Estaba en enfermería junto con mis nuevos amigos, ellos lucían preocupados por las represalias de Jeremy, por mi parte estaba dispuesta a defenderme.
De un momento a otro escuchamos un escándalo al otro lado de la puerta y esta es abierta siendo azotada. Mi madre entra agitada y cuando me ve sus ojos se humedecen tirándose encima de mi cuerpo.
—Dime quién es y lo mataré despacio y dolorosamente — susurró en mi oído para que yo solo la escuché.
— Estoy bien, Ma, además él tuvo su merecido — Susurro.
— Esa es mi chica — Mi madre se separa de mi cuerpo y empieza a inspeccionar detenidamente. Observa mi cuello y hace una mueca, me hace abrir la boca y saca una pequeña linterna del bolsillo y mira por dentro de mi garganta.
— No se preocupe, su hermana se encuentra bien — Dice alguien a espaldas de mi madre, ella levanta una ceja y sonríe. Sé que le encanta que le digan que somos hermanas.
— ¿Qué fue lo que sucedió?— Pregunta mi madre cambiando su máscara a enojada.
— Un chico la atacó — suelta Alex y yo quiero matarlo.
—¿Cómo que un chico te atacó? — Pregunta cruzándose los brazos.
—Ma, en casa, te explicaré todo— digo y me bajo de la camilla.
—¿Ma?— Pregunta Andrea —¿Diminutivo de qué nombre?— Mi madre sonríe con picardía y antes que empiece a redactar una de sus historias asombrosas le interrumpo.
—Ma, es diminutivo de madre— digo y todos abren la boca sorprendida.
—¿Es tu madre?— Pregunta Ronald.
— Sip— Dijo tomando mi mochila.
—¿Disculpa, pero qué edad tienes?— pregunta Andrea.
—Tengo más de cuarenta — Dice mi madre y yo muerdo mis labios para no reír. Mientras algunas mujeres se quitan la edad, ella es feliz aumentando para que las personas le digan lo hermosa y joven que se ve.
—No puedo creerlo— Murmuró Vivían.
—Es mentira, se nota que es su hermana— Dice la enfermera molesta que ha estado callada todo este tiempo.
—Oh gracias— Mi madre hace que seca unas lágrimas imaginarias.
Alguien toca suavemente la puerta y la enfermera abre la puerta y entra un señor de unos cuarenta y tantos años que nos saluda a todos y se dirige hacia mi madre.
—Lamento mucho lo ocurrido con su hija, señorita Presley, no sé por qué el joven Bulmor la atacó, pero déjeme decirle que el joven será suspendido esta semana por lo ocurrido —
—¿Dijo usted Bulmor?— Pregunta mi madre sorprendida.
—Sí, señorita, Jeremy Bulmor fue quien atacó a su hija—Responde el director.
— Deberían expulsarlo — Dice enojado Ronald — Ya hemos tenido suficiente con sus problemas—.
—Entenderemos si desea denunciarlo y ...—Mi madre niega con su cabeza.
—No se preocupe, el joven tendrá claro que con mi hija no se puede meter— Me sorprendo por el comentario de mi madre y me hace una señal para que nos vayamos.
—El hermano del joven ya está al tanto de lo sucedido y, aunque ahora se encuentra de viaje, le hará entender que no se puede meter con la joven— Ella asiente y ambas salimos de la enfermería.
Mi madre no dice nada en el camino, cosa que me sorprende. Imagino que debe saber a quién le pertenece ese apellido.
Cuando llegamos al departamento le cuento lo sucedido, ella solo me escucha en silencio, y solo me dice que tenga cuidado y sale a su habitación para alistarse para su turno de la noche.
A pesar de los analgésicos que me dio mi madre, aún me duele la garganta, pero aun así voy a estudiar.
Los chicos me reciben y empezamos nuestra jornada. Les pedí que dejáramos el tema a un lado y ellos lo hicieron y nos concentramos en el estudio y sobre hacer planes para los fines de semana.
El viernes llegó y los chicos y yo decidimos ir al cine. Después fuimos a comer y le pedí que me dejaran a unas calles de mi casa, ya que me gustaba caminar un rato antes de llegar a casa a dormir, ya que mi madre aún seguía con su turno de noche.
