Sé que estoy cediendo ante Duncan y que no soy consciente de lo que hago, aunque sé que debía claudicar ante la propuesta de Duncan, pero me resulta totalmente imposible por ahora. Tenerlo tan cerca de mi, sentir el calor de su cuerpo, es en ese momento en lo único que puedo pensar. Con una mano rodeó mi cuerpo y con su otra mano aprieta mi nuca con firmeza inmovilizando así mi cuerpo. De pronto me di cuenta de cómo sus pantalones caen de pronto hasta sus rodillas y por instinto mi mano acariciaba su miembro por encima de sus boxer. Me aferro entonces a su boca saboreando cada rincón de su cavidad, mientras voy introduciendo mi mano entre la tela de sus calzoncillos, acariciando así su bello pubico, sintiendo como le tiemblan sus labios en los mios—- Perdon Alex ¿estás ocupada? — escuchamos de pronto la voz de uno de mis compañeros—- Joder, no ves que si — le respondi algo enfadada por la situacion en la que nos encontrabamosDuncan empezo a sonreir, mientras que yo avergonzada, voy
Aunque quise seguir corriendo.Duncan consiguió cogerme del brazo con su fuerte mano al final de la escalera. Mis ojos de pronto se abrieron desconcertados, escuchando cómo Duncan maldecía.entre dientes.—- No pienses que vas a dejarme.---Me dijo mientras acariciaba.mi mejilla con sus dedos.y me hablaba con dureza.--- Te amo tanto que me duele.Y si piensas que después de lo que he sentido cuando te estaba acariciando en tu despacho es que estás totalmente ebria No voy a dejarte marchar Alexa.Te vas a quedar aquí conmigo, voy a ir a por mi coche y cuando regrese quiero verte aquí quieta y esperándome.como una buena chica.aunque te aconsejo.que no me contraríes—- ¿Pero quién te has creído que tú para hablarme a mí así? tu no eres nadie en mi vida para hablarme de esa manera..--- Le dije muy enfadada. —- Alexa, he estado a punto de follarte en tu despacho. Tengo los testículos hinchados.¿Y el miembro a punto de explotar, ya que lo tengo más duro que una roca.Estoy muy excitado.Por lo
No termino de hablar cuando de pronto me sujetó con fuerza mi mano entrando los dos en mi casa.cerrando de Duncan, la puerta con un puntapiés, aprisionando mi cuerpo entre sus brazos, besándome con desesperación, correspondiéndole yo de la misma forma.El calor es una droga que enloquece mis sentidos.Pongo mis manos en su suave cabello sujetándolo con fuerza, sintiendo que lo que estoy tocando es un fuego.que quema, pero no quiero soltarlo.Duncan, ya es mío y ahora mismo está conmigo.le muerdo el labio sin pensarlo, llevándomelo a la boca escuchando como esta ya excitado.Sus manos se posan en después debajo de mi muslo en mi entrepierna.y me levanta sobre su cuerpo, ocasión en la cual le rodeo con mis piernas sus caderas para sujetarme bien mientras me pregunta con con gran excitación.— ¿Dónde está tu dormitorio? Y lo quiero saber ahora.Cuando ya llegamos a mi dormitorio.Dukan no me suelta, si no que me tiene cogida por la cintura con su brazo.mientras me besa el cuello.muerde mi lób
Cuando veo la sonrisa de Duncan, mi corazón de pronto se detiene ya que le reemplaza la picardía, él es muy seductor, tanto que solo soy capaz de soñar, que en una de estas noches estaremos los dos solos y donde el sol no se ponga nunca jamás. Le abro mis piernas ofreciéndole el acceso completo a mi cuerpo del que Duncan aprovecha para apoderarse de mí inmediatamente. Mientras hacemos el amor, mis palabras y gemidos se escapan de mi boca y él sabe que soy muy sincera ya que Duncan me está haciendo sentir la mujer la mujer más deseada y sexi del mundo. Arqueo mi cuerpo para recibirlo con todo mi deseo escuchando como gruñe por la excitación. Sus palabras se pierden en el silencio del dormitorio, solo suenan nuestros cuerpos chocando. En mi dormitorio solo hay gemidos, suspiros y humedad, en un ambiente que está anticipando el final de nuestra unión, sin saber si volverá a repetirse, esa apasionada noche.—- ¿Que me estas haciendo Alex? estas rompiendo mis reglas, y te advierto que esta
