Enfrentamiento con el pasado
Esto saldrá mal.
—Debes de estar extrañado, nunca los he mencionado. No creí que fuera importante, hasta ahora.
—¿Perdón? —el rostro del hermoso hombre se contrajo en sorpresa.
Apretó ligeramente el brazo del desconocido, para que entendiera la silenciosa suplica que está le daba.
Se volvió hacia Ginny y Fred, esperando que el hombre a su lado siguiera su actuación. Por las expresiones un poco consternados de sus ex amigos, tal vez posiblemente estaban creyendo cada una de sus palabras—Él es... mi prometido ¿Verdad, amor? —volvió a girarse hacia el hombre, tirándole un beso en el aire. Rezaba por qué captará las señales—. Nuestro amor es tan grande ¿Cierto?
Él hombre carraspeó cuando ella se acercó más a su cuerpo, su mirada confundida desapareció, y una brillante sonrisa se hizo cargo de la situación.
—Claro, cariño. —miró a Ginny y Fred estáticos en su lugar—. Me extraño que nunca hablaras de ellos, lo recordaría perfectamente. Como todo de ti.
Callie quiso aplaudirse a sí misma, se había convertido en una mentirosa en todas sus letras.
El hombre se inclinó y dejo un beso en sus labios, dejando completamente sorprendida a Callie y a los espectadores.
¿Era un actor o estaba soñando?
De todos los hombres que estaban en el lugar, eligió al más descarado. No contaba con que el hombre encajará en el papel tan rápido, ni mucho menos que se tomará tantas molestias por hacerlo más real.
Estuvo a punto de hablar cuando se vio interrumpida por el desconocido y el magnetismo de su voz, que con una sonrisa amistosa se presentó ante Ginny y Fred.
—Grant, es un gusto conocerlos, y a su... mascota.
—Fred. —comentó, con recelo.
Ginny tras ver qué su prometido no hablaría más, tomo las riendas de la situación. —Es un gusto conocer al hombre que ha logrado mantener a Callie... muy enamorada.
—Sí, hemos estado juntos por... —hizo una pausa buscando alguna respuesta— mucho... muchísimo tiempo. Demasiado tiempo.
—Correcto, cariño. Demasiado tiempo para contar con ambas manos. —esta vez la acercó a él y postro en beso en su frente.
Este hombre era realmente bueno, sin duda les invitaría a unos tragos e intentaría sacarle los secretos para eliminar su patética improvisación.
—Grant es lo mejor que me ha pasado. —añadió mirando a los ojos a Fred—. Ya sabes... ni siquiera tiene comparación con mi pasado, tanto que no imagino a otro hombre que no fuera a Grant en mi vida. Él es... increíble y mejor que cualquier otro hombre.
—Eso es correcto, cariño. No existirá nadie más que yo en esa hermosa cabeza. —los labios de Grant se torcieron, en un intento de querer reírse. Pero no lo haría frente a sus nuevos amigos—. Pero debemos irnos, nuestros planes para la noche nos esperan. —dicho esto concluyó con un guiño, a sabiendas del pensamiento indecente que Ginny y Fred tendrían.
—Antes de que se vayan quisiera hacerles una invitación. —las comisuras de los labios falsos de Ginny se cargaron hacia arriba—. Me encantaría que se unieran para nuestra fiesta de compromiso, y posteriormente a nuestra boda.
—Lo siento mucho Ginny. —Callie hizo un mohín de tristeza—. Tenemos muchos planes por el momento.
—Se realizará dentro de 22 días. —exclamo—. Seguramente puedes hacer espacio en su apretada agenda.
—Oh, bueno... —¿Cómo saldría de esta? —. Ya que falta mucho... umm, bueno...
—Nos encantaría asistir a su boda ¿Cierto, cariño? —Grant interrumpió todo pensamiento de Callie—. Nos vendría bien.
—Okeeey. —Ginny se rió ente dientes—. Con esa respuesta no aceptaré una negativa de tu parte, Callie.
—Está bien.
