Me acerco a él y cuando estoy para colocarme a horcajadas sobre él, una punzada de dolor, hace que retroceda. Asustada, miro hacia mi pierna y veo un punto de color rojo. Me debilito, pero, en ese momento, alguien lanza vino sobre mí, mojando la falda de mi vestido.

— ¡La noche es joven, como nosotros! ¡Bebamos e incluso, vamos a bañarnos con alcohol! ¡Hoy vamos a hacer lo que queramos! — dice Danell tomando dos botellas y derramando estas tanto en mi cuerpo como en el de él.

— Danell, ¿estás loco? — pregunto preocupada.

— Siempre estoy con un humor apagado o como si la vida fuera siempre molesta, pero, hoy no me siento así. hoy es un buen día para ser muy feliz. Vamos a bañarnos con mucho vino y beber hasta que perdamos la consciencia. — dice Danell causando una lluvia artificial de vino.

Me siento mareada y tambaleo un poco por el dolor de