[Edén]
“Y ahora, le pondré que… que aún usaba pañal en la escuela primaria… jajajaja… y todavía lo usa ahora…”
“Jajaja… pon una foto de ella usando una botarga de de…”
“De jeringa gigante.”
“¡Jajajaja!”
Ese día estábamos ebrias. Una hacker y una mujer reencarnada, ebrias, y solas en una habitación. No era sano, no era seguro. Cualquiera diría que podríamos causar un incidente. Tal vez nos arrepentiríamos en el futuro, pero ya no importaba.
No se permitía traer alcohol a los dormitorios, pero nunca se atreverían a decir nada en contra mía. Sabía que no era correcto, pero qué más da, por primera vez en la universidad me divertía con mi única amiga…
“Pon… ponle que tiene un tatuaje de… de un chile en la pompa derecha…”
“Mejor la cara del Conde Lucius,” nos reímos como tontas, ese hombre era un muy reconocido degenerado que se había hecho famoso por su horrible cara.
Llenamos el foro con las fotos de esas muje
“No me contesta,” mi humor desde ese día era horrible, casi podía sentir las ganas de tirar el teléfono por la ventana. Todavía recuerdo cómo ese desdichado hombre me sacudió la noche anterior como una bestia, qué caballero, qué gentil noble, era un animal dejado a su instinto. Parecía deshacerme con sus caricias y parecía disfrutar cuando mis ojos lo culpaban. Se divertía haciéndome rogar para que me dejara descansar, pero no lo hizo. Después me dijo la verdadera razón de su locura. Se iba de viaje. Un largo viaje de negocios y no estaría conmigo por un largo tiempo. “¿De qué hablas?” escuché a Sofía decirme desde el otro lado de la sala. Me veía de reojo mientras tecleaba en su computadora a todo vapor. No se lo que estaba haciendo, pero seguramente nada legal. Sin embargo, ya no era la misma de antes, algo en ella había florecido. Desde que salí de mi habitación esa noche, después de la borrachera y la noche con Albert, descubrí que, al igual
[Edén]“Te gusta ese hombre, ¿cierto?”Sofía me preguntó cuando terminé de posar con mi lencería roja. Nunca había sido necesaria esta pequeña pieza de arte porque ese hombre sabía cómo quitarme la ropa en un segundo.“¿Por qué me preguntas, querida?”“No lo sé,” me miró con una ceja fruncida, “nunca has dicho que te gusta.”“¿Tu se lo has dicho a Jason?”Su cara se cubrió de un rojo hermoso.“Si,” me dijo y esa pequeña confesión me sorprendió, nunca pensé que ella lo fuera a admitir.Sin embargo, yo no podía decir nada, mi interés hacia Albert no era más que disfrutar unos años, casarme con él como lo mandaba el rey. Ya no había vuelta atrás, incluso si mis padres hablab
Alguien me dijo que para tener un poco de felicidad, solo necesitas dormir un poco y reír por un largo tiempo. Si, ya hice lo primero, es más, dormí el más profundo y eterno sueño de todos. Morí.¿Cómo? Bueno, fue la peor pesadilla, lo último que cruzó ante mis ojos fueron dos luces horribles acercándose a mí en un estúpido coche color azul, y dentro, la cara de la mujer que quería casarse con mi prometido.Tal vez si la noche anterior no la hubiera provocado; tal vez si no le hubiera dicho que Ethan era mío y que ella simplemente sería una secretaria, una empleada en una pequeña oficina para siempre. Alguien con tan poca dignidad para salir con alguien comprometido. Tal vez si hubiera visto las señales, no sería un es
Por dos años he vivido una historia de fantasía.No podía creer que algo que solamente pasaba en novelas y cuentos, podría ocurrirme a mí.¿Mencioné antes que alguien me dijo que para obtener un poco de felicidad, solo necesitas dormir un poco y reír por un largo tiempo?Lo primero ya lo hice, el sueño eterno que terminó mi vida pasada, ahora me faltaba reír por un largo tiempo. De hecho, eso lo logré justo en el momento que desperté en el cuerpo de otra persona. Una joven mujer de dieciocho años.Estatus: Muerte por envenenamiento.¿Cómo es posible? Mi vida se movía alrededor de dos cosas, estudiar y estudiar más. Todos los días, libros, notas, la computadora, y después… libros y más notas.No podía salir de la mansión, el padre de la joven Edén había prohibido que saliera a ningún lado hasta que fuera seguro.Al parecer, Edén regresó de una fiesta hace algunos días, todo parecía bien, pero su estado se volvió crítico en la noche. El médico diagnosticó envenenamiento.Alguien estaba tratando de deshacerse de la joven de bellos ojos azules y cabello negro. Y lo logró.Sin embargo, la mujer que ahora estaba ocupando este cuerpo era alguien que ya viviCapítulo 3. Sorpresa
La mañana siguiente resultó ser igual a todas las demás. Un suave despertar en sábanas cómodas que adoraban mi piel. Sabía que esas deliciosas sábanas no me querían dejar ir, y yo tampoco tenía la intención de olvidarlas tan pronto. Sin embargo...“Señorita Edén, es hora de levantarse,” Lina llegó a la habitación, otra vez, a la misma hora.Debería mandarla de vacaciones algunas semanas. Tal vez, de esa manera, yo y mis sábanas pasaríamos más tiempo juntas.“Es un día hermoso, y…” ella me miró con una ceja levantada. “Los resultados de los exámenes aparecen hoy.”&iq
Decidimos celebrar mi fina victoria en un restaurante muy elegante. Nos recibieron con todo el respeto que el Duque de Reid se merece. El mismo gerente se nos acercó con el chef en línea para saludarnos y estrechar la mano de mi padre.“Espero que tenga una excelente estadía, Su Excelencia.”“No seas tan formal Gale,” mi padre siempre había repudiado la sobriedad con lo que lo trataban, incluso sus más allegados conocidos. “Estamos festejando a mi niña.”“¿Señorita Edén?”El Gerente Gale Jin era un antiguo amigo de mis padres, conocido de la universidad. El pobre hombre solía ser acosado cada vez que se hacían las reuniones en la mansió
[Perspectiva del Duque Albert du Eylos]El día era ordinario. Todo era lo mismo, la misma gente saludándome con respeto desde la primera hora del día. El baño preparado, la ropa preparada, y el desayuno esperándome en la siguiente habitación. Incluso el clima parecía no haber cambiado.Mi asistente y mi mayordomo me esperaban fuera de la habitación para comenzar con el día de trabajo.“Su Excelencia,” James, mi mayordomo se acercó para ofrecerme una taza de té y señalar a uno de los sirvientes para ayudarme a vestir. “Es un día magnífico.”Si, siempre era un día perfecto, aunque no lo entendía.Desde a