Lentamente aflojo el agarre que tengo sobre su cuerpo y doy un tentativo paso hacia atrás para liberarlo y es así como veo como el cuerpo de Malcom se gira y en menos de dos segundo tengo esos hermosos ojos azules viendome con fijeza.Recorren cada centímetro de mi rostro, deteniéndose en mis lágrimas que corren libres por mis mejillas, hasta que terminan fijos en los míos, su mirada parece menos enojada que hace un momento, pero sigue pareciendo distante y Dios como lo odio.—Lo lamento— vuelvo a decir como disco rayado y él solamente me mira. Sus ojos parecen querer atravesar mi cabeza y saber todo lo que tengo dentro.—¿Qué es exactamente lo que lamentas, Juls?— Nunca pensé que extrañaría tanto un apodo como ahora, porque justo en estos momentos quiero oírlo llamarme niña buena, en lugar de Juls.No se como empezar a explicar la situación. Cómo decirle que el miedo que he sentido no ha venido de él, sino del hecho de que la situación me trajo malos recuerdos. No se como hacerlo p
MalcomMe duele. Siento un escozor atravesar todo mi pecho e instalarse duramente en mi corazón, mientras sostengo a Juls contra mi. Ella, aunque ha dejado de llorar, está temblando mientras se aferra con todas sus fuerzas a mi cuerpo y eso me está matando. Cuando la traje aquí abajo imaginé que las cosas iban a terminar muy, muy diferente, pero Dios, nunca imaginé, ni por un segundo, que ella iba a sentirse así. No pensé que el miedo la persiguiera, que el trauma era tan grande. Tengo tantas ganas de saber quién es el hijo de puta que la ha lastimado y hacerlo pagar, que puedo sentir como mi cuerpo tiembla de la rabia que estoy conteniendo.Ella estaba aterrada, Joder, aterrada de verdad y la manera en que me dijo “no eres él” fue directo a mi corazón y en ese momento, fue en ese instante en el que supe que ya no iba a seguir tratando de mentirme al decir que esto era algo ocasional, la verdad es que me importa un bledo no ser el principe de los cuentos, porque me he dado cuenta qu
MalcomJuls está llevando el bikini de dos piezas más recatado de los dos, es de un lindo color aguamarina y se ajusta a su piel acaramelada de manera perfecta.Encima tiene puesto una salida blanca manga larga que debe estár haciendo poco para protegerla del frio, pues viene con un escote arriba que me deja ver un poco los triangulos de arriba que revelan todo lo que esconde la niña buena y cuando mis ojos empiezan a bajar, puedo sentir como la sangre se me calienta, porque Joder, ella es un maldito paraiso. Sus ojos se fijan en mí y noto con placer como su cuello y mejillas se sonrojan al verme, pero no se echa para atrás. Me sostiene la mirada mientras juega con sus manos en un acto de nerviosismo que me tiene sonriendo como idiota.Camino hacia ella con pasos lentos y siento como la sonrisa empieza a crecer en mi rostro, pero no puedo evitarlo. Ella no se ha movido un solo centímetro de su lugar, sus ojos siguiendo cada uno de mis movimientos y admirando mi torso desnudo y joder
JulsNi siquiera tengo tiempo de asimilar bien sus palabras cuando vuelvo a sentir sus labios sobre los míos, esta vez mucho más hambrientos que hace un momento, y Dios la verdad es que me estoy volviendo adicta a sus besos, por lo que abro mi boca sin queja alguna para recibirlo. El beso es fuerte, profundo y me tiene jadeando, en especial cuando siento su lengua rozar la mía en una caricia que me hace estremecer y gemir al mismo tiempo.Mis manos curiosas empiezan a moverse por su cuerpo mojado, sintiendo cada uno de los músculos de su abdomen hasta que las llevo hasta su cuello y las enrosco ahí con tanta naturalidad, que se que debería sentirme preocupada, pero la verdad es que no me importa. Ese es el efecto que él tiene sobre mí, hace que todo deje de importarme.Sus manos bajan de mi espalda a mi cintura y las siento moverse más abajo hasta que rozan mi trasero, y eso hace que mi parte más sensible palpite con fuerza y un gemido vergonzoso salga de mi, pero no tengo tiempo d