Me puse mis audífonos y empecé a caminar escuchando a Norah Joes, una de mis cantantes favoritas. Estaba distraída hasta que escuché los gritos de unos chicos y me acerqué hasta visualizar un callejón oscuro y un grupo de hombres dándole patadas a alguien en el suelo. Me alarme y saque mi gas pimienta, tome mi celular y grite.
—¡Policía, venga rápido a la dirección que le acabo de dar, están atacando a alguien!— Grite y los hombres se alarman y salen corriendo hacia el otro lado del callejón.
Esperé un momento y al ver que no había nadie me acercó despacio hacia el desconocido. Enciendo la linterna de mi móvil e iluminó el lugar y me sorprendo al ver aquel hombre que yace en el suelo.
— Le agradezco su ayuda, pero puede dejar de alumbrar la cara — Pide mientras hace una mueca de dolor cuando se sienta —Pobres idiotas, pegan como niña—
— M****a — Murmuró entre dientes y Jeremy se da cuenta de que soy yo.
—Vaya que mierda— Susurra y cierra los ojos para sostenerse de la pared del callejón — Ya te puedes largar— Me doy la vuelta y al llegar a la esquina y me volteo para observar y veo que trata de levantarse y le es imposible por los golpes.
Ruedo mis ojos y me acerco.
— Vamos, te llevaré al hospital — digo de mala gana.
—Odio los hospitales, así que olvídalo — Trata de levantarse de nuevo y solo logra tambalearse y caer de nuevo.
— Entonces vamos a mi casa que está a unas calles de acá— Jeremy levanta su rostro y me mira.
—Lo siento, pero no tengo sexo hasta la tercera cita— Dice divertido, pero su sonrisa se desvanece por el dolor de su costado.
— Yo tampoco tengo sexo con cretinos, así que no te preocupes que no saltes encima de ti— Le ayudé a levantarse y ambos nos encaminamos hacia mi casa.
— Espero que esto no sea un engaño para robar mi virtud — Susurra y yo muerdo mis labios para no reír.
— Vaya, me has descubierto — Digo con sarcasmo — Mi plan original era mandarte a esos hombres para que te hiciera perder la conciencia y así violarte en un callejón oscuro. — Lo escucho reír y ambos ingresamos al departamento — Ven, vamos a mi habitación y así poderte revisar —
— Y dices que no quieres aprovecharte de mí. —Sonrió y le ayudó a caminar hasta mi cuarto, menos mal que soy una persona ordenada y tengo todo en su lugar. - Lo ayudó a sentarse en mi cama y cuando trató de quitarle la camisa, me tomó de las manos.
—Yo te dije que si quieres sexo debes llevarme primero a tres citas— Susurra cerrando los ojos.
— Déjate de payasadas y quítate la ropa — Jeremy abre sus ojos y yo sonrío dándome la vuelta para ir a la habitación de mi madre y sacar el maletín de primeros auxilios.
Me acerco y mi boca se abre al verlo sin camisa, su pecho y brazo están tatuados y unos bellos pectorales adornan su cuerpo.
— Una fotografía más dura — Dice haciéndome sonrojar.
— Ni porque fueras la gran cosa — digo y lo escucho reír.
—Repítelo hasta que tú mismo lo creas.
Limpio sus heridas y le doy unos analgésicos para el dolor. Él terminó acostado en mi cama y a los pocos minutos observó que se había quedado dormido.
Salgo de mi cuarto y limpio el desastre hecho y le escribo a mi madre comentando lo sucedido. Ella no demora en llamarme y decirme que lo deje dormir, que con los analgésicos va a dormir hasta mañana. Lo miro por un momento y me voy a la habitación de mi madre para poder descansar.
