Cuando me di cuenta de que la amiga de Alex, estaba sentada en la sala de espera con mi hijo, todo el mundo se me vino abajo, ya que pense que habia llegado tarde y que la mujer que amaba se había ido sin poderle explicar, que la amaba y que todo lo que hice fue para salvar su vida— Hola Denise ¿cómo está Alex? ¿han dicho los médicos algo ya?¿dónde está? necesito verla— le pregunte, viendo las lágrimas que caían por su rostro— Duncan, mi amiga está muy mal, los médicos no nos dan muchas esperanzas, a mi me ha llamado Carla, pero no se que ha sucedido, no lo sé — me dijo sin dejar de llorar, apretando a mi hijo contra su pecho.Pocos minutos después de estar recorriendo la sala, como un león enjaulado, vimos como un médico salía de una de las puertas que daban a la sala de espera, iba vestido con una bata blanca y unos papeles en sus manos. Se quedó mirándonos a Denise a Carlos y a mi, ya que éramos las únicas personas que alli nos encontrábamos— Doctor soy Duncan Moretti, ¿me puede
Estaba esa tarde en mi despacho con mi amigo Carlos, hablando de lo que ese dia habia sucedido, cuando de pronto escuchamos tocar a la puerta, viendo entrar al inspector de policía acompañado de un policía uniformado— Señor Moretti ¿podemos hablar? la investigación sigue su curso, pero necesitamos que usted nos responda a ciertas preguntas — me dijo el inspector— Claro, por favor pase y siéntese — le dije poniendome de pie mientras me abrochaba la chaqueta— Bueno, usted dira señor inspector — le dije despues.de sentarnos los dos— Como ya le comente, sabemos como fue el accidente aunque las investigaciones las acabamos de iniciar, sabemos ciertamente que el coche de su esposa, golpeó al de la señorita Alejandra por el lado izquierdo para sacarla de la carretera, aunque por desgracia el coche que conducía su mujer, también cayó por el precipicio terminando en una desgraciada muerte — me dijo el policía— Pero mi mujer estaba fuera de la ciudad y hacía tiempo que Alexa y ella no se h
Aunque sabía que mi amigo tenía razón, de que sería mejor ir un momento a mi casa y ducharme, ya que de estar todo el día con la misma ropa y después de pasar toda la noche en aquella incómoda silla, no es que yo oliera bien, pero me resistía a dejar sola a mi amada.— Duncan amigo, van a ser unos dias dificiles, y tienes que estar preparado para lo que pase, anda hazme caso vete a casa y te das una buena ducha de agua caliente — me dijo mi amigo— Esta bien me marcho, pero avísame si hay cualquier cambio — le dije a mi amigo cuando me levanté de aquella silla algo doloridoPor la tarde por fin me dejaron entrar en la sala y estar junto a Alex, no me dejaron estar mucho tiempo junto a ella, pero no podía decir nada, ya que eran las normas de la clínica.Cuando entre por fin, me quede inmovil en medio de aquella habitacion, ya que me impacto mucho como estaba mi amada. Me acerqué a su cama, fijándome en los cables que había por casi todo su cuerpo con una máquina al lado de la cama que
UNA SEMANA DESPUÉSEntre en la sala donde estaba Alexa, acercándome despacio a su cama como hacía durante una semana cada vez que entraba, sentándome en aquel sillón que había al lado de su cama. Cogi como siempre hacia su mano para tenerla en mi mano y besarla, cuando de pronto me di cuenta de que estaba abriendo sus preciosos ojos de color miel, mirandonos fijamente, pero ella enseguida solto su mano de la mia, como si estuviera algo asustada.— No por favor Alex, no tengas miedo de mi cariño — le dije cuando me levanté del sillón y acerque mi rostro al de ella—- Vete por favor, !! VETE ¡¡ — me gritó llorando— Mi amor, yo no voy a lastimarte, yo jamás te haría daño, quiero explicarte toda la verdad de aquella actitud que tuve contigo, por favor mi amor — le supliquePero enseguida entró el equipo médico que la trataba, haciendo que me marchara de aquella sala más destrozado aun, sabia que me iba a costar mucho conseguir el perdón de Alex, pero estaba muy seguro de que jamás me iba
