-Por última vez, no pueden entrar. Los clientes ya están lo suficientemente asustados como para salir de ahí. - Dije cuando les llevé un poco de comida a la parte delantera del restaurante.El restaurante había sido construido en una glorieta en la orilla del pueblo, así que realmente no habían muchos vehículos paseando por aquí. Era perfecto porque los osos se encontraban acampando en el estacionamiento y buena parte de la carretera frente al local.Los osos volvieron a gruñir y a hacer sonidos extraños, pero permanecieron quietos.-Anímense, solo un par de horas más y estaré libre para una sesión de pastelillos rápidos. Incluso les pondré extra chocolate.Con eso volvieron a echarse cómodamente formando una especie de camino desde la puerta hasta la mitad del estacionamiento. Entré nuevamente a seguir trabajando.Que los osos estuvieran aquí en primer lugar intimidó a algunos cuantos cuando abrimos, pero después de explicarles que estaban bien entrenados en guardia y protección, los
El tipo alto de negocios me arqueó una ceja cuando dejé todos los papeles que pude conseguir en tan poco tiempo sobre su escritorio.-¿Y esto qué es? - Dijo tomando la primera de las hojas para echarle un vistazo.-Lo de hasta arriba es una demanda. La de abajo es una nueva demanda de parte del abogado que me notificó la primer demanda. El resto es una lista detallada de todos los destrozos que hicieron tus osos en mi pueblo. De postre te traje la lista de las personas que aseguran necesitan atención médica inmediata porque sus pobres corazones no resistirían ver a esos osos de nuevo.-Ya veo. - Fue lo único que dijo después de un largo minuto de silencio. Entonces puse las llaves de su camión en el escritorio.-Gracias por eso. Que tengas una buena noche.Si, yo había pasado gran parte de la tarde suplicándole al sheriff George para que me diera todos los papeles que tenían que ver con los osos. No me creyó cuando le hablé sobre el tipo alto de negocios ni cuando le dije que eran sus
Jeremiah.Los días habían sido largos y frustrantes. Los pumas y algunos de mis lobos habían estado recorriendo los pueblos a la redonda en busca de mi abuela y de su Alfa sin éxito.Cada que teníamos una pista, ellos desaparecían nuevamente. Estaba al borde de la locura y la mierda no dejaba de llegar.Limpié mis manos mientras pensaba en qué hacer a continuación. Extrañaba a mi pareja, pero no podía descuidar a mi manada para ir a verla. Sobre todo ahora que había cortado algunas cabezas y las familias estaban... inquietas. Bueno, en realidad solo las familias de los traidores, el resto de mis lobos aún seguían felices por la noticia de mi pareja.-¿Cuál es el reporte de la patrulla? - Pregunté a mi Beta caminando hacia el baño más cercano. No podía dejar que todo mi papeleo se manchara de sangre. A los humanos con quienes hacía negocios les parecería extraño y odiaba lidiar con policías.-Los osos han acampado en la sala de estar de la amiga de tu pareja. - Dijo Oscar con seried
-¿Fueron ustedes los que desaparecieron el caniche de la vecina? - Pregunté con seriedad a la mañana siguiente de nuestra pijamada improvisada.Había sido realmente genial. Todos nos acomodamos de alguna forma frente a la esposa de Duncan y miramos películas de acción hasta la madrugada en medio de botanas y un montón de galletas que tenía que hacer de forma industrial. Los osos comían un montón.Nuestros invitados eran baste efusivos cuando ocurrían explosiones de la nada y me divertía lanzarles palomitas y ver cómo las atrapaban en el aire.Habíamos sido todos cruelmente despertados cuando la adorable ancianita vino a reclamar el cuerpo de su pequeño "Bubu". Ella estaba segura de que había sido el bocadillo de mis guardaespaldas de redondeadas orejas. Yo les tenía un poco más de fe. No creía que el pequeño animal sirviera ni siquiera para un aperitivo y estaba segura de que tanto pelo les causaría indigestión. Además, cerramos las ventanas y las puertas con llave antes de subir a d
