Para Ava no había la posibilidad de una segunda oportunidad. Entre ellos pasaron muchas cosas. Derek y ella se habían odiado hasta la saciedad e intentaron matarse en más de una ocasión. Ella no creía que tanto dolor y decepción podían ser olvidados tan fácilmente, y de cierta forma Derek pensaba lo mismo.Los días pasaban lentamente para ambos y Alice junto con Scott intentaban a mantener a su hija distraída con asuntos relacionados con sus bebés. La llevaban a comprar todo lo que necesitarían los gemelos y en entre todos planeaban la decoración de su habitación, pero cuando Ava entraba en alguna tienda para bebés, veía a otras mujeres embarazadas acompañadas de sus parejas eligiendo todo lo que querían para sus hijos juntos, listos para recibirlos en un hogar lleno de amor mientras que ella se sentía sola.En las citas médicas alguien de la familia siempre la acompañaba, pero no podía evitar llorar cuando pensaba que la mano que sujetaba la suya mientras veía a sus bebés no era la d
Algunas casitas de la Fundación estaban habilitadas para servir como pequeñas oficinas o consultorios, donde funcionaba la administración, el pequeño hospital que Kilian había montado con otros dos médicos que habían en el lugar, la consulta de Audrina y una oficina donde se encontraba el abogado que se encargaba de todos los asuntos legales. De esta última salía Derek, después de haber entrado para hacer un pedido especial al abogado.Cuando se dirigía al patio para asistir al partido de fútbol que Kilian había organizado, Derek se acercó a la consulta de Audrina.Jamás en su vida Derek se había planteado la idea de buscar ayuda profesional, pero algunas noches sentía que se iba a volver loco. El dolor de haber perdido a su hija estaba acabando con él.Derek sacaba fuerzas de cualquier lugar para lidiar con sus traumas y con la culpa de haber tomado malas decisiones que lo llevaron a perder a su mujer, pero no podía hacer lo mismo con la pérdida de su hija. El vacío que tenía en su p
Una mañana Derek se plantó en la puerta del hospital armándose de valor para lo que iba a hacer mientras esperaba por Kilian.—Derek, ¿necesitas algo? —Preguntó Kilian arrastrando una maleta.—Me ha contado Mary que regresas a Estados Unidos hoy.—Así es, pero no tienes que preocuparte por los bebés. Mi tía te mantendrá informado de todo. —Aseguró Kilian, y Derek asintió bajando la cabeza indeciso, después le entregó a Kilian un sobre amarillo. —¿Esto qué es? — Se interesó.—Es para tu hermana. —Declaró Derek con un nudo en la garganta y Kilian frunció el ceño. — Dile que siento mucho por todo lo que le hice pasar y que… bueno, dile que…—“dile que la amo” eso pensó Derek, pero sabía que no podía decirlo. —Dile que ahora está libre de mí y que espero que sea muy feliz.Derek le dio la espalda a Kilian que se quedó boquiabierto sin entender nada y cuando miró lo que había en el sobre entendió la tristeza que había en los ojos del esposo de su hermana.—Dudo mucho que esto le haga gracia
Desde la puerta Derek no apartaba la vista de Ava parecía un león protegiendo a su hembra mientras que el doctor la tenía en una camilla donde la estaba revisando.Derek estaba angustiado, asustado, atemorizado...lo cierto es que tenía muchos sentimientos encontrados a causa del desmayo de Ava.Su corazón daba saltos de alegría por tener a su mujer y a sus hijos tan cerca de él, pero cuando la vio en el suelo ese miedo que tenía de perderla, como había perdido a Reagan, se intensificó exponencialmente hasta que Derek vio al doctor subir el vestido de su esposa colocándose entre sus piernas y él se olvidó que era un hombre para sacar a la bestia que llevaba dentro.Mary se asustó cuando Derek entró en el consultorio y agarró al médico por su bata blanca, levantándolo del suelo.—¡¡¿Qué mierda crees que estás haciendo?!!–Rugió Derek sin poder controlar sus celos e incluso Ava levantó la cabeza asustada para ver como su esposo parecía listo para matar al doctor.—¡¡Derek suéltalo ahora m
