A Griselda le cayó como un balde de agua helada la noticia que su esposo le daba a su hijo. ¿Cómo podía pretender él llevárselo? — Ismael, no puedes estar hablando en serio. ¿Te vas a ir de viaje a Asia y te quieres llevar a mi bebé? Eso no... ¡Me opongo! ¡No te lleves a mi niño, además... ni siquiera me estás pidiendo que te acompañe! ¿Piensas irte a ese largo viaje tan lejos sabrá dios cuánto tiempo y dejarme aquí sola? Dios, ya no me amas, ¿Cierto? ¿Ya te da igual que este a tu lado o no? A la ojiverde se le aguaron los ojos, estaba a punto de dejar escapar sus lágrimas. Sebastian quería reconfortarle pero su jefe era capaz de decapitarlo si se le acercaba. — Querida, cuando se está a cargo de una empresa no puedes disponer de tu tiempo como quieras. No es que no te ame, ¿Pero que se puede hacer si tú tienes ese gran compromiso? Mi viaje es inminente, no puedo evitar hacerlo, me llevaré al bebé para que tú te puedas dedicar a la empresa sin problema. ¿Acaso estoy mal
En la villa del matrimonio Ivanov, la hora de la llegada de la escuela de los trillizos habia llegado. El autobús escolar se estacionaba justo afuera de la mansión, las tres figuras bajaron y de inmediato se abrió el portón para ellos. Apenas entraron a casa buscaron a su madre. Ella siempre solía recibirlos en la puerta. — Bienvenidos señoritos, suban a quitarse el uniforme y a lavarse las manos, la comida ya está lista. — Una de las mucamas recibía sonriente a los tres diablillos. — Gracias por tu amabilidad Sara, pero... ¿Dónde está nuestra madre? — Preguntaba Aleksey. — Si, ¿En dónde está ella? A mí me gusta que mamá me reciba con un beso, y que también me abrace. — El pequeño Alexandro ya se estaba enfadando. — Veo que ya están aquí, ¿Por qué están haciendo tanto escándalo? — El CEO ruso bajaba las escaleras ya vestido de traje y con su pequeña Serena en los brazos. La niña ya había comido y tomado su siesta, quería tomar un poco de aire. — Hola bebé Serena, estás
Los trillizos no podían creer lo que escuchaban, sus padres hablaban de otro bebé. Seguro que estaban tomándoles el pelo. — muchacho, me has mojado todo el traje, ¿Qué significa esto? ¿Dónde están tus modales? — El padre secaba su traje con la servilleta. — Papá, ¿Cómo nos das una noticia como esta a la hora de la comida? Mira a Aleksey, se está ahogando con un bocado de comida. Isabella le palmeaba la espalda a su hijo. — Esto es una broma, ¿Cierto? Apenas Serena llegó hace poco, no pueden traer a otro bebé tan pronto. — Aleksey, movía su mano en señal de asombro. Alexander movió su brazo y su mano en señal de negación. — No es posible que aceptemos a otro bebé en la villa. hasta hace poco Serena no nos dejaba dormir por las noches por qué se levantaba a cada rato llorando, los trillizos teníamos que asistir desvelados al colegio. — No pueden hacer lo que quieran solo por qué son los padres. Devuelvan a ese bebé de inmediato. Busquen otro pasatiempo que no sea el de
Al día siguiente por la tarde, los esposos Rossi, el senador Montana y su esposa Alina, el CEO Valentain y su esposa Romina. Y por supuesto el CEO Rossi y su adorada Griselda. Las familias iban llegando a la reunión con sus respectivos hijos, los trillizos Ivanov tenían prohibido revelar el motivo de la fiesta. Adentro había deliciosos bocadillos, música moderna amena. Los niños bailaban curiosamente en la amplia sala. — Alexander, ¿A qué se debe está fiesta tan buena? Papá dijo que querían dar un anuncio sorpresa, pero que no tenían idea de lo que se trataba. — El mayor de los trillizos Valeintain, el pequeño Hermés preguntaba. — No puedo decir nada Hermés, si lo hago papá amenazó con confiscarme el dron, y ese aparato me gusta bastante. Mejor bailemos mientras se deciden a dar el anuncio. Los niños que vestían de traje en shorts como se usaba en las altas élites de la sociedad. Bailaban con la linda Angela Montana, todos estaban en rueda disfrutando de la música y haci