MalcomA pesar de todo lo sucedido, el paseo terminó bastante bien. Aunque el inicio no fue el esperado y sigo esperando mi oportunidad para saber quién es la basura que ha lastimado a Juls y qué mierda fue lo que le hizo con exactitud, el resto de la tarde terminó por eclipsar lo malo. Ella disfrutó completamente tanto del rato en la piscina, en donde prácticamente mi miembro estaba por explotar, como del atardecer, que era la principal razón por la que quería traerla. Ya son las cinco de la tarde y estamos de regreso en tierra firme, ambos nos hemos vuelto a cambiar pero sé que el frío lo seguimos sintiendo hasta en los huesos, por lo que decido que lo mejor es regresar de momento al hotel y descansar un poco. Además, no olvido la petición de la buena niña, y ciertamente pienso cumplir mi promesa.Ella está de pie a mi lado sosteniendo con fuerza su abrigo que no la cubre para nada mientras yo le entrego las llaves al idiota mirón que más tempranos nos hizo entrega, lleva el cabe
MalcomEn los veinte minutos que dura el camino al hotel puedo notar que la niña buena está más nerviosa de lo que quiere aparentar. Cada tanto estruja sus manos y sus ojos van cada dos segundos hacia donde me encuentro, solo para desviar la mirada de inmediato como si no quisiera que yo lo notara. Por mi parte me he mantenido sereno. No es un secreto que ella me pone tan duro como una piedra y que al parecer despierta en mí un instinto de protección que no había tenido nunca con nadie fuera de mi familia. Pero no quiero que esté predispuesta, no quiero que piense que voy a llegar simplemente a desnudarla y comermela viva. Que, aunque es lo que quiero, también quiero que ella lo disfrute. Que se sienta cómoda y feliz.Cuando bajamos del uber sin preguntar la tomo de la mano para llegar juntos a la habitación. Ella me regala una mirada curiosa y yo simplemente me limito a sonreírle y me complace notar que ella se relaja un poco cuando me regresa el gesto. Al momento de entrar en
MalcomMi voz ya no se escucha tan calmada y pausada como quiero, pero a estás alturas es imposible conseguirlo.Ella intenta alejar la mirada de mi, pero yo sostengo su rostro entre mis manos y hago que sus ojos impacten con los míos.—Nada de lo que haya pasado es tu culpa— le digo y me mata, en realidad me mata ver cómo sus ojos se enrojecen— Yo estoy aquí para ti, pequeña. Para escucharte, para apoyarte y para ser y hacer todo lo que tu quieras.Ella toma un respiro profundo y cierra los ojos por unos segundos antes de volver a abrirlos y dejar su mirada fija en la mía.—Él empezó a prohibirme cosas— me dice y tengo que obligarme a no maldecir en voz alta para evitar alterarla—No me permitía tener amigos, ya fueran hombres o mujeres porque decía que me iban a llevar por el camino del mal, todo empeoró cuándo quiso alejarme de Margot y yo por primera vez me negué, él realmente la odia, Malcom. Dice que es un demonio puesto por satanás para tentarme, yo le dije que eso era absurdo,
Juls“Porque eres mía y yo soy tuyo” Las palabras de Malcom se repiten con fuerza dentro de mi mente y aunque tal vez me debería alertar por el tinte posesivo en ellas, lo cierto es que nunca me he sentido tan segura, querida y libre como cuando estoy con él. Mis ojos no dejan de mirarlo y aunque se que en estos momentos debo verme desastrosa: con el rostro golpeado, la nariz enrojecida y los ojos hinchados, él me está viendo como si fuera lo más bello que ha visto jamás.Como si fuera la única Coca Cola del supermercado y eso está muy alto en la lista de mis cosas importantes, eso me hace sentir especial.Cuando llegamos al hotel pensé que las cosas iban a ser muy distintas. Pensé que había llegado el momento de aprender todo eso de lo que todo el mundo tanto habla, pero en su lugar terminé confesando mi más grande secreto a una persona con la que, aunque conocí hace tiempo, no llevo más de diez días de estar hablando y por extraño que parezca me sentí bien. Fue como haberme saca