Recuerdo
—¡No, junior amor, no, no me dejes! —suplicaba Ester. —Da.vid... Caru.so —Gemía entre sus dientes, éster no escuchaba cegada por el dolor. —Da.vid.. ca.ruso —Volvió a repetir Junior antes de morir. Fin del recuerdo —Quedé inmóvil, loca, traumada, Cuatro horas donde no sabía de mí; cuando salí de ese trance, corrí desesperadamente, unos brazos me detuvieron, era la hermana de Junior, me abrazó hasta ver que estaba bien. —Ester se detuvo, tomando un sorbo de vino. —Puedes parar si no te sientes bien, hablando eso. —Expresó David, con sus ojos aguados sintiendo su dolor. —No, debo hacerlo, necesito sacar este dolor que me carcome el alma —Aseguro ella para continuar hablando—. Hicimos el funeral juntos, la madre y hermana de Junior no tuvieron problemas, Dos días después, leyeron el testamento de Junior y para mi sorpresa, me dejó el 20% de sus bienes y el bufete que tenía aquí, era algo sorpresivo para mí, teníamos más de cinco años de relación, pero no estábamos casados; nuestra relación fue secreta, por el bien de los dos; También me dejó su reliquia, algo que nadie tocaba, excepto yo en algunas ocasiones.— Ester sonrió con tristeza—. Su computador, ese donde guardaba secretos oscuros de muchas personas importantes, sus socios no estaban contentos con eso, su madre y hermana me apoyaron, no me culparon. — Un suspiro largo salió de Ester, se levantó y sonrió amargamente. —En fin, tu pregunta era cómo llegué a ti —Sonrió ampliamente—. Cuatro meses después, donde lloré la muerte de tres personas importantes en mi vida, decidí organizar todo lo que mis padres y novio me dejaron. —Una risita sarcástica—. ¡Quedé huérfana, viuda por así decirlo y millonaria! —Hablo con ironía, se acercó a una mesita y sirvió dos vasos de whisky, necesitaba algo más fuerte. —Ester... —La última cosa que revise; Su computador, como si tuviera magia, me llegó a la mente el nombre que me daba en sus últimos suspiros —lo observó con una sonrisa. —¡David caruso!—Soltó con una sonrisa. —¿Si hubiera tomado en cuenta mi caso? —Pregunto Asombrado. —Junior era calculador, cuando se enteró de que te detuvieron, se interesó mucho, investigo todo sobre ti y tus negocios, desgraciadamente, tu padre y su "Amigo" se enfrentaron, quien mato mi felicidad, fue el mismo que traicionó a tu padre dos días después de tu captura, cuando él quiso venir a sacarte. —Declaró Ester. —Esto que dices es muy difícil de creer —musito David. —Tu captura por supuestamente violar y matar a la esposa del gobernador y hacer negocios ilegales, era una trampa para poder capturar a tu padre, quien casi cae al tratar de llegar a ti, debió huir; cabe mencionar que en estos momentos está al tanto de que eres libre —La confesión de Ester tenía a David muy confundido. —Esto está muy enredado para mí —Declaró David después de beber de un solo trago el vaso whisky que le había dado Ester. —Solo debes entender que no solo Heriberto Gómez, es nuestro enemigo, también lo son cada , no debes confiar en nadie que no sea yo, Heriberto Gómez quiere el poder de la mafia para él solo, así comprarlos a su antojo— Afirmó chocando su vaso con el de él. —Salud por nuestra venganza y nuestros acuerdos —Le recordó ella, esos acuerdos, que por supuesto los iban a incumplir en cualquier momento, ya tenían una bonita relación de amistad. —¡Sabes.! Estoy asustado, ¿cómo puedes estar así de tranquila? Qué dice la familia de tu novio —Pregunto curioso. —Señor Caruso. — Pronunció su nombre con seriedad. —Yo amo a junior, con él siempre fui libre y él también —habló muy segura—.¿Sabe usted la diferencia entre amar y estar enamorado?— Interrogó Ester. —¿No es lo mismo?— agregó en tono dudoso. —No lo es, puedes enamorarte muchas veces, hoy te enamoras de la personalidad de alguien; mañana de la sonrisa de otro, meses después, te gusta la piel y la sonrisa de otra persona y así.— Aseguro Ester—. Pero Amar, es algo más profundo, Sano, verdadero, amar el alma, la esencia de esa persona; aceptándose tal cual es, compartiendo sus sentimientos, sus metas.