Salgo del departamento y camino despacio hacia la escuela, hoy es mi primer día en ese instituto y no puedo negar que me siento un poco nerviosa.
Caminé despacio, tomándome mi tiempo, salí con una hora de anticipación y poder caminar tranquilamente sin tener que correr por llegar tarde.
Miro a mi alrededor y trato de imaginarme como fue la vida de mi madre en este lugar, se ve tranquilo y aunque llevo pocos días de haber llegado a esta ciudad las personas son amables.
Mi madre nació en esta ciudad, en Sacramento, California. Dice que acá pasó los mejores años de su vida, pero al final el peor de su vida.
Ella y yo no tenemos secretos, somos las mejores amigas. Mi madre es divertida, loca y extrovertida. Las personas siempre la confunden con mi hermana mayor, ella tiene treinta y dos años y yo diecisiete.
¿Cómo es posible que sea tan joven? Preguntan siempre a las personas ¿A qué edad te tuvo? Dicen otras.
Mi madre es una mujer hermosa, de cabello oscuro como la noche, de ojos azules como el cielo en verano, de buen cuerpo y lo mejor de todo es que soy su copia exacta. Así que parecemos más hermanas que madre e hija.
Ella es doctora, ingresó hace unas semanas al hospital de la ciudad y yo esperé unos días más para ingresar al instituto y poder adaptarme mejor a este lugar.
Hace unos años me contó cómo fue su historia en este lugar, por esa misma razón insistí en que debíamos volver y que ella debía poner cara a su pasado y poder tener una oportunidad más.
Ha sido difícil para ella dar ese paso, he tratado de darle su espacio, sin presionarle y que ella lo haga cuando se sienta preparada. No es fácil volver y darle cara a un antiguo amor.
Mi madre me comentó que ella nació en una mansión, llena de lujos y detalles. No es porque mis abuelos hayan sido ricos, era porque ellos eran los trabajadores de la familia con dinero. ciudad.
Mi abuela era la cocinera y mi abuelo era uno de los chóferes de la familia. Mi madre me comentó que los jefes de mis abuelos eran unas personas que a pesar de tener mucho dinero, siempre los trato con cariño, humildad y respeto. Una pareja joven que se amaba con locura, con un hijo de un año mayor que mi madre y que se convirtió en su mejor amigo.
Ambos crecieron en una mansión. Un lugar grande y hermoso donde tenían muchas habitaciones para esconderse y hacer sus travesuras y un patio enorme en el que jugar. Los jefes de mis abuelos pagaron la colegiatura privada a mi madre para que estudiara junto con su hijo. Que ambos eran inseparables, los mejores amigos. Mi madre decía que su amigo era el niño más hermoso, que siempre estuvo enamorada de él. Un niño que, sin importar tener dinero, era atento con ella, cariñoso, amable y defendía a mi madre sin importar que fuera la hija de la criada.
Cuando tenía ocho años le propuso ser su novia. A los diez años hicieron su boda mágica junto con sus muñecos como invitados, a los trece no dejaban de pasear de la mano y ya habían hablado con los padres de ambos para informar que se casarían cuando fueran mayores.
Cuando mi madre tenía quince y su novio dieciséis era la envidia de todo el colegio. Su novio le hacía ver a todos los chicos y chicas que ella era suya y él de ella y nadie se acercaba a dañar esa relación. Más por el miedo que le tenían a él porque sabían sobre su carácter posesivo y agresivo cuando alguien se acercaba a mi madre.
Ambos estaban felices. Mi madre siempre recalcó que fue la mejor época de su vida. Él la respetaba y adoraba, que no la presionó para tener sexo. Ambos eran vírgenes y esperarían que ella estuviera lista para hacerlo. Aunque no faltaban los besos subidos de tono y las caricias. Pero siempre se detuvieron cuando tenían que hacerlo.
