Ava no dejaba de sonreír mientras seguía cada movimiento de las manos de Derek por todo su cuerpo, bañándola como lo hacía en la mansión.—Es difícil cambiar algunas costumbres, ¿verdad? —Dijo con un tono coqueto viendo aquella tentadora erección que la deslumbraba y Derek levantó el rostro para mirarla. —Te gusta bañarme.—Y a ti también te gusta que lo haga. —Afirmó Derek colocándose detrás de ella pasando el gel por sus senos, masajeándolos bien despacio. Le encantaba sentirlos en sus manos tan suaves y redondos. —Me fascina porque es el único momento en el cual no intentas dominar, me permites hacer lo que quiera contigo sin protestar o exigir nada.—Sí, haz lo que quieras. —Ronroneó Ava como una gata en celo cuando el miembro de Derek rozó su trasero y arqueó la espalda pidiendo más. —Puedes hacerme todo lo que se te pegue la gana ahora mismo.—Has escuchado mis pensamientos, nena. —Susurró Derek en su oído. —Jamás había estado con una mujer embarazada y no imaginaba que me senti
Ava estiró el brazo sobre la cama buscando el calor de Derek, pero al no sentir nada levantó la cabeza asustada cuando percibió que estaba sola en el ático.Por unos minutos ella se preocupó por su esposo. Todavía era muy temprano para ir a la Fundación y probablemente Derek podía haber tenido otra pesadilla. De modo que ella saltó de la cama para ir a buscarlo.Derek no estaba en la cabaña y eso activó todas las alarmas de Ava, que al no verlo empezó a desesperarse. Directamente ella pensó que podía haber ido a la cascada, pero cuando salió escuchó una melodía que venía de la dirección contraria.Ava siguió la música hasta el cobertizo que estaba en la parte de atrás de la cabaña y allí lo encontró.Derek trabajaba la madera mientras cantaba y ella lo observó embelesada cruzando los brazos. No podía ver su rostro, pero podía notar que estaba feliz y relajado, aunque cantaba bastante mal.—Definitivamente cantar no es una de tus virtudes, acabas de dañar la letra de “Patience”. — Afir
Aquella noche Derek se dio cuenta de que el ánimo de Ava no estaba por las nubes como era de costumbre en los últimos días y eso le preocupó.—Esto es muy raro. —Habló llamando su atención y Ava, que tenía la cabeza en su pecho mientras pasaba la yema del dedo por sus músculos, levantó la cabeza para mirarlo.—¿Qué es tan raro? —Indagó y Derek deslizó la mano por su espalda cariñosamente.—Pues todavía no me has dicho que quieres hacerlo otra vez y estás muy callada, eso es muy raro en mi mujer hormonal. —Contestó Derek mirándola y Ava pasó el dedo por una de sus cicatrices, pensando en cómo aquellas marcas afectaban a su esposo.—¿No quieres que te hagan algo con estás cicatrices? —Preguntó y Derek se sintió incómodo.—Conozco a muchos cirujanos que podrían borrarlas o por lo menos un poco.—¿Te desagradan verdad?—No amor. —Respondió con firmeza. —No quiero que pienses eso, lo digo solo porque veo cómo te miras en el espejo a veces y sé que mirarlas te hace daño. Por ese motivo te p
—¡Estás mintiendo! —Gritó Edgar sin poder creer lo que había entrado por sus oídos.—Mi madre intentó suicidarse por lo que le hiciste y dejó una carta, así fue como supe la verdad...que eres mi padre.—¿Kimberly intentó suicidarse? —Preguntó Edgar aturdido y Derek apretó los puños por la indignación, preguntándose que podía esperar de Kim después de lo que le había hecho.—Sí, por eso estuvo ingresada en un hospital varios días. –Agregó Derek.—Entonces por eso Edward no me permitió ir a visitarla. –Recordó Edgar aquellos días. –Mi Kim intentó quitarse la vida...–Derek se dio cuenta de que su tío estaba distraído con sus recuerdos, tanto que incluso bajó el cuchillo con el que amenazaba a Ava.—Con tu reacción entiendo que no lo sabías, ni tampoco imaginabas que Otto era tu hijo, ¿o eso sí lo sabías? — Indagó Derek que no entendía como Edgar había atentado contra la vida de Otto si realmente lo quería.—No, me enteré después del accidente…—¡El “accidente” que tú provocaste! –Espetó
