Mire a mi alrededor, hace mucho que no salía a la ciudad a caminar, en estos dos años me había centrado en mi venganza, por lo cual, no había tenido tiempo para disfrutar, respire, el aire entro a mis pulmones, en una cosa que tenía que darle crédito a Dominic era que actualmente los índices de contaminación habían bajado considerablemente.Las personas caminaban relajadamente mientras, la guardia, los vigilaba, odiaba esto, odiaba sentirme como en una cárcel, con ojos mirándome con cada paso que daba.De pronto sentí como Dominic tomaba mi mano, lo miré impresionada, sin entender su gesto.—Así me aseguro de que no te escapes. —Asentí sin creerle, pero lo pasé por alto, después de todo esto no era un gran gesto.—¿A dónde iremos? —pregunte.—No lo sé, no suelo hacer esto, así que estoy un poco perdido, ¿Qué quieres hacer? —pregunto, me encogí de hombros, no sabía qué quería hacer, siempre se me había hecho un poco difícil hacer esto.—A donde tú quieras ir estoy bien. —Lo vi rodar lo
Acerque mi mano al rostro de Melissa, tenía que admitir que el día de hoy se veía terriblemente preciosa, acaricie sus labios con la excusa de que tenía salsa en ellos cuando en realidad solo quería besarla y tumbarla contra la mesa. Al retirar mi mano de su rostro no podía olvidar como se sentía su piel bajo mi tacto, deseaba volver a colocar mis manos sobre ella, solté un suspiro y comencé a comer de nuevo, dándole un par de miradas de vez en cuando. —Melissa. —la llamé, esta levanto la mirada de su plato. —¿Dónde está tu familia? —lance la pregunta que había rondado mi cabeza desde hace mucho tiempo, ¿Acaso era huérfana? ¿O tal vez su familia estaba en su ciudad natal? Podía jurar de que estos no estaban en la ciudad, no creía que Melissa se arriesgara a traer a su familia donde el enemigo. —Muerta. —Trague saliva ante su tono gélido, no pregunte más, no era un idiota, no me metería en un terreno peligroso. —Ya veo. —no le di las condolencias, la verdad es que no tenía por qué d
Mire a mi alrededor, impresionada, aún no podía creer lo que estaba viendo, no entendía con qué objetivo Dominic me traía a este lugar… de todos los lugares posibles, el último que se me paso por la mente era un orfanato.Mire a la pequeña a mi lado, esta parecía encantada con la presencia de Dominic, podía ver la adoración en sus pequeños ojos, trague saliva nerviosa, toda esta situación me ponía de nervios.—¿Cómo te llamas? —pregunte, la niña volteo a mirarme, después de haberme ignorado por un buen rato.—¿Quién es ella Dom? —le pregunto a Dominic, nombrándolo de nuevo por ese ridículo apodo… pero eso no era lo importante ¿Acaso ella me había ignorado nuevamente?Dominic la miro con una sonrisa tierna, lo miré de arriba abajo, se veía guapo cuando sonreía.—Es una amiga. — dijo y alzo a la niña, esta me dio una sonrisa forzada, se le devolví de igual manera.—Mi nombre es Anna. —Asentí sin saber qué hacer a continuación. —¿Y el tuyo?—Melissa. — me presente y el silencio incómodo r
Trague nerviosa al escuchar las palabras de Dominic, lo mire curiosa ¿Qué mal había hecho?—Amo, ¿puedo hacer una pregunta? —dije cautelosa, no quería ser insolente, no cuando Dominic parecía hablar en serio.—Adelante—¿Cuál es la razón exacta por la cual estoy siendo castigada? —pregunte, Dominic levanto una de sus perfectas cejas—No puedo creer que seas tan inconsciente Melissa, no te parece suficiente motivo haberme insultado durante todo nuestro paseo. —Lo miré fijamente, un poco apenada, no podía refutar sus palabras.—En ese caso, Amo, permítame disculparme. —dije con voz suave, sin embargo, Dominic no volvió a hablarme hasta que llegamos a casa.—Baja del auto y espérame en la sala de espera, en cuanto tenga todo listo enviaré a una criada por ti.—Sí, amo. —respondí intentando ocultar mi nerviosismo, espere a que Dominic me esperara para que entráramos a la mansión juntos, sin embargo, esto no sucedió, no podía negar que esto me molestaba un poco; baje del auto y tal como me
