La puerta comenzó a abrirse y entró Megan cargando un par de bolsas.Levantó la vista y nos vió a Duncan y a mí sosteniendo algunas cruces hechas con las cucharas de plata de su abuela.-¿Qué están haciendo? - Preguntó confundida.Ambos comenzamos a chillar.-¡Cierra la puerta! -¡Cierra! ¡Cierra!Nos miró como si estuviéramos locos, pero giró el cuerpo un poco para cerrar.-¡Auch! ¡¿Qué mierda?! ¡¿Por qué me arrojan una cuchara?!Yo miré a Duncan.-Bien pensado. Jamás se me hubiera ocurrido comprobar. - Dije con aprobación.Megan comenzó a caminar hacia Duncan y ambos le arrojamos el resto de las cucharas a la cabeza.Se cubrió la cara como pudo y nuestras armas terminaron en el suelo de la habitación.-No, creo que no se ha unido al reinado del terror. - Dije con un suspiro de alivio.-Bien. En la escuela de cocina no enseñan cómo convivir con un vampiro. - Dijo Duncan imitando mi suspiro.-¿Me van a decir qué es lo que está pasando o tengo que comenzar a patearlos en busca de respu
-¿Crees que esto se vuelva algo recurrente? - Preguntó Megan mientras miraba por la ventana hacia su patio la mañana siguiente. - Si es así, no me importaría alimentarlos yo misma.Teníamos acampando a algunos osos ahí afuera. Sospechaba que no estaban aquí para conducir de regreso el camión que me prestó su dueño.-No lo creo. - Dije amarrándome el pelo en una coleta alta. Megan gimió con decepción.Caminé hacia la puerta y la abrí. Los osos levantaron sus cabezas y empezaron a hacer ruiditos que obviamente no entendía pero suponía que eran algo así como:"Por fin, esclava. ¿Dónde están los pastelillos con miel?" -¿De qué mierda hablan? ¡Voy a llegar tarde al trabajo! ¿Acaso piensan que comienzo a hornear en cuanto me levanto? - Pregunté arqueando una ceja.Después de conocer a un vampiro, el hecho de que todas las cabezas de osos salvajes (medio domesticados, pero sonaba más cool con "salvajes) asintieran ni siquiera me hizo parpadear.El ruido de las sirenas del auto patrulla del
-Por última vez, no pueden entrar. Los clientes ya están lo suficientemente asustados como para salir de ahí. - Dije cuando les llevé un poco de comida a la parte delantera del restaurante.El restaurante había sido construido en una glorieta en la orilla del pueblo, así que realmente no habían muchos vehículos paseando por aquí. Era perfecto porque los osos se encontraban acampando en el estacionamiento y buena parte de la carretera frente al local.Los osos volvieron a gruñir y a hacer sonidos extraños, pero permanecieron quietos.-Anímense, solo un par de horas más y estaré libre para una sesión de pastelillos rápidos. Incluso les pondré extra chocolate.Con eso volvieron a echarse cómodamente formando una especie de camino desde la puerta hasta la mitad del estacionamiento. Entré nuevamente a seguir trabajando.Que los osos estuvieran aquí en primer lugar intimidó a algunos cuantos cuando abrimos, pero después de explicarles que estaban bien entrenados en guardia y protección, los
El tipo alto de negocios me arqueó una ceja cuando dejé todos los papeles que pude conseguir en tan poco tiempo sobre su escritorio.-¿Y esto qué es? - Dijo tomando la primera de las hojas para echarle un vistazo.-Lo de hasta arriba es una demanda. La de abajo es una nueva demanda de parte del abogado que me notificó la primer demanda. El resto es una lista detallada de todos los destrozos que hicieron tus osos en mi pueblo. De postre te traje la lista de las personas que aseguran necesitan atención médica inmediata porque sus pobres corazones no resistirían ver a esos osos de nuevo.-Ya veo. - Fue lo único que dijo después de un largo minuto de silencio. Entonces puse las llaves de su camión en el escritorio.-Gracias por eso. Que tengas una buena noche.Si, yo había pasado gran parte de la tarde suplicándole al sheriff George para que me diera todos los papeles que tenían que ver con los osos. No me creyó cuando le hablé sobre el tipo alto de negocios ni cuando le dije que eran sus
