Capítulo 82

—Ale, ahora te enseño tu cuarto —dijo, rompiendo mis esperanzas de escapar de esa situación incómoda.

No tuve más remedio que quedarme ahí sentada, con ganas de salir corriendo en medio de la tormenta. Prefería eso a estar en el mismo espacio, que para mí era reducido. Quería reírme como una loca psicópata, eso parecía una pesadilla.

—¿Cómo va tu trabajo? —inquirió él rompiendo el silencio.

—Muy bien, me gusta mucho lo que hago —se me escapó una sonrisa—, elegí una carrera que me apasiona.

—Me da mucho gusto, no hay mayor placer que hacer todo lo que te gusta.

Mordí mis mejillas ignorando al maldito diablo de mi hombro izquierdo.

—¿Por qué andabas tan ausente? —volvió a preguntar—, nunca vienes, casi nunca coincidimos.

Se quedó mirándome, como si intentara descifrar si lo que iba a responder era verdad.

—Es que casi no tengo tiempo, el trabajo, los amigos, las salidas.

—¿Tienes novio?

No sabía por qué carajos me preguntaba eso, como tampoco supe por qué demonios respondí;

—Diga
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo