Alex… Alex… Alex…¿Qué? ¿Por qué no puedo respirar?No… No… No… Puedo… Respirar.Mis oídos pitan, mi corazón está a punto de salirse, mis manos tiemblan, mi tráquea parece haberse cerrado por completo y lucho por llevar el aire a mis pulmones, pero… Dios, qué es lo que tengo.Estoy viendo a Alex e intento pedirle ayuda, pero no puedo.La mirada se me nubla por las lágrimas que me invaden.¡Ayuda!Mis extremidades pesan, mis brazos se han entumecido y el frío recorre cada centímetro de mi cuerpo.Instantáneamente, me desplomo, mis parpados amenazan con cerrarse por completo, mi cuerpo apenas responde a las exigencias de mi cabeza.¡Voy a morir!Porque siento que mi cuerpo se está yendo… El dolor en mi pecho es insoportable, la sensación de pesadez es cada vez más intensa.El miedo se hace presente, de la nada mi cuerpo se paralizó, el miedo se ha apoderado, como si todo lo que pasé me lo estuviese cobrando en este momento.¡Yo….!A lo lejos escucho la voz de Alex y de mi hermana, ambos
~—¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Dónde estoy?No, no, esto debe ser una pesadilla, nada puede ser real.Frente de mí veo la silueta de un hombre, no puedo apreciar quién es porque nos rodea una oscuridad.¿Será que estoy muerta?—Aparentemente, tu lobo.¿Mi lobo?—Ja, ja, debes estar loco, ya, no estoy para este tipo de bromas, los lobos no existen.Si escucho a una persona significa que no es un sueño, y que por tormenta, mantenimiento o daños la luz electricidad de la casa se ha esfumado, dejándonos a oscuras.—No, realmente soy tu lobo, tu protector y el caballero oscuro —insiste, su voz grave provoca que mi cuerpo entero se erice.Una ola de fatiga me atraviesa y se instala como un peso de cinco kilos en mi pecho. Cierro los ojos lentamente, luchando contra eso. No quiero desmayarme. Quiero que me hable, que responda a todas mis preguntas y que me mire con esos ojos verdes, oscuros.Necesito que me diga quién es la persona que está detrás de todo esto.—No te vayas, tienes que darme
Me quedo helada al verlo allí, de rodillas frente a mí, con los ojos llenos de una culpa que no había visto antes. Mi corazón late tan rápido que siento que va a salirse de mi pecho, y la confusión se apodera de mí. ¿Por qué está haciendo esto?—Alex… —susurro, mi voz apenas audible mientras trato de procesar lo que está pasando. Nunca lo había visto tan vulnerable. Él siempre ha sido la imagen de la fuerza y la seguridad, y ahora, verlo así, me desarma por completo—. ¿Qué estás haciendo?—No debí jugar con tus sentimientos, no debí dejar que las cosas llegaran tan lejos sin explicarte todo desde el principio —su voz suena rota, como si cada palabra le costara un enorme esfuerzo—. No mereces esto, Amelia. No mereces todo el dolor que te he causado.Mis ojos se llenan de lágrimas. Parte de mí quiere gritarle, exigirle que me explique de una vez por todas qué es lo que está pasando.—Alex, por favor, levántate. No entiendo nada de lo que estás diciendo —mi voz tiembla, y noto que mis ma
Mi cuerpo sigue temblando mientras me dejo caer al suelo. Las lágrimas que habían estado contenidas comienzan a fluir con mayor intensidad, arrastrando consigo cada pedazo de mi confusión y desesperación. Estoy en una especie de torbellino emocional, donde la realidad y el miedo se entrelazan en una danza frenética. Cada vez que cierro los ojos, la imagen del lobo regresa a mi mente, y me resulta casi imposible entender cómo es que la realidad se ha vuelto tan surrealista.El lobo—Alex—se mantiene a una distancia prudente, sus ojos, ahora de un color más humano, miran hacia mí con una mezcla de arrepentimiento y preocupación. Su rostro está pálido y sudoroso, como si la transformación le hubiera costado mucho más que solo un cambio físico. A medida que sus músculos se relajan y su piel se ajusta a su forma humana, la angustia en sus ojos se hace más evidente. Me doy cuenta de que, aunque su apariencia ha cambiado, la expresión de dolor y remordimiento sigue siendo la misma.El aire en