Estaba en enfermería junto con mis nuevos amigos, ellos lucían preocupados por las represalias de Jeremy, por mi parte estaba dispuesta a defenderme.De un momento a otro escuchamos un escándalo al otro lado de la puerta y esta es abierta siendo azotada. Mi madre entra agitada y cuando me ve sus ojos se humedecen tirándose encima de mi cuerpo.—Dime quién es y lo mataré despacio y dolorosamente — susurró en mi oído para que yo solo la escuché.— Estoy bien, Ma, además él tuvo su merecido — Susurro.— Esa es mi chica — Mi madre se separa de mi cuerpo y empieza a inspeccionar detenidamente. Observa mi cuello y hace una mueca, me hace abrir la boca y saca una pequeña linterna del bolsillo y mira por dentro de mi garganta.— No se preocupe, su hermana se encuentra bien — Dice alguien a espaldas de mi madre, ella levanta una ceja y sonríe. Sé que le encanta que le digan que somos hermanas.— ¿Qué fue lo que sucedió?— Pregunta mi madre cambiando su máscara a enojada.— Un chico la atacó — s
—¿Acaso no tienes casa?— Digo molesta, Jeremy se ha instalado en mi habitación como si fuera suya. Lo peor es que mi madre ha salido y me salí con él.— No tengo casa — Encoge sus hombros —Tu madre dijo que podía quedarme todo lo que quisiera, así que...— Se estira y toma mi almohada para inhalar mi aroma — Umm fresas—— ¡Oye!— Le grito y trató de quitárselo, pero se aferra a ella con fuerza. — ¡Eres un degenerado!— El timbre suena y yo lo ignoro, trato de quitarle mi almohada sin lastimarlo.— Ve abrir — Su voz sonó más como una orden y no me aguanto más y presiono mi rodilla hacia el costado que tiene la herida. De inmediato maldice soltando mi almohada y antes de abandonar mi habitación le golpeo con ella y salgo con una sonrisa de victoria.Abro la puerta y me encuentro con un hombre vestido de traje.—¿Qué desea?— Pregunto y, antes que pueda el hombre contestar, Jeremy pasa por mi lado y su semblante luce furioso.— No le digas a nadie donde estoy — Dice de mala gana y el hombre
Después de esas palabras decido cambiar el tema, aún no me siento segura en contarle la verdad a Jeremy.— ¿Quieres ver alguna película?— Pregunto.—Pensé que querías que me fuera —Encojo mis hombros.— Pues ya que - Susurro — Eres un grano de culo difícil de eliminar — Escucho su risa y se levanta.—Préstame el baño primero y me ducho, creo que ya estoy empezando a oler a muerte —Dice.— ¿Apenas te das cuenta?—Arrugo mi nariz. — Tendré que cambiar las sábanas y hacer una gran limpieza a mi cuarto para quitar el mal olor — Sonríe y se va cojeando hasta el baño.Mientras él se baña empiezo a pensar en todo lo que está pasando, mi madre sufrió mucho en el pasado y no quiero que nadie le haga daño. Tendrá que hablar seriamente con ella y tomar una decisión si quedarnos o irnos definitivamente.Jeremy sale del baño y luce con otra ropa, al parecer la maleta que le trajo el hombre era ropa para él.—Espero que también te hayas lavado la boca, porque tu boca huele a aliento de dragón — Me b
El lunes llegó y con ello las responsabilidades de la escuela.Como siempre, salgo temprano y voy caminando hasta la escuela. Son unas de las cosas que me encanta hacer, ya que aprovecho para poner en orden mis ideas.No he dejado de pensar en el beso que me dio Jeremy, más aún su actitud. Mi madre dice que está celoso, si supiera que Nico es tan solo un niño.Al llegar a la escuela me reciben mis nuevos amigos, conversamos mientras entramos y me pregunta qué tanto hice, puesto que mi móvil estuvo apagado todo este tiempo. Tuve que omitir el detalle que Jeremy la pasó conmigo todo el fin de semana.Llego hasta mi casillero y alisto mis cosas para la siguiente clase. Al dar la vuelta para ir al salón me encuentro con Jeremy que pasa por mi lado y me ignora por completo. Maldito bipolar, ayer me besa y hoy me ignora.Decido seguirle el juego y termino ignorándolo y me concentro en el estudio y en mis amigos.En el descanso me siento con los chicos y comenzamos a conversar, al sonar el t
