecho y teniendo esa sensación inexplicable en mi cuerpo. El sé cómo mientras yo recuperaba el aliento y entró rápidamente, yo solo gemí por lo brusco y el empezó a moverse besándome para cubrir mis gritos, mordía mis labios y mi cuello sin cesar, fue otra vez algo increíble…
El terminó y se quedó abrazándome, nuestras respiraciones eran agitadas y podíamos sentir nuestros corazones como palpitaban fuerte, fue cuando la puerta se escuchó, él se alejó quitando la protección y tirándola a la basura, buscó su ropa. “¡Maldición!”. Dijo.
“Vístete”. Fue lo que me dijo de forma molesta y advirtiéndome. “No salgas de la habitación”. Él salió sin tiempo de dejarme contestar, algo angustiada busque mi ropa y me la coloque, me mire en el espejo y peina mi cabello rápidamente, había algunos broches que yo había dejado antes aquí en el peinador, encontré uno y lo coloque en mi cabello, abrí la puerta sigilosamente y escuche las voces, eran los amigos de Roger del equipo.
“Trajimos cervezas y algunas frituras, el partido empieza a las tres”.
Roger que me daba la espalda no me vio salir, caminé quedando frente a ellos que me miraban sin comprender. “¿Qué hace ella aquí?”.
Roger giró mirándome con enojo. Uno de ellos se burló. “Hey Roger ¿No sabíamos que te tirabas a la nerd?”.
Otro le siguió. “Debes ser delicioso estar con una calladita como ella ¿Por qué no la compartes?”.
Yo sentí miedo en ese momento, pero me sentí peor al escuchar las palabras de Roger. “Calma amigos, ella no es de esas, solo está aquí para ayudarme con Mate”.
Todos se miraron entre sí, Roger siguió. “Es fea y anticuada ¿Cómo podría fijarme en alguien como ella?”.
En mis años de escuela fui una chica sencilla a pesar de que papá me daba dinero para comprarme cosas caras, yo era feliz en jeans y blusas sencillas, nada de tacones altos ni maquillajes muy pesados, era una chica simple, pero el escucharlo de Roger dolió, me menos preciaba completamente entonces… ¿Por qué se volvió a acostar conmigo?
Lo peor fue cuando escuché las burlas de Bianca y sus amigas iban entrando al departamento, escucharon todo lo que dijo Roger.
Yo suspire triste ya sin ganas de que me afectara, camine hasta la puerta sintiendo las miradas de todos en especial la de Roger, pero para este punto ya no me importaba, Bianca me bloqueo la salida mirándome burlonamente. “¿Por qué no te quedas? Nos divertiremos”.
Yo no sé de dónde, pero saqué fuerzas para quitarla de mi camino que hasta ella cayó al suelo, las otras chicas gritaron ayudando a Bianca y estaban a punto de ir tras de mí cuando escuche la voz de Roger. “Esperen, no importa vamos a divertirnos”.
Después escuché la puerta cerrarse y la música, yo seguí caminando hasta el elevador y como pude salí del edificio.
Conduje con mis ojos nublados llenos de lágrimas, era una tonta, una estúpida, me estacioné en el patio, mi padre me esperaba en la entrada.
Me calme para salir del auto. “Papá regresé”.
Se acercó y tomó mi mano y sentí como temblaba, me miró. “Recoge todo lo que puedas, tenemos que irnos ahora”.
Me quedé mirándolo extrañada. “¿Cómo? ¿A dónde?”.
El mayordomo de la casa salió con dos maletas. “Señorita vaya a recoger sus cosas, Malina ya empacó su ropa solo falta lo que usted quiera llevar”.
“¿Qué pasa?”. Pregunté asustada.
Mi padre me dijo muy alterado. “Luis me traicionó, hizo desfalcos en la empresa y estafó a clientes usando la empresa, ahora me están buscando”.
Yo me quedé en shock, papá me jalo moviéndome. “Reacciona Lili, tenemos que irnos, rápido recoge tus cosas”.
Subí rápido a mi habitación como me dijeron, la mayoría de mi ropa favorita ya no estaba, saqué una caja del armario y la abrí, eran todos mis recuerdos con Roger y mi mamá.Tomé la caja y abrí el cajón de mi escritorio llevando mi libreta de canciones, mi piano eléctrico y bajé.El mayordomo negó. “No puede llevarse el piano será un problema. Mire a hacia la sala y observe el gran piano de cola que era de mi madre, mis lagrimas empezaron a salir.El mayordomo tomó mi mano, sabiendo por qué lloraba. “Lo siento señorita, pero no hay forma de llevarse ninguno de los dos, afectaría el viaje y el piano de su madre es muy grande, no hay tiempo para moverlo.Asentí a Moisés triste, él me conocía desde bebé y sabía lo que me importaba las cosas de mi mamá, me acerque al gran piano y lo acaricie delicadamente recordando algunos momentos que pasé con mamá.Mis lágrimas corriendo por mis mejillas, abracé fuerte a Moisés. "Cuida el piano de mi mamá, búscale un buen lugar donde lo cuiden y lo ame
Roger era muy inteligente desde niño, siempre fue carismático, atento y muy divertido, pero después de que su mamá los abandonó a él y su padre, cambió mucho y eso me duele, he tratado de ayudarlo, pero no se abre conmigo y se guarda muchas cosas. Decidió perderse en fiestas y mujeres, siempre sale con una chica diferente cada mes, yo enamoradísima como estoy de él, me dolía verlo vivir de esa manera, pero me alegraba que no durará con ellas, eso cambió hace tres meses cuando conoció a Bianca una chica que estudia la misma carrera que él, de administración. Giré mi cabeza al lado derecho y la vi ahí caminando hacia nosotros, era una chica muy guapa y alta, cabello castaño y ojos del mismo color. Vestía una minifalda rosa y blusa blanca con hombros descubiertos, usaba joyería y maquillaje cargado, su cabello bien arreglado en un moño grande y usaba tacones altos en color rosa. “Hola Liliana”. Ella de pie frente a mí me saludó. Yo levanté un poco mi rostro y sin mirarla la saludé.
Desde que Roger empezó su relación con Bianca nosotros nos distanciamos, ahora con la noticia tenía mucho miedo de que él me dejara de hablar, ellos habían tenido algunas discusiones por mí. Roger tenía la costumbre de acariciarme al verme, podría ser mi cabello, mis orejas, mis mejillas, mis manos o mis brazos, pero siempre era así conmigo desde niños, besaba mi cabello o frente con cariño, a Bianca no le gustaba que me tratara de esa manera por ello discutían continuamente. Su relación ya era más estable y yo sentía que la que estorbaba ahí era yo, sabía que él pronto se alejaría más de mí. Habían pasado días y Roger no me busco en ese tiempo, tenía la costumbre de visitarme en mi árbol favorito o mandarme mensajes por las noches deseándome que durmiera bien, pero no lo hizo más. Estaba muy ocupado con los partidos de fútbol, estaban por llegar a la final tenían que trabajar duro. Recostada en mi cama observaba mi celular tenía escrito un mensaje avisando sobre la presentación,
Salía de mi casa, papá ya estaba camino a la empresa, cuando llegué en mi coche a la universidad estaba distraída al estacionarme, le pegue a un auto, baje del coche para checar el golpe. “¡Maldición!”. El chico del otro auto salió y se acercó a mí, era alto de tez clara y ojos cafés oscuro, su cabello era castaño y claro. Lo observé por un momento, era realmente muy guapo. “Lo siento, te pagaré la reparación”. Le dije muy apenada. Él me sonrió. “Es solo un pequeño rasguño, no te preocupes”. Yo me sentí un poco nerviosa con su mirada. “Insisto, te pagaré el arreglo”. El regreso al auto y saco su mochila cerrando las puertas para después caminar hacia mí. “Qué tal si me pagas mostrándome el edificio, soy nuevo y no conozco nada”. Yo acepté alegremente. “Está bien, ¿En qué carrera estás?”. “Música”. El me mostró su horario. Al leer su horario me asombre. “Tiene las mismas clases que yo”. “Eso es genial, estaré detrás de ti todo el tiempo”. Lo dijo regalándome una sonrisa carismá