El silencio que se hizo en la parte de la sala de estar en donde se encontraban los adultos fue sepulcral. De pronto se habían quedado mudos, no sabían que decir. La pequeña Serena tenía pocos meses de nacida, otro bebé en camino haría las cosas más pesadas y difíciles. — ¡Pero que... que carajo Sergey, volviste a embarazar a Isabella así nada más! Isabella, ¿Estuviste de acuerdo con el ruso en encargar otro hijo, o es que él te está obligando a que le des muchos bebés para tener una familia grande? Puedes decirme con confianza, Romina y yo somos también tus amigos. Apolo no daba crédito a la noticia, no se esperaba que sus amigos le escribieran tan rápido a la cigüeña. — Vaya, resultaste ser todo un semental, ruso, vas ya por el quinto hijo. ¿Isabella está bien con eso? No sabía que ella quisiera tener una familia tan grande. Ahora tendrás que trabajar más, los bebés necesitan muchas cosas para criarse. — No te voy a pedir prestado para mantenerlo Dorian, puedo darle a mi
DOS SEMANAS DESPUES Fiorela había roto fuertes, como madre primeriza estaba muy asustada, no sabía que esperar, ni que estaba bien o que estaba mal. — Adriano, al principio no me dolía casi nada y me confié demasiado, creo que nos tardamos en venir al hospital, ahora me está doliendo muchísimo. ¡¡Aaaaahh!! Escuchar a su esposa gritar de dolor, le ponía los cabellos de punta al abogado. Estaba conduciendo lo más rápido que podía, pero sin poner en peligro a sus dos tesoros. — ¡Ya casi llegamos, mi amor, pronto te va a revisar el médico, verás que todo va a estar muy bien! — El esposo había visto tan tranquila a su mujer que coincidió con ella en esperar un poco, dejar que se duchara, elegir su ropa para salir del hospital y echar a la maleta alguna cosa que se le hubiese olvidado. — ¡Hay no, hay no! — ¿Qué? !¿Qué pasa Fiorela?! — ¡Estoy sintiendo algo ahí abajo, como una presión, dios mío que aterrador es dar a luz! ¡Apresurate Adriano, o la bebé va a nacer aquí! ¡Ahhh
El pequeño Aleksey, bajó de su habitación por la tarde noche, sus padres ya les habían dado la noticia sobre el nacimiento de la nena de su tío Adriano. El niño fue al despacho a hablar con su padre. — Papá, ¿Estás ocupado? — Pasa Aleksey, si estoy ocupado pero voy a escucharte, ¿Dile a papá que necesitas? Al CEO le pareció algo extraño que su hijo fuera a hablarle si ya sabía que no debían distraerlo de su trabajo hasta que fuera hora de la cena. — Oh, necesito que me ayudes a hacerle la propuesta al tío Adriano, la nena ya ha nacido y no quiero que nadie se me adelante. El hombre se quedó observando por unos momentos a su hijo. — ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? — Estoy seguro, papá. — Bien, te ayudaré. comenzaremos de una vez aquí en mi computadora. Padre e hijo se concentraron en hacer la propuesta, el CEO ruso estaba siendo muy generoso. Terminaron e imprimieron el documento para llevarlo al día siguiente a la villa del importante abogado. — Y
Isabella Rossi, salía de la mansión Ivanov, a altas horas de la madrugada. Su jefe le había pedido cocinar para él porque no comía de lo que los chefs que tenía a su servicio cocinaban y ella como siempre no se había podido negar En los dos años que llevaban de relación jamás había podido negarse a nada que le pidiera, él tenía en sus manos su voluntad, sabía que era solo su amante y que no podría aspirar a nada más, que Sergey Ivanov, nunca la iba a amar aunque quería pensar que si, y es que ella lo amaba con todo su corazón, ese hombre cruel y frío lo era todo para la hermosa Isabella El frío le helaba los huesos, Isabella trataba de mantenerse caliente en el taxi y cubrirse lo más posible con su abrigo, pero justo en ese momento un dolor en el vientre al que le siguió un sangrado que manchó su ropa la hicieron quejarse, al principio pensó que le había llegado el periodo pero algo no se sentía como siempre, sudaba frio mientras se llevaba las manos al abdomen tratando de calma