Cuando el novio de mi madre iba a cumplir diecisiete, ella decidió que era el momento indicado para entregarse a él. Planeó todo para darle una sorpresa el día de su cumpleaños. Decidió ir al centro comercial y comprar una bonita lencería y algunas cosas para ese día. Tanto el novio de mi madre y mis abuelos la sobreprotegían mucho y no dejaba que ella saliera sola, así que ella tuvo que mentir y decir que iba a hacer un trabajo donde una compañera. Después de que el chófer de su novio la dejara en la entrada de la casa de su amiga, quien era su cómplice; fue al centro comercial pero sola, ya que su amiga no podía hacerlo. Mi madre estaba comprando algunas cosas con un dinero ahorrado, después decidió que era momento de regresar antes que su novio decidiera ir por ella a la casa de su amiga. Al salir, no se percató de que la seguían y cuando estaba esperando el autobús alguien se le acercó por la parte de atrás y le puso un pañuelo en su rostro haciendo que ella perdiera la conciencia. No sabe cuánto tiempo pasó, solo dice que se sentía desorientada y esperaba que todo fuera una pesadilla, pero al momento de abrir sus ojos sentía como alguien estaba encima de ella, la tocaba y besaba su cuello. Ella empezó a forcejear con su atacante, a luchar por salir de debajo de su cuerpo y lo único que recibió fue golpes y burlas por parte de este. Ella pudo reconocer quien era el hombre que le estaba haciendo daño, un compañero de la escuela y rival de su novio quien tenía una rara obsesión por ella. Siempre había jurado que mi madre iba a ser de él y así lo logró.
Mi madre ese día no solo perdió su virginidad, también perdió una parte de su corazón.
Despertó en un hospital, golpeada y violada. Mis abuelos junto con sus suegros estuvieron a su lado. Suspiro tranquila al darse cuenta que su novio aún ignoraba lo que había pasado y conociendo su temperamento les pidió a sus padres y los padres de su novio que por favor no fueran a decir nada. Todos decidieron que lo mejor era callar, ya que lo primero que haría sería matar al hombre que le había hecho daño, o peor aún que ese hombre le hiciera daño a él.
Tuvieron que inventarle sobre que mi madre había tenido un accidente por los golpes que ella presentaba en su rostro. Los días fueron pasando y la relación entre ellos se fue marchitando. Mi madre se sentía sucia, que lo había defraudado y lo peor era que recibía constante acoso por parte de su violador en la escuela. Cada día las peleas entre ellos aumentaban, él sospechaba que algo había pasado y como ella no decía nada terminaba alejándose de ella.
El día del cumpleaños llegó, pero ella no hizo nada de lo que tenía planeado. Al contrario permaneció alejada de la fiesta y de sus amigos hasta que terminó sola en su habitación llorando. Mi madre no lo soportó más y pidió a sus padres que se fueran lejos, ya no podía estar al lado del hombre que había jurado amor eterno, su decepción y la culpa hacia sí misma era tan grande que ya no podía seguir en ese lugar. Ella decía que si ella no hubiera ido sola nada de eso hubiera pasado.
Mis abuelos y los padres de su novio entendieron y decidieron apoyarla en su decisión. Sabían que era poco tiempo antes que todo se supiera y todo terminaría en un problema mayor.
Mi madre no pudo despedirse de su novio, sabía que él no la dejaría ir tan fácilmente y tuvo que mentir. Le escribió una carta y solo le dijo que ya no sentía lo mismo por él y que lo mejor era que todo se acabara y cada quien siguiera su camino.
Mis abuelos y mi madre fueron a vivir a otro estado, uno muy lejos para que su ex no la encontrara y poder empezar de cero. A los dos meses de haberse ido se enteró que estaba embarazada de mi, tan solo una niña debía criar a otra niña. Mis abuelos le insistieron en que me abortara, pero mi madre se negó a hacerlo ya que no era culpable de cómo fue concedida.
Nací cuando mi madre recién había cumplido los dieciséis. La familia de su ex novio la apoyaron y ayudaron económicamente y cuando mi madre se graduó de la escuela pagaron la carrera que ella escogiera, así fue que mi madre se graduó de medicina.
No fue fácil para mi madre, estudiar y dedicarse a mi. Mis abuelos después de nacer me aceptaron y me han amado. Me cuidaron mientras mi madre estudiaba y en sus tiempos libres me dio todo el amor y se dedicó a ser la mejor madre.
Hace unos meses atrás salió en las noticias de la muerte de un hombre, ese día mi madre lloró y lloró y me contó que ese era el hombre que la había violado. Me di cuenta que era hora de regresar y poder enfrentar su pasado. Tuve que insistir y amenazarla hasta que aceptó y al poco tiempo mandó su currículum a los hospitales y fue aceptada.
Ella había decidido dejar todo atrás, pero después de saber de la muerte de ese hombre se dijo darse una oportunidad en encontrarse con su antiguo amor. No sabemos qué nos espera, solo sé que estaremos preparados para lo que venga.