—¡Te estoy enviando los detalles por correo! supongo que nunca lo has cambiado.
—No, sigue siendo el mismo correo. —murmuró, ahora no sabía qué hacer. Si escapaba, Ginny y Fred se darían cuenta. Pero lo único que pensaba era en escapar.
—¡Excelente! Te estoy enviando los detalles.
Callie puso una sonrisa falsa en su rostro. —Sí, los detalles ¡Estoy ansiosa que llegue el día! ¡No puedo esperar!
Cuatro pares de manos se estrecharon mutuamente, por lo que al final, Grant decidió concluir. —Fue un placer encontrarlos hoy, nos veremos en su boda.
—Claro. —la respuesta simple de Fred no paso por alto.
Ginny inspeccionó a Callie antes de darse la vuelta, por lo que ambas sabían el motivo. La sonrisa de Ginny no se comparó en lo más mínimo con el semblante lleno de pánico de Callie.
—Pero ¡qué ha pasado aquí! ¿Dónde está tu anillo?
—¿Anillo? —interrogo Callie.
—¿Tu anillo de compromiso? —aclaro Ginny dándole una sonrisa comprensiva, tomándola como una idiota.
—Mis joyeros lo están arreglando. —Grant respondió a la pregunta de Ginny—. Cuando compre el anillo de diamantes con incrustaciones de esmeraldas. —la miro brevemente a ella— como sus ojos. No pensé en las pequeñas y delicadas que son sus manos. En este caso a mi dama no le quedó su zapatilla.
Callie emitió una suave risa, como si recordara aquella escena. Las cosas estaban saliendo mejor de lo que esperaba.
Grant miró el anillo de Ginny. —Él anillo era demasiado grande y pesado para su mano, por lo que, reducir el tamaño es la única opción. Pronto volverá a estar donde pertenece. —tomo la mano de Callie y entrelazó sus dedos.
—Eso es perfecto. —Ginny alejo su mano con el anillo, de la vista de Callie y Grant, miedosa de que su brillante joya no fuera lo suficientemente grande. Cómo Grant describía el de Callie—. Nos tenemos que retirar ¡Nos vemos en la fiesta! —Ginny enredó su brazo al de Fred y juntos empezaron a desfilar hasta la salida.
—¡Gracias! ¡Gracias! —exclamo Callie cuando Ginny y Fred desaparecieron de su vista—. No esperaba que siguieras mi engaño con tanta facilidad ¿Eres actor? Por qué es la única lógica que encuentro.
—No soy ningún actor. —negó con su cabeza—. Pero siempre estoy dispuesto a ayudar a las chicas lindas que me toman del brazo para presentarme como su prometido. —ella sonrió ante su tono bromista—. Ayudarte es un placer, Callie.
Ella asintió, estando más tranquila en su presencia. Le diría que estaba loco por seguirla, pero le debía mucho en tan solo unos minutos, así que no le ofendería por salvarle el trasero.
—Gracias por eso. ¿Podría invitarte a un trago? ¿A comer? Cómo agradecimiento por supuesto. —ella levantó una de sus manos—. Sin coqueteos, ni nada por el estilo.
Grant miró su reloj. —Tengo algo de tiempo. —levantó su vista para clavar sus ojos en Callie.
—Hay una cafetería como a dos cuadras de aquí ¿Te parece? —ella se pasó la mano por su cabello, en un claro gesto de nerviosismo.
—Perfecto. —comento Grant, dándole una sonrisa brillante—. Muéstrame el camino.