Cuando al dia siguiente volvi a la clínica para visitar a Alex, me encontré en la misma puerta con Gio que aunque quiso hablarme, pase por su lado, evitando su conversación que no sirvió para nada ya que me siguió hasta el lugar donde estaban los ascensores, cogiendome Gio de mi brazo para inmovilizarse— ¿Qué quieres? no tengo nada que hablar contigo Gio, admiro los cojones que tienes, sabiendo las ganas que tengo de matarte — le dije— Escuchame idiota, ayer cuando te fuistes de la clinica, le conte a Alex todo, ahora a mi me odia pero espero que tu seas un hombre y la cuides — me dijo, dejandome por un momento sin palabras— ¿Lo sabe todo?¿te creyó a ti? — pregunte algo sorprendido— Si Alex lo sabe todo y sabe que no tenias intencion de matarla si no de salvarla, ahora te toca a ti hacer que vea cuanto la amas, yo he hecho lo que te debía, estamos en paz, buena suerte — me dijo Gio marchándose seguidamenteCuando me baje del ascensor y me acercaba a la habitacion donde estaba ingr
Un mes después de que el médico me diera el alta y volviera a casa. Me marché por fin a vivir con Duncan y mi hijo a su piso donde tuvimos que contratar a una niñera para que me ayudara con mi pequeño, ya que aun no me encontraba muy bien y necesitaba algo de ayuda. Una noche que Duncan me invitó a cenar en un lujoso restaurante, estaba en nuestro dormitorio peleandome con la cremallera del vestido, ya que aun me quedaba ciertos movimientos que no podía hacer—— ¿Quieres que te ayude? — me pregunto Duncan, que estaba mirándome algo divertido desde la puerta de nuestro dormitorio— Te lo agradeceria — le dije, mirando a esos preciosos ojos de color azules de DuncanDuncan empezó a andar hacia donde yo estaba con lentitud y sin dejar de sonreír, como si estuviera disfrutando de mi desnudez, cuando llego a mi, se puso detrás de mí para subirme la cremallera, dandome varios besos en el cuello, haciendo que mi piel se erizara al sentir sus calientes y suaves labios.— Vámonos o no responde
Estamos de vacaciones en las Vegas mi compañera de trabajo y yo, Denise es de la misma estatura que yo, pero ella tiene el pelo muy largo y es rubia con unos preciosos ojos de color azul, que va llamando la atencion de los hombres por donde quiera que pasee, las dos tenemos veintitres años y trabajamos en la misma empresa de decoracion. Yo me llamo Alexandra,y soy todo lo contrario de mi amiga, mido uno sesenta, tengo el pelo muy rizado y de color castallo y mis ojos son de color verde, aunque no se vuelven los hombres para mirarme cuando paso al lado de ellos, se que mi aspecto y mis ojos llamativos, tambien llaman mucho la atencion. Aunque nunca tuve novio formal, solo tuve uno que en principio me llenó el corazón, pero el muy sinvergüenza nunca me dejaba salir por las noches si no iba con él, hasta que me enteré que después de dejarme a mi en mi casa, el se ba con Albert su amigo y confidente, para irse de putas, quedándome yo en mi casa sola, ya que Denise casi nunca estaba los fi
Aunque sentí como mi corazón se estaba desbocando subiendome por todo el cuerpo unos calores, mientras mi cuerpo esta temblando —- ¿Has estado alguna vez en algún club de intercambio de parejas? — me pregunto sintiendo como el calor subía por mi rostro—- No nunca he estado en un sitio de estos — conteste—- ¿Tu sueles venir mucho por aquí? — le pregunté—- ¿Por qué?¿no es lo que esperabas? — me pregunto— Pues no sé la verdad, ya que nunca he estado en un sitio como este —- respondí, dándome cuenta de cómo me estaba mirando aquel Adonis, ya que parecía algo desconcertado—- Aquí mi querida Alexa, se hacen orgias, sados, hay intercambio de parejas, pero siempre sin obligar a nadie — me comentó—- ¿Algo más? —- pregunté, sintiendo que me estaba poniendo más roja que mi propia sangre—- ¿Quieres que juegue fuerte? y así te enseño qué más hay aquí — me dijo riendo— No tiene ninguna gracia, no me gusta que nadie se ria de mi — le dije cruzando mis brazos en mi pechoUnas parejas que h