—¿Ya saben dónde está mi hija? –Preguntó Scott ansioso caminando por el aeropuerto de Abu Dabi, seguido por sus escoltas, mientras hacía una videollamada con Víktor que también se dirigía a su jet privado.—Está en una casa a las afueras de Washington, por la dirección Pitt averiguó que es la antigua casa de Vera Braun. –Contestó Víktor con la respiración acelerada dando varias órdenes y en ese momento alguien más se unió a la llamada.—Hoffman, nosotros estamos en Baltimore, llegaremos antes. –Aseguró Reich manejando la camioneta en la que iba con su hermano mayor.—Ava tenía razón, esa loca no iba a matarla directamente. –Dijo Víktor enojado.—Que no lo haya hecho no significa que no tenga la intención Víktor. Después de estos meses pensaba que esa loca se centraría en escapar del país, pero al parecer su obsesión la tiene cegada. –Habló Scott sentándose en el asiento de su jet.—Ese tipo de personas no pueden abandonar el pasado así sin más, no pueden continuar con sus vidas sabien
Tres meses después.–¿Cree qué está preparado para esto señor? –Preguntó un nuevo aprendiz de Stower y este puso los ojos en blanco.El chico no cerraba el pico y pasaba la mayor parte del tiempo haciendo preguntas, pero eso era importante si realmente quería saber cómo entrenar a una serpiente.–Trece ha nacido preparado, soldado. –Contestó el general con confianza y el chico hizo una señal a uno de sus compañeros para que abriera una celda, sacando de ahí a varios criminales armados con barras de hierro en el patio de la base.En el centro del patio se encontraba Derek, con unos pantalones de campaña, botas militares y sin camiseta. A pesar del frío que hacía él no revelaba ninguna reacción o incomodidad por la baja temperatura, solo tenía los ojos cerrados como si estuviera meditando.En cuestión de segundos Derek se vio rodeado por diez hombres que lo miraban extrañados preguntándose que estaban haciendo en aquel lugar y con qué propósito.–Estaba en muy malas condiciones cuando l
Días después Fabrizio De Santis había llegado a Estados Unidos para descubrir que las serpientes creadas por el Gobierno eran muchas más de las que él se había imaginado y la angustia de Ava solo aumentó mientras escuchaba todo lo que el italiano había descubierto sobre esa unidad especial que seguramente se había llevado al padre de sus hijos.—No recuerdo mucho de esa época de mi vida. –Confesó Fabrizio con rabia. –Todo lo que sé es lo que pude averiguar en los últimos años. Porque de aquel lugar, solo recuerdo las primeras torturas y nada más.—Derek me dijo lo mismo, que su pasado estaba sumergido en un pozo oscuro.–Declaró Ava y Fabrizio la miró intrigado.—¿Derek utilizó la palabra "pozo" para referirse a los años que estuvo desaparecido? –Se interesó Fabrizio y Ava asintió.—¡Sí, lo hizo, ¿por qué lo preguntas? – Cuestionó Ava con expectación.—No es una casualidad que lo haya hecho, así se llama el lugar donde mantienen a los exsoldados que han sido condenados por algún crimen
Cuando subieron a Derek al ring con las manos esposadas para demostrar sus habilidades enfrentándose a cuatro feroces luchadores, hizo exactamente lo que se esperaba de él y todos entendieron porque era La Mamba Negra pues sus cuatro adversarios terminaron muertos.El número de interesados en Derek era abrumador. Diversas personas influyentes querían tener a su servicio a un hombre con sus habilidades y eso era algo que Stower entendía bastante bien, pues tampoco quería perder a su serpiente.Todos los presentes se veían tentados a comprarlo, pero en el instante que los primeros posibles compradores recibieron la tarjeta con el exorbitante precio que habían puesto por aquella serpiente, muchos se echaron atrás. Aunque para Felipe la cifra no significa absolutamente nada.—¡¡Entiendo que es tu mejor hombre, pero lo que estás pidiendo por él es absurdo!! —Reclamó el subastador en privado a Stower. —¡¡Es la cifra más alta que he visto desde que llevo en este negocio, nadie pagará esa for
