EL CEO Y SU AMANTE
EL CEO Y SU AMANTE
Por: AZAHARA
1/ DE VACACIONES EN LAS VEGAS

Estamos de vacaciones en las Vegas mi compañera de trabajo y yo, Denise es de la misma estatura que yo, pero ella tiene el pelo muy largo y es rubia con unos preciosos ojos de color azul, que va llamando la atencion de los hombres por donde quiera que pasee, las dos tenemos veintitres años y trabajamos en la misma empresa de decoracion. Yo me llamo Alexandra,y soy todo lo contrario de mi amiga, mido uno sesenta, tengo el pelo muy rizado y de color castallo y mis ojos son de color verde, aunque no se vuelven los hombres para mirarme cuando paso al lado de ellos, se que mi aspecto y mis ojos llamativos, tambien llaman mucho la atencion. Aunque nunca tuve novio formal, solo tuve uno que en principio me llenó el corazón, pero el muy sinvergüenza nunca me dejaba salir por las noches si no iba con él, hasta que me enteré que después de dejarme a mi en mi casa, el se ba con Albert su amigo y confidente, para irse de putas, quedándome yo en mi casa sola, ya que Denise casi nunca estaba los fines de semana. Una noche que salia con mi novio, me apetecio ir a un lugar que me llamaba mucho la atencion por las curiosidades de sexo ya que mi novio no quiso tocarme nunca y menos acostarse conmigo, por mucho que yo le rogara o me pusiera prendas sexis cuando estabamos solos en mi casa, esa era a mis veinte años mi vida sexual, hasta que un dia lo pille acostandose con su mejor amiga, terminando yo aquella m*****a relacion de uno.

Estamos en las Vegas y queremos sentir las emociones que por desgracia nuestro trabajo no nos lo permite, asi que aqui vamos a soltarnos la melena y intentar divertirnos lo que podamos, asi que despues de cenar nos fuimos a un club, pensando que sería una especie de discoteca, pero en la misma entrada el portero se nos puso enfrente, dejando que solo pasara a ese club una de nosotras, ya que se entraba por unos vales y nosotras solo teníamos uno. Aunque mi amiga intento con sus encantos convencer al portero de que nos dejara pasar a las dos, no lo consiguio, cuando de pronto y ya nos ibamos a marchar, sucedio algo inesperado, Un hombre,se acerco a donde estabamos, llamando la atencion de mi amiga y de mi por el aroma que desprendia su perfume, las dos nos quedamos mirandolo ya que era muy alto, de color de pelo negro como el azabache y unos preciosos ojos de color azul. Nos quedamos las dos amigas mirando a ese hombre como dos tontas, fijándome en cómo iba vestido, dándome cuenta de que era el hombre mas atractivo que jamas habia visto, unos gordos y carnosos labios, que se que harian mojarse las bragas a cualquier mujer.nada más rozarlas con esos preciosos labios

—- Manu deja pasar a las señoritas, vienen conmigo — le dijo aquel maravilloso hombre al portero

—- Duncan sabes que no puedo hacerlo, una de ellas si que tiene un pase, pero la otra señorita no lo lleva, y si llegaran a provocar algún incidente sabes que la jefa me echara a la calle — comento el portero

—- Déjala entrar, yo procuraré que no se separe de mi, ¿no es así señorita ____?

—- Alex, me llamo Alexandra — respondi sin dejar de mirarle a esos preciosos ojos de color azul

—- Y si, le prometo que no me separare de su lado —- conteste balbuceando ya que su mirada me estaba poniendo muy nerviosa

—- ¿Seguro que queréis entrar en este club? — me preguntó con firmeza

— Estamos de vacaciones mi amiga y yo, y queremos ver todo lo que nos puede ofrecer las Vegas, así que si, estamos seguras — le dije

—- Yo te lo demostrare todo , vamos —- me dijo, cogiendo mi mano entrando en aquel club, a pesar del enfado que tenía el portero

Al entrar, caminamos despacio para no tropezarnos con la gente, ya que el salón estaba en penumbras y al llevar tacones altos, intento no tropezar para no caerme por la poca luz que había dentro. Me fije en que el ambiente de aquel lugar es diferente a las discotecas que acostumbraba a ir de fiesta, estando aquel lugar un poco sobrecargado En el local el ambiente musical era muy sensual, la sala brillaba con luces rojas que se apagaban y se encendían, Nada más entrar me di cuenta de la barra donde hay un camarero que sirve a la gente que hay de pie. Las parejas se notaban que estaban disfrutando, viendo en una pequeña plataforma que había en el centro de la pista, a tres mujeres bailando con unos minúsculos vestidos, dándome cuenta en los hombres que estaban solos, por la forma en que las miraba. 

— Si me prometes no marcharte, voy a por unas copas — me dijo

Me quedé por un momento con la boca abierta, ya la voz de ese hombre era muy sensual no esperando a que me dijera esas palabras. 

— ¿Te apetece champagne? — escuche por segunda vez esa voz, haciendo que me girara y viera a una especie de Adonis a mi lado, donde su mano sujeta una delicada copa de cristal

—- Gracias —- le dije, fijandome en sus preciosos ojos de color azules que tuvieron un efecto direccto entre mis piernas.

—- Muchas gracias, pero no tienes que hacerme compañía, seguramente tu novia o tu esposa te estará esperando — le dije

— No tengo ni una ni la otra, o sea no tengo planes, — me dijo

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