—Claro. Espero que me elijan para poder irme, es mi sueño —Milenq me sonrió con dulzura— ¿Te imaginas que me vuelva famosa?—Lo lograrás hermosa, juegas muy bien —muerdo mi labio inferior—¿Lo crees? —la miro con ilusión—Por supuesto. Necesitas tener fuerza de voluntad, no será fácil que te vayas por tanto tiempo, pero todo ese esfuerzo tendrá sus frutos en el futuro. Veni, acuéstate conmigo —dice saliendo de mis piernas y acostándose boca arriba sobre la manta luego de sacar el bizcochuelo.—¿Quieres charlar de esta manera ahora? —digo con una sonrisa traviesa mientras me acuesto a su lado.—No —ella gira su cuerpo y apoya su mano sobre mi pecho y la mitad de su cuerpo encima del mío—. Ahora si.—Ahora estamos mejor —digo besando su cabello.—¿Cómo te imaginas tu futuro? —pregunta comenzando a acariciar la piel de mis clavículas.—Me lo imagino feliz, con mamá acompañándome, Tamara en la tribuna —sonrió feliz—. Lo único que quiero es divertirme y poder vivir de lo que me gusta.—Si,
—De eso no hay ninguna duda, las dos se gustan —suspira—. Me pone contenta porque sé que ella es una buena chica, así que ahora te veo más feliz —me dice en forma de broma—No quiero pensar en eso pero sé que el tema está ahí. Aún siento que Lucrecia está en el medio—¿Porque lo estaría?—¿Podrías olvidarte de alguien de la cual estuviste enamorada por 2 años?—Milena no parece estar enamorada de Lucrecia, al menos no como lo planteas. Sé que por ahí no es difícil ignorar esas cosas pero solo tenés que mirar hacia delante, intentar las cosas. Milena ahora te está dando una oportunidad y creo que las dos están interesadas en eso, entonces simplemente deja que Lucrecia haga lo que quiera con su vida y ustedes dos llevar las cosas con calma nada más.—Sí lo sé y eso intento pero bueno a veces no puedo evitar pensarlo. Aunque no sé cómo serán las cosas después de que volvamos al pueblo, después de que las vacaciones terminen.—Si de algo estoy segura es que vas a pasar tu último año en l
Narrador omniscienteCreo que en el momento en el que regresaron a su casa es cuando Karen se dio cuenta de cuánto Carlos había arruinado su vida. Durante tantos años normalizó tantas actitudes y creo que hasta podría decirse que lo ignoro completamente pero pensar que Cristian había sido su amigo desde que era muy pequeña y se separaron por algo tan simple la hacía sentir un poco mal y realmente desearía en algún momento poder arreglar las cosas.Después de ese momento no hubo algún otro incómodo, creo que las familias eran demasiado simples y no tan rencorosas como para tratarse mal frente a las chicas a pesar de todo.Y por qué mentir, a Cristian también le afectaba todo lo que había pasado el había querido como una hermana pero en ese momento sabía que era una estupidez intentar que razonar. Es una lástima que se haya dado cuenta tantos años después pero todavía habido oportunidades siempre hay oportunidades.Pov SeleneDespués de haber pasado los mejores días de mi vida ahora me
—Ella no, pero si la directora. Esa mujer si que es hermosa.—¿Sabias que ella es lesbiana?—¿Es real? —pregunto divertida y ella asiente—¡No puedo creerlo!—No te ilusiones, está casada —se burla—¡Maldición! —fingí decepción y ella me empujó suavemente con su hombro mientras me reía—Te ves hermosa- —imité la voz de Lucrecia—No lo dijo así —rió divertida— ¿Te has puesto celosa?—No tengo porqué ¿O si? —le doy una pequeña mirada antes de mirar esquivar el árbol del frente—¿Eres mi novia ahora, no? —sonrío cuando escucho eso.—¿Si? Creí que eras mi novia solo en Santa Verónica — ella comenzó a reír.—Cállate, idiota —murmura antes de comenzar a correr a toda velocidad.Correr mientras no paras de reír no es una buena idea, pero de todas formas la alcancé, dejando un beso en su mejilla antes de seguir con el ejercicio.Después de dar las tres vueltas tuvimos que dividirnos en grupos por las que jugábamos para el equipo y las que solo hacían gimnasia normal. Me dediqué a mirar a mi he
