«Abuela...»
— Harvey, esa... — Kate extendió débilmente el brazo, apuntando hacia el cadáver apuñalado hasta morir. — ¿Esa es mi abuela?
Quería creer que no era cierto, pero alguien cubrió sus ojos de inmediato para que no la siguiera viendo. Todo lo que oyó fueron las disculpas de Harvey.
— Lo siento, Kate... Llegué demasiado tarde.
«Ah... Mi abuela »
— Abuela.... snif
Cuando la voz de Kate empieza a quebrarse Harvey aparta la mirada, aquella lastimosa figura desgarrada temblaba en sus brazos, el llorar amargo y silencioso sacudieron profundamente su corazón.
Harvey por primera vez en su vida se siente culpable.
— ¿Tienen todo listo? — Pregunta a sus hombres que habían rodeado el frente de la casa, esperándolos. — No puede quedar ni el más míni
— ¡¿Qué diablos están haciendo ustedes?! Todos los que estaban en la habitación se congelaron cuando Shanon entró repentinamente, como si con su llegada hubiese detenido el tiempo. Ella los mira, hace un gesto terrible deformando el rostro en una mueca que no solo desaprueba tal actitud, sino que la condena con la simple mirada. — Parece que realmente tienen ganas de morir. — Dice. Los ojos asustados de la niña conectan rápido con ella, Hariadne se esconde tras uno de sus ''leales'' escoltas con quien había estado jugando con muñecas en conjunto a todos los demás, parecían estar dispuestos a defenderla con garras y sangre, aun de su propia ama. — ¿Por qué la niña todavía está respirando? — Cuestiona, solo se escuchaba de fondo el sonido de sus tacones chocando contra el suelo conforme avanza. — Yo pedí claramente que apenas pusiera un pie aquí se deshicieran de ella, no que se convrtieran en sus niñeras y acondicionaran una habitación entera par
(...) — Kate, tienes dos días así... Necesitas comer algo o tu salud va a empeorar. Kate respondió con un quejido. La noche que ocurrió el secuestro Kate entró en una fiebre terrible que la mantuvo durante dos días postrada en cama, apenas y probando alimento alguno, Harvey había designado a alguien para cuidarla, sin embargo, cada vez que podía lo hacía por su propia cuenta, como en ese momento en que intentaba darle de comer, sin éxito alguno, otra vez. — ¿Acaso quieres que Hariadne te vea en ese estado cuando regrese? — Cuestiona, acercando la cuchara llena de sopa a la boca de Kate. — Solo tendremos más preocupaciones si no pones de tu parte y enfermas más. Kate ni siquiera lo miró de regreso, se aferró a la almohada bañada en sus propias lágrimas y enterró el rostro en ella. — Mi bebé... Se llevaron a mi bebé... — Lloró. Harvey no pudo hacer nada, en su vida jamás se había sentido tan impotente, Kate tampoco quería que sus
De alguna manera se sentía perdida, avanzaba, sabía que estaba caminando, pero al mismo tiempo no sentía el suelo bajo sus pies, como si flotara en lugar de dar pasos y se quedara en el mismo lugar, estática.Estaba segura que si no lograba encontrar la manera de mantenerse bajo control iba a perder la cordura y el poco sentido de la razón que le quedaba.— Disculpe, ¿No ha visto a esta niña? — No recordaba cuántas veces había preguntado lo mismo, tampoco el número de personas a quienes se lo había dicho, pero su cara de desesperación se mantenía intacta todavía. — Ella solo tiene cinco años, por favor... Es una pequeña indefensa, ¿Realmente no la ha visto?Y, para su mala fortuna, todas y cada una de las personas a las que le había preguntado daban la misma respuesta:''No''Había llegado a un punto
