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Cap. 3 Dos vagos indomables

Agnes limpiaba la cubierta de un gran yate, lo preparaban para una fiesta de cumpleaños y tenía que estar brillando.

Valery limpiaba los camarotes y era todo tan divino, las camas, la elegancia y perfección.

—Simplemente divino, me encantaría dormir una noche aquí o dar un paseo por la costa en esta belleza.

Se soñaba tomando el sol echado en una poltrona y sintiendo la brisa del mar, darle en la cara y una botella de champaña cerca.

—Algún día, chica.

Salió con los aparatos y se topó con su amiga que le dijo emocionada.

—Acaban de traer la comida y se ve tan deliciosa.

Cuando salió el servicio de banquete acomodaba los diferentes platos.

—Todo se ve divino y perfecto.

—Es lo que merecen.

Ellas habían terminado y cuando bajaron se sintieron vueltas a una realidad.

—Quisiera ver cómo será la fiesta.

—Sí, yo igual.

Entonces los vieron arrimados a un pilar, los dos vagos del momento.

—Hola, chicos.

—¿Qué tal su día, nenas?

—Limpiamos dos yates mega grandes y en uno se celebrará una fiesta —comentó Agnes.

—Vaya, fiestas en el mar.

Valery le preguntó.

—¿Has ido alguna?

—Claro, como escolta de unos millonarios, sé lo bueno que se come y me tocó salvar a una loca millonaria que borracha cayó del yate.

—¡Qué emoción! —exclamó Agnes.

—Para nada, esos no agradecen ni que les salves la puta vida.

—No te creo —dijo Valery—. No pueden ser tan malos.

—Bueno, allá tú, ¿quieren tomar algo?

—Sí, un refresco.

Fueron caminando hasta uno de los sitios de bebidas. Valery pidió un coco y su amiga una piña, ellos algo con licor.

—¿Ustedes ahorran para el futuro?

—Claro que no, vivimos el día a día —dijo Brandon con frescura.

Lex hizo un gesto y les comentó.

—Gastamos lo necesario y pagamos un departamento y compartimos gastos.

Agnes sonrió y le preguntó.

—¿Tú también trabajabas para los millonarios?

Lex hizo una mueca y respondió.

—Por supuesto, los millonarios son unos imbéciles mimados que les encanta que les den todo en su mano.

Valery comentó sorprendida.

—¡Qué pésimo concepto tienen!

—Es la realidad —comentó Lex.

Brandon entonces comentó para fastidiarla.

—Lo que sucede es que tienes una idea romántica de los millonarios, que son caballeros…

Secundó Lex.

—Que moverían el cielo por ti.

—Que te darán su corazón y joyas.

—Creo que pueden ser personas especiales.

—Son como tú solo que con dinero.

Ella se levantó molesta y les dijo a los dos sujetos.

—Escuchen el que dos asalariados mediocres se expresen así es porque son unos resentidos.

Agnes la vio salir y se disculpó con ellos.

—Disculpen, disculpen.

Ella fue tras su amiga que caminaba molesta por el estacionamiento.

—Espera, ¿qué tienes?

—Tengo rabia, ¿crees lo que ellos dicen?

Agnes le dijo a su amiga con pesar.

—En parte es cierto, yo viví ese tipo de burbuja, es complejo, lo sé, pero es cierto, no es lo que parece y pienso que mi padre estará furioso por encontrarme y que cumpla con su voluntad.

Valery caminaba junto a su amiga por el estacionamiento en donde carros de lujo estaban.

**

Una de las empleadas de la mansión Lugo servía unas bebidas y comentaba.

—La señorita Riana está que echa chispas por no encontrar al joven, quiere el favor del señor Hugh.

—Ese muchacho —murmuró la cocinera—. No merecía lo que le hicieron.

—Es el mejor de todos —dijo el mayordomo.

La mujer salió con la charola de bebidas hacia el jardín en donde Riana y su primo estaban.

—Si no lo encuentro estaré en problemas.

—¿Y dónde podrías buscarlo?

—Ese es el problema, dónde.

La empleada servía las bebidas y Riana se acercó a ella.

—¿Sabes algo de mi hermano?

—Lo siento, señorita, no sé nada.

—¿Y si lo supieras, me lo dirías?

La mujer contestó de forma rápida.

—Por supuesto.

—Más te vale.

La mujer se fue nerviosa y respiró hondo. La verdad es que sabía dónde podía estar, pero no quería traicionar a su niño, pues él era considerado la oveja negra de la familia y lo era por mucho. Fue a la cocina y entonces, les anunció a todo el servicio.

—Quieren saber dónde está él, pero no sé nada y exigen que hay que decir las cosas.

Todos negaron con la cabeza y siguieron en sus deberes.

**

Agnes revisaba su teléfono para ver si sabía algo de su padre, tenía una cuenta falsa en donde seguía las empresas de su padre.

—Afortunadamente no hay nada.

—¿Qué esperabas?

—Mi padre no es de los que se quedan quietos, es un hombre de armas tomar y no quiero que me haga algo malo.

Desde que conoció a Agnes en el colegio, ella vivía asustada de su familia, siempre arrinconada y no entendía eso. Parece que los estándares de la familia Cosvo eran muy altos, querían arrastrar a todos a sus niveles.

—No podrán encontrarte, al menos por un tiempo.