Edgar se arrastraba intentando llegar a la puerta, pero Derek daba pasos cortos y lentos hasta él, observando sus últimos momentos.—Todavía recuerdo cuando me enseñaste a abrir un conejo, ¿lo recuerdas Ed? –Preguntó Derek con sarcasmo. – El animal todavía estaba vivo cuando lo abriste en canal. –Derek le pegó una patada en el estómago para ponerlo boca arriba otra vez y se puso sobre él. –¿Quieres saber que sintió el conejo? ... ¡Bueno, no me importa si quieres o no, igual lo vas a saber!—¡Soy tu padre, no puedes matarme…no como lo hiciste con Hannah! –Dijo Edgar aterrorizado cuando Derek tomó el cuchillo en la mano.—Claro que puedo hacerlo, me la pone dura la expectación de verte morir...quitarte la vida con mis propias manos, imaginar cómo te vas a desangrar.–Habló Derek con la voz ronca y la piel de Ava se erizó al escucharlo.—Pégame un tiro, te lo suplico....¡Cómo lo hiciste con mi hermana!—Pero sí dijiste que estabas dispuesto a morir, papá. –Se burló Derek jugando con el cu
Ava se levantó del suelo y Vera se dio cuenta de que la tela del vestido se pegaba al cuerpo de la chica como una segunda piel por lo mojada que estaba y sonrió complacida.—Mira que gran alegría acabas de darme, ¿Te estás poniendo de parto verdad zorra? –Inquirió Vera y Ava se puso de pie con la barbilla en alto, lista para enfrentarla. –Me vas a poner a poner a esos bebés en bandeja.—No vas a tocar a mis hijos, para eso tendrás que matarme y te aseguro que no será nada fácil. –La advirtió Ava preparándose para enfrentarla.—Estás entrando en trabajo de parto puta igualada, no podrás defenderte. –Contestó Vera confiada. – Tenía la intención de entrar en la cabaña con Edgar, pero esto es mucho mejor. Yo lo traje aquí, ¿sabes? No iba a permitir que matara a mi hijo, pero cuando escuché la declaración de Derek..¡¡Ufff! Me quedé helada, ¿Quién lo iba a decir? Derek y Edgar eran padre e hijo.–Se rio con sorna. –No quería meterme en una reunión familiar como esa. Pero mira, has logrado es
Derek cargó a Ava en sus brazos hasta el lugar donde los helicópteros de rescate habían aterrizado y Víktor estaba a su lado todavía un poco mareado. Scott y Pitt iban justo detrás cargando a los gemelos.—¿Te encuentras bien Torosyan o necesitas que te cargue, puede que todavía sigas mareado? —Preguntó Derek con un tono sarcástico mientras que Ava se quedaba dormida en sus brazos, estaba exhausta y Víktor le echó una mirada asesina.—Si comentas esto con alguien te arrancaré los huevos y te los meteré por la garganta, Anderson. —Lo amenazó Víktor y Derek soltó una risa.—Ahora mismo no estoy muy seguro de tus capacidades Torosyan, no vaya a ser que te vuelvas a desmayar. –Bromeó y Víktor lo fulminó con la mirada.—Mejor encárgate de cuidar a mi ahijada, ella ahora necesita toda tu atención, al igual que tus hijos. Después hablamos sobre los métodos que elegiré para torturarte. —Contestó Víktor cuando llegaron junto a sus hombres y Derek sonrió apoyando su cabeza en la de Ava cariñosa
En la habitación Alice dejó sola a la pareja para que pudieran disfrutar de sus bebés tranquilos. Derek se derretía cada vez que Taylor agarraba su dedo con pequeña manita.—Mis pequeños demonios, acaban de nacer y ya han demostrado el carácter que tienen.–Susurró Derek embobado con sus hijos.—Son nuestros principes, no esperaba que fuesen diferentes. –Contestó Ava con la voz baja para no despertar a Tiger que se había quedado completamente dormido.Después sus padres los metieron en las cuna y se les cayeron la baba cuando los gemelos se abrazaron, buscando el calor el uno del otro para dormir.—Son tan hermosos y siento que tanto amor no me cabe en el pecho.– Declaró Derek mirandolos y Ava acarició su rostro con delicadeza.—Son tan lindos como tú, y serán grandes hombres, tan valientes como su padre.—Y su madre que es la verdadera heroína de la noche –Derek miró la ventana y vio que estaba a punto de amanecer –o de este día. de todas formas, eres la mujer más increíble que he con