Capítulo 87

Abrí la puerta, al entrar a la habitación su expresión se transformó en sorpresa y decepción.

—Hola —Saludé con una sonrisa— . ¿Listo para ir a casa?

—No puedo creerlo —frunció el ceño con fastidio—, Vanessa y sus compromisos. Una vez más molestándote.

Estaba molesto, lo decía su expresión, pero incluso así se veía jodidamente guapo. Me acerqué y una vez más mis pensamientos me traicionaron, se suponía que lo había pensado, pero lo dije en voz alta.

—¿Tan mala es mi compañía? No te mortifiques por eso. Ella sólo me pidió un favor, no podía negarme.

Trató de sentarse, me acerqué y le ayudé. Me miró a los ojos.

—Por supuesto que no me molesta, es un privilegio gozar de tu tiempo, ya que eres una persona ocupada.

Rayos, desvié la mirada, él me seguía mirando como si tratara de descifrar algo, o tal vez yo estaba tan nerviosa que imaginaba cosas. Solté una risita.

—Hoy tenía la tarde libre.

Unos minutos después, un amable enfermero entró en la habitación con una silla de ruedas. Recog
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