Mire la puerta desconcertada, Dominic había salido hace unos minutos y yo aún no dejaba de mirar por donde este se había ido, toda esta situación me parecía irreal, pellizque mi hombro, tal vez ya había muerto y estaba en el infierno,
dolía, no era un sueño, ¿En serio estaba en el infierno? Negué, no podía ser, aún estaba vivía, me tiré en la cama mirando el techo.
¿Realmente todo lo que había escuchado era real? Aún me costaba creer que Dominic no me hubiera matado en aquel lugar... si tenía que decir algo, es que estaba sorprendida, nunca pensé que Dominic me perdonaría la vida para que follara con él ¿Acaso era una puta broma? No entendía el porqué de esa decisión, Dominic tenía poder, y muchas mujeres deseaban estar con él por esto... bueno por esto y porque era demasiado guapo.
Pase una mano por mi rostro, intento encontrar alguna salida de aquí, Dominic estaba loco si consideraba que le pediría que me follara, esto era imposible, Jamás pasaría, me cruce de brazos, Dominic tendrá que quedarse esperando toda la vida...
Las horas pasaban y tenía un hambre arrolladora, por horas había intentado encontrar una manera de salir de aquí, pero sabía que esto era casi imposible, para este punto toda la mansión sabría que soy una traidora, si podía un pie fuera de aquí estaba muerta, sabía que la mansión estaba llena de guardias, era casi imposible salir de aquí sin que te vieran, suspire ¿Qué iba a ser de mi vida ahora? ¿Tendría que pasar lo que me queda de vida preguntándome cuando voy a morir? Cerré mis ojos, estaba cansada, no podía hacer nada, así que solo iba a dormir, si no era lo más recomendable debido a mi situación, pero era lo único que podía hacer...
Comencé a despertarme cuando comencé a sentir como mi cuerpo se erizaba, solté un gemido al sentir como algo suave pasaba por mis pechos.
—¡Vaya! Al parecer eres bastante sensible aquí —Escuche decir a Dominic, abrí mis ojos, lo que estaba pasando por mi cuerpo no eran nada menos que las manos de Dominic, intente alejarme.
—Quieta. —dijo serio, por acto reflejo le obedecí ¡Diablos! ¿Por qué hacía esto? No lo entendía, había sido así desde el principio, no entendía por qué siempre que Dominic daba una orden, la mayoría de veces la hacía sin chistar, sin pensar en nada, odiaba eso... pero si tenía que ser sincera, de alguna manera Dominic tenía un aura que hacía que quisieras obedecerlo sin importar que.
—Buena chica. —hablo y paso una mano por mi pierna, una corriente placentera recorrió por todo mi cuerpo, apreté mis labios intentando no jadear.
—Aléjate de mí. —dije y pasé saliva, me sentía nerviosa bajo la atenta mirada de Dominic.
—¿Por qué debería hacerlo? —Me tomo del rostro. —El que da las órdenes aquí soy yo. —Analizo mi rostro. —No tu cariño. —dijo con voz ronca, contuve la respiración... ¡Diablos, eso había sido malditamente sexi! Sacudí mi cabeza, debía alejar esos pensamientos de mí.
—No tengo que obedecerte. —susurre, Dominic me dio una sonrisa engreída.
—Ya lo veremos. —Me soltó. —Ten —dijo y me paso una bandeja con comida. — Come. —Ordeno de nuevo.
Comencé a comer, no porque él me lo hubiera ordenado, era porque tenía hambre.
Me concentré en la comida; sin embargo, de vez en cuando no podía evitar mirar de reojo a Dominic, este no despegaba su mirada de mí, era como un depredador mirando a su presa, en cuanto termine de comer deje los cubiertos a un lado de la bandeja y agradecí, Dominic asintió.
El silencio reinaba en la habitación, de pronto Dominic toco la campana, una de las criadas llego y se llevó la bandeja, no sin antes de darme una mirada que no pude descifrar, el silencio seguía, casada de esto decidí hablar.
—¿Me vas a tener siempre encerrada en esta habitación?
—Sí. —dijo tranquilo, lo miré de arriba abajo ¿Cómo podía decir eso con tal tranquilidad? Suspire.
—¿Por qué mejor no me llevas a los calabozos, sacas la información que necesitas y me matas? —dije, no quería quedarme aquí encerrada. — O simplemente me matas, porque Jamás te daré información. —Me cruce de brazos, Dominic, me tomo de un brazo y me jalo hacia él, forceje para soltarme, de pronto estaba sentada en sus piernas, intenten levantarme; sin embargo, este coloco sus manos en mis caderas impidiéndome levantar.
—Porque lo que me interesa de ti no es información, — Comenzó a acercarse, mi corazón comenzó a latir aceleradamente. —Es esto —dijo y coloco una mano sobre mi intimidad, Jadee sorprendida por su atrevimiento, sentía como mis mejillas se calentaban, trague saliva y con voz temblorosa hable.
