Maya, luego de salir de su asombro, vio a Theodore con una expresión de molestia, y a sus amigas con rabia mientras las cuestionaba mentalmente «Para tener amigas como esta, mejor no tener ninguna», se dijo, sin embargo, no estaba dispuesta a dejarse intimidar, porque si lo permitía ahora, en el futuro, estaría jodida pensó con mucho acierto.
—Era mi despedida de soltera… tengo derecho a pasarla como me dé la gana, ¿Tienes alguna objeción? —inquirió en tono imperativo—. Porque si es así, todavía estás a tiempo de arrepentirte, tú sabes que… —antes de ella continuar hablando, el hombre se acercó.—Maya, sabes que nunca voy a limitarte… siempre podrás hacer lo que desees, solo quiero que estés bien, cuidarte y que seas feliz, tu padre lo habría querido —pronunció acariciando suavemente su mejilla, el contacto del hombre, en su rostro le causó repulsión y se alejó de manera discreta, simulando su expresión de asco.—Bueno, te dejo para que te pongas hermosa, nos vemos en la iglesia, te traje la lencería para la luna de miel, espero sea de tu agrado —se volvió a acercar a ella para besarla y apartó su rostro, por lo cual su beso terminó dándoselo en la mejilla.Cuando el hombre se fue, Maya cerró la puerta con una expresión de mal humor y se giró para reclamarle, a sus amigas.—¡Son unas rastreras! —exclamó indignada, ante la sorpresa de sus amigas—, por lo menos pudieron haberme avisado a mi celular, nada les costaba.—No vengas a culparnos, cuando la única responsable eres tú… te vi coqueteando con ese hombre, ¿Acaso fuiste capaz de irte a acostar con él cuando sabías que te casabas tan solo en unas pocas horas? —inquirió Leonor con incredulidad.—Eso no es asunto tuyo de nadie, lo que haga o deje de hacer —expuso con frialdad.—Maya, estás muy cambiada, no eres ni siquiera la sombra de la chica inocente que solías ser antes de venirte de Patra ¿Qué te hizo cambiar? Y no me refiero solo a tu aspecto físico, sino también a tu corazón, tu carácter. No deberías aceptar casarte con Theo, tan solo tienes diecinueve años, y él tiene cincuenta y ocho años, te triplica la edad, ¿Crees que podrás ser feliz con un hombre que no podrá hacerte sentirte mujer? Él no va a poder complacerte en la cama, ¿Pretendes convertirte en una mujer amargada? —interrogaba su amiga tratando de persuadirla.—Theo aún se ve joven, parece como de diez años menos, además, no importa que no me complazca en la cama, con tal lo haga dándome todo lo que necesito, no me importa, el dinero es lo único que mueve al mundo, no estoy dispuesta a pasar nunca más necesidad, por eso debo lograr que ese viejo ponga todos los bienes a mi nombre —expresó alzando el mentón con una expresión de arrogancia.—¿Te estás escuchando? ¡Por Dios! Ese hombre no merece que se comporten de esa manera con él, se ve que desea cuidarte, protegerte, no lo vayas a lastimar a pagarle mal por bien —habló Leonor, sintiéndose impotente ante la actitud de Maya.—Lo defiendes como si lo conocieras o tuvieras algún interés en él… —hizo una pausa y se quedó viéndola con cautela por unos segundos, no obstante, luego se convenció y terminó de expresar su idea—. Si tanto te gusta el viejo te lo puedes coger, total a mí no me interesa en ese sentido y menos después de haber estado con el mismo dios del sex0 —pronunció con una risita emocionada al recordar su noche de pasión con Eros, la cual hizo sacar de quicio a su amiga, quien la tomó del brazo y la sacudió. —¡Detén esta locura! De esto no puede salir nada bueno, estás jugando con fuego ¿Por qué eres tan terca? —cuestionó molesta Leonor.—Porque sí, yo no le propuse matrimonio a Theo, no me le metí por los ojos, no lo busqué, no le obligué a nada, él quería ayudarme, quería una mujer hermosa, sexy y provocativa a su lado, entonces que pague el precio —espetó caminando al interior de la suite para desvestirse y ducharse.—Maya, creo que Leonor tiene razón, vas a entrar a una situación de la cual no podrás salir, te vas a atar, no sabes cómo te tratara Theo, lo más probable es que exigirá sus derechos conyugales —expuso Daría con preocupación. —¿Quién te dijo que no voy a dárselos? —pronunció con una sonrisa maliciosa—. Mi esposo tendrá la noche de bodas que desea, abrió las cajas de lencería—. Miren todo lo que me ha traído de regalo, no me queda más que complacerlo.Con esas palabras entró al baño, a ducharse, no tenía tiempo que perder una boda, la esperaba.Entró a baño y terminó de desnudarse, no quiso hacerlo en la habitación, porque aunque sus amigas ya sabían lo que pasó, una cosa era que lo imaginaran y otra dejar a la vista las pruebas de que fue así, al terminar de quitarse la ropa se dio cuenta de los cardenales en su cuerpo producto de la noche de pasión, suspiró tratando de alejarse de esos pensamientos, más fue inevitable cuando pasó su mano por su