A la mañana siguiente, Grant fue el primero en abrir los ojos y ser golpeado por la claridad de la luz de sol. Y luego, por la incomodidad de estar en una cama de aire.Kira había dejado sola a su dueña, y en algún intervalo de la noche, se las apiño para acostarse con él en la pequeña cama, creando una posición incómoda y una inclinación en el colchón.Por un segundo, extraño su cama matrimonial, cara y cómoda.Pero al levantarse y ver a Callie dormida y extendida, olvidó todo pensamiento de extrañeza, y su pecho desnudo se sintió caliente y apretado ante lo que miraba.Cabello desordenado.Labios entreabiertos.Las sábanas estaban apiladas a un lado, dejando a Callie solo en el delgado camisón que había decidido ponerse para dormir.Pero este se había subido hasta su cintura, revelando una simple braga blanca con una delgada tela de encaje.Callie era una chica especial, no cabía duda que entre más tiempo pasaba juntos, se cautivaba un poco más de ella.Su entrepierna estaba cobrand
Al encontrarse de nuevo en la habitación. Sola, avergonzada, y un semi estado de decepción. Callie se sumergió a analizar la ropa nueva que Grant había adquirido para ella.Mientras se debatía en cuál de los vestidos de etiqueta y estampado floral era el adecuado para usar, se llevó una mano a sus labios, señal de que sus pensamientos empezaban a desviarse hacia lo acontecido minutos atrás.Grant iba a besarla.Besarla sin estar en público.Grant había dicho que gustaba de ella.Debería estar gritando como una pequeña colegiala enamorada. Pero caso contrario, analizaba de manera cautelosa cuál sería su siguiente movimiento. Sinceramente, estaba buscando el coraje para volver a ver a Grant a la cara. Por qué después de ese roce, no encontraba su valentía para salir y tomar el desayuno junto a él.Se mordió el labio inferior, dándose por vencida con sus torpes y acobardadas decisiones.Aspiró una larga bocanada de aire, y con ello, ordeno lo que en su distracción había movido de manera
Después de soñar toda la noche con una dulce castaña en su cama, Grant comenzó con los pasos equivocados el lunes por la mañana. El colchón se había aplastado debido al peso extra de Kira y Conny.Por qué sí, su prima había sabido aprovechar la visita.El sueño de Grant era tan profundo, que ni siquiera sabía en qué hora de la madrugada había quedado durmiendo en el suelo.El sonido de sus huesos al estirarse profano el silencio de la habitación. Grant pasó una mano por su rostro, sintiendo lo doloroso que era hacer ciertos movimientos. Y entre ellos, la dolorosa extensión entre sus piernas.Ese era el peor inicio de semana que había tenido en toda su vida.Con pasos lentos se encaminó al baño, tratando de arreglar su muy pronunciada extensión. Por lo que, al cabo de algunos minutos salió de nuevo con la intención de despertar a Callie, quien, tras su llamado, abrió los ojos y le brindo una cálida y dulce sonrisa.Una sonrisa que se estaba acostumbrando a ver todas las mañanas.—Bueno
Se sentía bien.Por lo menos, desde el punto de vista de Grant. El tener acurrucada a Callie era una sensación completamente distinta al resto, como si estuviera destinada a estar allí.Aunque para ella, posiblemente pensara que es Kira a la que abraza como un panda a su árbol.Pero esperaba que ella estuviera en la misma sintonía cuando despertara.Por qué tal vez... Su situación podría ser más que una artimaña.Eso se decía a si mismo cuando cada acción que ella realizaba iba profundizando más sus sentimientos.Grant estaba enamorado de Callie.Pero antes de empezar a admitirlo en voz alta, necesitaba ganársela, y para ello, tendría que usar todo su armamento.No era una tarea fácil.Callie era especial, y con altas paredes que impedían que cualquier desconocido intentara hacerle daño.Y lo entendía.Quien no lo haría después de semejante engaño. La mayoría de personas a quienes les ofreció su confianza terminaron acabándola. Además, había sufrido la perdida de sus padres a tan temp