— Ester pronunciaba cada palabra, viendo a la nada, pensando en esos momentos que Junior la rechaza, alegando que solo era un enamoramiento. —Entienda, que hay sacrificio que debemos hacer, la venganza no es algo sencillo y mucho menos fácil, te puedo besar, hacer el amor contigo, gemir de placer, disfrutar cada momento, pero eso no quiere decir que te ame, solo puede ser un gusto o un enamoramiento, ya sea por tu manera de verme, de tocarme o tú forma de llegar a ese punto —David sentía miedo de cómo esa mujer se expresaba. —¿Eso quiere decir que no amarás nuevamente? —Indagó David, con pesar. —Sanar es el primer paso para eso y yo estoy lejos de sanar una herida que recién está abierta y la sigo lastimando —Afirmó Ester, dejando el vaso en la mesita para caminar a la habitación, dejando a un David muy preocupado por su estabilidad emocional. En la habitación de Ester, está lloraba, pensando en lo difícil que fue conquistar a ese hombre y ahora no estaba junto a ella. —Sabes lo difícil que fue conquistarte, que creyeras en mi amor y así sin más me dejaste, quiero entender las vueltas de la vida, pero no puedo —Susurró Ester,La vida de Junior era algo aburrida y llena de trabajo, estaba rodeado de la compañía, de su computador, sus casos importantes y nada de compañía sentimental, rechazaba muy seguido a todos los aprendices que deseaban trabajar con él y aprender. Lo que Leal no sabía, era la capacidad de Ester Gavidia, calculadora, paciente y firme en sus objetivos. No se sacaba de su cabeza a ese hombre de 40 años, cuando ella solo tenía 22, busco las maneras de acercarse y no pudo, hasta que decidió pensar en grande; El hombre solía asistir como testigo a casos importantes dirigidos por recién graduados, Ester eligió defender a un matón, acusado de asesinar a su madre, justo una semana después de haber salido de la cárcel por otro asesinato. Para su suerte, la chica conocía a esa familia y ese hombre amaba a su madre por sobre todas las cosas, era imposible que la matara; Pasó días en vela, buscando las pruebas necesarias para comprobar su inocencia. Todos veían imposibles ganar ese caso, hasta el
Ester pasó la noche en llanto, recordando ese duro golpe que aún dolía como nunca; no tenía con quién celebrar sus próximas batallas ganadas, no entendía por qué la vida le arrebataba todo en un instante, cuando se suponía, ya tenía un futuro planeado. Todo lo que ella estaba sufriendo, hizo que David removiera sentimientos dolorosos en su alma, no era solo el no querer seguir la vida de su padre por cobardía, lo de él, era ese miedo a perder todo y llenarse de ira como lo hizo su padre, metiéndose en ese mundo donde no pudo salir más. Años atrás —¡Vicente! —Gritó una mujer desesperada a su esposo. —¿Qué pasa Clara, por qué gritas así? —Reclamo el hombre. —Mi niña, mi niña la secuestraron, quieren a tu padre —habló la mujer con lágrimas en los ojos y temblando. —¡Eso no puede ser! —el hombre exclamó desesperado, buscando su teléfono para llamar a su padre, pero sus llamadas se iban a buzón, David era menor que su hermana, ella cumplió sus 17 y él solo tenía 15, los días pasaban
Dos días después Un nuevo amanecer para dos personas que seguían en un dilema, no era fácil decidir arriesgar sus vidas en busca de su venganza. Ambos salieron de sus camas, dirigiéndose a sus respectivos baños, mientras el agua goteaba por el cuerpo de David y su mente navegaba en cada desventaja que tenía en ese mundo de Mafia. Ester disfrutaba del agua, mojando su cuerpo en su cómoda Tina, sus ojos cerrados buscando una respuesta a todas sus preguntas, una solución a todos sus miedos. Eran dos días, donde ninguno sabía aún qué decisión tomar. Salieron y de una se arreglaron, bajaron al comedor y cada uno tomó su desayuno para luego dirigirse a sus respectivos lugares de trabajo. Ester debía pensar que hacer, o seguía su vida como una abogada normal, o se vengaba usando lo que mejor sabía hacer más la información que le había dejado su amado. Ese hombre que seguía en su Corazón en su mente y le daba ese impulso a seguir con su venganza. —Veamos qué me dejaste aquí, cariñ
Después de un rato largo, abrazados, demostrando lo mucho que se extrañaban, David, se separó al recordar a su madre.—¿Dónde está mamá?— Pregunto de inmediato David, muy asustado, pensando lo peor.—Está bien, en un lugar seguro— respondió el hombre viendo a Ester.—Ester Gavidia, no sé cómo pagarte lo que hiciste por mi hijo.— Ester se sorprendió y David más, el hombre, la abrazo.—¿De dónde la conoces, papá?— Interrogó David.—Quien no conoce a esta señorita, sus casos resueltos han llegado a Rusia y Estados Unidos.— Eso hizo sentir a Ester muy contenta.—Lo sé, padre, mi prometida es un encanto de mujer.— Hablo David con mucho orgullo.—¿Tu prometida?— Pregunto Vicente sorprendido.—No es así, como lo dice, señor Caruso.— Ester le explicó al hombre todo lo que había pasado y lo que su novio le había dejado en ese computador, era increíble como junior sabía tanto; cuando vio la foto, decidió explicarles todo.—Les contaré la historia detrás de todo ese dolor— hablo soltando un susp
