Al día siguiente

Mi cabeza estaba por explotar y lo peor, es que hemos sido llamados por el mayor de los Castagnoli. Por lo que, con mi cabeza sintiéndose como si se fuera a romper en miles de pedazos, salgo de la cama prometiendo no volver a tomar.

— Señora, le he traído medicina para la resaca y un poco de sopa — informa alguien en la puerta.

— Debo marcharme a la mansión principal.

— El señor Castagnoli le pidió a su padre que le diera dos horas para estar listos, él también se siente mal.

Con el dolor que siento, no había tenido tiempo para preocuparme por alguien más. Por lo que, apenas recuerdo que mi exjefe y esposo, debe estar peor.

— ¿Cómo se encuentra él? — pregunto recibiendo la medicina que imploro, me caiga bien.

— Todavía se ve rojo, pero, no se ha inflamado otra vez. Toda la noche se la paso recibiendo hidratación vía intravenosa, para que el alcohol saliera más rápido de su sistema. Por lo que, está mejor de acuerdo con las reacciones del señor estando ebrio.

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