40. Eres mía

Malcom

Mi voz ya no se escucha tan calmada y pausada como quiero, pero a estás alturas es imposible conseguirlo.

Ella intenta alejar la mirada de mi, pero yo sostengo su rostro entre mis manos y hago que sus ojos impacten con los míos.

—Nada de lo que haya pasado es tu culpa— le digo y me mata, en realidad me mata ver cómo sus ojos se enrojecen— Yo estoy aquí para ti, pequeña. Para escucharte, para apoyarte y para ser y hacer todo lo que tu quieras.

Ella toma un respiro profundo y cierra los ojos por unos segundos antes de volver a abrirlos y dejar su mirada fija en la mía.

—Él empezó a prohibirme cosas— me dice y tengo que obligarme a no maldecir en voz alta para evitar alterarla—No me permitía tener amigos, ya fueran hombres o mujeres porque decía que me iban a llevar por el camino del mal, todo empeoró cuándo quiso alejarme de Margot y yo por primera vez me negué, él realmente la odia, Malcom. Dice que es un demonio puesto por satanás para tentarme, yo le dije que eso era absurdo,
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo