Me estaba quemando, me estaba inundando. Con una precisión que me dejó sin aliento, sus manos se movieron hacia mis costados acariciando mis curvas con adoración y deseo. Su pulgar trazó círculos suaves en la parte baja de mi espalda, mientras sus dedos se deslizaban hasta mis caderas apretándolas ligeramente como si reclamaran mi cuerpo.Mordí mi labio inferior ahogando un gemido, de repente empecé a sentir que hacía demasiado calor en esa habitación. Me estaba incendiando en medio de las piernas. Cuando pensé que no podía sentir más, Alan cambió su enfoque. Me giró lentamente, permitiendo que mi pecho quedara expuesto a él. Sus ojos recorrieron mi piel desnuda, como si estuviera contemplando una obra de arte, luego se inclinó y dejó un beso en la base de mi cuello. Jadeé, lo miré sin disimular el deseo, lo necesitaba. Sus manos se movieron hacia mis piernas, comenzando en mis muslos. Cada movimiento era lento, me estaba torturando con esa ternura y pasión que me hacía arquear lig
Decidí llevarlo más lejos. Incliné mi cabeza hacia abajo, dejando que mis labios lo rozaran suavemente mientras mis manos seguían trabajando. Movía mi lengua con precisión, alternando entre caricias suaves y movimientos más firmes, mientras escuchaba su respiración volverse más errática.Alan dejó caer su cabeza hacia atrás, perdido en el momento. Sabía que estaba cerca, pero quería hacerlo llegar de una forma inolvidable. Subí de nuevo, dejé que una vez más mis pechos rozaran su piel. Lo miré con intensidad mientras aumentaba la velocidad y la presión de mis movimientos. Estaba tan duro y caliente. Una vista perfecta. Su cuerpo se tensó bajo mis manos, un gemido se le escapó desde el fondo de su garganta llegó al clímax y por supuesto yo devoré hasta la última gota. Finalicé relamiéndome el labio inferior sin dejar de mirarlo. Alan me atrajo hacia él envolviéndome en sus brazos con fuerza.—Sirena, eres peligrosa —murmuró con una sonrisa satisfecha mientras me besaba apasionadam
Cada movimiento suyo parecía diseñado para llevarme al límite. La fuerza con la que me sujetaba, la manera en que sus labios recorrían mi cuello y hombros, sus susurros llenos de lujuria y amor... todo se combinaba en puro placer. No existía nada, nadie, solo nosotros dos. —Eres todo lo que siempre quise —murmuró entre jadeos con la voz ronca por la excitación—. Eres mía y yo soy tuyo. Mi cuerpo alcanzó un clímax explosivo, un orgasmo que me dejó temblando bajo su control. No caí al suelo porque Alan seguía sujetándome con fuerza. No se detuvo; continuó hasta asegurarse de que cada célula de mi cuerpo estuviera saciada, hasta que él mismo se dejó llevar, con un gemido profundo que resonó en mi oído y me provocó escalofríos de placer. Nos quedamos así perdidos en el placer y en la melodía de nuestras respiraciones profundas que intentaban retomar la calma. Alan soltó las esposas con cuidado, frotando suavemente mis muñecas para asegurarse de que estuvieran bien y luego me acurrucó c
Chispita.Sabes, siempre he tenido una facilidad para escribirte, como si cada palabra viniera directamente del corazón. Tal vez porque contigo nunca necesité máscaras ni excusas. Siempre fui yo mismo.No sabes la alegría que sentí al enterarme de tu compromiso. Por fin lograste estar con la persona que amas, y eso es todo lo que siempre quise para ti: felicidad, plenitud y amor. Aunque no negaré que una parte de mí sintió un pequeño tirón en el pecho, pero rápidamente me recordé que no hay nadie más merecedor de tu corazón que él. Alan. El hombre que, incluso sin saberlo, siempre fue tu norte. Verte con el hombre que amas, saber que por fin tienes la vida que soñaste, me llena de una paz que no sabía que necesitaba. Mi Chispita merece ser feliz.Quiero que sepas algo que nunca te dije, pero que ahora siento que debo compartir. Siempre estuve pendiente de ti, de cada paso que dabas, de cada cosa que te pasaba, aunque tú no lo supieras. No sabes el esfuerzo tan grande que tuve que hac
