El hombre entró en la habitación, se sentó en el borde de la cama y observó la ventana, la perfecta blancura que había del otro lado. — Valentín me lo contó todo. Bueno, me hizo un resumen rápido de lo que había pasado. ¿Cómo te sientes?Yo aparté la mirada. ¿Cómo me sentía? Ni siquiera yo lo sabía. Lo único que sabía era que bien no estaba. Me senté y recosté la espalda en las almohadas, observando también la ventana. Quise decir algo, pero no tenía fuerzas. Así que el hombre se aclaró la garganta. — Me eligieron para ser el Alfa cuando tenía cinco años — comenzó a contarme — . Fui muy precoz. A esa edad ocurrió mi primera transformación. Supieron que tenía el talento y la voluntad para convertirme en el Alfa que necesitaba la manada. En ese entonces, la tormenta eterna no existía y el norte, aunque era frío, era habitable. Era un hogar cálido. Pero, verás, mucha gente no estuvo contenta con la decisión que tomaron los ancianos del Consejo y el Alfa de ese entonces. Había una fami
Bastian levantó la mirada, interesado, hacia el muchacho que había entrado repentinamente a mi habitación. — ¿Qué pregunta? — dijo el hombre.Cuando volteé a mirar hacia la ventana, la noche ya había caído. ¿Hacía cuántas horas nos habíamos separado? Era extraño. Según lo que me había contado Valentín, él se había marchado rápido en cuanto yo lo hice, porque tenía que regresar a Luna Azul. Pero entonces me invadió una extraña emoción. Sabía que no podía hacerme falsas ilusiones y tampoco emocionarme como una tonta, pero saber que Ismael estaba ahí hizo que mi corazón latiera con fuerza. En cambio, para mi padre no parecía tan contento con aquella declaración; todo lo contrario, parecía más bien asustado. — ¿Quiénes son los visitantes? — Solamente él y otro lobo de su manada — dudó antes de decirlo, luego volteó a mirarme — . Un señor muy raro con unas alas muy grandes... — ¿El Rey Cuervo? — pregunté, asustada. — Alicia, tenemos que atender a estos invitados. Presiento que esto
Me empoderé como se suponía tenía que haberlo hecho: era la heredera del poder del hielo y también la próxima luna de Flagela. Así que tomé la mano de Ismael para que se pusiera de pie y me acompañara hacia el palacio. El Rey Cuervo cargaba a Ángel, y Sirius corrió hacia él. — ¿Qué pasó? — preguntó el muchacho. — Lo atacaron. Queríamos esperar a que recuperara nuevamente sus poderes, porque le inyectaron ese suero inhibidor — comenzó a contar Ismael — . Pero vimos cómo habían salido a buscarnos, así que tuvimos que volar hacia acá.Yo volteé a mirar al Cuervo. — Gracias por ayudarlos, Salomón.Él asintió. Era completamente bienvenido en Flagela. Él y su gente habían creado el domo que separaba la ciudad del invierno eterno, y eso había ayudado a que la ciudad pudiera seguir existiendo. Así que el Alfa le dio la bienvenida. — ¿Qué fue lo que pasó? — le pregunté a Ismael.Pero entonces Bastián se adelantó. — Ya tendrás tiempo para explicarnos eso en la reunión que haremos. Por el
Tal vez será algo que yo necesitaba también. No podía ser ciega a las necesidades de la manada, aunque aún no me sintiera completamente perteneciente a Flagela. La manada de hielo era mi manada ahora. Mi cabello blanco lo demostraba más que nunca.Mi amor, lo que sentía por Mael, era algo que no me llevaría a ninguna parte. Sin importar lo que hubiese pasado en Luna Azul, él seguía siendo su Alfa. ¿Cómo podría seguirlo amando yo, la futura luna de Flagela, enamorada del Alfa de Luna Azul? Incluso aunque la guerra terminara, aunque ambas manadas encontraran paz, aquello no podría ser. No tenía ningún sentido para nadie. Lo más lógico y sensato era que tuviera que unir irremediablemente mi vida a Valentín. Tal vez era lo que tenía que hacer, tal vez era el destino que la diosa Luna — si existía — , en su gran sabiduría, había puesto para mí.Así que cuando Valentín se acercó para besar mis labios, yo lo permití. Esta vez no fue como en el auto, esta vez permití que saciara su curiosidad