Omar hizo una mueca. “¿Él sabe que te gusta?”. Yo me detuve y me quedé mirándolo asustada. Omar se rio. “Es difícil no darse cuenta, pero al parecer él no lo sabe”. “No. Y te pido que no digas nada por favor, no quiero perder su amistad, como vez él no me ve más que como su amiga”. Dije eso haciendo una mueca con mi boca amarga. El entendió dejando el tema y seguimos caminando hasta que llegamos a un local, se detuvo y me preguntó. “¿Quieres un helado?”. Yo lo observe algo incómoda por nuestra conversación de hace un momento y nunca salía con nadie más que con Roger. Omar notó mi estado y me dijo. “Será como agradecimiento por ayudarme a encontrar una tienda de música”. Me alegré al escuchar sus palabras. “Ok”. Él me acompañó hasta la escuela y disfrutamos nuestro helado mientras conversábamos de nuestros artistas favoritos, habíamos dejado los autos en la universidad para poder caminar al centro comercial que estaba cerca. Omar abrió la puerta de su auto y se recargó mirándo
“Ok, te veo en un rato”. Colgué el teléfono apurándome al centro comercial.Llegue a las tiendas, compre el regalo de Lili y el del padre de Bianca, no quería llegar con las manos vacías. Al llegar a la casa, Bianca abrió la puerta feliz. “Hola cariño”. Se acercó a mí melosamente y beso mis labios. “Te estamos esperando”.Entre y camine detrás de ella hasta el patio notando más gente en el lugar, cuando me di cuenta de quién era gire a ver a Bianca enojado. “¿Qué hacen ellos aquí?”.Bianca se puso nerviosa y me explicó. “Tu padre y el mío se conocen por negocios, dio la casualidad que mi papá conversó con él y lo invitó”.Observe de nuevo al hombre de pie junto al padre de Bianca, era mi padre si se podría llamar así, le hizo la vida imposible a mi madre durante años junto a su amante, hasta que la obligó a divorciarse y le quitó mi custodia. Nunca le voy a perdonar lo que hizo.Camine junto a Bianca hasta ellos. El padre de Bianca me sonrió saludando. “Bienvenido chico, estaba contán
Un semestre nuevo comenzó, odio el ir de vacaciones con mi padre, tener que soportar a mi madrastra y su hijo era desgastante, ellos siempre me hicieron a un lado y me menospreciaban cuando mi padre no estaba cerca, fingían llevarse bien conmigo ante las personas, al parecer era deseo de mi padre tener a todos juntos para poder demostrarle a la gente que éramos una familia muy unida. -Mentiras y más mentiras… El día de la presentación de Lili solo pude mandarle un mensaje disculpándome, estaba realmente apenado y arrepentido, lo peor no tuve oportunidad de hablar con ella en todas mis vacaciones, la extrañaba mucho. Salí de mi salón antes de que Bianca viniera a acecharme. Busque a Lili por todos lados, después recordé su lugar favorito, camine hacia las bancas y ahí estaba comiendo y escribiendo en su libreta de canciones, era una costumbre de ella, a veces tenía que recordarle comer porque estaba tan entretenida que se terminaba el tiempo del almuerzo y teníamos que regresar a los
Me levanté apurado no podía creerlo. Era mi amiga y le debía tanto a su padre, ellos estuvieron conmigo cuando mi mamá se fue, ¿Cómo pude hacer esto? Yo tenía plena confianza del padre de Lili y me aproveche de ella. Era un completo imbécil, como pude hacerle eso, ella siempre fue tan inocente y yo sabía muy bien que fui el primero, yo ni siquiera me merecía eso. Ella era como un ángel puro y yo… “Esto no está bien, no debimos...” “¿Roger?”. Ella se acercó y yo la evité ofuscado, ¡Por Dios! la aventé tan lejos que se dio un golpe en la pared. “Esto estuvo mal Lili ¿No lo entiendes? Tengo novia y tú… eres mi mejor amiga”. Quería que ella entendiera lo difícil de la situación. Me sentía sofocado y noté la forma en que ella me miraba llena de tristeza. -¿Por qué lo hice? – Me regañaba a mí mismo. Salí del departamento corriendo, No debí tocarla, no a ella… Baje las escaleras rápidamente, había gente alrededor pero no podía ni saludar, no tenía cabeza para eso, camine por la calle s