dolorosa intimidad, la sentía arder, no era para menos, luego de la pasión desenfrenada como se había entregado y él la poseyó. Llevó su mano a sus voluptuosas cúspides, al mismo tiempo que los recuerdos de lo ocurrido se agolpaban en su mente, intentó alejarlos, mas fue inevitable, estos insistieron en permanecer allí a la mano para recordarle su pecado y al final, terminó dándose placer en honor a Eros, ese hombre que tal vez nunca volvería a ver en la vida o eso esperaba si tenía suerte en su vida. ***** A pesar de haber pasado varias horas desde que la mujer se fue, dejando a su salida solo una tanga de recuerdo, de haberse duchado para quitarse su olor y su sabor, no podía hacerlo, sentía aún el tacto de su piel en sus manos, en su cuerpo, y cada vez que la recordaba terminaba con una dolorosa erección, a pesar de haber pasado toda la noche poseyéndola, se lanzó de espaldas en la cama e inhaló su fragancia, era un olor muy particular, suave como las aromas florales.—Afrodita ¿Dónde estás? ¿Te habrás casado? ¿Te estás recordando de mí como yo de ti? —se dijo pasándose la mano por el rostro con frustración— ¡Maldit4 bruja! Creo que me acabas de embrujar —pronunció en voz alta. Se levantó de la cama, terminó de ponerse su traje, cuando recibió una llamada de su padre.—Arion, ¿Acaso no piensas acompañarme en este momento tan importante para mí? Escuchó el tono de voz de su padre, quien, por primera vez, no tenía ese tono de tristeza, si no se escuchaba emocionado, no pudo evitar sentir molestia, porque estaba convencido de que no merecía la felicidad, no después de cómo se comportó con su madre.—Estoy terminando de vestirme, ¿Te escucho muy emocionado? —inquirió sin poder ocultar su tono de irritación.—Lo estoy, siento un gran alivio, creo que ella puede hacer la diferencia en mis últimos días, está llena de vitalidad y… —Aetós no pudo seguir escuchándolo.—Tampoco eres un viejo decrépito y no creo que ella sea una inocente jovencita, si crees eso eres bastante estúpido… entiende a las mujeres, solo le gusta el dinero y el sex0, aunque más lo primero, ese es el único estimulante que ellas necesitan y si quiere que pueda llegar rápido a tu boda, entonces, deja de sacarme conversación y que termine de arreglarme… porque no quiero perderme para nada, tu día tan especial —espetó con sarcasmo, apretando los dientes con enojo.Cortó la llamada, se terminó de arreglar y condujo hasta la mansión de su padre, donde se llevaría a cabo la ceremonia en el jardín de la casa, que fue de su madre. Bajó del auto y caminó al interior de la casa, la rabia lo carcomió por dentro, como si le hubieran echado ácido, apretó los puños con rabia, al ver como su padre mandó a decorar los jardines, parecía una boda digna de la realeza, su padre lo vio y caminó hacia él. Al verlo, no pudo evitar sentir el odio agitarse en su interior como un peligroso volcán que está a punto de erupcionar.—Ya es la hora, hijo, quiero que estés sentado en primera fila, para cuando la ceremonia empiece.Arion no dijo nada, no quería terminar en una discusión, porque estaba seguro de que en eso desencadenaría, si se atrevía a restregarle a su padre todo el sufrimiento, la mezquindad con la cual se comportó con su madre. Mientras a esta mujer por el lujo con el cual estaba decorado todo, no había duda que sería capaz de darle todo.La ceremonia empezó y él intentó alejar su mente, no quería hacer el ridículo y terminar oponiéndose a ese desastre que seguramente iba a ser ese matrimonio, estaba seguro de que esa boda no era por amor, después de todo este no existía haya el estúpido de su padre si lo creía, pensó.Vio a la mujer caminar al altar, su figura era hermosa, y su cabello negro caía como cascada por sus hombros hasta llegar a la curvatura de sus nalgas, por un instante le trajo recuerdos de Afrodita, sin embargo, negó con la cabeza, ella era demasiado joven para contraer matrimonio con un hombre como su padre, negó con la cabeza, tratando de alejar esos absurdos pensamientos.El velo de la novia le impidió ver la cara, no pudo evitar la inquietud, durante toda la ceremonia deseando que ese momento terminara rápido y el comprobar por sí mismo que sus impresiones no eran ciertas. Los novios dieron el sí y su padre quedó unido en matrimonio a esa chica y cuando lo vio levantarle el velo para ver su rostro, palideció y un grito, mezcla de sorpresa, rabia, frustración, salió de su boca.—¡No! Esto no puede ser verdad —espetó a voz populi, ante la mirada de sorpresa de todos los presentes, sobre todo de la chica que lo miraba con los ojos abiertos de par en par y un profundo miedo reflejado en sus pupilas, mientras él, no podía creer que la novia de su padre era la misma mujer con la cual pasó toda la noche teniendo sex0.«El mayor amigo de la verdad es el tiempo». Charles C. Colton.