Las relaciones y Callie son mezclas heterogéneasEl otoño estaba próximo en la ciudad, por lo que la mañana se encontraba un poco más fresca de lo normal. Callie y su falso prometido se adentraron a la cafetería, donde se ubicaron en una mesa cerca de la ventana, entre conversaciones banales y observaciones a las personas que caminaban apresuradas por las aceras.Kira se acomodó debajo de la mesa, mirando atentamente los movimientos de la calle y la recepción.—Gracias por haberme ayudado hace unos minutos. Puede que pienses que estoy loca, pero realmente no lo estoy... —se rió— no tanto.—¿Por qué estarías loca? ¿No hay nada de malo en presentar a un desconocido como tú prometido? Puede llegar a ser la nueva modalidad de los tiempos. —Callie no paso por alto su expresión burlona, por lo que ambos terminaron riéndose de sus tonterías.—¡No te burles!—Está bien, no lo haré. Pero al fin de cuentas puede ser que ambos seamos un poco locos. —Grant le guiño un ojo, tomando un sorbo de caf
Contigo Grant coloco ambos brazos sobre la mesa. —O talvez no, quizá si le guste participar en eventos como este. Ese lugar hace maravillas y puede que no sea tan malo. —Hombres defendiendo hombres. —Callie soltó una risita—. La fundación es asombrosa. Pero él no. Nunca faltan noticias suyas en los programas de chismes. Rubias, morenas, diferentes estilos para cada noche. Un hombre que seguramente estudio para recibir su fondo fiduciario y luego heredó una empresa. —Eso es muy detallado e interesante. —inquirió pensativo—. Si es así como lo piensas, asumo que él no estaba allí hoy. ¿Pero será parte de los que eligen... ehh, a la persona que ocupará el cargo? Sería bastante amigable conocerlo antes de definir su personalidad. —No es así. En todos los años que llevo en Blackstone industries, jamás se ha cruzado por su oficina. Dudo que tenga una, o talvez, por ser el presidente de la empresa. —Supongo que tienes un buen punto. —increpo, centrando su mirada en un joven que llevaba e
La cruda realidadCallie y los inicios de semana podían no ser compatibles, pero de cierto modo, su amiga Amber se las ingeniaba para arreglar su aspecto moribundo. Su cabello castaño estaba más ondulado que de costumbre, mientras que él maquillaje y sus efectivos poderes, lograban eliminar las densas bolsas oscuras debajo de sus ojos. Como una típica mañana de lunes, Amber dejo a su amiga frente al imponente edificio de Blackstone industries. Cómo parte del engaño, su amiga no colocaba la calcomanía de Uber hasta estar lo suficiente retirada de la zona, con el fin de mantener la fachada que Callie quería mantener en su trabajo.Con dos cafés adquiridos en una pequeña cafetería a pocos metros, se adentró más allá de las cristalinas puertas, para hacer la primera parada con una de sus personas favoritas: Juliet, la recepcionista.Juliet era una sencilla y humilde joven que había ingresado hace más de un año, con la esperanza de ascender cuando sea el momento adecuado. Por lo Callie en
¿Mi prometido es mi jefe?Las horas habían marchado rápidamente, al igual a la reunión, finalmente Callie y su equipo podían respirar tranquilamente.En equipo se encontraban recogiendo las cosas sobrantes para que todos pudieran volver a sus labores cotidianas. Justo cuando el elevador sonó captando la atención de todo el personal.Pero a Callie, le llamo más la atención los susurros cerca de ella, que el hombre de aspecto alto, de piel bronceada e impotente que caminaba hacia la sala de juntas.¿Quién es él?¿Qué hace aquí?No puedo creer que sea él.¿Cómo es posible?Es de ensueño.Callie no tuvo más remedio que mirar hacia la puerta, pero cuando lo hizo, sintió su pecho hundirse.Era él.Grant, el hombre que bajó del ascensor, era el que le había seguido el juego y las mentiras en el parque.Por su mente paso que el tipo era un acosador de alto nivel, del tipo horroroso y espeluznante. ¿Cómo se atrevía a presentarse aquí? Se encontraba con su equipo. Además, ¿Cómo demonios habían
