Salgo del baño más calmada y motivada a conquistar a mi esposo, ese hombre que veo tan increíble en su silla de ruedas. Sonrío desde el umbral de la puerta, desde donde veo como se arregla la sabana para cubrir su entrepierna.
— Debes ocultarte bien, porque si te muestras delante de Dove cuando me ayude a entrar a la ducha, va a haber problemas entre tú y yo — dice Danell como si regañara su entrepierna.Sonrío ante lo que veo y simplemente, retrocedo un poco y aclaro mi garganta para llamar su atención y no encontrarlo hablándole a su entrepierna.— ¿Prefieres que me vista o te llevo así?— He pedido que manden por ropa limpia y a tu gusto. Así que, espera un poco para vestirte. — dice Danell y yo asiento alejándome de la puerta, para que él entre por su cuenta. Sus pies no estaban colocados de la manera correcta, pero, por fortuna, no se caían al piso. Por lo que, preferí no corregir la postura de estos, para no hacerlo sentir mal y me acerco a la ducha, dondeDespués de ayudar a vestir a Danell, salimos de la habitación donde por fortuna, no hay alguien que se cruce con nosotros en el camino. Algo que agradezco al no tener que fingir que me agrada la familia de mi esposo, cuando no es así.— No están y seguramente no van a venir por ahora. — dice Danell y yo miro hacia él.— ¿Qué has dicho?— Todos quedaron sorprendidos cuando agarraste la polla de Carl y le dejaste en claro lo que le pasaría si seguía molestándote. Así que, seguramente está siendo revisado, mientras mis primos y tíos, se quejan por lo violenta que fuiste.>> Seguramente deben pensar que se han equivocado contigo y que no eres alguien fácil de manejar como ellos pensaban. Por lo que, deben estar reunidos en la casa de Carl, mientras su gente recoge las cosas para la mudanza.— ¿Mudanza?— Lo que viste ayer, fue como unas elecciones donde yo quede con la presidencia del país. Al haber ganado, no puedo tener a mi contrincante en el mismo lugar donde
Recorremos la ciudad por primera vez. No hay personas que estén con nosotros en el auto, por lo que, me siento cómoda estando al lado del hombre que me gusta. Con disimulo, miro hacia donde él esta y me esfuerzo por no suspirar al verlo tan increíble como es.Danell siempre se ha visto bien, él se ve muy elegante y no me relaciono solo a la ropa fina que siempre usa, si no, a la elegancia de él hasta para hablar. Pero, cuando está haciendo algo en lo que él es bueno, se ve doblemente bien.— Danell, quiero preguntarte algo.— Adelante. — dice Danell sin dejar de mirar el camino.— Si pudieras escoger algo que te agrade de mí, ¿Qué escogerías?— Tu determinación. Eres una mujer segura de tus capacidades y lo que eres. Por eso, no te dejas afectar por lo que los demás dicen. Das las cosas sin recibir algo a cambio, porque sé que lo das porque te nace y no por interés.>> Esas actitudes están casi extintas, eso es lo que más resaltaría de ti y lo que sin duda, m
Bajo la atenta mirada de Danell, reviso autos y subo a estos como si escogiera que silla cómoda quiero llevarme a casa. Sin saber el valor de los vehículos, porque Danell así lo ordenó seguramente para que no me desmayara al escuchar el valor, comienzo a seleccionar los que más me gustan sin enfocarme en marcas, si no, en comodidad.En el lugar, hay modelos de todo tipo, pero, quería un auto que fuera cómodo y espacioso para Danell, porque quería en algún futuro cercano, llevarlo de paseo en mi auto. Así que, escogía autos que pudieran quitar asientos para subir una silla de ruedas.Lógicamente, debían tener un techo alto y posibilidad de colocar una rampa, para que la persona en silla de ruedas suba. Por lo que, no podía escoger autos bajos o deportivos que eran poco espaciosos y útiles para las necesidades de mi esposo.— Espera un momento, Dove. — dice Danell cuando camino hacia el lado de las camionetas que parecen monstruos por lo altas que se ven.— ¿Sucede algo?