Maya caminó al altar por inercia, en más de una ocasión, tuvo ganas de salir corriendo, al pensar en ese viejo tocando su cuerpo, y ahora menos cuando conservaba en su piel, en su boca, el sabor y tacto de Eros, sin embargo, no podía echarse atrás, debía seguir adelante, estaba clara que el dinero lo era todo, era el combustible que movía al mundo, incluso desde lo sucedido… lo ponía por encima del amor.Después de dar el sí en el altar, cuando Theo quitó el velo de su rostro, tuvo una sensación de que alguien la observaba, giró el rostro y vio a Eros, pero lo más sorpresivo fue escucharlo decir.—¡No! Esto no puede ser verdad.No pudo evitar la sorpresa inicial de verlo, sin embargo, al ver su actitud, tuvo miedo que dijera algo sobre su encuentro, una cosa era que su ahora marido hubiera sospechado que estuvo con alguien y otra muy distinta es que comprobara con quien estuvo, por eso tomó el ruedo de su vestido de novia y caminó hacia Eros, dejando a su ahora esposo en el altar.—¿Q
El rostro de Maya palideció, se levantó la cama e intentó alejarse, pero su cuerpo era menudo y a pesar de su intento de escape, el hombre terminó sometiéndola, tirándola nuevamente en la cama y colocándole encima todo su peso, al mismo tiempo que empezaba a besarla. Las lágrimas de Maya y el asco amenazaban con controlarla, sin embargo, estaba claro que no podía dejarse vencer, empezó a sonreír como si estuviera disfrutando.—Theo ¿Qué sucede? No era así como lo quería… además, habíamos acordado otra cosa, no esto. Tú dijiste que… —su diálogo fue interrumpido por el hombre.—No tienes que repetirme en lo que habíamos quedado, ya cambié de opinión Maya… te deseo desde el mismo instante cuando te vi en esa fotografía en la casa de tu padre, desde ese momento te convertiste en una obsesión para mí… no tienes idea de cómo me enloqueces, déjame demostrártelo.Y para demostrárselo, empezó a restregar su erección en el cuerpo de la chica que respiró profundo, apretó los ojos con fuerza y e
Tiempo actualMaya observaba con la mirada perdida, tratando de contener su alegría, quizás era un ser humano horrible, eso poco le importaba, pero no podía negar que no estaba ni siquiera un poco triste, y no era para menos, por fin se libraría del yugo de Theodore Aetós, el hombre más cruel que tuvo la desgracia de conocer.De pronto un sollozo se escuchó y Leonor arremetió contra ella.—¡Eres una maldit4! ¡Tú lo mataste! Solo porque te diste cuenta de que me amaba a mí, a ti te odiaba, si no es porque te embarazaste y le diste a ese mocoso hace mucho tiempo que te habría echado a la calle como la perra desgraciada que eres —espetó la mujer desquiciada tratando de atacarla, mas Maya se defendió.—¡Tú a mí no me tocas! ¡Infeliz! Si tan dolida estás por tu amante, entonces tírate en el féretro con él, si es tanto el amor que sientes por ese infeliz —espetó sin contener su odio.Arion llegó, desde el mismo momento cuando una mujer arremetió en contra de Maya, las observó por un par de
Maya respiró profundo y siguió caminando e ignorando las palabras de Arion, eso causó molestia en el hombre, quien la sostuvo por el brazo halándola y haciéndola golpear contra su pecho.—¿Quién diablos te crees tú para darme la espalda? ¿Te crees mucho? Porque para mí no eres nada ni nadie —pronunció en un tono severo, a la vez que la miraba con desprecio—. Si te digo que te esperes, ¡Te esperas! Porque mi palabra no admite objeción, no me vas a dejar aquí parado como un tonto. Ahora te vas a girar y regresaremos al sepelio de mi padre.Ella jaló su brazo, sin importarle el daño que se hacía en el proceso.—Tomé mi decisión, y para no ser nada ni nadie para ti, te estás tomando muchas molestias ¡Me voy y no hay nadie que me detenga! Mi hijo está en primer lugar y el resto del mundo se puede joder e irse a la mismísima mierd4, ¡Pero mi hijo no!.Con esas palabras se liberó y corrió hacia el auto, un viejo Volkswagen escarabajo de color azul rey, al verlo Arion frunció el ceño un poco
