Ilusiones hechas pedazos

Al siguiente día en la oficina, el ánimo de Isabella estaba muy decaído, pero se acariciaba el vientre y eso la confortaba un poco, sentir a sus bebés le daba fuerzas para seguir, más nada la habría preparado para lo que viviría ese día.

— Isabella, ven para entregarte las facturas que se deben llevar al departamento de contaduría — El CEO la llamo por el interlocutor personal que tenían

— Voy en seguida — La mujer embarazada se movía mas lento, su barriga estaba ya bastante grande, y en unos días le darían su incapacidad, solo tenía que esperar un poco más

— Por favor lleva esto a firmar... Isabella, ¿Cómo va el embarazo? — El CEO, se detuvo a preguntar

— Bien, un poco cansado pero los bebés están bien, llevaré esto a firmar y... Sergey, ¿Podemos hablar cuando vuelva? Hay algo importante que quiero decirte — Isabella quería decirle al CEO cuál era su verdadera identidad, Isabella era la menor de los hijos de la millonaria y poderosa familia Rossi, también sobre él acuerdo que tenía con su hermano, que si no se decidía para casarse con ella y darle una familia a los trillizos, Ismael vendría por ella y se la llevaría a casa, ella en el fondo de su corazón esperaba que él la eligiera y la hiciera su esposa

— Están bien, entra cuando vuelvas — Después el siguió revisando contratos.

En el tercer piso, mientras Isabella caminaba hasta la oficina del jefe de departamento, las empleadas murmuraba entre ellas

— Ya está por dar a luz y ni siquiera se sabe el nombre del padre.

— Seguro que la abandonó y no se quiso hacer responsable de tantos hijos, eso le pasa por andar de fácil

Isabella, trataba de no poner atención a lo que se decía de ella, pero muchas veces era imposible, tocó la puerta y esperó a que le respondieran

— Adelante por favor

— jefe, podría firmar por favor estás facturas, el CEO las quiera de vuelta ya mismo

— Claro, lo hago enseguida, mientras tanto siéntate, mi esposa acaba de tener un bebé y recuerdo que se cansaba mucho en los últimos meses del embarazo — El hombre era de los pocos que era amable con la jóven embarazada, ella sonrió y se sentó unos momentos

De regreso al quinceavo piso en dónde se encontraba la oficina de presidencia, Isabella estaba a punto de entrar a la oficina del CEO con documentos en mano, cuando escuchó la voz de una mujer, ella no pudo evitar escuchar la conversación detrás de la puerta, su corazón latía desbocado, un presentimiento le decía que algo no andaba bien

— He vuelto Sergey, sé que no me esperabas, es solo que... quise darte una sorpresa, hace mucho tiempo que no nos vemos, pero siempre pienso en ti, y ya que estamos comprometidos, me gustaría que habláramos al respecto y fijaramos la fecha para la boda, mi madre ya está bien de salud, papá nos ha dado la bendición, no hay por que esperar más, ¿No lo creés? Amelia Estrada, estaba de pie frente al escritorio del exitoso empresario

La mujer embarazada esperaba escuchar del CEO que estaba ella y sus hijos y que no los iba a dejar, que los elegiría, más lo que escuchó la dejó rota y con sus ilusiones hechas añicos

— Necesito hablar con tu padre cuando antes de nuestra boda, Amelia, si es posible mañana mismo, no quiero que este asunto se demore más

— Sergey... — Isabella, apenas pudo decir su nombre en un susurro, calientes lágrimas rodaban por sus mejillas, necesitaba salir de ahí, sentía que no podía respirar, tomó su bolso y se dirigió al elevador, justo una señora muy elegante salía del aparato, la mujer tenía unos ojos azules muy parecidos a los del CEO

— Querida, ¿Qué es lo que te pasa? ¿Puedo ayudarte en algo? Katerina Ivanov, la madre del CEO, llegaba de uno de sus largos viajes a ver a su hijo, ella vió llorar con mucho sentimiento a la joven embarazada y quiso brindarle su ayuda

— Oh, no, estoy bien, yo... tengo que irme — Isabella oprimía los botones para que el elevador bajara, no se dejó ayudar ella solo se fué, pero mientras bajaba tomó una decisión, con manos temblorosas marcó un número desde su celular, ella había decidido dejar al amor de su vida... para siempre

— Isabella, ¿Sucede algo con los bebés? ¿Tú estás bien?

— Hermano, ya no es necesario esperar el plazo de seis meses, él.... él no se casará conmigo, no me ama, nunca me ha amado, solo he sido la mujer con la que desfoga sus... He sido tan estúpida, Ismael, espero en vano que Sergey se enamorara de mí, en cambio va a casarse con su prometida de toda la vida y yo... yo lo amo tanto

El CEO Rossi podía escuchar el amargo llanto de su hermana a través del teléfono, su sangre hirvió, no descansaría hasta destruir a ese desgraciado que se había burlando del corazón y la ingenuidad de su pequeña hermana

— ¡Maldito miserable, lo haré arrepentirse, Isabella, te juro que va a pagar cada lágrima tuya! Cálmate un poco, puede hacerle daño a los trillizos que su madre llore así, te llevaré a casa, y ahí serás feliz de nuevo....

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