Mire a Melissa en silencio, mientras acariciaba su cabello, esta estaba en silencio, sin moverse, mientras miraba un punto en la pared, quería que me hablara, conversar, saber por qué estaba así, que pensaba, suspire y me acosté a su lado, Melissa me miro por fin, después de un buen rato. —Melissa.—¿Si? —dijo con voz ahogada—¿Quieres hablar de esto?— No. — Manifestó con voz firme, asentí en silencio, frustrado.De haber sabido que Melissa reaccionaria de esta manera, jamás se me hubiera pasado por la cabeza llevarla con Xania, ¿Por qué reaccionaria de esta manera?Lo único que pasaba por mi mente era que estas dos se conocían, tal vez Xania le había hecho algo malo a Melissa, aunque siendo sincero se me hacía imposible pensar que una persona como Xania era capaz de hacer algo malo.—Xania... ¿Te hizo algo malo? — Pregunte, sabía que esta había dicho que no quería hablar del tema; sin embargo, consideraba que Melissa necesitaba sacar lo que sea que estuviera atorado en su garganta,
Jale mi cabello desesperado, mirando en la dirección que Dominic se había ido, mordí mi labio y mire a mi alrededor, nerviosa, podia sentir las miradas de desprecio a mi alrededor, mordí mi labio ¿Y ahora qué mierda iba a hacer? No había que ser Einstein para saber que nadie aquí me iba a apoyar, nadie aquí iba a creer que yo no ayude al ataque. Salí corriendo del comedor hacia la habitación, necesitaba pensar, aclarar mi mente, encontrar pruebas de que yo no había asido partícipe de aquel horrendo acto. Al llegar a la habitación cerré con seguro la puerta, mientras me refugiaba en un rincón de la habitación con mi cabeza entre mis piernas. No podia creer lo que estaba pasando, por mi mente no creía que la organización estuviera cometiendo tal bestialidad... pero ¿Y si a esto era a lo que se refería Dominic? ¿Y si en verdad había vivido todo este tiempo engañada? Quería gritar, estaba sumamente confusa y aterrorizada, estaba segura de que Dominic esta vez terminaría con mi vida,
Apreté mis puños mientras intentaba calmarme, estaba a punto de detener a los guardias, una parte de mi mente me gritaba desesperada a gritos que no la llevara al calabozo y otra parte de mí gritaba que debía matarla por haberme traicionado, le había mostrado mi lado más humano y ella lo había pisado y desechado... sin embargo, no podía culparla, ella jamás me lo pidió, todo había sido mi culpa, yo había elegido que me traicionaran. Cuando los guardias salieron me senté en la cama, restregando mis manos contra mi cara, desesperado, intentando aguantar las lágrimas que deseaban salir, ¡mierda! Por mi culpa habían muerto niños inocentes, por mi culpa su vida había terminado, me carcomía la conciencia saber que mientras yo estaría en esta tierra disfrutando, ellos jamás podrían volver a sonreír. Furioso conmigo mismo y con Melissa me levanté la cama y salí de la habitación, necesitaba torturar a aquellos malditos... —Señor, ¿Piensa dejar morir de hambre a la mujer en el calabozo? Llev
Después de la visita de Xania los guardias comenzaron a traer comida, lo cual agradecía enormemente, era un alivio saber que no iba a morir de hambre, si tenía que ser sincera, desde mi perspectiva era una de las muertes más horribles que se le pudiera dar a alguien... Suspire mirando el techo, estaba harta de preguntarme que iba a pasar conmigo, definitivamente la incertidumbre iba a acabar conmigo, gracias a esta y a la ansiedad no podía respirar bien y mi garganta y pecho se apretaban dolorosamente, ¿esto es lo que buscaba Dominic? ¿Atormentarme hasta que ya no quedara nada de mí para después matarme? Tire de mi labio como había estado haciendo últimamente, es verdad que solo llevara una semana encerrada, pero se me hacía una eternidad. Cerré los ojos, necesitaba pensar en otra cosa, distraerme; sin embargo, mi tarea se vio interrumpida por unos pasos, estos se escucharon por todo el calabozo, ¿Ya era hora de la comida?, vaya sí que el tiempo se había pasado rápido hoy. Me senté
