Narra Dove
Como en el pasado, Danell me sorprende, pero, a su vez, me agota. Porque no estoy acostumbrada a estar corriendo a todas partes por un atentando. Por fortuna, esta vez no me concentré en que estábamos desnudos, si no en movernos rápido con lo que él me pide.Por lo que, después de revisar las toallas, cada uno se coloca una y después de presionar una baldosa en particular, la pared se separa y me muestra a un hombre que nos saluda con una sonrisa y una silla de ruedas. Sin decir una sola palabra, carga a Danell y lo coloco en una silla de ruedas, desde donde Danell me extiende su mano para que pase por el espacio que aunque es grande, es difícil de pasar al estar a una altura distinta. Ya que, al parecer, la ducha fue hecha sobre un piso que es muy alto en comparación a la habitación de al lado.— Ten cuidado. — dice Danell cuando debo pisar en el espacio que deja en medioMi pierna dolía y no era para menos, desde que me lastimaron, no he podido tener una recuperación adecuada, porque si no es una cosa, es otra. Por lo que, el dolor en mi pierna, es tan normal como respirar.Agotada por esta descarga de adrenalina innecesaria, veo como un vehículo que parece de alimentos, abre su puerta trasera y dos hombres se colocan a cada lado de la silla de ruedas, para subirnos a ese espacio que aunque esta iluminado, no me agrada.— Huele a carnes frías. — murmuro y Danell asiente.— Es un camión que transporta este tipo de alimentos.— ¿Por qué tenemos que huir de esta manera? — pregunto confundida.— Bueno…— Se supone que eres el jefe, ¿Por qué tienes que actuar así y salir por la puerta de atrás como un delincuente?— Soy un delincuente, Dove. Te has casado con un criminal. Por lo que, tengo
Me quedo en silencio durante todo el viaje. Es claro que no hay algo que decir, porque sea que le pregunte y él responda, no sé si me está siendo sincero o no. Después de todo, lo que creí que era una cita, resultó ser solo una trampa para que sus enemigos crean que él esta destruido.No tengo intenciones de preguntar y que me oculten información. Él es alguien que solo dice lo que le conviene cuando le conviene, por lo que, no pienso complicarme la vida y como he decidido antes, alejarme de él.No puedo hacerlo de golpe, porque realmente lo quiero, pero, puedo hacerlo poco a poco, porque este criminal, no va a cambiar aunque se lo imploré. El pulcro y correcto jefe que pensé que podría volver a tener, solo fue un espejismo y como tal, se desvaneció sin intención de volver.— Dime algo, Dove. — dice Danell después de un tiempo en silencio.<
El lugar donde estamos, solo tiene rampas y ascensor. Aunque creí que sería un lugar bajo tierra, en realidad con lo que me encuentro es con una casa bastante grande donde nosotros vivimos en un quinto piso, justo debajo del helipuerto, segundo lo que me explican cuando subimos.El lugar, es todo blanco, lo opuesto al alma de Danell e incluso, no hay casi muebles. Es como si el lugar fuese construido de un momento a otro y por eso, no tuvieran tiempo para personalizar la decoración.— Esta será nuestra casa, mientras lo demás sucede. Esta si porque quien lo va a decorar eres tú. Puedes hacerlo como desees, incluso puedes llamar a una decoradora si lo necesitas.— Pensé que debíamos fingir que estamos muertos.— Quien vendría es alguien de confianza y quien hará las llamadas es mi gente.— Eso quiere decir que no tengo acceso a internet o algo que me comunique con al