Se casaba con ella, el amor de mi vida se casaba con otra mujer, con mi hermana Lilith, por que yo no era suficiente, no era más que una omega sin loba que servía el té y lavaba los baños, no era más que una esclava en la familia.Soy la hija mayor de la manada Luna azul, pero en mi sangre no corre la magia de los lobos. Mi padre tuvo una segunda hija de sangre pura, una loba de raza superior que ocupó el lugar que me correspondía en la manada, relegándome al papel de una sirvienta, pero ese día era más agotador de lo normal. Todos los generales de mi padre se habían reunido para presenciar el matrimonio de mi hermana con un lobo fuerte y poderoso de la manda que estaba destinado a convertirse en el alfa, pero ese lugar era el que me correspondía a mí, sin embargo, estaba ahí en la cocina preparando el pudín.Ser azotada era algo común, pero esa noche los golpes fueron especialmente frecuentes. La boda dio inicio con una gran algarabía, fui empujada entre los esclavos hacia el salón
Sentí que las fuerzas en las piernas me fallaron, el corazón latió con tanta fuerza que tuve que aferrarme a una silla para no caer.— ¿de qué hablas? — le pregunté a mi padre con la voz rota — eso es mentira, yo no…— El guardia te vio, querías escapar con esos lobos blancos que atentaron contra la vida de el prometido de tu hermana — yo voltee a mirar alrededor, y en efecto, Mael estaba desnudo, seguro por haberse transformado y cubierto de sangre ayudando a los heridos, la fiesta se había convertido en un caos.— ¡Cómo puedes pensar algo así! Como puedes pensar que dañaría a mi manada — mi padre recortó la distancia que nos separaba y me tomó con fuerza por el cuello.— Tú ni siquiera eres una loba… no perteneces a esta manada, ¡lárgate! —me empujó con fuerza y caí al suelo, pero mis ojos se llenaron de lágrimas.—Papá… — le supliqué, pero él me miró con odio.— ¡Lilith, tú hermana está exiliada, llévatela de la manada! — Entonces mi hermana apareció, era una loba de raza superior
3.El hielo nos recibió con fuerza, saqué la cabeza del agua mientras trataba de respirar pero el frío se sintió como mil agujas sobre mi piel. Tomé a Helen, pero la muchacha no podía nadar bien por la pierna herida, pude ver el pánico en sus ojos.La tomé por los hombros y comencé a nadar hacia la orilla, escuché más disparos de los cazadores que golpeaban contra el agua pero no lograron alcanzarnos.Nadé con todas mis fuerzas, podía ver como la sangre salía de la pierna de Helen y eso me asustó, a pesar de que llevábamos pocas semanas siendo amigas, ya comenzaba a quererla mucho, y no quería perderla. Así que la tomé por el cuello y comencé a avanzar por ella a través del río. Me aferré a un trozo de hielo mientras trataba de llegar a la orilla, y cuando al fin lo hice, tuve que utilizar todas mis fuerzas para poder sacarnos a ambas del agua helada. La nieve nos recibió. Una tormenta arreciaba. El pequeño bosque… y eso ayudó a que los cazadores no nos encontraran. La tormenta de n
4.La nieve allí nunca se derretía. Era el bosque del Invierno Eterno, así le llamaban, porque el invierno permanecía los 365 días del año. Siempre. Todo congelado. Por eso los árboles y los animales habían aprendido a sobrevivir también en ese lugar. Por eso no tuve que cavar un agujero en la tierra para enterrar el cadáver de mi amiga, porque la nieve bastaría para conservar su cuerpo por siempre. La cargué a través del hielo y escogí una hermosa colina desde donde se observaba el invierno eterno: el río congelado que atravesaba el valle y el atardecer. Escarbé con mis propias manos un enorme agujero en el hielo y dejé delicadamente su cuerpo adentro. Lo llené de flores, de los pétalos amarillos que había llevado para salvarle la vida… pero había llegado demasiado tarde. Flores y nueces que encontré en el bosque las puse en su tumba, y no pude evitar llorar mientras mis manos dejaban el hielo sobre su cuerpo hasta que estuvo completamente cubierta. Regresé a la cabaña un rato de