—Jamás lograrás eso de mí. —dije
—Eso ya lo veremos, todo a su tiempo, Melissa. —dijo y de repente sentí sus labios sobre los míos, intente alejarme, sin embargo, este no lo permitió, sus labios sabían a tabaco y menta, si no fuera porque lo odiaba, estaba segura de que me derretiría en sus brazos, al separarnos lo empuje; sin embargo, este ni se inmutó
—Te odio. —susurré limpiándome los labios.
—Del odio al amor solo hay un paso. —¿Pero si era descarado? Estaba colérica ¿Cómo se atrevía a decirme esto después de haber matado a todos mis compañeros enfrente de mí? ¿Por qué m****a me besaba y me tocaba tan íntimamente?
Dominic me soltó y me coloco en la cama nuevamente, y se comenzó a desvestir, lo miré aterrada.
—Prometiste que no me violarías.
—Nunca prometí eso... pero es verdad, nunca caería tan bajo como para violar a alguien.
—¿Y entonces? —dije descojonada al ver que no se detenía.
—Nunca dije que no haría otras cosas. —Exclamo mirándome, casi podía sentir lo que quería hacerme, mordí mis labios.
—¿Por qué te desvistes?
—Dormiré aquí hoy. —Abrí mis labios, sorprendida y reí.
—¿Me estás jodiendo? —dije alterada.
—No. —Termino de desvestirse, aparte mi mirada al verlo desnudo, tape mis ojos con vergüenza, no es que nunca hubiera visto a un hombre desnudo, pero definitivamente verlo a él me daba demasiada vergüenza.
—¿Puedes vestirte?
—No. — dijo y se acostó a mi lado, intente alejarme; sin embargo, este no me dejo, me aprestó contra él, podía sentir su piel desnuda contra la mía ¿Podría aguantar esto?
Sonreí al sentir la respiración agitada de Melissa, podía sentir su incomodidad mientras se movía, estaba disfrutando de esto, pasé mi mano por su cuerpo pegándola hacia mí, sentí como esta intentaba desesperadamente alejarse de mí, sin embargo, no lo logro, yo era mucho más fuerte que ella.—Si sigues moviéndote... Mmm ¿sabes qué? Olvídalo mejor así. —dije con los ojos cerrados, sentí como dejo de moverse, minutos después sentí su respiración pesada, se había dormido, hice lo mismo que ella y me deje llevar por el sueño...A la mañana siguiente me levanté sintiendo como algo apretaba mi cuerpo, sonreí al ver como Melissa me tenía completamente atrapado en sus brazos, ¡Diablos! Se veía tremendamente sexi en mi cama.Intente calmar mis hormonas, el consentimiento, no era un monstruo como para aprovecharme de ella mientras dormía, me quede quieto mirando a la pared, después de media hora sentí como comenzaba a moverse.—¡Vaya hasta que por fin despiertas! —dije Melissa abrió sus grandes
—Está bien... yo acepto. —dije rendida, tenía que admitir que mi orgullo había sido ligeramente lastimado. Me repetí mentalmente un montón de veces que esto no solo lo hacía por placer, me repetía mentalmente que esto lo hacía por la misión y que claramente Dominic no me había seducido. Dominic me miro con una sonrisa, quise quitarle esa estúpida sonrisa de un bofetón, suspiré, mordí mis labios intentando callar las miles groserías que tenía por decirle. Vi como Dominic dejo su computadora a un lado y palmeaba sus muslos, mire sus manos mientras hacia este movimiento, ¡diablos! ¿Por qué tenía que recordar ese momento justo ahora? Mordí, mi labio no podía de dejar de recordar aquel día, como las manos de Dominic pasaban por mi cuerpo, mandándome miles de corrientes eléctricas por mi cuerpo, tenía que admitir que había pensado toda esta semana en sus toques, incluso yo llegue a... Sacudí mi cabeza, odiaba ser tan calenturienta. —Melissa, cree que no quieres saber lo que va a pasar si
La jale hacia mí y la bese, no lo podía negar, estaba completamente satisfecho, por fin lo había logrado, sonreí internamente, imaginándome todo lo que podía hacer de ahora en adelante. —En ese caso, bienvenida a mi mundo. —dije al separarme, pase una de mis manos por su cintura, sintiendo como se estremecía, deseaba follarla aquí mismo, de tan solo pensar en cómo su cuerpo reaccionaba a mi toque, me volvía loco; sin embargo, aún no era el momento... aún quería jugar un poco más con su paciencia. —Dominic... ahora que acepte este trato ¿puedo salir? —solté una risa ante su pedido, no podía creer lo cínica que podía llegar a ser esta mujer, dejarla suelta era un peligro, no era tonto, sabía que Melissa también había aceptado este trato para que bajara la guardia; sin embargo, el sexo no haría que bajara la guardia... —¿Aún no te ha quedado lo suficientemente claro Melissa? No te dejaré salir de esta habitación. — La escuché suspirar. — Sin embargo, te daré una buena noticia, te sacar