+Amelia+Tengo la cabeza perdida en mil pedazos y la desesperación por acabar con mi vida están rápido como un suspiro. Hace un par de minutos mi hermana me envió un mensaje diciéndome que en menos de una semana necesitará las mensualidades de la universidad.Dios, no encuentro las palabras adecuadas para decirle que no he cumplido ni quince días en la empresa como ayudante de la secretaria de presidencia. Ya sé que debo agradecer que el novio de mi hermana sea el que me consiguiera este trabajo, ya que antes trabajaba como camarera en la cafetería.Esta es mi vida, soy una mujer de veintiocho años y sin un futuro prometedor. Vivo con mi hermana menor de dieciocho años porque mamá decidió dejarnos por un hombre que le endulzo el oído prometiendo el cielo y la tierra, no obstante todo tiene su precio y la condición era dejarnos sin casa, comida y dinero.Mi hermana y yo llevamos cinco años viviendo solas, y… Na-ah, ya no quiero recordar mis penas, es mejor respirar profundo y terminar
+Alex+Esto debe ser una broma de mal gusto, esta chica acabará con mi paciencia, por mi hermano…«Deja de pensar, deja de ser un maldit… Alfa, recuerda que estamos rodeados de muchos humanos. Alex Johnson, eres el dueño de todo y si quieras esta ciudad tenemos que ser como ellos y estar con ellos, no… Ella es la hermana del mate de tu hermano, no lo olvides… Otra cosa, tú tienes siglos de antigüedad y ella apenas veintiocho años, una vida tierna»«Beta, no tienes que recordarme lo inevitable, a pesar de que no me gusta estar rodeados de humanos, debemos estar con ellos.»«Espera… Siento que el problema es con ella y no con los humanos.»—Eh, señor, Johnson, creo que ella se debe retirar.Y el abogado de los humanos ha hablado, no puedo entender como es soportar la ineficiencia de ellos. ¡Son frágiles e incompetentes!Ah, qué agotador, ahora me encuentro en un dilema, ¿un humano puede ser tu mate? Al principio me costó creer que mi hermano encontrara a su mate y que ella terminara sie
+Amelia+Aaaaah… Aaaah… Aaaah…Quiero gritar a todo pulmón, sí, que todo el mundo sepa de una vez que el energúmeno del dueño de esta empresa es un infeliz.Ya fuera de la oficina de ese cretino, el aire regresó a mis pulmones lentamente.Bajo mi mirada hacia mi camisa, ¡estoy hecha un desastre! ¿Podré sobrevivir? No traje una camisa de repuesto, ni modo, tendré que ir al tocador y lavar la camisa. ¿Se me verán los pechos?—Ssshhh… Shhh… Shhh… Niña, pero niña, ¿dónde te encuentras? ¿Por qué no me prestas atención? —sacudo mi cabeza, volviendo a mi realidad, ya que la señora Rocío está muriendo por saber que me ha dicho el jefe.Me acerqué a ella, no quiero que sus nervios provoquen que se descompense, ya que eso sería culparme a mí misma por… ¡No, no soy culpable de nada! Resoplé y me acerqué lo suficiente para decirle que el jefe me ha aceptado los documentos y que no hay ningún problema.Su rostro cambió radicalmente, y de la tristeza se fue a la felicidad extrema de lo que me alivi
~Ufff… De lo que me salvé, fue un momento incómodo para todos o más bien para mí. Los teléfonos resonando como locos fueron los que me salvaron de las interrogaciones del novio de mi hermana. Sí, sé como se llama, pero por cariño le digo; novio de “my sister”. Es algo anticuado, pero es lo único que se me ocurrió para establecer una conexión de familia temporal. Al final de todo es que no quiero llamarlo por su nombre; Alejandro, es que es el mismo nombre del infeliz que engatusó a la ilusa de mi madre.Obviamente que aproveché la oportunidad y en seguida le di la espalda, como una toda cazadora que soy agarré el teléfono y contesté. Él no tuvo de otra que asentir con una sonrisa y decirme que me espera en mi hora de salida.Justo cuando lo vi que entraba a la oficina de gruñón malhumorado, colgué la llamada; era la recepcionista avisando que el hermano del dueño estaba en camino. Hmmm… Muy tarde me avisó.Aprovechando el tiempo corrí al tocador con la camisa manchada de café, sintie