Un fuerte ruido me hace despertar de mis pensamientos. He llegado al colegio sin darme cuenta. El mismo colegio donde mi madre estudió y ahora yo lo haré y espero que todo salga bien o tendré que patear algunos culos.
Camino por el largo pasillo buscando dónde se encuentra la coordinación y me puedan dar mis horarios y el número de mi casillero. Me concentro en los detalles del instituto, todo muy bien arreglado y decorado. Los estudiantes empiezan a ingresar, cada quien pasa por su lado metido en su mundo.Un fuerte golpe me hace desestabilizar, haciéndome caer hacia atrás, golpeándome con los otros casilleros. Furiosa, busqué al causante y observé a un chico rubio caminar como si nada.—¡Idiota!— Grito y los estudiantes se detienen y me miran con horror. El chico rubio me mira sobre su hombro y me da una media sonrisa y sigue por su camino.Resoplo y sigo con mi camino.Después de dar con la coordinación y mi casillero, llegué tarde a la primera clase. Genial, después de todo, no importó que llegara temprano, terminé llegando tarde a clases.Sentía la mirada de todos mis compañeros al ingresar al salón, en especial de aquel rubio con el que había tropezado. Le doy una mala mirada y solo me sonríe
Estaba en enfermería junto con mis nuevos amigos, ellos lucían preocupados por las represalias de Jeremy, por mi parte estaba dispuesta a defenderme.De un momento a otro escuchamos un escándalo al otro lado de la puerta y esta es abierta siendo azotada. Mi madre entra agitada y cuando me ve sus ojos se humedecen tirándose encima de mi cuerpo.—Dime quién es y lo mataré despacio y dolorosamente — susurró en mi oído para que yo solo la escuché.— Estoy bien, Ma, además él tuvo su merecido — Susurro.— Esa es mi chica — Mi madre se separa de mi cuerpo y empieza a inspeccionar detenidamente. Observa mi cuello y hace una mueca, me hace abrir la boca y saca una pequeña linterna del bolsillo y mira por dentro de mi garganta.— No se preocupe, su hermana se encuentra bien — Dice alguien a espaldas de mi madre, ella levanta una ceja y sonríe. Sé que le encanta que le digan que somos hermanas.— ¿Qué fue lo que sucedió?— Pregunta mi madre cambiando su máscara a enojada.— Un chico la atacó — s
Estaba en enfermería junto con mis nuevos amigos, ellos lucían preocupados por las represalias de Jeremy, por mi parte estaba dispuesta a defenderme.De un momento a otro escuchamos un escándalo al otro lado de la puerta y esta es abierta siendo azotada. Mi madre entra agitada y cuando me ve sus ojos se humedecen tirándose encima de mi cuerpo.—Dime quién es y lo mataré despacio y dolorosamente — susurró en mi oído para que yo solo la escuché.— Estoy bien, Ma, además él tuvo su merecido — Susurro.— Esa es mi chica — Mi madre se separa de mi cuerpo y empieza a inspeccionar detenidamente. Observa mi cuello y hace una mueca, me hace abrir la boca y saca una pequeña linterna del bolsillo y mira por dentro de mi garganta.— No se preocupe, su hermana se encuentra bien — Dice alguien a espaldas de mi madre, ella levanta una ceja y sonríe. Sé que le encanta que le digan que somos hermanas.— ¿Qué fue lo que sucedió?— Pregunta mi madre cambiando su máscara a enojada.— Un chico la atacó — s
—¿Acaso no tienes casa?— Digo molesta, Jeremy se ha instalado en mi habitación como si fuera suya. Lo peor es que mi madre ha salido y me salí con él.— No tengo casa — Encoge sus hombros —Tu madre dijo que podía quedarme todo lo que quisiera, así que...— Se estira y toma mi almohada para inhalar mi aroma — Umm fresas—— ¡Oye!— Le grito y trató de quitárselo, pero se aferra a ella con fuerza. — ¡Eres un degenerado!— El timbre suena y yo lo ignoro, trato de quitarle mi almohada sin lastimarlo.— Ve abrir — Su voz sonó más como una orden y no me aguanto más y presiono mi rodilla hacia el costado que tiene la herida. De inmediato maldice soltando mi almohada y antes de abandonar mi habitación le golpeo con ella y salgo con una sonrisa de victoria.Abro la puerta y me encuentro con un hombre vestido de traje.—¿Qué desea?— Pregunto y, antes que pueda el hombre contestar, Jeremy pasa por mi lado y su semblante luce furioso.— No le digas a nadie donde estoy — Dice de mala gana y el hombre
