Mientras una aterrada Valentina no lograba recuperar el aliento, Adrián tenía la vista clavada en la mujer que reconoció al instante.
No creyó la mala broma del destino, pero ahí estaba, una chiquilla de imagen preparada como si fuera la más decente del mundo. Pero él sabía lo perversa que podía ser y lo maldit4 también, porque su reloj en su muñeca desapareció esa noche y no tenía que ser adivino para darse cuenta quien lo tenía.__ Tú prometido es Adrián Crown. - señaló su madre como si su hija pudiera responder ante eso. - Saluda, no te quedes así.__ No vamos a hacer esto más extenso. Sabemos las razones y no vamos a fingir que salió de un romance. - declaró Adrián, sin quitarle los ojos de encima. Avanzó hacia ella y tomó la mano sin ninguna pizca de sutilidad, le extendió el dedo anular e introdujo la argolla.__ Adrián. - le habló su padre y solo ahí cambió su semblante. - No habiendo nada más que tratar, nos vamos. La boda se llevará a cabo al mediodía de mañana.Valentina quiso hablar, pero ver el anillo y soltar la mano del tipo que la vio como si quisiera aplastarla, la regresó a la realidad.__ ¿Mañana al mediodía? - preguntó con la esperanza de que alguien la corrigiera. No fue así, su madre disimuló cuanto le molestó que se quedara callada y a los demás les importó poco los arreglos que se hayan dado en la familia, pues eso era con una finalidad y todos sabían que Adrián no estaba aceptando por gusto.Regresó a su habitación sin mirar a nadie. Tenía que escapar de ahi. Adrián había visto esas actitudes muchas veces, todas huían y ella no sería la excepción.Volvió a su auto al que subió junto a su padre.__ ¿La conoces? - le preguntó Aarón al verlo tan enojado. Pues siempre era pacífico, pero no en ese momento.__ No congenio con princesitas lloronas. - contestó poniendo el auto en marcha.No iba a explicar lo que había pasado. No le interesaba, si bien no le importaba la reputación de una ladrona, decir que le habían robado la única cosa que Silvia le dió antes de marcharse con Geovanny, era rememorar el enojo que sintió al no verlo en su mano esa mañana.No lo explicaría, solo esperaría el momento adecuado para recuperarlo y si ella actuaba como el resto, iba a huir.Esa noche después de estar en la cena con su familia, salió con una sola dirección en mente.Recorrió la desolada carretera hasta detenerse frente al cruce que le daba vista a la casa que podía ver perfectamente desde ese sitio.Paciencia lo describía cuando de acechos se trataba. Por lo que cuando vió la figura que cayó de una ventana al pasto que había en el jardín, se dió cuenta que su intuición no fallaba en esos casos.Caminó tranquilamente luego de ver que ruta había tomado. Mientras tanto Valentina pisó el suelo donde no rompiera ni una hoja seca, tratando de que su mochila con lo básico no se le cayera tampoco.Pero correr no le daría resultados cuando llegó a la carretera y el festejo en silencio se vió interrumpido por la figura que encontró al volver la vista hacia atrás y luego al frente de nuevo.El terror cubrió su cara cuando lo vió y reconocerlo le fue fácil, aún en la oscuridad.__ ¿La princesita quiere escapar? - le preguntó Adrián al ver a la ladrona ante él.Valentina no supo si empujarlo o golpearlo, pero sí decidió que no se quedaría quieta cuando con su mochila le estampó un golpe que lo tomó por sorpresa, moviéndose un poco, dándole la oportunidad de correr a la chica que no sabía porqué huía, solo entendía que debía hacerlo.__ Mal...Adrián se contuvo de no sacar el arma que llevaba en la espalda y romperle las piernas y en zancadas grandes la alcanzó, tomando su brazo para girarla bruscamente.__ ¡Suéltame! Esto ni siquiera es...__ ¿Donde está mi maldit0 reloj? - le cuestionó para que no creyera que era por ella que estaba ahí.Sí se iba era mucho mejor. No tendría que soportar más de esas escurridizas huidas.__ ¿Haces esto por un reloj? - se vió sorprendida.