MalcomA pesar de todo lo sucedido, el paseo terminó bastante bien. Aunque el inicio no fue el esperado y sigo esperando mi oportunidad para saber quién es la basura que ha lastimado a Juls y qué mierda fue lo que le hizo con exactitud, el resto de la tarde terminó por eclipsar lo malo. Ella disfrutó completamente tanto del rato en la piscina, en donde prácticamente mi miembro estaba por explotar, como del atardecer, que era la principal razón por la que quería traerla. Ya son las cinco de la tarde y estamos de regreso en tierra firme, ambos nos hemos vuelto a cambiar pero sé que el frío lo seguimos sintiendo hasta en los huesos, por lo que decido que lo mejor es regresar de momento al hotel y descansar un poco. Además, no olvido la petición de la buena niña, y ciertamente pienso cumplir mi promesa.Ella está de pie a mi lado sosteniendo con fuerza su abrigo que no la cubre para nada mientras yo le entrego las llaves al idiota mirón que más tempranos nos hizo entrega, lleva el cabe
MalcomEn los veinte minutos que dura el camino al hotel puedo notar que la niña buena está más nerviosa de lo que quiere aparentar. Cada tanto estruja sus manos y sus ojos van cada dos segundos hacia donde me encuentro, solo para desviar la mirada de inmediato como si no quisiera que yo lo notara. Por mi parte me he mantenido sereno. No es un secreto que ella me pone tan duro como una piedra y que al parecer despierta en mí un instinto de protección que no había tenido nunca con nadie fuera de mi familia. Pero no quiero que esté predispuesta, no quiero que piense que voy a llegar simplemente a desnudarla y comermela viva. Que, aunque es lo que quiero, también quiero que ella lo disfrute. Que se sienta cómoda y feliz.Cuando bajamos del uber sin preguntar la tomo de la mano para llegar juntos a la habitación. Ella me regala una mirada curiosa y yo simplemente me limito a sonreírle y me complace notar que ella se relaja un poco cuando me regresa el gesto. Al momento de entrar en
MalcomMi voz ya no se escucha tan calmada y pausada como quiero, pero a estás alturas es imposible conseguirlo.Ella intenta alejar la mirada de mi, pero yo sostengo su rostro entre mis manos y hago que sus ojos impacten con los míos.—Nada de lo que haya pasado es tu culpa— le digo y me mata, en realidad me mata ver cómo sus ojos se enrojecen— Yo estoy aquí para ti, pequeña. Para escucharte, para apoyarte y para ser y hacer todo lo que tu quieras.Ella toma un respiro profundo y cierra los ojos por unos segundos antes de volver a abrirlos y dejar su mirada fija en la mía.—Él empezó a prohibirme cosas— me dice y tengo que obligarme a no maldecir en voz alta para evitar alterarla—No me permitía tener amigos, ya fueran hombres o mujeres porque decía que me iban a llevar por el camino del mal, todo empeoró cuándo quiso alejarme de Margot y yo por primera vez me negué, él realmente la odia, Malcom. Dice que es un demonio puesto por satanás para tentarme, yo le dije que eso era absurdo,
Juls“Porque eres mía y yo soy tuyo” Las palabras de Malcom se repiten con fuerza dentro de mi mente y aunque tal vez me debería alertar por el tinte posesivo en ellas, lo cierto es que nunca me he sentido tan segura, querida y libre como cuando estoy con él. Mis ojos no dejan de mirarlo y aunque se que en estos momentos debo verme desastrosa: con el rostro golpeado, la nariz enrojecida y los ojos hinchados, él me está viendo como si fuera lo más bello que ha visto jamás.Como si fuera la única Coca Cola del supermercado y eso está muy alto en la lista de mis cosas importantes, eso me hace sentir especial.Cuando llegamos al hotel pensé que las cosas iban a ser muy distintas. Pensé que había llegado el momento de aprender todo eso de lo que todo el mundo tanto habla, pero en su lugar terminé confesando mi más grande secreto a una persona con la que, aunque conocí hace tiempo, no llevo más de diez días de estar hablando y por extraño que parezca me sentí bien. Fue como haberme saca