Reina de las mentiras—¡Dios! ¿Por qué mi suerte es tan mala? —Callie Evans quiso refunfuñar ante su malísima suerte. Tras hacer contacto visual con las últimas personas en el mundo que ansiaba ver.Ambos se acercaban con grandes sonrisas hacia ella.Con cautela y presunción, retrocedió suavemente algunos pasos. Queriendo poner un poco más de distancia por medio. Miro a su alrededor de manera inquisitiva, buscando una salvación.¿Cómo cojones haría para salir de esa situación? En ese momento quería volverse invisible ante la mirada de los halcones que querían ir tras ella. Pero, sobre todo, salir ilesa.Y entonces sucedió, su nombre saliendo entre chillidos de la boca de una víbora. Con el suficiente veneno para matar a todo el planeta. —¡Callie! ¡Hermosa! ¡Me alegra tanto volver a verte! ¡No puedo con la emoción!Al hacer contacto visual con la susodicha, se vio obligada a inclinarse para recibir un sonoro beso en su mejilla, y abrazo que dejó sin aire sus pulmones. Aunque eso no si
Enfrentamiento con el pasadoEsto saldrá mal.—Debes de estar extrañado, nunca los he mencionado. No creí que fuera importante, hasta ahora.—¿Perdón? —el rostro del hermoso hombre se contrajo en sorpresa.Apretó ligeramente el brazo del desconocido, para que entendiera la silenciosa suplica que está le daba.Se volvió hacia Ginny y Fred, esperando que el hombre a su lado siguiera su actuación. Por las expresiones un poco consternados de sus ex amigos, tal vez posiblemente estaban creyendo cada una de sus palabras—Él es... mi prometido ¿Verdad, amor? —volvió a girarse hacia el hombre, tirándole un beso en el aire. Rezaba por qué captará las señales—. Nuestro amor es tan grande ¿Cierto? Él hombre carraspeó cuando ella se acercó más a su cuerpo, su mirada confundida desapareció, y una brillante sonrisa se hizo cargo de la situación.—Claro, cariño. —miró a Ginny y Fred estáticos en su lugar—. Me extraño que nunca hablaras de ellos, lo recordaría perfectamente. Como todo de ti.Callie q
Las relaciones y Callie son mezclas heterogéneasEl otoño estaba próximo en la ciudad, por lo que la mañana se encontraba un poco más fresca de lo normal. Callie y su falso prometido se adentraron a la cafetería, donde se ubicaron en una mesa cerca de la ventana, entre conversaciones banales y observaciones a las personas que caminaban apresuradas por las aceras.Kira se acomodó debajo de la mesa, mirando atentamente los movimientos de la calle y la recepción.—Gracias por haberme ayudado hace unos minutos. Puede que pienses que estoy loca, pero realmente no lo estoy... —se rió— no tanto.—¿Por qué estarías loca? ¿No hay nada de malo en presentar a un desconocido como tú prometido? Puede llegar a ser la nueva modalidad de los tiempos. —Callie no paso por alto su expresión burlona, por lo que ambos terminaron riéndose de sus tonterías.—¡No te burles!—Está bien, no lo haré. Pero al fin de cuentas puede ser que ambos seamos un poco locos. —Grant le guiño un ojo, tomando un sorbo de caf
Contigo Grant coloco ambos brazos sobre la mesa. —O talvez no, quizá si le guste participar en eventos como este. Ese lugar hace maravillas y puede que no sea tan malo. —Hombres defendiendo hombres. —Callie soltó una risita—. La fundación es asombrosa. Pero él no. Nunca faltan noticias suyas en los programas de chismes. Rubias, morenas, diferentes estilos para cada noche. Un hombre que seguramente estudio para recibir su fondo fiduciario y luego heredó una empresa. —Eso es muy detallado e interesante. —inquirió pensativo—. Si es así como lo piensas, asumo que él no estaba allí hoy. ¿Pero será parte de los que eligen... ehh, a la persona que ocupará el cargo? Sería bastante amigable conocerlo antes de definir su personalidad. —No es así. En todos los años que llevo en Blackstone industries, jamás se ha cruzado por su oficina. Dudo que tenga una, o talvez, por ser el presidente de la empresa. —Supongo que tienes un buen punto. —increpo, centrando su mirada en un joven que llevaba e