Ese día y por unas semanas, el trato de Theo hacia ella mejoró por estar embarazada, no obstante, no duró mucho, porque Leonor no se la puso fácil y como siempre empezó a intrigar en su contra, susurrándole al oído ideas al hombre, poniéndolo histérico y más desconfiado, por eso a pesar de ya no encerrarla en la habitación de antes, si lo hacía en su dormitorio, lo cual agradeció porque era más cómodo.—No vas a salir de aquí, ni siquiera a comer tus comidas, te las van a traer aquí, al médico solo irás cuando yo te lleve o te mande con alguien y olvídate del divorcio. Y lo mejor será, hacerle una prueba de ADN al bebé, antes de su nacimiento, porque si resulta no ser mío, entonces no nacerá… no voy a quedar como un cornudo frente a todos, solo porque a ti te dio de andar por calenturienta. Mañana mismo iremos al médico —dicho eso salió con tranquilidad, como si hubiera estado hablando del tiempo.En cambio, Maya se quedó en su dormitorio por completo aterrada, se acostó en la cama en
Maya salió de allí sin poder dejar de sentirse angustiada, esa opresión en el pecho no le permitía ni siquiera respirar, condujo hacia la mansión de los Aetós, mientras trataba de pensar la mejor forma de abordar la situación. Respiró profundo, sin dejar de darse ánimo, por su hijo era capaz de hacer todo, hasta volverse en la perra que todos creían.Llegó a la mansión y estacionó el auto lejos de la casa, porque la cantidad de coches estacionados no la dejaba avanzar más. Apenas llegó un par de hombre se acercaron y empezaron a conducirla al interior de la mansión, donde al entrar, estaba esperándola Arion, acompañado de Leonor, que mantenía su mano agarrada del brazo del hombre, mientras ella la miraba con malicia, él la miró de forma despectiva.Maya, se sonrió deseando hacer su mejor actuación, porque no iba a dejar que la vieran derrotada.—¡Hola a todos! Ya estoy aquí querido hijastro, como era tu deseo, siento mucho haberme retirado antes, sin embargo, tenía muchas cosas import
La mujer respiró profundo tratando de contener su enojo, estaba harta de que siempre le hiciera la misma pregunta de quién era el padre de su hijo.—No sé de qué forma quieres que te explique que mi hijo es un Aéton de los pies a la cabeza, ¿Te cuesta tanto poder entenderlo?—Aún me lo preguntas cuando los dos sabemos la clase de mujer que eres, le eras infiel a mi padre antes de casarte y nadie duda que lo hayas hecho también después.—¡¿Cómo te atreves a decirme eso?! ¡¿Acaso estuviste para ver si yo me revolcaba con otro?! —gritó la mujer, ahora fuera de control. Sabía que no podía permitir que él siguiera hablándole así, y por un instante pensó en la posibilidad de decirle la verdad, sin embargo, el miedo a que él le quitara a su hijo la dominaba por completo y le impedía hacer esa confesión.Entretanto, Arion interpretó su silencio como signo de culpabilidad y comenzó a reírse con sorna.—No puedes negarlo Maya, tarde o temprano la verdad será revelada, y no vas a poder seguir v
Maya se quedó inmóvil, viendo cómo él salía del despacho sin darle una nueva ojeada, sintió un nudo en su garganta, tragó grueso conteniendo las inmensas ganas que tenía de llorar, sentía su corazón desgarrado, sin embargo, se contuvo. Después, como una autómata, se vistió y salió de allí, trató de salir a escondidas para evitar que la vieran, quería pasar desapercibida y al menos que quería encontrarse era Arion, cuando ya había salido de la casa uno de los choferes la interceptó, impidiéndole el paso.—El señor me envió a buscarla, debo llevarla a su casa y regresarla ahorita mismo junto con su hijo —pronunció el hombre con seriedad.—No se preocupe, no es necesario puedo irme sola y regreso de la misma manera —expresó ella tratando de hacer desistir al chofer de buscarla, mas fue en vano, porque este no se echó atrás.Al final ella subió en la parte trasera del auto y el chofer la llevó hasta la pequeña casa ubicada a varios kilómetros de la casa principal.Llamó a la puerta con lo