Después de esas palabras decido cambiar el tema, aún no me siento segura en contarle la verdad a Jeremy.— ¿Quieres ver alguna película?— Pregunto.—Pensé que querías que me fuera —Encojo mis hombros.— Pues ya que - Susurro — Eres un grano de culo difícil de eliminar — Escucho su risa y se levanta.—Préstame el baño primero y me ducho, creo que ya estoy empezando a oler a muerte —Dice.— ¿Apenas te das cuenta?—Arrugo mi nariz. — Tendré que cambiar las sábanas y hacer una gran limpieza a mi cuarto para quitar el mal olor — Sonríe y se va cojeando hasta el baño.Mientras él se baña empiezo a pensar en todo lo que está pasando, mi madre sufrió mucho en el pasado y no quiero que nadie le haga daño. Tendrá que hablar seriamente con ella y tomar una decisión si quedarnos o irnos definitivamente.Jeremy sale del baño y luce con otra ropa, al parecer la maleta que le trajo el hombre era ropa para él.—Espero que también te hayas lavado la boca, porque tu boca huele a aliento de dragón — Me b
El lunes llegó y con ello las responsabilidades de la escuela.Como siempre, salgo temprano y voy caminando hasta la escuela. Son unas de las cosas que me encanta hacer, ya que aprovecho para poner en orden mis ideas.No he dejado de pensar en el beso que me dio Jeremy, más aún su actitud. Mi madre dice que está celoso, si supiera que Nico es tan solo un niño.Al llegar a la escuela me reciben mis nuevos amigos, conversamos mientras entramos y me pregunta qué tanto hice, puesto que mi móvil estuvo apagado todo este tiempo. Tuve que omitir el detalle que Jeremy la pasó conmigo todo el fin de semana.Llego hasta mi casillero y alisto mis cosas para la siguiente clase. Al dar la vuelta para ir al salón me encuentro con Jeremy que pasa por mi lado y me ignora por completo. Maldito bipolar, ayer me besa y hoy me ignora.Decido seguirle el juego y termino ignorándolo y me concentro en el estudio y en mis amigos.En el descanso me siento con los chicos y comenzamos a conversar, al sonar el t
Llega el miércoles y los chicos y yo nos reunimos en una cafetería cerca del colegio. Hoy decidimos salir todos juntos e ir a comer algo para conversar un poco, ya que la hora de descanso es imposible.Mientras las chicas planean sobre una salida a un bar, yo pienso en lo que paso el día de hoy con Jeremy. Aunque no se me acerco ni me hablo, me mando mensajes de cómo estaba mi madre y yo, luego me mando caritas de emojis de lo bien que me quedaba los pantalones de hoy y me invito a salir en la noche a comer junto con mi mamá.No dejaba de observarse y, por primera vez que estoy en el instituto, lo vi sonreír. Lo hizo al ver su celular mientras conversamos, cosa que no pasó desapercibido, puesto que varios se preguntaban con quién hablaría, lo que hizo que sonreirá.La tarde se nos pasó volando y llegué a casa a la seis. Jeremy me llamó varias veces, pero lo ignoré y, por último, tuve que silenciarlo, ya que no dejaba de escribir o llamar.Mi madre me llama una hora después y me dice q
Jeremy se levantó temprano para ir a su casa a cambiarse y luego ir a la escuela, entre tanto mi madre y yo conversamos en el desayuno y después me dispuse a ir al colegio caminando tranquilamente.Al llegar me dispuse a guardar mis cosas y alistar todo para la próxima clase. Me sorprendí al llegar a clases y Jeremy no llegó. Le escribí varios mensajes y hasta lo llamé y no me contestó. Decidí dejarlo ahí y no insistí más.La mañana transcurrió normal entre clases y platiqué con mis amigos, Jeremy no llegó a ninguna de las clases y mis mensajes quedaron sin contestar. A las cuatro de la tarde solo recibí una respuesta: "Después hablamos" y no volvió a aparecer conectado.Mi madre llegó en la noche, cenamos y luego nos fuimos a dormir, aunque a mí me costó hacerlo. No podía dejar de pensar en él y sus cambios de actitud. Por alguna razón me importaba y eso me molestaba. No quería sentir nada por él.Llegué al colegio y Diana ya me estaba esperando en la entrada.—Casi que no llegas — E