¿Por qué había aceptado?Callie tragó el nudo que se estaba formando en su garganta, se estaba arrepintiendo de dejarse persuadir por Grant tan fácilmente, pero no tenía escapatoria para esta situación.El corazón de la ciudad era bullicioso, pero a diferencia del fuerte ruido, su corazón amenazaba con ganar la batalla. Al traspasar las puertas de cristal del elegante edificio donde Grant habitaba, se vio rodeada por el silencio, que rápidamente fue acabado por el sonido de sus zapatos.Todo el lugar gritaba riqueza, algo que no era anormal en alguien como Grant.En la gran ciudad, las familias estaban acostumbradas a grandes espacios, ya sean apartamentos o mansiones. Callie imaginaba que, en un espacio como ese, cabrían los apartamentos de Amber, Joey y el suyo.Caso contrario para la gente que sobrevive cada día.Sabía que Grant le estaba dando su espacio, para que no se viera mortificada o presionada al tomar una decisión tan importante, como lo es vivir junto a tu prometido, que
Callie le había pedido a su hermana que se reuniera con ella en un restaurante local el sábado por la noche. Dispuesta a informarle que se mudaría al Penthouse de Grant.Algo que no era una simple decisión, ni algo que Joey se tomará a la ligera.Ambas han sido hermanas y vecinas, por lo que no ha existido una brecha tan larga o prolongada, y le preocupaba que su temporal mudanza pudiera provocar algún tipo de distancia con Joey.A medida que pasaban los minutos, sentía que se estaba acobardando, una sensación que se negaba a sentir, debido a las cosas y personas que pueden llegarse a perder.Solo por temer expresarte.Sermoneándose a sí misma, recordó estar metida en estos líos por sus brillantes ideas.Minutos más tarde, Joey apareció en la entrada del local, luciendo jovial y risueña con su aspecto. —Hola, hermanita. —expresó como un saludo, besando furtivamente la mejilla de Callie para proceder a tomar asiento.—Hola. —Callie sonrió.—¿Has hecho la orden? Tengo mucha hambre.—¿P
—¿Eso es todo? —preguntó Amber, cuando Callie le ayudo a cerrar la cajuela del elegante auto.—No necesitaré tanta ropa o accesorios, restan dos semanas para que esto acabe. —explicó.—No creo mucho eso. —tarareó Amber, hurgando entre sus cosas.—¿Qué quieres decir con eso? —inquirió Callie, levantando una ceja en su dirección.—Que Grant no te ve solo como una chica a la que quiere ayudar con su ex prometido y su antigua amiga. Ningún hombre lo hace solo por eso. Callie sabía que tenía razón, pero aun así no podía evitar sentirse tímida y preguntar.—¿Tú crees?Amber detuvo sus movimientos, solo para mirarlo directamente a la cara.—¿Qué piensas de Grant?—Él es un hombre muy atento, observador, cariñoso y tiene toques de simpleza, como si se le olvidara que es un multimillonario. Prefiere pizza y cerveza, en vez de algo elegante y refinado... —se mordió el labio—. Y es muy atractivo, cualquier mujer con dos ojos puede notar eso, y...—¡Stop! —Amber levantó su mano, deteniendo todo
A la mañana siguiente, Grant fue el primero en abrir los ojos y ser golpeado por la claridad de la luz de sol. Y luego, por la incomodidad de estar en una cama de aire.Kira había dejado sola a su dueña, y en algún intervalo de la noche, se las apiño para acostarse con él en la pequeña cama, creando una posición incómoda y una inclinación en el colchón.Por un segundo, extraño su cama matrimonial, cara y cómoda.Pero al levantarse y ver a Callie dormida y extendida, olvidó todo pensamiento de extrañeza, y su pecho desnudo se sintió caliente y apretado ante lo que miraba.Cabello desordenado.Labios entreabiertos.Las sábanas estaban apiladas a un lado, dejando a Callie solo en el delgado camisón que había decidido ponerse para dormir.Pero este se había subido hasta su cintura, revelando una simple braga blanca con una delgada tela de encaje.Callie era una chica especial, no cabía duda que entre más tiempo pasaba juntos, se cautivaba un poco más de ella.Su entrepierna estaba cobrand