Callie podía sentir que se encontraba en una superficie suave y acolchada, a diferencia del duro suelo en el que había caído antes de perder la conciencia. Aún con los ojos cerrados, distinguió como algo quisquilloso era pasado por su nariz, junto con otra sustancia que no era alcohol, pero lo suficientemente fuerte como para sacarla de su trance. Súbitamente, sus ojos se abrieron y se sentó con tanta rapidez que Grant no tuvo un reflejo para quitar su mano a tiempo. —¡Auch! —jadeó Callie de manera adormilada, llevando una de sus manos al puente de su nariz. —Lo siento, me tomaste por sorpresa. —manifestó Grant, dándole un poco de espacio. ¿Dónde carajos estoy? Se preguntó, teniendo breves flashes diciéndole a su jefe que era un loco acosador y psicópata. —Graham Blackstone. —murmuró para sí misma. Lo había arruinado todo, pensaba, maldiciendo en sus adentros por no haber cerrado la boca cuando le convenía. El día que decidía sacar sus pensamientos, era el día en que ocurría un
Reflexionando sobre las últimas 72 horas, Callie caminaba de un lado a otro por su oficina. Lo más probable es que formará un denso agujero en el piso con sus altos zapatos, pero por el momento, lo que ocupaba su mente, era más grande que eso. Sabía que su vida estaba llena de pequeñas fachadas, pero está última, lograba ponerla a prueba. Nunca se sintió mal por las cosas que hacía, sin embargo, tenía episodios de cansancio y frustración, que no eran tan frecuentes en su vida. Sabía que ya no podría evadir a Grant y la cena. Pudo haberse excusado diciendo que estaba con un dolor de cabeza, que realmente era una verdad a medias, por qué el golpe que había sufrido había sido bastante fuerte. Sin embargo, esta vez no tendría escapatoria.No paraba de pensar sobre que podía ponerse ¿Algo casual? ¿Elegante? Y lo más importante ¿Era una cita real? Negó con la cabeza, la forma en la que lo pidió se sintió tan real, que su mente se tendía a olvidar que solo era temporal, que Grant estaba en
—Blackstone es un hombre con suerte. —Juliet levantó su pulgar indicándole lo impresionante que se veía.—Te ves hermosa. —halagó Antonio.—Gracias. —Callie sonrió un poco tímida por los cumplidos. No se sentía cómoda con ellos, pero al parecer, hoy era el día en que sus conocidos los usarían.Eran más de la seis de la tarde, por lo que, Blackstone industries lucía sumido en el silencio, justo como las tardes de los martes.Agradecía un poco de que no hubiera tantos trabajadores, aunque sabía que se miraba bonita. No podía evitar sentirse insegura acerca de su nueva apariencia, a sabiendas de que los trajes de oficina son su zona de confort.Pero, sobre todo, se sentía nerviosa de lo que Grant dijera sobre su apariencia.Juliet señalo los ascensores. —Hubo una entrega mientras estabas afuera. Cerré la puerta y lo dejé en tu escritorio... —Juliet guiñó un ojo— disfruta.—Está bien, subiré a guardar estas cosas y le echaré un vistazo. Llevaba consigo más cosas de las que necesitaba par
—¡Mira a quienes tenemos aquí! —Ginny y su usual tono chillón, estaba amenazando en convertir su agradable cena en un fiasco—. ¿Cuáles son las probabilidades de toparse con ustedes? ¿Dos veces en la misma semana? Cuando nunca lo hemos hecho antes... ¡Es extraño y un poco raro!—Estoy de acuerdo. —concordó Callie en un murmullo, maldiciendo su mala suerte. —Es una grata coincidencia. —expresó Grant con una gran sonrisa—. Por lo general solemos quedarnos en casa. Ya saben... las cosas privadas de pareja. —insinuó, acariciando la mano Callie sobre la mesa. Con el pulgar, delineó el anillo de piedra fina, a sabiendas de que avecinaba la mirada de Ginny sobre la costosa joya. Ginny sonrió de manera maliciosa, primero daría una lucha, antes de ser derrotada. —¡Eso es casi como nuestros planes!. —se llevó la mano al pecho—. Preferimos estar en casa, en vez de salir, pero todo el mundo está en nuestra contra. ¡Siempre quieren invitarnos a todo! —la mirada de Ginny se dirigió al resplandecie