MalcomTener a la niña buena acostada en una cama con mi cuerpo cubriendo el suyo y sus piernas rodeando mi cintura es, desde hace poco, uno de mis momentos preferidos. Sentir su figura pequeña, suave y firme ajustar a la perfección contra mi, hace que mis instintos más animales salgan a florecer. Y eso es justo lo que está sucediendo ahora. Decir que me sorprendieron sus palabras sería quedarme corto. Escuchar de sus labios decir que quiere que le haga todo eso que se ha perdido fue como haber puesto un interruptor en mi miembro y encenderlo. Ella me prende de una manera que nunca nadie había hecho antes.Siempre supe que ella estaba llena de pasión y que así mismo trataba con mucha fuerza de contenerla, pero para ser sincero, creí que se demoraría un poco más en dejarla salir. Al parecer me equivoqué. No es la primera vez en todo caso, me equivocó más de lo que me gustaría, en especial cuándo se trata de ella. Mis ojos van hacia la pequeña mujer debajo mio y recorro con delei
MalcomLa respiración de Juls se agita al escucharme, sus piernas están temblando a cada lado de mi cuerpo y puedo sentir el olor de su excitación aún a través del pantalón de chándal, y ¡Maldita sea! simplemente quiero enterrar mi cara entre sus piernas y probar todo de ella.La niña buena no ha apartado su mirada de la mía y aunque se nota un poco nerviosa, sus ojos me dejan ver que el deseo y la excitación son mucho mayores en estos momentos. Sin apartar mi mirada de la suya tomo en mis manos el elástico de su pantalón y puedo notar el momento exacto en que ella retiene la respiración consiguiendo que una sonrisa maliciosa se forme en mis labios.—Levanta ese trasero para mi, niña buena.Juls muerde con fuerza su labio y su rostro enrojece aún más al escucharme, pero no se queja ni se arrepiente, no, la niña buena obedece elevando la pelvis para mi y permitiendo que de un solo tirón baje por completo el pantalón. La delicadeza no es exactamente mi destreza más fuerte. Ella deja
MalcomElla me mira sin comprender mis palabras, pero no se niega, simplemente parece curiosa.—¿A qué te refie… Juls corta sus palabras en el segundo en que me ve ponerme de pie y sacarme sin ningún tipo de ceremonias el suéter. Sus ojos barren mi piel deteniéndose en mis tatuajes y yendo más abajo hacia mi abdomen marcado, gracias a largas horas de entrenamiento, hasta llegar al lugar en que mis manos sostienen la liga del pantalón.Sin darle tiempo a pensar los bajo del todo quedando únicamente en bóxer frente a ella, con una muy, pero muy notable erección a la vista.Dudo entre si desnudarme por completo o no, y teniendo en cuenta que no vamos a llegar tan lejos decido no tentar a la suerte y dejarlos puestos.Antes de que pueda decirme algo más, me acerco a la cama y apoyo una rodilla a su lado antes de bajar mi rostro al suyo y dejar un pequeño beso en su boca.Ella no separa sus ojos de mi y joder en el momento en que ella deja salir un suspiro no lo aguanto más y subo lenta
JulsMaravilloso. No tengo otra palabra para describir lo que acaba de pasar. Siento que todo mi cuerpo ha quedado en pausa luego del maravilloso orgasmo que acabo de tener y Dios bendito, nunca pensé que podría llegar a sentir tanto. Han sido tantas emociones y tanto placer, que siento como si nada fuera real. En el pasado, las pocas experiencias sexuales que llegué a tener nunca se sintieron así y eso que fueron con quien en ese entonces decía ser mi pareja. Hoy no hubo dolor, no hubo incomodidad, todo fue… perfecto.Malcom se encargó de que lo fuera, y no estoy hablando solo de la maestría de sus manos y su boca, la cuál me dejo extasiada, sino de él en general. De la manera en qué me hizo sentir segura. Cómo logró que me sintiera querida, aún cuando sé que no es mi pareja, pero es algo que simplemente no puedo evitar sentir, en especial, cuando al terminar se encargó de limpiar mi cuerpo y me abrazó contra él, lo hizo con tanta naturalidad que fue inevitable no responder al ge