...En ese momento pensó que estaría bien con eso.Pero, sin importar cuántas veces le marcó, la llamada no fue atendida.— Maldita sea, Harvey. — Kate gruñe con rabia y aprieta el móvil entre los dedos. — ¿Justo en este momento tienes que no responder? ¿Qué diablos está mal contigo?Se le volvió a caer del pedestal en el que lo había comenzado a subir, como si la realidad la hubiese bañado con agua fría.Ya llevaba varios minutos encerrada en el cubículo del baño, con las piernas levantadas y abrazándose a ellas, alerta, escuchando a cada persona que entraba y salía, para tener mayor ventaja de escapar en dado caso que alguien estuviera buscándola.Sin embargo llega a un punto en que empieza a pensar que no podía quedarse ahí encerrada y esperar por la posibilidad de que la saca
— Seguramente tienes hambre, ¿Por qué no desayunamos? Tengo algo que te ayudará con la resaca. Sin embargo Kate lo detuvo cuando le pasó por el lado. — ¿Cuál es tu nombre? — Preguntó. — Es decir, es normal que quiera conocer el nombre de la persona que me salvó ayer, aunque si no me lo quieres decir no hay problema, espero no creas que estoy siendo muy... — Aspen, me llamo Aspen. — La interrumpió, su bonita sonrisa consiguió avergonzarla de alguna manera. — ¿Y tú cómo te llamas? Finalmente, cuando la luz del foco que no estaba fundido le dio a la cara, Kate pudo mirar el café en sus mirada brillante y el negro en su cabello alborotado. — Kate... — Balbuceó. — Mi nombre es Kate. — Entonces, Kate, mucho gusto, ¿Qué te parece si desayunamos? — Le preguntó con una dulce sonrisa, una sonrisa tan amable que casi la hace desfallecer. — Sí, vamos. Incluso la cocina de Aspen era sencilla, tenía una mesa con una sola silla, puest
...— ¿Te sientes mejor ahora?Kate asintió, sorbiéndose la nariz.— Lamento que hayas tenido que ver algo tan desagradable.¿Cómo podía llorar a moco tendido frente a un casi desconocido? Kate podría morirse de la verguenza en cualquier momento, ya ni siquiera sabía cómo mirar a Aspen a los ojos después de haber mostrado su peor rostro llorando.— Vamos, no seas tan dura contigo misma. Si crees que eso fue desagradable es porque no me has visto llorar; mis ojos se hinchan como un par de balones y empiezo a hipar, me vuelvo muy feo.Kate se rió ante tal descripción gráfica.— No creo que seas feo.Kate se paralizó. ''Un momento, ¿eso lo dije o lo pensé?''Ambos intercambiaron miradas en ese momento, pero rápidamente cada quien regresó a lo suyo y no volvieron a tocar el tem
(...)Un par de días conviviendo juntos pasaron.Al final no importaba qué tanto lo pensara, no tenía en mente echar a Kate de su casa, con el pasar del tiempo desechó completamente la idea de su cabeza y empezaron a convivir juntos, teniendo pequeñas y largas conversaciones cada vez que se veían, como si nunca se les acabasen los temas de qué hablar.En el poco tiempo que llevaban bajo el mismo techo se dieron cuenta que tienen gustos en común, como la pasión por los dulces y el aire libre, incluso coincidiendo en que, si tuvieran que elegir un animal para convertirse, serían un perezoso.Luego estaba el momento en que Aspen regresaba a trabajar y ella se quedaba sola, no necesitaba hacer nada puesto que él incluso dejaba comida elaborada para los dos, a veces Kate intentaba esperarlo cuando volviera, pero siempre el sueño terminaba venciéndola y Aspen la encontrab
— Veo que ya estás bastante mejor, estás haciendo muchas preguntas de repente. — Él bromeó con ella y la despeinó ligeramente. — Tengo una idea, ¿Por qué no salimos hoy y desayunamos afuera? Tengo pereza de cocinar y tú aparte de tener una mano lesionada eres bastante mala en la cocina.Kate se ríe por un momento.— ¿Qué pasa si tu hermano me vuelve a ver por las cámaras de seguridad? No quiero ocasionarte problemas, se ve que lo quieres mucho.— Quédate tranquila, yo me las arreglaré con él. Puede parecer un poco cabeza dura pero tiene corazón de pollo, él definitivamente no va a dejarte por tu cuenta.Kate volvió a sonreírle.— En ese caso está bien, pero solo un desayuno rápido.Aspen asiente, pero no estaba demasiado convencido.(...)Las calle