Al encontrarse de nuevo en la habitación. Sola, avergonzada, y un semi estado de decepción. Callie se sumergió a analizar la ropa nueva que Grant había adquirido para ella.Mientras se debatía en cuál de los vestidos de etiqueta y estampado floral era el adecuado para usar, se llevó una mano a sus labios, señal de que sus pensamientos empezaban a desviarse hacia lo acontecido minutos atrás.Grant iba a besarla.Besarla sin estar en público.Grant había dicho que gustaba de ella.Debería estar gritando como una pequeña colegiala enamorada. Pero caso contrario, analizaba de manera cautelosa cuál sería su siguiente movimiento. Sinceramente, estaba buscando el coraje para volver a ver a Grant a la cara. Por qué después de ese roce, no encontraba su valentía para salir y tomar el desayuno junto a él.Se mordió el labio inferior, dándose por vencida con sus torpes y acobardadas decisiones.Aspiró una larga bocanada de aire, y con ello, ordeno lo que en su distracción había movido de manera
Después de soñar toda la noche con una dulce castaña en su cama, Grant comenzó con los pasos equivocados el lunes por la mañana. El colchón se había aplastado debido al peso extra de Kira y Conny.Por qué sí, su prima había sabido aprovechar la visita.El sueño de Grant era tan profundo, que ni siquiera sabía en qué hora de la madrugada había quedado durmiendo en el suelo.El sonido de sus huesos al estirarse profano el silencio de la habitación. Grant pasó una mano por su rostro, sintiendo lo doloroso que era hacer ciertos movimientos. Y entre ellos, la dolorosa extensión entre sus piernas.Ese era el peor inicio de semana que había tenido en toda su vida.Con pasos lentos se encaminó al baño, tratando de arreglar su muy pronunciada extensión. Por lo que, al cabo de algunos minutos salió de nuevo con la intención de despertar a Callie, quien, tras su llamado, abrió los ojos y le brindo una cálida y dulce sonrisa.Una sonrisa que se estaba acostumbrando a ver todas las mañanas.—Bueno
Se sentía bien.Por lo menos, desde el punto de vista de Grant. El tener acurrucada a Callie era una sensación completamente distinta al resto, como si estuviera destinada a estar allí.Aunque para ella, posiblemente pensara que es Kira a la que abraza como un panda a su árbol.Pero esperaba que ella estuviera en la misma sintonía cuando despertara.Por qué tal vez... Su situación podría ser más que una artimaña.Eso se decía a si mismo cuando cada acción que ella realizaba iba profundizando más sus sentimientos.Grant estaba enamorado de Callie.Pero antes de empezar a admitirlo en voz alta, necesitaba ganársela, y para ello, tendría que usar todo su armamento.No era una tarea fácil.Callie era especial, y con altas paredes que impedían que cualquier desconocido intentara hacerle daño.Y lo entendía.Quien no lo haría después de semejante engaño. La mayoría de personas a quienes les ofreció su confianza terminaron acabándola. Además, había sufrido la perdida de sus padres a tan temp
Reina de las mentiras—¡Dios! ¿Por qué mi suerte es tan mala? —Callie Evans quiso refunfuñar ante su malísima suerte. Tras hacer contacto visual con las últimas personas en el mundo que ansiaba ver.Ambos se acercaban con grandes sonrisas hacia ella.Con cautela y presunción, retrocedió suavemente algunos pasos. Queriendo poner un poco más de distancia por medio. Miro a su alrededor de manera inquisitiva, buscando una salvación.¿Cómo cojones haría para salir de esa situación? En ese momento quería volverse invisible ante la mirada de los halcones que querían ir tras ella. Pero, sobre todo, salir ilesa.Y entonces sucedió, su nombre saliendo entre chillidos de la boca de una víbora. Con el suficiente veneno para matar a todo el planeta. —¡Callie! ¡Hermosa! ¡Me alegra tanto volver a verte! ¡No puedo con la emoción!Al hacer contacto visual con la susodicha, se vio obligada a inclinarse para recibir un sonoro beso en su mejilla, y abrazo que dejó sin aire sus pulmones. Aunque eso no si