Llega el miércoles y los chicos y yo nos reunimos en una cafetería cerca del colegio. Hoy decidimos salir todos juntos e ir a comer algo para conversar un poco, ya que la hora de descanso es imposible.Mientras las chicas planean sobre una salida a un bar, yo pienso en lo que paso el día de hoy con Jeremy. Aunque no se me acerco ni me hablo, me mando mensajes de cómo estaba mi madre y yo, luego me mando caritas de emojis de lo bien que me quedaba los pantalones de hoy y me invito a salir en la noche a comer junto con mi mamá.No dejaba de observarse y, por primera vez que estoy en el instituto, lo vi sonreír. Lo hizo al ver su celular mientras conversamos, cosa que no pasó desapercibido, puesto que varios se preguntaban con quién hablaría, lo que hizo que sonreirá.La tarde se nos pasó volando y llegué a casa a la seis. Jeremy me llamó varias veces, pero lo ignoré y, por último, tuve que silenciarlo, ya que no dejaba de escribir o llamar.Mi madre me llama una hora después y me dice q
Jeremy se levantó temprano para ir a su casa a cambiarse y luego ir a la escuela, entre tanto mi madre y yo conversamos en el desayuno y después me dispuse a ir al colegio caminando tranquilamente.Al llegar me dispuse a guardar mis cosas y alistar todo para la próxima clase. Me sorprendí al llegar a clases y Jeremy no llegó. Le escribí varios mensajes y hasta lo llamé y no me contestó. Decidí dejarlo ahí y no insistí más.La mañana transcurrió normal entre clases y platiqué con mis amigos, Jeremy no llegó a ninguna de las clases y mis mensajes quedaron sin contestar. A las cuatro de la tarde solo recibí una respuesta: "Después hablamos" y no volvió a aparecer conectado.Mi madre llegó en la noche, cenamos y luego nos fuimos a dormir, aunque a mí me costó hacerlo. No podía dejar de pensar en él y sus cambios de actitud. Por alguna razón me importaba y eso me molestaba. No quería sentir nada por él.Llegué al colegio y Diana ya me estaba esperando en la entrada.—Casi que no llegas — E
El sábado en la tarde nos concentramos en terminar el trabajo de historia y en la noche retiramos los muebles y pusimos unas colchas gruesas para acostarnos en el suelo y ver películas. Mi madre no tardó en llegar y se unió a nosotros. Pedimos pizza y los tres nos quedamos dormidos en la sala.—Mierda— Susurra Jeremy con voz ronca.Abro los ojos y estoy de lado y Jeremy está a mis espaldas con su mano en mi cintura. Mi madre está de espaldas mías y yo trato de moverme, pero un fuerte dolor en mi espalda hace que pegue un grito y mi madre se levanta asustada y maldiciendo a la vez.—¿Qué sucede?— Mi madre toma mi rostro asustada.—Nada. Solo me dio un espasmo muscular— Susurro y mi madre me pega un manotazo en la cabeza.—Boba, pensé que te había pasado algo, grabé — Mi madre se levanta y empieza a estirar su cuerpo y desde acá puedo oír sus huesos crujir.—Suegra, eso se escucha desagradable— Jeremy se pone boca arriba estirando sus manos.—Desagradable es verte con una erección al la
Decir que el desayuno fue incómodo sería mentir. Cada vez que miraba el rostro de Jeremy me hacía recordar dónde estuvo su boca la noche anterior. Lo peor es que él sabía lo nerviosa que me ponía y aprovechaba cualquier descuido de mi madre para pasar sus dedos por sus labios y saborearlos. Era realmente incómodo y cada vez que podía lo pateaba debajo de la mesa.Mi madre nos había levantado temprano para desayunar juntos y como esa semana tenía trasnocho, decidió irse a dormir después de desayunar. Jeremy se fue hacia su casa para poderse cambiar de ropa y en la escuela nos veríamos. La verdad es que estaba en una incertidumbre. Primero por su hermano, no deseaba que lo lastimara de nuevo. La segunda de cómo sería su comportamiento conmigo en la escuela ¿Me ignorará? ¿Sería igual de lindo que es conmigo cuando no estamos en ella?Decidí dejar de pensar y esperar lo que llegará. Me alisté y me fui a la escuela y, como siempre, Diana junto con las gemelas me esperaban en la entrada. De