—¿Quieres ir a mi casa? —me mira—. Karla está horneado algunas galletas y estoy seguro de que a Milena le encantará que nos acompañes—Tengo que llamar a mi mamá —le digo moviendo mi pierna nerviosa.—Si, no te preocupes. En cuanto llegamos te presto mi celular y la llamas.—Gracias, por todo —le digo avergonzada—No te preocupes —sonríe— ¿Te duele?—Si, un poco —murmuro—Te daré hielo. Si querés te acompaño a hacer la denuncia, no debes permitir que pueda acercarse a ustedes—Si, eso estaría bien.Fue bastante vergonzoso tener que explicarle al comisario lo que había pasado, pero tenía que hacerlo, sino él no se cansaría hasta hacernos un daño mayor. No me quitó tanto tiempo como creía, en cuanto menos me lo esperé, ya estacionamos fuera de la casa de Milena.—¿Qué te pasó? —ella corrió hacia mí en cuanto me vio abrir la puerta principal.—No es nada —murmuro—Selene ¿Quién te hizo? —acarició mi mejilla sana dulcemente y noté como sus ojos se cristalizaron—Mi padre —susurré—. Pero n
Sus labios dejaron los míos y entonces comenzó a repartir besos a lo largo de mi mandíbula mientras mantenía los ojos cerrados.La temperatura de mi cuerpo estaba subiendo cada vez más, todas estas sensaciones eran tan nuevas para mí, jamás había llegado a este límite.No había tenido más que algunos besos, pero sin dudas nada se compara a con estos.En el momento en el que sus labios chuparon la piel expuesta de mi cuello, mi cuerpo reaccionó por si mismo y mis caderas se levantaron para chocar contra su muslo.Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal y comencé a sentir como mi intimidad palpitaba. Sus besos me estaban matando y ¡Dios! Se sentía tan bien. Su mano fue hacia el costado de mi cintura, acariciando y sosteniendo para que siguiera con mis movimientos, la fricción me estaba matando. Alcancé su mano y la bajé para que pudiera tocarme el trasero sientiendo como ella sonreía contra mi piel y comenzaba a acariciarme por arriba de short. Jadeé en sus labios cuando me dio un
Previamente...Narrador omnisciente.El cuerpo de Abi chocó contra la vieja puerta de madera mientras que Alison la arrinconaba contra su cuerpo con besos desesperados. Sus lenguas se entrelazaban entre sí, sus manos recorrían el cuerpo de la otra mientras que los botones del pantalón de la morena eran desabrochados.—¿Crees que sea una buena idea? —pregunta Abi con una pequeña risa mientras permite que Alison le baje el cierre.—Este aula está abandonada desde hace tiempo, nadie viene por acá —murmura contra sus labios.Su relación no había ido más allá de salir un par de veces, sino que era la primera vez que tenían un acercamiento más íntimo por así decirlo. Alison la invitó a su casa durante las vacaciones, pero nada más que eso, solo besos. Sinceramente Abi a veces se sentía un poco culpable por estar jugando a un juego muy peligroso con Lucrecia. Porque aunque no se habían vuelto a ver desde ese día del beso en el pasillo, tampoco le había dado un alto para que dejara de seguirl
—Bueno, tampoco soy un fantasma para que me mires así —una pequeña sonrisa salió de sus labios.—Creo que es hora de irme —murmura Damián—. Compraré unas pizzas para más tarde ¿Te quedas? —pregunta mirando a Milena.—Si, acabo de decirle a mis padres —sonríe—Perfecto. Ahora me voy a ver a Chris un rato—¿Vas ahora porque mi tío comienza su turno? —ella levanta una ceja divertida.—Exacto, eres inteligente —responde con una carcajada—. Primita, nos vemos luego —me mira guiñando un ojo y sale por la puerta.Sentía un frío en toda la espalda, de repente había sudado todo lo que no sudé ayer en el entrenamiento, tenía la piel de gallina y mi pierna derecha no dejaba de rebotar contra el suelo. Sabía que este momento llegaría, de todas maneras debía hacerlo, pero no estaba segura de que si estaría preparada alguna vez.Bajo la mirada y entrelazo mis manos, apretando el agarre para poder tranquilizar mi corazón, este sería un momento determinante para todo.—¿Sel? ¿Qué es lo que pasa? —mis