Dos meses después. El tiempo pasaba rápido y muchos cambios empezaban a suceder, no solo en lo planteado en sus primeros encuentros; también se podía sentir como el corazón empezaba a sanar heridas, pero la mente se empeñaba en mantener esos recuerdos presentes en cada momento, la lealtad del corazón de Ester, era fuerte, no dándose cuenta de que eso la lastimaba cada día que pasaba. El no querer olvidar a ese gran hombre que tuvo en su vida, el recuerdo de sus padres en cada momento que celebraban ellos juntos. Las heridas las lastimaba ella con cada pensamiento que tenía, cada sueño que llegaba a su mente. La alarma de su celular sonó, sacándola de ese sufrimiento interno, lo tomo para apagarla y se levantó, frotando sus ojos y deseando seguir durmiendo, aun así, el saber que no podría hacerlo, decidió arreglarse y salir, recordando que tenía un invitado, al llegar a la sala, vio una nota de Vicente, el hombre se había ido ya. Decidió preparar un desayuno y su café, bajo y decid
Al día siguiente, ambos se cargaban una resaca, no fue mucho el tiempo que la pasaron de tragos, fue más de tanto pensar hasta casi amanecer, muchas cosas pasaban por sus cabezas. Un beso que apenas despertaba el deseo y la atracción entre ambos. Recuerdos del pasado que eran muy difíciles para Ester. Dejar todo a un lado y ser feliz, no era tan fácil. Para Ester era dejar la muerte de sus padres y de Junior, al olvido. No era eso lo que ella quería, deseaba tanto esa venganza y poder sentir paz en su alma. Tal vez el amor en esos momentos empezaba a tener una entrada en su corazón. Para David, también era difícil olvidar la venganza, cuando la vida de sus padres estaba en juego. La Mafia Carusso era una joya preciosa para Heriberto y no descansaría hasta obtenerla. Ya todo estaba preparado para la noticia más sorprendente; aunque dar una entrevista no era necesaria, cuando unas fotos hablaban más que mil palabras; Ester observaba las fotos y no podía creer lo enamorados que se
Una semana después Las piezas empezaban a moverse, eventos y más eventos, besos y caricias en cualquier lugar; Satisfactorio y cruel a la vez para David, quien terminaba con una erección en cada ocasión especial, deseaba más del cuerpo de Ester, que de la venganza que planearon, sin duda alguna. Sus sentimientos crecían un escalón cada día que pasaba y sin él saberlo o imaginarlo, el sentimiento era mutuo. Porque aunque Ester quisiera evitar lo que sentía, su corazón y su cuerpo no podían ocultarlo. Más que cada acción de David la llenaban de una manera inexplicable, devolviéndole esa ganas de sentir lo que en un momento pensó que moriría para ella. Sentirlo cerca la llenaba de seguridad y una compañía agradable. Sentados ambos en el largo y cómodo sofá de la mansión, detalla cada pequeña parte del cuerpo de Ester, su cabello, sus ojos que tenían tanto poder en él, esos labios carnosos que lo tenían loco, su cuello, sus pechos, su piel bronceada. Le gustaba verla tan concentrada
El sol resplandeciente despertó a Ester, le encantaba tanto la vista que tenía su ventana y la luz que entraba por ella Que olvidó totalmente cerrar las cortinas, había dormido muy bien, eso sin duda la hizo despertar de buen humor. Se levantó muy enérgica, fue al baño, hizo sus necesidades, tome un refrescante baño, busco en su armario el mejor vestido, sus zapatos de tacón más finos, al estar satisfecha con su outfit, tomó aceite en su peinadora y peino su cabello en una coleta alta, aplicó un maquillaje suave, un labial rojo y su rico perfume. Satisfecha por lo que veía Sonrió al espejo viendo que sus ojos azules resaltan mucho y sus labios que provocan ser besados, no tenía por qué negar lo que tenía. A ella no le importaba si la odiaba por ser tan narcisista y segura de lo que era y valía. Salió en busca de David con su mirada, sus labios formaron una sonrisa al verlo hablar por teléfono, estaba vestido muy casual y se veía espectacular, lo veía con una mano en su cintura