Maya llegó a la mansión de los Aetós con su pequeño en brazos y las señoras de limpieza de la casa la colocaron en una habitación de servicio, la más pequeña de todas, apenas un espacio reducido de dos por dos metros, donde solo cabía una cama individual, y sin ventilación, eso la hizo ir a reclamarle al ama de llaves, mientras dejó a su hijo acostado durmiendo. Ella caminó hacia la cocina donde estaban las mujeres cenando.Apenas la vieron, su actitud era hostil, la miraban con profundo odio, ella sabía que el trato de esas personas fue inducido por Leonor, ella se encargó de mal ponerla y hacerla quedar como una mujer mala, que se vendía por dinero, y aunque ante los ojos de la gente pudiera ser así, eso no era verdad y estaba cansada de cargar con ese estigma y sobre todo que su hijo arrastrara con eso, él era la persona más inocente en esa ecuación.—¿Qué hace aquí? ¿Qué se le ofrece? ¿Acaso la habitación de la señora no está a su gusto? —pronunció una con burla sin dejarla hablar
Maya regresa con Eton a la casa, hizo el trayecto a pie, sosteniendo a su pequeño con fuerza en su pecho, a pesar del chiquillo no ser tan liviano de peso, a ella no le importó, recorrería el mundo entero si fuera necesario con su hijo, después de cuarenta minutos llegó a la casa, las mujeres de servicio la miraban con odio, —Menos mal que ya viene la verdadera dueña de esta casa —pronunció una de las mujeres de limpieza, haciendo clara alusión a Leonor, Maya se quedó callada, no quería iniciar una nueva discusión con ellas. Entró a la habitación, recostó a su hijo y esta vez suspiró feliz. —Te prometo que estarás bien hijo, mamá hará hasta lo imposible por cuidarte y obtener el dinero, para que puedan operarte, solo unos días y esta pesadilla terminara —expresó dejando un beso en su frente. No quiso irse a la habitación que le asignaron, le daba miedo que una crisis atacara a Eton y ella no pudiera estar cerca para auxiliarlo, así que se hizo espacio a su lado en la cama, sin deja
Cuando Calix, el chofer, lo escuchó discutiendo con Maya, tomó el auto y regresó al centro médico donde se hizo la prueba de laboratorio, quería preguntarle a la persona que sucedió con esos resultados. «¿Acaso fue Leonor quien manipuló las pruebas?», se dijo mentalmente dispuesto a ayudar a la chica y a su hijo, de solo pensar que la fueran a echar le causaba lástima.*****Por su parte, Arion entró a su despacho y se sirvió un trago de whisky, pero su rabia era tan grande que lo terminó estrellando contra la pared, después se sirvió otro, se lo tomó de un trago, se sirvió dos más seguidos tratando de mitigar la rabia que sentía por el engaño de Maya.—¿Cómo se atreve esa mujer a decir que ese niño es mío cuando las pruebas de ADN estaban allí? ¡¿Cómo pude ser tan idiota?! —dijo en voz alta tratando de contener su enojo.Ante sus propias palabras su conciencia lo incordió «Eso no tiene sentido, si ella sabía que tenías los resultados, ¿Cómo se iba a atrever a mentir? Debiste verlo, e
Arion se despertó con un terrible dolor de cabeza que le atravesaba la base del cráneo, producto de la resaca de la noche anterior. Pese a haber despertado, se mantuvo con los ojos cerrados tratando de recordar la noche anterior, no obstante, tenía muchas lagunas y brumas en su mente. Recordó su discusión con Maya y como la echó de la casa. Al recordar eso, un gemido de tristeza salió de sus labios, sintiéndose por un momento angustiado.Después recordó que la mandó a buscar, y cuando llegó, él le pidió ver a Eton. Luego todo era confuso, fueron a la habitación porque Maya lo arrastró hasta allí y pasó la noche con ella, pero no recordaba bien, tampoco vio al pequeño. Abrió los ojos buscándola con una sonrisa, al sentir la pierna de una mujer, sin embargo, ese tacto no le resultaba agradable, cosa que no le pasaba cuando estaba con Maya, vio la habitación y se dio cuenta que no era la suya. Cuando levantó la mirada y observó la cara de la mujer a su lado, no era Maya, era Leonor, se