Nos hemos quedado acostados mirando el árbol con sus hojas pintadas por el otoño. Me sentía en paz, aunque he pasado por muchas cosas las últimas semanas de mi vida, ahora podría decir que estaba llegando mi anhelada calma.— Nunca me había detenido a disfrutar del otoño — dice Danell y yo giro mi rostro para poder ver sus expresiones.Se veía tranquilo. Aunque siempre lo he visto atractivo y más cuando sonríe, como lo veo ahora, hace que se vea con un atractivo bastante hermoso. Parecía que tenía la inocencia de un niño explorando con su mirada como son las hojas de los árboles en otoño y era esa exploración, lo que lo hacía sonreír de esta manera.Me gusta esta parte de él. Una donde no hay violencia o acciones que para realizarlas, debes pensar demasiado porque hay muchas cosas que pueden resultar contraproducentes. Aqu&ia
Como me ha dicho, entramos a una tienda donde me compra un teléfono tan moderno y a la vez tan costoso, que me preocupa que lo toque y deba sacarme un riñón para poder tener dinero para volverlo a comprar.Pero, Danell insiste en comprarlo, porque según él, es más funcional, cómodo, ligero y acorde a lo que él siente que yo necesito.Por lo que, para no hacer todo un drama por algo que no va a cambiar, lo acepto y nos marchamos de la tienda con números privados que a pocas personas seria a los que tengo que agregar, porque mi vida, estaba limitada a mi familia y compañeros de trabajo de los que no tuve tiempo para despedirme.— Con este aparato, podemos revisar si hay algún chip de rastreo en nuestros dispositivos. También podemos usarlos en nuestras prendas, por lo que, todo estará buen respecto a nuestra seguridad. — dice Danell pasando un dispositivo que no
Narra LouisCamino de un lado al otro esperando indicaciones. Sé perfectamente que debo moverme rápido para que no haya error o mis años planeando esto, se van a ir a la basura. Por lo que, aunque quiero ir directamente y disparar hasta que mi munición se agote, debo ser cuidadoso.— Necesito que…— Están ya en la habitación, si no se decide pronto, la oportunidad de oro se va a ir y no puede culparme de eso — digo con molestia.— Solo lanza dinamita y acaba con ellos. Ya no me interesa tener a esa malnacida frente a mí. Si muere, ya todo acaba y dejo un claro mensaje que quien intente ir en mi contra va a morir. — dice Carl y yo respiro profundo.— Ya lancé un explosivo para entrar a la habitación, ya que, han bloqueado la puerta y mi tarjeta de ingreso fue inhabilitado.— Oh, sí que has actuado rápido. Que bien por ti, ah
Narra DoveComo en el pasado, Danell me sorprende, pero, a su vez, me agota. Porque no estoy acostumbrada a estar corriendo a todas partes por un atentando. Por fortuna, esta vez no me concentré en que estábamos desnudos, si no en movernos rápido con lo que él me pide.Por lo que, después de revisar las toallas, cada uno se coloca una y después de presionar una baldosa en particular, la pared se separa y me muestra a un hombre que nos saluda con una sonrisa y una silla de ruedas.Sin decir una sola palabra, carga a Danell y lo coloco en una silla de ruedas, desde donde Danell me extiende su mano para que pase por el espacio que aunque es grande, es difícil de pasar al estar a una altura distinta. Ya que, al parecer, la ducha fue hecha sobre un piso que es muy alto en comparación a la habitación de al lado.— Ten cuidado. — dice Danell cuando debo pisar en el espacio que deja en medio
Mi pierna dolía y no era para menos, desde que me lastimaron, no he podido tener una recuperación adecuada, porque si no es una cosa, es otra. Por lo que, el dolor en mi pierna, es tan normal como respirar.Agotada por esta descarga de adrenalina innecesaria, veo como un vehículo que parece de alimentos, abre su puerta trasera y dos hombres se colocan a cada lado de la silla de ruedas, para subirnos a ese espacio que aunque esta iluminado, no me agrada.— Huele a carnes frías. — murmuro y Danell asiente.— Es un camión que transporta este tipo de alimentos.— ¿Por qué tenemos que huir de esta manera? — pregunto confundida.— Bueno…— Se supone que eres el jefe, ¿Por qué tienes que actuar así y salir por la puerta de atrás como un delincuente?— Soy un delincuente, Dove. Te has casado con un criminal. Por lo que, tengo