Estaba sentada en el sofá, sonriendo, sin dejar de mirar los mensajes que acababa de mandarme Duncan cuando de pronto escuche como cerraban la puerta de mi casa, quedándome un poco atónita ya que no esperaba a esa hora de la mañana visita.Pero viendo a mi amiga Denisse entrar.en el salón a los pocos segundos— ¿Esperabas a alguien?¿Te has dejado la puerta abierta loca? — Me preguntó Denis sonriendo.—- Calla que sé que tienes las llaves de mi casa, que te las di yo cuando me vine a vivir aquí, — le respondí sonriendo.—- A estas horas, y aun sigues en pijama, ¿qué te pasa, estás mala?---me dijo pero con sarcasmo.Me levanté del sofá para acompañar a mi amiga a la cocina.para ponerme yo también una taza de café.Pero sin dejar de mirarme Denis como yo si tuviera algo raro en la cara—- ¿Por qué me miras tan fijamente?. —- Pregunté.—- Nada.Sólo que___ — Se quedó en silencio.—- Venga, Denise dimelo no me mientas que te conozco.---- Le respondí.—- !! Que te noto ¡¡, como más no sé, ext
Cuando llegué el día siguiente a la empresa, me quedé con la boca abierta al ver que mi amiga Denisse estaba esperándome a la salida del edificio donde trabajamos, con un ramo de flores en la mano, echándome a reír al verla dejándome abrazar por ella.—-- ¿Qué? cuéntame futura señora Moretti.---- Me preguntó riendo.—- Sí, le dije que sí anoche, estuvimos hablando, y sí.¿Nos vamos a casar dentro de 2 semanas?--- Le correspondí.—- ¿Qué voy a hacer yo sin mi amiga?.--- Me dijo algo melancólica.—- Mira que eres tonta tú nunca estarás sin mí, sabes que puedes llamarme y que nos podemos ver y además podemos salir alguna que otra noche —- Le contesté.Después de trabajar nos fuimos.A un italiano a cenar entramos en el local sentándonos las dos en una mesa que había en el fondo del local.—- Bueno, cuéntame.¿Qué tal anoche, cuál es el plan?¿Te mudas con él como te lo pidió?-- Me preguntó mi amiga, toda decidida.—- Me mudo con él aunque voy a echar de menos el trabajo.No tengo ni idea de
Cuando salimos de trabajo mi amiga Denise y yo, me quedé inmóvil de pronto, al principio pensé que mis ojos me engañan. pero me detuve cuando atravesé la puerta del edificio, fijando mi vista y parpadeando.Ya que me puede dar cuenta de que el mismo Duncan Moretti estaba de pie esperándome.Al lado de su gran limusina. —- Esto es un milagro, el mismo señor Duncan Moretti esperándome.--- Bromee cuando llegue a su altura.--- Ahora me tienes intrigada.¿Vamos a algún sitio o se me ha pasado algo?--le pregunté. — No, no vamos a ningún sitio.¿Además, tanto te extraña que tu prometido venga a recogerte a tu trabajo?¿Y qué quiere estar contigo antes de mudarte a mi casa?.--- Me dijo muy seguro de sí mismo.—- Eres muy amable, pero sabes que tengo mi propio coche.---- Le contesté.—- Vamos a la limosina.--- Me dijo haciéndome sentir su mano en el hueco de mi espalda, dirigiéndome hacia donde estaba.La puerta abierta de la limosina. Llegamos a donde estaba la limusina, sosteniéndome.Duncan la
La mañana del domingo estuvo muy soleada, pero esta vez tuve algo de miedo al abrir los ojos ya que no sabía si Duncan estaría a mi lado aunque ya esté viviendo en su casa. Pero de pronto sentí como su brazo me aprisionaba mi cintura, intente levantarme despacio pero él no me dejo atrayendo mi cuerpo al suyo no permitiendo que me levantara de la cama.— ¿Te quieres escapar de mí? – me pregunto, teniendo en sus dulces labios una preciosa sonrisa— No soy yo la que quiero escapar de tus brazos, pero tu si que lo hicisteis la última vez que nos acostamos juntos ¿no te parece? — pregunte con algo de sarcasmo— Lo siento — me dice acercando mi cuerpo aún más a su desnudo cuerpo. gustandome esa sensación que sentía al notar su calor y duros pectorales– lo siento porque me comporte como un imbécil — Te marchaste de mi casa sin despedirte ¿lo recuerdas? — pregunte mientras le sonreía—- Lo que sucedió esa noche, me descoloco un poco, pero te aseguro que no volverá a suceder, ahora eres la fu