65.

Fue una inconsciencia absoluta. No era como quedarse dormido y despertar. Cuando te quedabas dormido y despertabas, sabías que habías dormido, pero en ese momento, cuando regresó a mí la conciencia, no sabía qué había pasado. Era como si hubiese pasado una eternidad completa en el sueño.

Abrí los ojos y encontré completa oscuridad, completa y absoluta.

Levanté mis manos, tratando de buscar algo alrededor. Me encontraba en el suelo. Había humedad. El sonido de una gotera a lo lejos.

Parpadeé un par de veces, tratando de encontrar en mis ojos un poco de luz. Todo el cuerpo me dolía tan terriblemente que quise quedarme dormido nuevamente.

Intenté apretar los puños, pero mi mano izquierda estaba entumecida, tanto que no lograba sentirla. Con mi mano derecha la toqué. Algo la recubría. Parecía un emplasto de hojas y lianas que mantenían la piel húmeda.

Intenté mover los dedos de la mano, pero era como si no los tuviera. Con mi mano derecha podía sentirlos, pero mi mano era infuncional.

Qui
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