__ ¿Por qué más? - preguntó burlesco. - ¿Por tí? - sus ojos se clavaron en los labios templados de la rubia que se veía con ganas de enterrar sus uñas en sus ojos. - ¿Que te hace pensar que eres tan importante?Que lo dijera de esa forma le volvió a estallar el enojo a la chica que se esforzó por ser soltada. Él la libero a la primera.__ ¿Crees que voy a luchar por tenerte conmigo? - soltó con frialdad. - Que sueños tontos te haces, princesa. No todo es un cuento de hadas, quítate las tonterías de la cabeza y actúa como alguien lógico.__ Lo dice quien acecha en la oscuridad a...__ A la ladrona que me robó algo valioso. - la silenció. - Es lo único que necesito de tí.Ni siquiera la vio con un poco de agrado. No parecía el mismo hombre que no dejó de besarla la noche anterior. Ahora era alguien despiadado que no se calló lo que pensaba.__ No lo tengo. Ni siquiera sé de qué hablas. - se puso la mochila en el hombro. - Si es todo lo que buscas, compra otro igual y asunto arreglado.Adrián estaba perdiendo la paciencia. Que lo trataran como si fuera un idiota no le agradó para nada. ¿Quien creía que era? Apenas la conocía, pero le enojaba de sobremanera la actitud hacia él, odiaba que alguien lo desafiara, pero a ella le apetecía romperle la voluntad a base de...__ Sé que lo tienes. Pero no voy a pelear con una caprichosa cobarde. - exclamó con enfado. - Vete, me facilitas la vida de esa manera.__ Tus tratados se irán al carajo sin mí. - se rió en su cara.__ Tan necesaria no eres. Ni para mi familia, ni para la tuya. Porque de otra forma no te hubiesen puesto como un negocio tan fácil de obtener. - soltó devolviendo el gesto.__ Eres un maldit0. - farfulló la chica con odio.__ Pero soy necesario. - se dió la vuelta para regresar a su auto a unos cuantos metros de ese lugar.A Valentina ni siquiera le importaba él, pero las palabras tan hirientes fueron demasiado ciertas para ignorarlas. No supo ni porqué lo hacía, pero tomó un palo que había en la orilla de la carretera y se abalanzó sobre él, quien al oír los pasos veloces, se giró y pudo detener apenas el golpe que iba directo a su cara.De un movimiento rápido se lo quitó y lo lanzó al suelo de nuevo. El odio estaba en los dos.Él emanó frialdad, dominio y un hielo que congeló los huesos de la mujer que le lanzó el mismo sentimiento en pinceladas que quemaron en su pecho. Una lucha nació sin que ninguno de ellos moviera ni las pestañas.__ Vete. No eres más importante por quedarte que por irte. - exclamó Adrián. - Pero si te vas, escóndete muy bien porque una burla a un Crown también se cobra y tú la estás haciendo.__ Un apellido no te define como un señor al cuál arrodillarse. - lo desafió.__ Pero si te arrodillaste, princesa. - le tocó la barbilla y ella ardió. - ¿Te recuerdo para qué?Esta se alejó de inmediato.__ Claro que lo recuerdas. Al menos de eso no me quejo. - se acercó mucho más que antes.__ No diría lo mismo de tí. - la sonrisa se le borró, pero tal cosa fue respondida por el beso feroz que le robó el aliento, durando dos segundos solamente. Provocando más daño de otros que fueron más duraderos.__ Los gimoteos no dijeron lo mismo. - se alejó limpiando su boca mostrando que el mismo desagrado existía para él. - Pero de casarme contigo, jamás te pondría otro dedo encima. Las lloronas no son mi tipo y me hubiese gustado saber que eras una antes de follar contigo.Giró sobre sus talones para regresar por donde llegó.__ No sabes cuánto disfrutaré cuando hayan ruegos de tu parte. - declaró ella. - Yo puedo causar daño y mucho más que tú.