Salí de la habitación, dejando sola a Melissa, ¡mierda! Todo había salido de la peor manera posible, supone que me disculparía y ella me gritaría, y tal vez me golpearía un poco, y al final nos encaminaríamos a nuestra reconciliación y tendríamos mucho sexo, pero al parecer los dioses me odiaban lo suficiente como para complicarme la vida aún más, suspire frustrado ¿Y qué se supone que debía hacer ahora? Entre a mi oficina, y tomé un cigarro de mi escritorio, lo prendí dándole la primera calada, no solía fumar muy a menudo; sin embargo, estaba demasiado estresado y necesitaba la nicotina para relajarme. Mientras lo hacía no podía dejar de pensar en las palabras de Melissa, ella tenía razón, nuestra relación era retorcida y se salía de toda lógica humana, pero ¿Qué mierda importaba? Si algo había aprendido a lo largo de los años en la calle, es que no todas las cosas tienen porque tener lógica y que no por eso dejaran de hacerse o existir, la verdad no quería darle la razón a Melissa
Ya estaba lo había soltado todo, respire agitadamente mientras sentía mi cabeza dar vueltas, ¡mierda! Se había sentido excelente decirle todo lo que me hacía sentir mal, por fin sentía que un peso se liberaba de mis hombros, estaba profundamente triste y herida; sin embargo, no podía evitar sentirme aliviada. Mire como Dominic me miraba estupefacto y aproveche el momento para salir corriendo, después de la valentía seguía la profunda vergüenza. Además, no estaba dispuesta a hablar a Dominic sobre mi madre, no, él no tenía el derecho de saber sobre ella, bastaba con hacerlo sentir miserable por haber matado a mi madre. Al llegar a la habitación me encerré, asegurando de pasar el pestillo, sin embargo, no sentí que fuera suficiente protección, necesitaba volver a sentirme fuerte, así que corrí al baño y me encerré mientras me sentaba en la bañera, mirando al techo. Si hace cinco años me hubieran preguntado si alguna vez estaría en esta situación, me reiría un buen rato, mientas neg
Mire estupefacto a Melissa sin saber qué decir, mierda, ahora entendía completamente el odio de Melissa, entendía completamente su situación y no podia hacer como si nada, no merecía pedir su amabilidad. Medite unos segundos la historia de Melissa, había unas cosas que definitivamente me resultaban extrañas; sin embargo, no quería indagar más, con lo que me había contado el día de hoy, era suficiente, no podia presionarla más. —Sé que no tengo derecho a decir esto Melissa; sin embargo, lo diré, de verdad lo siento Melissa, siento que hayas pasado por esto Melissa.Esta me miro en silencio, me recosté en la cama y esta me miro, mire hacia otro lado, esta estaba en un trance, mientras el tiempo transcurría no podia de dejar de pensar en aquel accidente, todo era demasiado extraño, primero porque todos y absolutamente todas las ejecuciones se hacían en conjunto y a menos que yo ordenara no se dejaba nadie.—Melissa, ¿Puedo atreverme a preguntar algo? — Pregunte nervioso, esta torció su
Mire a Dominic en silencio, impresionada aún por sus acciones, intente formular algunas palabras, sin embargo, nada salía de mis labios, sentía como mis piernas temblaban ¿Por qué iba a san Marino? Acaso iba a hacer algo malo, ¿o simplemente iba a investigar? Mordí mi labio fuertemente, intentando que aunque una sola palabra saliera de mi boca. Sin embargo, eso no sucedió, al contrario, mi gesto ayudo a que me quedara aún más sin palabras, puesto que Dominic puso su mano en mi rostro, desasiendo suavemente, casi sensual, el agarre de mi labio. —Di que si por favor.Rogó mirándome directamente a los ojos, está enojada y triste; sin embargo, su gesto hizo que corrientes recorrieran por todo mi sistema nervioso, nerviosa, asentí, aunque no estaba segura de mi decisión, claramente una parte de mí quería negarse a estar con él, claro que parte de mí estaba recia compartir habitación con este hombre; sin embargo, parecía que a mi cuerpo y mente no le gustaba aceptar esa opinión.Dominic s