—Tendremos que movernos.

Moverse a otro punto era complejo, pues ese sitio les daba ganancias, aunque trabajaran lo suyo.

—Tenemos que reunir mucho dinero para irnos de aquí.

Sin embargo, ella pensaba en la cantidad de chicos ricos que pululaban para poder captar a uno, solo necesitaba uno y poder cautivar su corazón y sus vidas cambiarían.

Esa mañana tenía que limpiar un yate junto a su amiga, justo el que manejaba Brandon y era muy lujoso y grande.

—Sacudir y limpiar.

—Tenemos que dejar este precioso brillante.

Brandon llegó en ese momento con una hielera, todo fresco.

—Hola, chicas.

Valery lo vio saltar dentro y mostrarle.

—Traje algo de comer y Lex viene en camino.

Valery abrió la hielera y le preguntó.

—¿Vas a manejar el yate?

—Ajá, puedo dar una vuelta con él.

Eso emocionó a Valery que le dijo en ese momento.

—¿Crees que podamos dar una vuelta ahora?

—Claro.

Agnes sonrió emocionada y les dijo a sus amigos.

—Espero que no haya problemas.

—No los habrá, siempre me ordenan darle una vuelta.

Lex llegaba en ese momento.

—Ya vine.

—Vamos a dar una vuelta en este hermoso.

Iba hacia los controles y Lex les dijo a las jóvenes.

—¿Ya terminaron de limpiar?

—Sí.

Valery corrió a la cubierta y vio como se iban alejando del muelle.

—Es una deliciosa sensación.

Corrió a decirle a Agnes y le dijo emocionada.

—Es hermoso, muy hermoso.

Ambas miraban como el muelle se alejaba y Lex les pasaba unas bebidas.

—Celebren un poco.

Era emocionante y cuando se les unió al grupo vio la emoción en Valery.

—¿Te encanta?

—Es gratificante, me siento bien, supongo que debes estar acostumbrado.

Se alzó de hombros y le dijo a la joven.

—Siempre es rico sentir el viento en la cara.

—Claro.

Ella sonrió feliz y entonces recibió una cerveza y ella le comentó.

—Tengo que moverme, aunque me gusta aquí.

—¿Qué pasa?

—Es por Agnes, su padre es muy malo y si la encuentra puede hacerle daño.

—Entiendo.

Ella lo miró sorprendida y le preguntó.

—¿Entiendes?

—Sí, he visto muchos casos de esos.

—Es una lástima que una chica pase por eso, pero la familia Cosvo es complicada.

Eso le interesó y preguntó.

—¿Familia Cosvo?

—Sí, ella viene de esa familia, ¿los conoces?

—No, o sea, escucho muchos apellidos y sí, he escuchado sobre ellos, jodidos.

—Así es, pero por ahora estamos bien.

Ella sonrió y le señaló los otros yates.

—Se ven gloriosos.

—Podría vivir aquí.

Ella sonreía y él le dijo galante.

—Tienes una bella sonrisa.

—Estos momentos me hacen feliz, siento que puedo cualquier cosa.

—¿Has ido a la feria?

—No, para nada, pero sería bueno irse a subir la adrenalina.

—Cuando quieras…

Ella lo miró y le dijo con desdén.

—Tampoco te hagas ilusiones conmigo, espero pronto cautivar a un millonario y poder vivir mi cuento de hadas.

—Pobre millonario, se dará contra un pilar cuando vea lo agria que eres.

Ella le hizo una mueca y fue a donde su amiga comía unas papas fritas con Lex, ambos reían y ella le dijo.

—¿Te diviertes?

—Sí, mucho Lex es muy chistoso.

Valery sonrió y sacó su móvil y se tomó una foto y una a su amiga.

—Para el recuerdo.

Ambas rieron y Brandon se acercó a ellos y les dijo.

—Pronto veremos el malecón.

Ellas se asomaron y veían un lindo lugar, hacían de la mano a las personas que circulaban, algunos las saludaban y ellas reían tomando fotos.

Brandon las escuchaba reír y Lex le comentó.

—Mujeres, todo les parece lindo.

—Ese es su mal.

—¿Qué vamos a hacer ahora?

—Disfrutar, iremos a la feria a pasar un rato con las chicas.

—¿Y luego?

—Luego veremos.

—Tenemos que tener cuidado.

—Lo sé, lo sé, pero por el momento no saben que estamos aquí.

—Exacto y Riana debe estar volviéndose loca por tal motivo.

Ambos rieron divertidos por sus travesuras.

**

Hugh Lugo veía unos dibujos hechos por su nieto y sonreía. Su nieto era brillante y con mucho talento.

—Sin duda sacó lo mejor de mí, pero dónde está.

Su mayordomo de confianza le explicó.

—Lo están buscando.

—Espero que lo encuentren pronto, no deseo verlo lejos, es el indicado para sucederme en todos los negocios, pero si Riana no lo encuentra dispondré enviarla a la sede más lejana del país por inepta.

Sonrió de solo pensar en ello, pero debía poner orden en su casa y su nieta debía ser el ejemplo.

**

Agnes dejaba los aparatos de limpieza cuando vio a unos hombres sospechosos mirando a todos lados, se escondió detrás de un auto, su corazón latió veloz y miró a todos lados, no tenía escapatoria.

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