__ Con tus llantos, tal vez te suplique para salvar mis tímpanos. - elevó la voz desde la distancia, causando que ella se jurara a sí misma algo que repitió en su mente.Si no era importante para nadie, se volvería imprescindible para todos. Así le costara, los haría pagar y tragarse sus palabras, se juró.Valentina observó su figura en el espejo, con un vestido de textura suave y color oscuro. Era la única mujer en esa familia luego de su madre, las uniones de sus hermanos no les habían servido de mucho, por lo que debía ser ella a quien enviaran al matadero prácticamente.Los Crown no eran una familia con una fama de pacíficos. Al contrario, se hablaba de las torrenciales caídas que causaron en su recorrido por diversas ciudades.Y ahora, ella sería la esposa del último hijo de Aarón Crown. Adrián por su parte miró la hora con aburrimiento. Su condena como lo llamó estaba por sellarse. Un matrimonio concertado, lo que sabía que pasaría de alguna manera. No se negó porque era necesario, pero odiaba el solo pensar que se tendría que casar con una niñita que de seguro no soportaría si les tocaba convivir. Apenas la conocía y la estaba odiando. __ ¿Cuanto más va a tardar la princesita? - cuestionó al aire. Todos estaban reunidos, esperando a la novia, quien ya estaba por decidirse por
El nuevo día llegó y con ello la culpa de Valentina por haber bebido la noche anterior. La cabeza estaba por estallarle y más con los gritos sin piedad de su madre que no eran para nada conciliadores. __ Solo baja la voz. Me casé, es lo que querías - le dijo la chica, dándose cuenta que eso solo la enojó mucho más. __ ¡¿Como demonios se te ocurre ir a beber?! ¿Acaso no te he enseñado que una señorita de casa debe mantenerse siempre en sus cabales? No convertirse en una mujer del bajo mundo que...__ Es una inconsciente que no piensa en cuidar su imagen. - se sumó su hermano mayor haciendo que Valentina se fijará en él. Carter estaba ahí, si él llegó, de seguro Cole y Grayson también. - No haces más que portarte como una...__ Como me comporte ya no es de su incumbencia. Casarme con alguien que puede asesinarme en cualquier momento no es lo que soñé con hacer a mis 21, pero lo hice. - se puso de pie. - Por ustedes y la estupidez de dejarse influenciar de cinco ancianos que no hacen
El asistente Monroe no podía creer lo que estaba viendo. Que alguien le apuntara de esa forma a su jefe ya hubiese sido para que este actuara con mucho más de lo que estaba haciendo. Estaba respirando mucho más de lo que cualquiera antes.Valentina vio posibles escenarios donde ella disparaba y en todos ellos salía victoriosa, aunque tenía claro que no era más que el producto de su mente fantasiosa. Adrián sintió el frío cañón ceñir su piel, la fuerza era demasiada como para que no haya bajado la mano, pero la princesita Bassett seguía sin despegar sus ojos de los suyos. Era fuerte, pero eso se acabaría, se dijo. Atrapó el cañón con su mano y de un tirón le arrebató el arma, girándola para que ahora fuese su dedo el que estuviera en el gatillo, solo un segundo antes que regresara al sitio donde minutos antes la había dejado. __ Las reglas están por algo y es para evitar que esto ocurra. - exclamó sentándose en su silla una vez más. - Tus pataletas de niña consentida las dejas que
__ No juegues con algo que te pesará luego. - dijo Adrián sin importarle que estuviesen a punto de atravesarlo con la punta de un cuchillo. Se alzó más sobre la pequeña hija de Renzo Bassett y se acercó a su boca. - Porque sueñas con rebanar mi garganta, yo sueño con azotarte el trasero para que tus delirios suicidas dejen de darme problemas. Rozó sus labios con los de ella, dejando a Valentina con apenas el oxígeno justo para continuar respirando. __ Hazlo. - la instó. Su aliento chocó contra sus labios. Ella apretó más el agarre y se alejó de golpe. __ Si te mato, alguien me matará a mí ¿no? - preguntó riendo. __ No. Solo quedará en el intento. - recogió la camisa que se le había caído y le dió la espalda. - En lugar de estar comiendo en la oscuridad, usa el jodido comedor como todo mundo. __ Me lo prohibiste.- acusó ella.__ No te he prohibido nada, demente. Además, dudo mucho que a la princesita se le dé por acatar órdenes. - refunfuñó alejándose del ella. __ Y yo que tenía
__ Esa cosa es un...