-Me voy chicos. - Dije quitándome el delantal. -No sé si regresaré en un par de horas, así que no me esperen. -Suerte. - Dijo Megan dándome una palmadita en el brazo al pasar con una enorme charola hasta el tope de comida. - Nosotros te cubrimos.Duncan solo levantó su pulgar y siguió mirando hacia la plancha. Pobre, no había parado de escuchar los constantes regaños de Megan desde que se había puesto el mandil. Solo tenía breves momentos de respiro cuando ella tenía que salir de la cocina y entregar o recibir pedidos. Salí del restaurante y miré hacia ambos lados. No había rastro de los osos. Me apresuré a caminar hasta el otro extremo del pueblo en donde el viejo Lars celebraba los juicios. Si, era un pueblo pequeño pero teníamos lo necesario: Un edificio comunal en el que el doctor, el dentista, la manicurista y el juez tenían una oficina. Por supuesto, la Sala del Tribunal del señor Lars era la más grande. Estaba llena de algunas bancas que hacían juego con las de la iglesia l
-Tome asiento, señorita Stella. - Dijo el juez Lars señalando una banca del lado derecho de la fila de bancas.A los lados habían un par de personas que componían el "jurado": El dentista, la manicurista, el doctor y la ancianita que hacía de recepcionista.No es como si hubieran miles de juicios al año en nuestro pequeño pueblo. Quizá tendríamos suerte si teníamos uno al mes, así que el jurado se componía normalmente por personas que no tuvieran nada mejor que hacer. Y al ver a todos las personas que trabajaban en el edificio aquí, me hizo pensar que quizá este juicio había sido muy improvisado.Miré hacia mi izquierda en donde el abogado me miraba con satisfacción. A mi lado se sentó mi nuevo amigo Oscar y comenzó toda esta locura.-Se abre el juicio de El Pueblo contra Stella Jenrick.- Dijo el señor Lars y me miró estrechando los ojos. - Señorita Stella, se le acusa de destrucción a propiedad ajena, fraude, alteración del órden publico...Con cada nuevo cargo mis ojos se abrían más
-¿Este tampoco? - Pregunté bajando por las escaleras por quinta vez en la última media hora. -Denme un respiro, tengo que estar lista en media hora o no llegaré a tiempo.¿Qué hicieron los osos?Me gruñeron con desaprobación.¿Y por qué mierda tenía a los osos como mis asesores de moda en busca del vestido perfecto para mi cita de negocios? Porque Megan y Duncan aún se encontraban en el Were café. Al parecer, Megan pudo convencer al dueño que pagaba nuestros cheques de abrir el local por la noche también. Se estaban arriesgando a un encuentro con Esteban el vampiro, pero los intereses en esa tarjeta de crédito eran más grandes que su miedo a ser la comida del chico pre pago dos.Así que aquí estaba yo pidiéndole consejo a la mitad de los osos que se habían quedado en casa porque eran unos jodidos golosos que no podían estar sin pastelillos por mucho tiempo.Por supuesto, mientras ellos inflaban sus cachetes como ardillas gracias a mis productos horneados, tenían tiempo suficiente p
-Compañera. - Dijo una voz en la oscuridad. - ¿Estás bien?-¿Me hablas a mí? - Pregunté deteniendo el movimiento que había estado haciendo durante el último minuto. -... si. -Oh, bueno si, estoy bien.-Entonces, ¿Qué haces?- Preguntó con curiosidad.-Tengo comezón. ¿Algunas vez has intentado rascar tu espalda con manos y piernas atadas?-No.Yo suspiré. La pared de nuestra celda compartida era de una superficie lisa, no estaba logrando nada de todas formas, así que me detuve.Había abierto los ojos más temprano cuando nos arrojaron a esa celda. Era un lugar bastante iluminado, de hecho parecía ser una especie de bodega trasera con varias luces artificiales para iluminarla. No era muy grande. Solo habían algunas cajas en un rincón y el espacio suficiente para albergar quizá unos cinco prisioneros aquí dentro.-No te preocupes, te sacaré de aquí. - Dijo con solemnidad. -Gracias. - Dije imitando su tono solemne pero sin creerle nada. - Ahora, ¿Crees que podrías decirme qué es lo que e