…Empecé a limpiar mis lágrimas convulsivamente en un intento por detenerlas, tenía una revolución haciendo estragos en mi interior; nostalgia, gratitud y alegría al saber que Luca estaba encontrando esa felicidad que merecía. Doblé el papel con mucho cuidado, Luca siempre entendió que mi destino era Alan aunque eso significaba romper un corazón en el camino, el de él. Aún desde la distancia siempre estuvo conmigo. Lo único que deseaba en ese momento era que él fuera muy feliz, que esa persona le diera todo lo que yo no pude. Giré sobre mi propio eje y abracé a Alan que permanecía en silencio Pensé; deseo verte tan feliz, tal como tú me lo deseas a mí. Espero que ella te ame como lo mereces. Después de unos minutos respiré hondo con una sonrisa en los labios. Mi amor por Alan era mi presente y futuro. Luca siempre será una parte especial de mi historia, la prueba de que los amores no correspondidos pueden ser hermosos y dejar huellas importantes. Guardé la carta en un cajón un rec
EL MARIDO DE MI HERMANA.Prólogo...No les pasa que a veces el destino es demasiado injusto, incluso parece que jugara con nosotros. Es muy complicado entender los designios del destino. Yo lo vi y dije; ese es el hombre de mis expectativas, empecé a albergar una ilusión en mi corazón y creé fantasías en mi cabeza donde solo existía él. Quise saber todo de él, trataba de coincidir en el mismo lugar como si forzara al destino a hacer lo que yo quería. Parecía la típica acosadora, el único problema era mi maldita inseguridad, no me atrevía a acercarme y cuanto según yo estaba segura de hacerlo, el destino jugó conmigo haciendo que no coincidiéramos en el mismo lugar.Llegué a pesar que tal vez aunque yo lo quisiera él no era para mí, empecé a perder la esperanza de saber quién era el chico de los tatuajes, tan misterioso y guapo. Entonces decidí analizar lo que decía mi mejor amiga, que lo que yo sentía se empezaba a volver una obsesión enfermiza y eso podía resultar muy peligroso, i
EL MARIDO DE MI HERMANA.Capítulo 1. Actualmente…Les contaré un poco sobre mí. Mi nombre es Alexia Barlier Dedman, soy la hija menor de Gabriela Dedman y Álvaro Barlier, también vivo con mi hermana Vanessa, ella es mayor que yo, me lleva siete años. Mis amigos dicen que mi personalidad se refleja mucho en mi rostro, según ellos tengo esa mezcla de ángel y demonio, con solo mirarme pueden saber que por naturaleza soy rebelde. Dicen que mi sonrisa tiene ese encanto de maldad, entre dulce y traviesa. Según ellos tengo el poder de llevarlos al cielo o al infierno. Mi amiga dice lo mismo, que con solo una sonrisa yo los invito a pecar porque tengo esa mezcla perfecta. Soy alta, tengo ojos azules claros y profundos como estanques de agua cristalina. Piel blanca, labios carnosos, color rosa al natural, cabello negro largo y digamos que un buen cuerpo, no me quejo. Nací en Pensilvania, pero mis padres se mudaron a Brooklyn cuando yo era una niña. Crecí lejos de la familia materna, no er
—Podría meterme en problemas con tus padres. Volví a sonreír.—¿Quién va a decirles? Puedo hacerlo en un lugar poco visible. Además, ¿cómo van a saber en qué lugar lo hice? Se rascó el cuello.—¿Ya sabes qué tatuaje quieres?Le regalé una pequeña sonrisa. Tomé el boceto y le mostré los que más habían llamado mi atención, pero estaba muy indecisa. »¿En qué lugar lo quieres? —En la parte posterior del hombro derecho. —Ok —me miró. Justo en ese momento salió de la parte trasera del salón el amor de mi vida, un tipo esculpido por los mismísimos dioses. Le sonrió al tatuador, nos miró y saludó con un movimiento de cabeza, ninguno de mis sentidos respondieron en ese momento. —Ya te dejé la sala lista allá atrás, ¿quieres que te ayude con algo más? —le preguntó el tipo Mister sexy. —Sabes que sí. Necesito que asesores a esta hermosa señorita —me señaló—, que aún no se dice por un tatuaje, ¿cuál crees que le quede mejor?Dejó una pequeña palmadita en su hombro y asintió. Me miró y l