No muy lejos de allí, en una enorme mansión que había en las afueras de Nueva York propiedad de Sasha, todos estaban nerviosos esperando por Derek. Tanto los Vandrell, como los Hoffman y Víktor tenían un nudo en la garganta mientras esperaban noticias.–Ava debes calmarte, todo saldrá bien. –Aconsejó Kilian viendo lo intranquila que estaba su hermana.—No puedo Kilian, hasta que Derek no esté aquí con nosotros no podré estar tranquila. –Ava se limpió las lágrimas. —Después de todo lo que no has contado Fabri me desespera imaginar por todo lo que ha podido pasar Derek en los últimos meses.—¡Cariño, lo importante es que está de regreso, esta noche estará a salvo y podremos cuidar de él! —La consoló Alice. —Sea lo que sea que haya vivido Derek en ese lugar donde lo han encerrado, lo importante es que lo han encontrado y lo ayudaremos a superar todo.Después de dos horas esperando, desde que Felipe les había notificado que Derek dormiría en casa aquella noche, escucharon la caravana de c
Los brazos de Derek cada vez la apretaban con más fuerza, era como si tuviera miedo a soltarla. Ava sentía que él se agarraba a ella como si fuera su salvavidas y de cierta forma lo era. Derek estaba aterrado de volver a perderla, de sentirse solo otra vez y cada vez que sentía las pataditas de sus bebés su corazón, ese que se había perdido en un pozo oscuro, se recuperaba latiendo.Kilian se acercó por detrás de Derek sin hacer ningún ruido y miró a Ava esperando una señal de su hermana para sedar a Derek, pues en su estado no podían mantenerlo despierto por mucho más tiempo. Por el momento Ava tenía la situación bajo control, pero ese momento de lucidez de Derek podía ser inestable y no sabían cuánto tiempo duraría.Ava hizo un gesto con la cabeza indicándole a su hermano que podía actuar y Derek solo tuvo tiempo a llevarse una mano al cuello cuando notó el pinchazo, y segundos después se desplomó en el suelo inconsciente.De inmediato, entre Reich y Kilian se llevaron a Derek a una
Cuando Derek despertó dos días después, lo primero que notó antes de abrir los ojos fue el drástico cambio de temperatura. Se sintió en un ambiente cálido, nada que ver con el duro invierno de Alaska.Pero aún imaginándose que debía estar en un lugar diferente, Derek temió abrir los ojos y encontrarse con el rostro de Stower. La última vez que había logrado librarse del general su mente había bloqueado los recuerdos más traumáticos de que lo que había vivido mientras lo tenían como prisionero, pero en aquella ocasión no tuvo la misma suerte. Recordaba todo, cada tortura, lo momentos de desespero y el dolor de haber perdido a su hija y Derek apretó los párpados aguantándose las ganas de llorar al pensar en Reagan, pero también tenía el breve recuerdo de haber estado otra vez en los brazos de Ava, escuchar su voz y volver a sentir su calor. Entonces una imagen le vino a la cabeza, Ava estaba embarazada de…sus hijos, eso le había dicho ella, que eran sus hijos, de los dos.Derek se levan
—¡Es hora de despertar señorita! —Exclamó Kilian mientras abría las ventanas. —¡Arriba!Derek se sentó en la cama frotándose los ojos para adaptarse a luz tan fuerte que entraba y después levantó un poco la sabana para ver si no estaba desnudo como la última vez y Kilian se dio cuenta de eso soltando una risa.—Tranquilo no tuve la necesidad de volver a desnudarte. —Aclaró Kilian y Derek salió de la cama buscando una camiseta para vestirse. —La última vez lo hice porque necesitaba estar seguro de que no tenías un rastreador escondido en alguna parte del cuerpo.—No podía llevar ningún objeto del ejército puesto por si caía en manos enemigas. Encontrarían el chip, buscarían quién lo fabricó y llegarían al ejército rápidamente. Supongo que no querían que sucediera algo así ya que hasta las armas que debía usar estaban con sus números de serie raspados. —Explicó Derek y sus ojos se abrieron como platos, se impresionó de haber recordado algo con tanta claridad.—¡Increíble! —Sonrió Kilian