Mire a mi alrededor aburrido, ¿por qué diablos tuve que haber concertado una reunión hoy?, si tan solo no hubiera sido un idiota de mierda, seguramente me encontraría follando con Melissa. Tuve que respirar profundamente al recordar las escenas del día anterior, no podía olvidar los ojos suplicantes de Melissa porque la follara. —Señor, ¿está de acuerdo con esto? —Mire al oficial frente a mí, sin saber que contestar, ¡Diablos!, lo mire con una ceja levantada.—Cree usted que estoy de acuerdo con esa propuesta. — dije intentándome zafar de la situación, el oficial me miro asustado, oculte una sonrisa. —No, señor — dijo intentando sonar seguro. — Pensaremos en una mejor estrategia. Asentí de acuerdo, aunque no hubiera escuchado, estaba seguro de que esta propuesta era una mierda, únicamente tenia que ver las caras de los comandantes para saberlo. —En ese caso tiene una semana para hacerlo. — asevere y me levante de mi asiento, estaba desesperado por irme de aquí. Llame a una muca
Mire a Dominic mientras trabajaba, se veía realmente sexi concentrado... era un maldito, sabía lo que él causaba en mí, por eso estaba aquí, suspires, en los últimos días Dominic no había hecho nada más que tentarme. Sin embargo, no le diría nada, jamás rogaría por él, por lo menos no en mis cinco sentidos, no perdería mi orgullo. —Melissa. —dijo Dominic sin despejar la mirada de los papeles en los cuales estaba trabajando. —¿Si? — ¿No tienes nada mejor que hacer? —¿Perdón? — dije sin entender. — ¿No tienes nada mejor que hacer que mirarme? —sentí mis mejillas calentarse, inmediatamente deje de mirarlo, ¡qué vergüenza! Pensé en algo inteligente para contestarle, podía sentir como se burlaba de mí. — Claramente, no tengo nada que hacer, soy una prisionera, no tengo celular, no puedo salir sin tu permiso, ¡ni siquiera hay televisión! — dije después de unos segundos después de reflexionar. Dominic guardo silencio, por un momento me sentí victoriosa… en realidad mi victori
Abrí mis ojos, cansado, la noche anterior había sido agotadora para mí, no estaba acostumbrado a lidiar con las emociones de los demás, siempre había sido un completo perdedor a la hora de dar concejos y consolar a los demás, era por eso que siempre que alguien en el orfanato tenía problemas nunca recurrían a mí. Mire a Melissa a mi lado, estaba profundamente dormida, aún podía ver la comisura de sus ojos ligeramente enrojecidos, me senté en la orilla de la cama, e hice un intento por peinarme, no entendía la reacción de Melissa, ¿en serio lo que yo había hecho era tan malo? Nunca mate a nadie que no lo mereciera, mi ejército nunca mato a nadie injustamente, y la persona que ejerció su poder injustamente recibió su castigo... ¡El puto, el mundo había mejorado gracias a mí! No quería ser egocéntrico, pero yo había sido lo mejor que le había pasado al mundo, bien puede que a muchas personas no les gustara que no hubiera democracia... pero tenía que ser sincero, la democracia era una ba
Mire entretenida la película que estaba viendo, ya habían pasado un par de días en que habían instalado la televisión, realmente había una gran idea, gracias a esto no estaba todo el día aburrida, despegue mi mirada de la televisión y mire a Dominic, este parecía bastante concentrado en su trabajo, suspire, no entendía por qué últimamente este había tomado la costumbre de venir a trabajar aquí ¿acaso no tenía su propia oficina? ¿Acaso pensaba que iba a escapar? Intente no reflexionar más en el asunto e intente volver mi vista al televisor; sin embargo, el sonido de las teclas me distrajo, estaba muy concentrado, esto parecía realmente importante... ¿Relevante? La palabra quedó resonando en mi mente por varios minutos... quise golpear mi cabeza contra la pared, ¿cómo no me había dado cuenta de la gran oportunidad que tenía frente a mí? Estaba más que claro que si Dominic trabajaba aquí, yo podía ver sus próximos planes, reunir toda la información posible, escapar, para finalmente llev