—¿Quieres ir a mi casa? —me mira—. Karla está horneado algunas galletas y estoy seguro de que a Milena le encantará que nos acompañes—Tengo que llamar a mi mamá —le digo moviendo mi pierna nerviosa.—Si, no te preocupes. En cuanto llegamos te presto mi celular y la llamas.—Gracias, por todo —le digo avergonzada—No te preocupes —sonríe— ¿Te duele?—Si, un poco —murmuro—Te daré hielo. Si querés te acompaño a hacer la denuncia, no debes permitir que pueda acercarse a ustedes—Si, eso estaría bien.Fue bastante vergonzoso tener que explicarle al comisario lo que había pasado, pero tenía que hacerlo, sino él no se cansaría hasta hacernos un daño mayor. No me quitó tanto tiempo como creía, en cuanto menos me lo esperé, ya estacionamos fuera de la casa de Milena.—¿Qué te pasó? —ella corrió hacia mí en cuanto me vio abrir la puerta principal.—No es nada —murmuro—Selene ¿Quién te hizo? —acarició mi mejilla sana dulcemente y noté como sus ojos se cristalizaron—Mi padre —susurré—. Pero n
Sus labios dejaron los míos y entonces comenzó a repartir besos a lo largo de mi mandíbula mientras mantenía los ojos cerrados.La temperatura de mi cuerpo estaba subiendo cada vez más, todas estas sensaciones eran tan nuevas para mí, jamás había llegado a este límite.No había tenido más que algunos besos, pero sin dudas nada se compara a con estos.En el momento en el que sus labios chuparon la piel expuesta de mi cuello, mi cuerpo reaccionó por si mismo y mis caderas se levantaron para chocar contra su muslo.Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal y comencé a sentir como mi intimidad palpitaba. Sus besos me estaban matando y ¡Dios! Se sentía tan bien. Su mano fue hacia el costado de mi cintura, acariciando y sosteniendo para que siguiera con mis movimientos, la fricción me estaba matando. Alcancé su mano y la bajé para que pudiera tocarme el trasero sientiendo como ella sonreía contra mi piel y comenzaba a acariciarme por arriba de short. Jadeé en sus labios cuando me dio un
Previamente...Narrador omnisciente.El cuerpo de Abi chocó contra la vieja puerta de madera mientras que Alison la arrinconaba contra su cuerpo con besos desesperados. Sus lenguas se entrelazaban entre sí, sus manos recorrían el cuerpo de la otra mientras que los botones del pantalón de la morena eran desabrochados.—¿Crees que sea una buena idea? —pregunta Abi con una pequeña risa mientras permite que Alison le baje el cierre.—Este aula está abandonada desde hace tiempo, nadie viene por acá —murmura contra sus labios.Su relación no había ido más allá de salir un par de veces, sino que era la primera vez que tenían un acercamiento más íntimo por así decirlo. Alison la invitó a su casa durante las vacaciones, pero nada más que eso, solo besos. Sinceramente Abi a veces se sentía un poco culpable por estar jugando a un juego muy peligroso con Lucrecia. Porque aunque no se habían vuelto a ver desde ese día del beso en el pasillo, tampoco le había dado un alto para que dejara de seguirl
—Bueno, tampoco soy un fantasma para que me mires así —una pequeña sonrisa salió de sus labios.—Creo que es hora de irme —murmura Damián—. Compraré unas pizzas para más tarde ¿Te quedas? —pregunta mirando a Milena.—Si, acabo de decirle a mis padres —sonríe—Perfecto. Ahora me voy a ver a Chris un rato—¿Vas ahora porque mi tío comienza su turno? —ella levanta una ceja divertida.—Exacto, eres inteligente —responde con una carcajada—. Primita, nos vemos luego —me mira guiñando un ojo y sale por la puerta.Sentía un frío en toda la espalda, de repente había sudado todo lo que no sudé ayer en el entrenamiento, tenía la piel de gallina y mi pierna derecha no dejaba de rebotar contra el suelo. Sabía que este momento llegaría, de todas maneras debía hacerlo, pero no estaba segura de que si estaría preparada alguna vez.Bajo la mirada y entrelazo mis manos, apretando el agarre para poder tranquilizar mi corazón, este sería un momento determinante para todo.—¿Sel? ¿Qué es lo que pasa? —mis