__ Deja la exageración que te dije muy claramente que no entraras aquí. - dijo Adrián sacándola del lugar, cerrando la puerta atrás de él. - Pero eres una testaruda.__ A mí no me insultes. - se exaltó al estar en el pasillo. - Su me hubieses dicho que era lo que escondías en verdad, no se me hubiese pasado por la cabeza entrar aquí. - discutió enojada. - ¿Como iba a saber que era otra bestia igual a tí? __ No quiero perder el tiempo contigo. - exhaló llenándose de paciencia. No era su estilo perder la compostura, pero la hija de Renzo Bassett lo ponía al borde muchas veces. __ Se me pasó el hambre. Que tengas una muy mala noche. - la mano le temblaba aún debido al susto, pero la escondió para no dejarse en evidencia. - Aunque dudo que tengas una buena. Adrián movió su cabeza de lado a lado, en verdad necesitaba se mucha voluntad para no tomar el asunto en sus propias manos. Cuando le dijeron de un matrimonio donde la vería lo mínimo, no creyó que con eso se r
Fabrizio Campel, siempre fue un tipo de competencias reñidas, en todo lugar donde hubiese una ganancia de por medio, siempre tenía espacio. Valentina fue la única que lo trató con decencia durante mucho tiempo, pero lo que le pedía era mucho para él. No podía ir en contra de un clan entero para sacarla de un país que controlaban. Sabía que le guardaba rencor, sin embargo creyó que podía disculpar su renuencia a ayudarla llevando lo que a ella podría gustarle. Aunque ir a casa de su eterno rival en diferentes ámbitos era muy arriesgado para él. Adrián no era alguien fácil de sobrellevar, estar ahí ya era un riesgo para él. __ El señor vendrá en unos minutos. - le informó el asistente Monroe posándose frente a él. Ya no tenía claro si era buena idea, pero quería que Valentina supiera que había ido a buscarla y si no quería recibirlo, haría que al menos se diera cuenta que quería ayudarla. __ Espero brevedad. - exclamó Adrián cuando apareció frente a él, con la cautela que verlo en
Adrián recorrió una gran distancia desde su casa por la zona menos transitada del terreno. Midiendo su frecuencia cardiaca continuó hasta que la tarde comenzó a oscurecerse, pues debía prepararse para el evento de moda que su madre preparó y quería que sus hijos presenciaran. Rasha corrió a su lado y rugió cuando este le ordenó detenerse. Era un animal muy veloz y aún cuando él se ponía exhaustivas metas, para el felino aún no bastaba. Descansó un poco y le permitió beber agua para iniciar el camino de regreso. En cuanto regresó vio a Valentina moverse en su habitación y se preguntó si al menos dejaría de hacerle caprichos tontos, pues le dijo a su asistente que le indicara que la quería lista para salir a un evento, pero con ella podía esperar que dijera que sí o incendiar su casa con un rotundo no. Claro que creyó que se opondría, pero la hija de Renzo Bassett solo deseó poder salir de ese lugar al menos a sitios donde no era muy habitual que fuera, pero conocía el trabajo de Lu
Adrián vio su reloj por tercera vez, ya habían transcurrido más de quince minutos de que Valentina se había ido al baño. Estaba al tanto de que las mujeres tardaban mucho, pero no tanto. Todos estaban con sus respectivas copas de champagne, mientras él por alguna razón no dejó de ver a ese pasillo. __ Te ves preocupado. - comentó Sara cuando regresó de su llamada para saber de sus hijos. - ¿Ocurre algo? __ Nada. - no iba a decirle que le preocupaba algo sin sentido como lo era eso que tenía en la cabeza. __ Cada vez que dices que nada, es mentira. Si esperas a alguien del baño, te puedo asegurar que está vacío. - sus ojos se movieron para estar sobre su cuñada. - Estuve ahí para llamar a la casa y durante los cinco minutos no entró, ni salió nadie. Sí buscas a tu esposa, se seguro está por ahí. No quiso decir nada más porque vio ese mismo gesto asesino que veía en su esposo, pero él Leonardo sabía cómo calmarlo, en Adrián no tenía mucha idea, ademas que era por su matrimonio reci