Jeremiah.Los días habían sido largos y frustrantes. Los pumas y algunos de mis lobos habían estado recorriendo los pueblos a la redonda en busca de mi abuela y de su Alfa sin éxito.Cada que teníamos una pista, ellos desaparecían nuevamente. Estaba al borde de la locura y la mierda no dejaba de llegar.Limpié mis manos mientras pensaba en qué hacer a continuación. Extrañaba a mi pareja, pero no podía descuidar a mi manada para ir a verla. Sobre todo ahora que había cortado algunas cabezas y las familias estaban... inquietas. Bueno, en realidad solo las familias de los traidores, el resto de mis lobos aún seguían felices por la noticia de mi pareja.-¿Cuál es el reporte de la patrulla? - Pregunté a mi Beta caminando hacia el baño más cercano. No podía dejar que todo mi papeleo se manchara de sangre. A los humanos con quienes hacía negocios les parecería extraño y odiaba lidiar con policías.-Los osos han acampado en la sala de estar de la amiga de tu pareja. - Dijo Oscar con seried
-¿Fueron ustedes los que desaparecieron el caniche de la vecina? - Pregunté con seriedad a la mañana siguiente de nuestra pijamada improvisada.Había sido realmente genial. Todos nos acomodamos de alguna forma frente a la esposa de Duncan y miramos películas de acción hasta la madrugada en medio de botanas y un montón de galletas que tenía que hacer de forma industrial. Los osos comían un montón.Nuestros invitados eran baste efusivos cuando ocurrían explosiones de la nada y me divertía lanzarles palomitas y ver cómo las atrapaban en el aire.Habíamos sido todos cruelmente despertados cuando la adorable ancianita vino a reclamar el cuerpo de su pequeño "Bubu". Ella estaba segura de que había sido el bocadillo de mis guardaespaldas de redondeadas orejas. Yo les tenía un poco más de fe. No creía que el pequeño animal sirviera ni siquiera para un aperitivo y estaba segura de que tanto pelo les causaría indigestión. Además, cerramos las ventanas y las puertas con llave antes de subir a d
-Me voy chicos. - Dije quitándome el delantal. -No sé si regresaré en un par de horas, así que no me esperen. -Suerte. - Dijo Megan dándome una palmadita en el brazo al pasar con una enorme charola hasta el tope de comida. - Nosotros te cubrimos.Duncan solo levantó su pulgar y siguió mirando hacia la plancha. Pobre, no había parado de escuchar los constantes regaños de Megan desde que se había puesto el mandil. Solo tenía breves momentos de respiro cuando ella tenía que salir de la cocina y entregar o recibir pedidos. Salí del restaurante y miré hacia ambos lados. No había rastro de los osos. Me apresuré a caminar hasta el otro extremo del pueblo en donde el viejo Lars celebraba los juicios. Si, era un pueblo pequeño pero teníamos lo necesario: Un edificio comunal en el que el doctor, el dentista, la manicurista y el juez tenían una oficina. Por supuesto, la Sala del Tribunal del señor Lars era la más grande. Estaba llena de algunas bancas que hacían juego con las de la iglesia l
-Tome asiento, señorita Stella. - Dijo el juez Lars señalando una banca del lado derecho de la fila de bancas.A los lados habían un par de personas que componían el "jurado": El dentista, la manicurista, el doctor y la ancianita que hacía de recepcionista.No es como si hubieran miles de juicios al año en nuestro pequeño pueblo. Quizá tendríamos suerte si teníamos uno al mes, así que el jurado se componía normalmente por personas que no tuvieran nada mejor que hacer. Y al ver a todos las personas que trabajaban en el edificio aquí, me hizo pensar que quizá este juicio había sido muy improvisado.Miré hacia mi izquierda en donde el abogado me miraba con satisfacción. A mi lado se sentó mi nuevo amigo Oscar y comenzó toda esta locura.-Se abre el juicio de El Pueblo contra Stella Jenrick.- Dijo el señor Lars y me miró estrechando los ojos. - Señorita Stella, se le acusa de destrucción a propiedad ajena, fraude, alteración del órden publico...Con cada nuevo cargo mis ojos se abrían más