Ese día y por unas semanas, el trato de Theo hacia ella mejoró por estar embarazada, no obstante, no duró mucho, porque Leonor no se la puso fácil y como siempre empezó a intrigar en su contra, susurrándole al oído ideas al hombre, poniéndolo histérico y más desconfiado, por eso a pesar de ya no encerrarla en la habitación de antes, si lo hacía en su dormitorio, lo cual agradeció porque era más cómodo.—No vas a salir de aquí, ni siquiera a comer tus comidas, te las van a traer aquí, al médico solo irás cuando yo te lleve o te mande con alguien y olvídate del divorcio. Y lo mejor será, hacerle una prueba de ADN al bebé, antes de su nacimiento, porque si resulta no ser mío, entonces no nacerá… no voy a quedar como un cornudo frente a todos, solo porque a ti te dio de andar por calenturienta. Mañana mismo iremos al médico —dicho eso salió con tranquilidad, como si hubiera estado hablando del tiempo.En cambio, Maya se quedó en su dormitorio por completo aterrada, se acostó en la cama en
Maya salió de allí sin poder dejar de sentirse angustiada, esa opresión en el pecho no le permitía ni siquiera respirar, condujo hacia la mansión de los Aetós, mientras trataba de pensar la mejor forma de abordar la situación. Respiró profundo, sin dejar de darse ánimo, por su hijo era capaz de hacer todo, hasta volverse en la perra que todos creían.Llegó a la mansión y estacionó el auto lejos de la casa, porque la cantidad de coches estacionados no la dejaba avanzar más. Apenas llegó un par de hombre se acercaron y empezaron a conducirla al interior de la mansión, donde al entrar, estaba esperándola Arion, acompañado de Leonor, que mantenía su mano agarrada del brazo del hombre, mientras ella la miraba con malicia, él la miró de forma despectiva.Maya, se sonrió deseando hacer su mejor actuación, porque no iba a dejar que la vieran derrotada.—¡Hola a todos! Ya estoy aquí querido hijastro, como era tu deseo, siento mucho haberme retirado antes, sin embargo, tenía muchas cosas import
La mujer respiró profundo tratando de contener su enojo, estaba harta de que siempre le hiciera la misma pregunta de quién era el padre de su hijo.—No sé de qué forma quieres que te explique que mi hijo es un Aéton de los pies a la cabeza, ¿Te cuesta tanto poder entenderlo?—Aún me lo preguntas cuando los dos sabemos la clase de mujer que eres, le eras infiel a mi padre antes de casarte y nadie duda que lo hayas hecho también después.—¡¿Cómo te atreves a decirme eso?! ¡¿Acaso estuviste para ver si yo me revolcaba con otro?! —gritó la mujer, ahora fuera de control. Sabía que no podía permitir que él siguiera hablándole así, y por un instante pensó en la posibilidad de decirle la verdad, sin embargo, el miedo a que él le quitara a su hijo la dominaba por completo y le impedía hacer esa confesión.Entretanto, Arion interpretó su silencio como signo de culpabilidad y comenzó a reírse con sorna.—No puedes negarlo Maya, tarde o temprano la verdad será revelada, y no vas a poder seguir v
Maya se quedó inmóvil, viendo cómo él salía del despacho sin darle una nueva ojeada, sintió un nudo en su garganta, tragó grueso conteniendo las inmensas ganas que tenía de llorar, sentía su corazón desgarrado, sin embargo, se contuvo. Después, como una autómata, se vistió y salió de allí, trató de salir a escondidas para evitar que la vieran, quería pasar desapercibida y al menos que quería encontrarse era Arion, cuando ya había salido de la casa uno de los choferes la interceptó, impidiéndole el paso.—El señor me envió a buscarla, debo llevarla a su casa y regresarla ahorita mismo junto con su hijo —pronunció el hombre con seriedad.—No se preocupe, no es necesario puedo irme sola y regreso de la misma manera —expresó ella tratando de hacer desistir al chofer de buscarla, mas fue en vano, porque este no se echó atrás.Al final ella subió en la parte trasera del auto y el chofer la llevó hasta la pequeña casa ubicada a varios kilómetros de la casa principal.Llamó a la puerta con lo