Danell asiente comprendiendo lo que le he dicho. Por lo que, nuevamente toma mi mano pero, sin la prisa por revisarme. Su mirada, es algo que ni siquiera me atrevo a colocarle un significado, porque parece que todas las conjeturas que armo, son erróneas.— No importa tus intenciones, lo que me alivia es que no estes interesada en causarte daño otra vez — dice Danell y por un segundo, solo un mínimo segundo, me sentí conmovida.Pero, no puedo olvidar quien es él y lo que es capaz de hacer, yo no soy solo su asistente y él mi jefe. Si no que, soy la esposa de un hombre tan cruel que se regocija causando muertes innecesarias que pudo evitar.Estoy en medio de un mundo donde traicionarse es normal y por eso, no puedo simplemente conmoverme por un acto pequeño como es preocuparse porque me muera.— No te entiendo, Danell. Te preocupas de que muera, pero, me condenas a una vida donde los atentados son t
Siento mucha vergüenza, me duche para dormirme y ahora solo me queda fingir estar dormida para no comer lo que mi esposo estafador y oscuro hizo de cena para mí, pero, lógicamente a mi estomago le importa poco como es la mente y corazón de quien me hizo comida.Por eso, gruñe de tal forma que quiero desaparecer, para no sentir vergüenza, una que se hace más grande porque Danell comienza a reírse de mi momento más vergonzoso. Uno que deseo mucho que sea producto de un sueño.Pero, él toma mi mano sintiendo el tacto tan real que es imposible que sea un sueño. Al parecer, ningún plan puede salirme bien cuando Danell está involucrado en ello.— Abre tus ojos, Dove. Tu rubor demasiado notorio y el gruñido de tu estómago, te delata. Tú estás escuchando cada pequeña cosa que digo y sin duda, debes sentir la cercanía de mi cuerpo con el
Terminan los hombres de informar de todo tipo de cosas violentas que tienen pensado hacer y aunque me esfuerzo en comer rápido, tardo demasiado en comer todo eso que mi estomago me prohíbe dejar en el plato por el hambre que tengo.— Pueden marcharse — dice Danell y todos se marchan, cerrando la puerta.Suspiro profundo y trago la comida que tengo, observando que aún me queda más de medio plato por comer. Por lo que, me quedo pensativa analizando si es buena idea terminarme todo.— Al fin puedo descansar — dice Danell y yo miro hacia donde él se encuentra, para mirar a Danell quitarse la camisa.Aunque lo he visto desnudo varias veces, verlo sin prepararme para ello y mientras como, hace que tosa al sentir que la comida se ha ido por el camino incorrecto. Algo que le causa risa a Danell, quien se burla de mi casi muerte.— Sin duda, nunca me aburro cuando estas cerca. — se burla Danell y
Danell se queda unos segundos en silencio. Es como si estuviera procesando lo evidente. Pero, por fortuna, no niega los hechos de inmediato. Eso, aunque me estoy preparando para esa respuesta, me causaría un poco de dolor.— Te equivocas — dice Danell, después de varios segundos en silencio.— ¿Me equivoco?— Soy alguien tan cruel y retorcido, que cuando vi tu pureza comencé a analizarte para confirmar si serias buena como mi esposa. Necesité indagar por mi propia cuenta si eres una mujer desinteresada para que no codiciara mi herencia.>> También debía comprobar que aunque no codiciaras lo que tengo, no me dejarás solo. Porque, Dove, nos vamos a enfrentar a muchas cosas y necesito con urgencia saber si me vas a dejar solo o si estarás conmigo luchando a tu manera.‘No lo ha reconocido, pero, es evidente que me quiere. Así que, no puedo irme. Tengo esper
Al día siguienteMe despierto un poco desorientada. Al parecer, no me acostumbro a no despertar en un lugar conocido y menos, que no tengo que levantarme temprano para ir a trabajar. Por lo que, después de recordar quien soy y donde me encuentro, me levanto, aseo y salgo a preparar el desayuno.Danell me había dicho que es importante que preparemos nuestra propia comida, por miedo a que nos envenenen, pero, no lo había hecho realmente desde que nos casamos. Entonces, si quiero enamorarlo, debo comenzar por su estómago.— Buen día, señora Castagnoli — saluda la mujer en la cocina.— Buen día — digo sintiéndome extraña aun por el apellido que usan para llamarme.— Estoy por preparar el desayuno, ¿necesita algo?— A eso vengo.— Bianca es una mujer de confianza, ella puede cocinarnos un poco y solo debes supervisar que todo se haga co