Ninguno de los dos primeros encuentros de la pareja fue bueno. Después de aquel día Ava empezó a ignorar a Derek olímpicamente o eso pensaba él, porque algunas veces y sin entender porqué, Derek se sentía vigilado.Pasaron los tres primeros días y Derek solo se dedicaba a hacer sus tareas, acosar a Mary para saber cómo estaba Ava y sus hijos, y observarla de lejos algunas veces. La veía cada vez más hermosa y sentía un picor insoportable en sus manos por tocar su barriguita y sentir a sus hijos.Derek no podía disimular lo enamorado que estaba de su esposa. Todos se habían dado cuenta de lo mucho que él la amaba, pues sin tener que decirlo lo reflejaba en sus ojos. Hasta Mary lo veía babeando por su sobrina de vez en cuando mientras que ella solo intentaba convencer a Ava de regresar a Estados Unidos donde debería dar a luz.Ava a su vez solo daba vueltas por el centro intentando encontrar donde había perdido el valor de enfrentar a Derek por el divorcio, pero ella no podía hacerlo. E
—Dime algo por favor, tanto silencio está empezando a desesperarme. –Dijo Derek ansioso viendo que Ava parecía estar en estado de shock. -Ava dim...Ava lo calló pegando sus labios a los de Derek porque después de escuchar sus palabras ella solo podía contestar con un beso, uno que decía lo mucho que lo había extrañado, su calor, estar entre sus brazos, escuchar su voz, sentirse deseada por él...sentirse suya.Derek retribuyó su beso con desesperación y a Ava no le importó que le estuviese robando el aire con tanta urgencia al devorar su boca, ella solo quería más.Ambos estaban perdidos en aquellos besos apasionados que expresaban todo lo que sentían, mucho más de lo que podría hacer cualquier palabra. Así en medio de esa vorágine de pasión, deseo y locura Ava lo empujó hasta entrar en la pequeña casita de madera, con las ganas de recuperar a su hombre.Dentro de la cabaña Derek se apartó apenas unos segundos y tan solo unos centímetros para que su mujer pudiera recuperar el aliento.
Derek la miró a los ojos cuando Ava comenzó a limpiar lo poco quedaba de aquella fuerte erupción que había brotado de la punta de su polla, dura y rígida.Ava sonrió al ver que seguía duro, el orgasmo que tanto necesitaba Derek había llegado, pero el cordón de acero que parecía haber dentro de aquella polla se negaba a aflojar, él quería más de ella.Derek la levantó besándola y terminó de desnudarla excitándose con lo que veía. Ava era hermosa, pero embarazada lo era aún más y eso le dio muchísimo morbo.Ava se derritió cuando lo vio besar cada trocito de su piel con devoción y también tomarse unos segundos para dejar besitos llenos de amor en su vientre.—Espero que estén bien dormiditos, porque papá tiene que hacer cosas muy malas con mami ahora y será mejor que no se enteren. –Susurró Derek contra la pancita de su mujer y después volvió a subir a su boca. –Te necesito. –Habló con ese tono dominante y posesivo que la volvía loca, llevando la mano de Ava a su polla que apretó los mu
Ava no dejaba de sonreír mientras seguía cada movimiento de las manos de Derek por todo su cuerpo, bañándola como lo hacía en la mansión.—Es difícil cambiar algunas costumbres, ¿verdad? —Dijo con un tono coqueto viendo aquella tentadora erección que la deslumbraba y Derek levantó el rostro para mirarla. —Te gusta bañarme.—Y a ti también te gusta que lo haga. —Afirmó Derek colocándose detrás de ella pasando el gel por sus senos, masajeándolos bien despacio. Le encantaba sentirlos en sus manos tan suaves y redondos. —Me fascina porque es el único momento en el cual no intentas dominar, me permites hacer lo que quiera contigo sin protestar o exigir nada.—Sí, haz lo que quieras. —Ronroneó Ava como una gata en celo cuando el miembro de Derek rozó su trasero y arqueó la espalda pidiendo más. —Puedes hacerme todo lo que se te pegue la gana ahora mismo.—Has escuchado mis pensamientos, nena. —Susurró Derek en su oído. —Jamás había estado con una mujer embarazada y no imaginaba que me senti