Entre al baño en silencio, no podía dejar de imaginarme lo que sucedería a continuación, mi respiración se volvía cada vez más errática a medida que me desnudaba, miles de corrientes eléctricas recorrían mi cuerpo acumulándose en mi intimidad, al terminar de desvestirme me senté en la tapa del váter, no podía negar de que estaba nerviosa.Me miré al espejo del baño mientras esperaba ¿Por qué mierda se demoraba tanto ese idiota?...Llevaba 15 minutos esperando a Dominic, me sentía frustrada, me encontraba terriblemente excitada, y mi mente no ayudaba, no podía dejar de imaginar miles de situaciones en la que Dominic me follaba.Mordí mi labio fuertemente, sentía la necesidad de guiar mis manos hacia mi intimidad, Dominic nunca dijo que no podía tocarme ¿O sí?Comencé a bajar mi mano hacia mi intimidad, mientras con mi otra mano tocaba mis pechos, apreté uno de mis pezones, acallé un gemido, mientras hacía esto comencé a trazar círculos en mi intimidad, dios esto se sentía tan bien.No
Salí de la ducha junto a Melissa, esta cerraba sus ojos, estaba cansada, al acostarnos en la cama ella cerro sus ojos completamente y se acostó a dormir, yo, por otro lado, no pude dormir, por mi mente no dejaba de reproducirse la escena anterior, estaba terriblemente complacido con la actitud de Melissa, ella era perfecta para mí.Pase mi lengua por mis labios, ahora que había probado a Melissa deseaba más, mucho más, quería que Melissa fuera completamente mía, su alma, su cuerpo.Cerré mis ojos e intenté dormir, mañana tendría que hacer bastantes cosas...Al día siguiente me levanté, Melissa estaba completamente pegada a mí, sus brazos rodeaban todo mi torso, reí, para ser una persona que juraba que me odiaba a muerte, se veía muy cómoda a mi lado.Le dejé dormir un rato a mi lado, aún no comprendía por qué me odiaba tanto, si puede que cometiera unos errores en la conquista, pero definitivamente no había hecho cosas tan malas, solo unas cuantas muertes, pero al final todo había val
Mire a mi alrededor, hace mucho que no salía a la ciudad a caminar, en estos dos años me había centrado en mi venganza, por lo cual, no había tenido tiempo para disfrutar, respire, el aire entro a mis pulmones, en una cosa que tenía que darle crédito a Dominic era que actualmente los índices de contaminación habían bajado considerablemente.Las personas caminaban relajadamente mientras, la guardia, los vigilaba, odiaba esto, odiaba sentirme como en una cárcel, con ojos mirándome con cada paso que daba.De pronto sentí como Dominic tomaba mi mano, lo miré impresionada, sin entender su gesto.—Así me aseguro de que no te escapes. —Asentí sin creerle, pero lo pasé por alto, después de todo esto no era un gran gesto.—¿A dónde iremos? —pregunte.—No lo sé, no suelo hacer esto, así que estoy un poco perdido, ¿Qué quieres hacer? —pregunto, me encogí de hombros, no sabía qué quería hacer, siempre se me había hecho un poco difícil hacer esto.—A donde tú quieras ir estoy bien. —Lo vi rodar lo
Acerque mi mano al rostro de Melissa, tenía que admitir que el día de hoy se veía terriblemente preciosa, acaricie sus labios con la excusa de que tenía salsa en ellos cuando en realidad solo quería besarla y tumbarla contra la mesa. Al retirar mi mano de su rostro no podía olvidar como se sentía su piel bajo mi tacto, deseaba volver a colocar mis manos sobre ella, solté un suspiro y comencé a comer de nuevo, dándole un par de miradas de vez en cuando. —Melissa. —la llamé, esta levanto la mirada de su plato. —¿Dónde está tu familia? —lance la pregunta que había rondado mi cabeza desde hace mucho tiempo, ¿Acaso era huérfana? ¿O tal vez su familia estaba en su ciudad natal? Podía jurar de que estos no estaban en la ciudad, no creía que Melissa se arriesgara a traer a su familia donde el enemigo. —Muerta. —Trague saliva ante su tono gélido, no pregunte más, no era un idiota, no me metería en un terreno peligroso. —Ya veo. —no le di las condolencias, la verdad es que no tenía por qué d
Mire a mi alrededor, impresionada, aún no podía creer lo que estaba viendo, no entendía con qué objetivo Dominic me traía a este lugar… de todos los lugares posibles, el último que se me paso por la mente era un orfanato.Mire a la pequeña a mi lado, esta parecía encantada con la presencia de Dominic, podía ver la adoración en sus pequeños ojos, trague saliva nerviosa, toda esta situación me ponía de nervios.—¿Cómo te llamas? —pregunte, la niña volteo a mirarme, después de haberme ignorado por un buen rato.—¿Quién es ella Dom? —le pregunto a Dominic, nombrándolo de nuevo por ese ridículo apodo… pero eso no era lo importante ¿Acaso ella me había ignorado nuevamente?Dominic la miro con una sonrisa tierna, lo miré de arriba abajo, se veía guapo cuando sonreía.—Es una amiga. — dijo y alzo a la niña, esta me dio una sonrisa forzada, se le devolví de igual manera.—Mi nombre es Anna. —Asentí sin saber qué hacer a continuación. —¿Y el tuyo?—Melissa. — me presente y el silencio incómodo r