—¿Como que?—Como la seguridad en ti misma, bebé. Eres hermosa, tienes unos ojos bellísimos, tu cabello es increíblemente lacio, tu boca hermosa me encanta, tu cuerpo es perfecto. Debes confiar más en lo que eres, porque Sel, pocas personas son como tú eres. Así de buenas, de comprensivas y nadie puede quitarte eso, por más de que se burlen de tu o no te entiendan.En un rápido movimiento se sentó sobre mis muslos y atrajo mi cuerpo contra el suyo, apoyando mi cabeza en su pecho para poder abrazarme. Sentí tanto alivio interno cuando ella hizo eso, cuando pienso en sus palabras y en sus ojos atentos a lo que le estaba contando.¿Como es que esta mujer es real?Levanté mi cabeza para mirarla luego de unos largos segundos, ella sonrió de lado y atrajo mi rostro contra el suyo, tomando mis labios en un beso dulce y lento. Esto era todo lo que necesitaba, Milena había demostrado que realmente me quería a pesar de todo. Durante días y días me torturé con la idea de que ella no lo entienda
Milena comenzó a reír y besó sus labios, pensando en lo tierna que se veía con las mejillas sonrojadas. Ambas se separaron algunos minutos después, cuando se hizo la hora de irse del colegio, el otro turno tendría que comenzar.—¿Vienes a casa en la noche? —pregunta Selene mientras caminan por el pasto.—No lo sé. Quizás mañana, mamá no me deja quedarme a dormir tanto en otras casas.—Si no nos podemos ver un rato antes de la escuela —Milena sonríe y levanta las cejas.—Podemos vernos más tarde.—Tengo que ir al taller —tuerce la boca—Pero te mando un mensaje.—¿Ya tienes el celular nuevo?—No, pero Damián dijo que iría por él a la ciudad así que supongo que lo traerá en unas horas.—Uhhh eso es bueno —sonrió—. Bueno, tengo que ir a casa y vos a darte una ducha —dice mirándola con una sonrisa.—Te quiero y nos vemos después —dice antes de besarla.—¡Me bañas de sudor! —dice con una carcajada mientras que Selena la abrazaba—. Cuídate y también te quiero ¡Ponte el casco! —grita antes de
—¿A donde vas? —le pregunta Selene cuando va llegando hacia él.—Tengo que algo importante ¿Te quedas? —pregunta mientras la mira brevemente.—Uhm, si. Claro —ella lo mira extrañaba mientras su tío se va sin decir más.Javier se subió a la camioneta deseando que su hermano no haga ninguna estupidez. Porque aunque Sebastian sea su amigo y lo suficientemente paciente como para esperar por él, sabía que si Carlos se pasaba de rosca con él iba a golpearlo. Pensó que después de todo había sido una buena idea decirle que Sebastian lo estaba buscando porque con lo cagón que era Carlos era obvio que correría hacia él para suplicarle que lo esperara un poco más con la deuda. Simplemente porque no sabía que su hermano se había encargado de saldarla, en parte para no quedar mal con su amigo y también para salvarle el culo una vez más.Miró la casa de Sebastian un poco sorprendido, había crecido lo suficiente en el último año. Ellos generalmente se veían en el pueblo o en el taller, pero no iba m
Cuando escuché el sonido del auto de mi mamá estacionarse, me levanté de la silla para ir a preparar el desayuno y de paso hablar un poco con ella antes de que se vaya a dormir.—Buenos días, bebé ¿Que haces despierta tan temprano? —preguntó dejando su mochila en el sofá—No dormí, me quedé haciendo un trabajo práctico.—Creí que irías a dormir a la casa de tu novia. No tenés que hacer eso Selene ahora estarás en la clase más muerta que viva.—De hecho, ella está aquí —dije prendiendo la cafetera —. Y no, puedo prestar atención perfectamente.—¿Ella aún duerme?—Si, todavía es temprano.—¿Puedo hablar contigo? —me preguntó al sentarse en la mesa—¿Pasó algo? —frunzo el ceño mientras la acompaño en la isla de la cocina.—No, no. Solo quería recordarte que ahora que Mariana sabe y todo eso, deberás... cuidarte.—¡Mamá!—Te hablé toda la vida sobre métodos antconceptivos y ahora que tienes una novia, sería bueno que lo recuerdes —ella saca algo de su mochila y abro los ojos al notar que