Lucrecia le cerró la puerta en la cara, no quería escucharlo. Ella había escuchado una llamada telefónica y notó la voz de su padre, ella podía reconocer cuando un hombre hablaba con alguna persona que le gustaba.Quizás para ella sea un misterio por mucho tiempo, pero seguramente se sorprendería al darse cuenta.La rubia tomó un bolso grande y comenzó a meter toda la ropa que veía a su paso, al menos se quería ir por unos buenos días a la casa de su amiga, ya no soportaba que su padre intente meterse en su vida. Quizás Agustin no era un amigo prodigio, pero la quería y la cuidaba y nadie podía obligarla a dejar de verlo. Antes de salir miró por la ventana, notando como su padre estaba saliendo con ropa deportiva, él se iba a correr por el pueblo, como siempre lo hacía y esa era una buena oportunidad para largarse sin reproches.Tampoco es como si la casa de Tatiana quedara tan lejos, simplemente unos diez minutos en auto. Ella llegó, abriendo la puerta sin siquiera tocar, esa una cos
15 de abril del 2022El abrigo de piel es deslizado por sus hombros desnudos, dejando ver sus lunares y el tatuaje de su espalda. Los zapatos resuenan en el suelo de madera mientras entra al largo pasillo del club.Otra noche más, otra performance, dinero volando, miradas lujuriosas, sensualidad y excitación.Michelle estaba lista, ella estaba preparada para lo que venía el día de hoy.Un club exclusivo y sofisticado, las bailarinas de allí eran elegidas con mucho criterio, las mismas firmaban un contrato y mantenían su anonimato al bajar del escenario. Por eso mismo tenían acceso directo desde el estacionamiento al corredor privado para que solo ellas pudieran entrar sin ser vistas por los clientes.Al firmar el contrato de exclusividad, ellas estaban seguras, bien pagadas y su nombre no era develado a nadie, ni siquiera por toda la suma de dinero que los hombres de élite podrían pagar. Russel, el dueño del club, sabía muy bien cuánto dinero les traía esos espectáculos y por eso se pr
—Cariño, soy yo —el hombre la mira con una sonrisa divertida mientras frota su piel—¿Que carajo, Louis? ¿Porqué te apareces de esa manera?—Creí que sería lo mejor para que no nos vieran por las cámaras —sonríe—. Y no grites amor, Josh se dará cuenta —le dice refiriéndose al guardia que custodia la puerta que va desde el estacionamiento al pasillo privado de las strippers—. Conduce, ve hasta la otra calle.A pesar de tener el corazón acelerado, Michelle enciende el motor y comienza a salir de allí, mirando y saludando a Josh antes de alejarse. Una sonrisa se instala en su rostro cuando el hombre comienza a moverse hacia el asiento del copiloto, intentando no tocar nada que les provoque problemas. Ella se estaciona dos calles más adelante, fuera de la vista de Russell y se gira para r
13 de enero del 2022 El celular de Michelle suena en su bolsillo, de camino al club. Ella da un largo suspiro cuando detiene el auto en el estacionamiento y antes de bajar decide averiguar de quién se trata, quizás Olivia necesite algo. Se sorprende al saber que es Nick, hacía tiempo de que él no se contactaba y temía de que algo haya ocurrido. Inmediatamente le devuelve la llamada y espera a que él atienda, por lo que comienza a mover su pierna con nerviosismo. —Cielos, Mich. He intentado contactarme contigo toda la tarde. Y hola, por cierto. —Me asustas, Nick. ¿Sucedió algo? ¿Tu madre está bien? —Si, ella está perfecta. Se trata sobre ti —ella frunce el ceño —¿Sobre mi? ¿Que ocurrió? —Hubo alguien por el barrio que preguntaba por ti, tenía una foto algo vieja, pero sé que se trataba sobre ti —ella está aún más confundida —¿Estás segura de eso? —Hermana, nos conocemos desde hace muchos años, todavía recuerdo tu rostro cuando llegaste. Sé que se trataba sobre ti, pero no entie
La vida de Michelle no era como todo el mundo imagina, al menos como las personas que la miran arriba del escenario piensan. Ella no estaba siempre de fiestas, ni se sentía la reina del mundo dentro de su vida, ni tampoco le gustaba seducir hombres para obtener dinero. Michelle era una mujer común, de veintiséis años, una vida tranquila, quizás con un pasado alocado y misterioso, pero su vida actual es como la de cualquier otro. Ella no tenía compromisos con nadie, no porque odiará el amor y a las personas, sino porque estaba muy ocupada y ninguna pareja podría aceptar lo que ella hacía los jueves por la noche. Tenía grandes problemas a solucionar, no quería sumar otro más. Tenía un trabajo normal en la semana, su única amiga no tenía ni idea del club, ni de su nombre artístico, Michelle no tenía familia y la única persona en la que podía confiar era Olivia. No hay mucho que decir sobre ella, al menos dentro de lo que la bailarina quiere revelar por el momento. Aún hay un gran mis
Sus ojos la observan, ella lleva una leve capa de maquillaje, aunque nada comparado a como estaba aquella noche, lo que increíblemente la hacía ver aún más bella. Notar sus facciones, sin aquel antifaz que tapaba su rostro era lo que lo había dejado con la boca abierta. Con la oscuridad de aquella noche no la había podido ver con demasiada claridad y ahora estaba frente a él, cuando creyó que no la volvería a ver al menos que fuera al club otra vez. Antes de que sus piernas reaccionen, las puertas metálicas del elevador se cierran, haciéndola desaparecer de su campo de visión mientras que su corazón se acelera. —¿Porqué estás como si vieras un fantasma? —pregunta la niña mientras aprieta el agarre de su mano —Kendall —murmura el hombre La frente de Francis se arruga al escuchar el nombre y justo cuando quiere decir algo, la presencia de Zoe los interrumpe, entonces cierra la boca y comienza a acomodar su cabello. —Quédate un momento con el tío Francis, pequeña —Louis mira hacia L
Un hombre de seguridad es el que los acompaña hacia la mesa VIP que Jane había reservado con anterioridad.La mujer había escuchado cuando Francis propuso salir y antes de que le dijera al rubio entre risas de que no terminaría de nuevo en aquel club de strippers que la había llevado la última vez, buscaría alguno que sea para que todos pudieran pasar una buena noche.—Este club también es de Russell, así que no me quejo —responde Francis con una sonrisa burlona cuando Jane lo molestaba con el club de strippers.—¿Que te hizo pensar que me gustaría ir a ese club la primera vez que salimos juntos? —dice ella entre medio de risas—Hey, es un buen club. Fuimos antes de las presentaciones, no tengo la culpa de que te hayas querido quedar después de medianoche.—&iqu
Louis curva sus labios y los reclamé luego, tratando de encontrar las palabras adecuadas para decirle a esa bella mujer.Michelle por otro lado se mantiene en el asiento, clavando sus tacones en uno de los soportes mientras espera por su respuesta.—¿Y porque no? —responde él— ¿Ser bailarina no te hace una persona interesante?—No creo que de las que te puedan interesar.—Eso deja que lo descubra. Y por cierto, bailas increíble, eso es algo extra que tienes —sonríe—¿Cuál es el juego? —ella entrecierra los ojos—. ¿Cuál es tu plan?—¿Mí plan? ¿Cuál plan?—¿Pretendes chantajearme con decirle a Russell? ¿O quizás sacar provecho de algo más? —Louis